Año: 1955.
Nacionalidad: Española.
Director: Juan Antonio Bardem.
Reparto: Lucía Bosé, Alberto Closas, Bruna Corrá, Carlos Casaravilla, Otello Toso, Alicia Romay, Julia Delgado Caro, Matilde Muñoz Sampedro, Mercedes Albert, José Sepúlveda, José Prada, Fernando Sancho, Manuel Alexandre, Jacinto San Emeterio, Manuel Arbó, Emilio Alonso, Margarita Espinosa, Rufino Inglés, Antonio Casas, Manuel Guitián, Elisa Méndez, José María Rodríguez, Carmen Castellanos, José María Gavilán, José Navarro, Gracita Morales.
Premio: Premio de la Crítica del Festival de Cannes 1955.
Sinopsis: Un profesor de universidad y su amante, una mujer casada de la alta burguesía, atropellan accidentalmente a un ciclista. Temerorosos de que se descubra el adulterio, deciden ocultar el trágico accidente.
[Información facilitada por Filmaffinity]
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No hay nada que me guste más que las recomendaciones, especialmente si son tan buenas como la de hoy.
Ayer publicaba la entrevista a Andrés Pérez Domínguez en relación a su novela Los dioses cansados. A lo largo de la misma se hace referencia a la película de la que quiero hablaros hoy, Muerte de un ciclista. Nos decía Andrés que esta película fue la que inspiró parte del argumento de su nueva novela y a mí me pareció motivo más que suficiente para verla. El largometraje me sonaba ligeramente pero hasta la fecha no la había visto, quizá porque el título no me parecía suficientemente sugerente. No obstante, la vi anoche y ahora solo puedo decir que es un peliculón, altamente recomendable.
Dirigida por Juan Antonio Bardem, un apellido muy vinculado al cine español, la película está magníficamente rodada desde el primer al último plano.Muerte de un ciclista comienza sin preámbulo alguno. Con los créditos todavía sobreimpresos en la pantalla veremos a un ciclista pedalear por lo que parece un camino rural. Nada hace presagiar lo que va a ocurrir, si no fuera porque estamos más que advertidos por el título de la película. Máxime cuando la música, alegre y casi festiva, se demora hasta el último segundo en aportar suspense. Pero efectivamente el drama llega, y lo hace cuando el ciclista ha salido de nuestro campo de visión tras tomar una pendiente. Es entonces cuando tiene lugar el fatal desenlace. Un vehículo que circula en dirección contraria bandea de un lado a otro tras haber colisionado con el ciclista. A bordo, Juan (Alberto Closas) y María José (Lucía Bosé). Conduce ella. Atónitos no saben muy bien qué hacer. ¿Auxiliar al accidentado? En su lugar prefieren darse a la fuga. ¿Por qué? ¿Es que tienen algo que ocultar? Pues sí, Juan y María José mantienen una relación clandestina que puede acarrear muchísimas complicaciones en caso de salir a la luz pública. ¿Los ha visto alguien? El planteamiento de la trama, así como sus consecuencias no se hacen esperar. La tortura no ha hecho más que empezar y conducirá a un desenlace apoteósico.
El suspense hace acto de presencia desde los primeros compases. Siempre flotará la duda en el ambiente, algo que inquieta muchísimo a los protagonistas porque ya se sabe que lo peor es la incertidumbre y el miedo comienza a convivir entre los dos. Se hace tan poderoso que todo es amor idílico se reseca y se cuartea.
El guion recala brevemente en el contexto político en un momento en el que el franquismo está muy presente, haciendo leves alusiones a la Guerra Civil y en el vacío que provocó que muchos hombres. A su vez, muestra diferentes planos de la sociedad de la época, muy enfatizado por los hombres que circulan en bicicleta y aquellos que lo hacen en vehículos de lujo. Por un lado, nos asomamos a los barrios más humildes donde residía el difunto. Calles embarradas donde los niños juegan a la pelota, vecinos que conviven en corralas, gritos y desplazamientos hasta una fuente para hacer acopio de agua.
En una escala intermedia tendríamos a Juan, un profesor universitario adjunto que debe su puesto en la facultad a un favor familiar. Creo que Juan se siente un pobre diablo, un hombre desanimado que no tiene más que un trabajo poco motivador, siendo María José el verdadero motor de su vida. Pero la relación, especialmente después del accidente, comienza a asfixiarle.¿Cuánto tiempo está dispuesto a seguir así? Sabremos de sus emociones, de sus sinsabores y de su pasado.
En un último puesto, y más elevado en la escala social, tenemos a María José, esposa de un hombre adinerado cuya única preocupación es mantener en secreto su relación con Juan mientras participa en actos caritativos sean del tipo que sean. No importa si su donativo lo recibe tal o cual pobre, lo importante es la imagen a proyectar.
Yo le he cogido ojeriza a María José. Me ha parecido una mujer enamorada sí pero, ¿de quién realmente? Acostumbrada a vivir muy bien, con lujos y fiestas, el accidente con el ciclista la coloca en una situación incómoda. ¿Qué está dispuesta a hacer por amor? ¿O qué está dispuesta a hacer por no perder su posición?
Y otros dos personajes más compartirán protagonismo. Por un lado, Miguel (Otello Tosso), el marido de María José y por otro Rafa (Carlos Casaravilla), un amigo común que tiene un papel determinante. De este tándem es Rafa quien se lleva el gato al agua. Magistral su interpretación de un miserable, un tipo sin escrúpulos que sabe aprovechar la ocasión cuando se presenta, siempre con un gesto algo repulsivo, fiel reflejo de la burla.
Decía antes que la película está maravillosamente rodada y prueba de ello son los diversos planos y secuencias dignas de analizar y desmenuzar pues están llenas de infinitud de detalles que parecen querer transmitir un mensaje extra. La rueda de la bicicleta que gira y gira tras el accidente, el silencio pesado y denso que se instala entre los amantes, los primerísimos planos, los elementos de fondo de una secuencia, unos arbustos famélicos en medio de una llanura, o una fiesta con mucho cante mientras se está o el peso de la culpa en el interior de una iglesia, con un confesionario a tan solo un par de pasos,... Todo, todo parece querer decirnos algo que los protagonistas no se abren a decir con palabras.
Por otro lado, el director se mueve con maestría a la hora de concatenar escenas y situaciones. Un botellazo en un punto de la trama nos conducirá a otro distinto sin que resulte abrupto.
No me demoro más. Solo comunicaros que, en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, hay un artículo inmenso sobre la película y que hace alusiones de diversa índole como la censura a la que el largometraje estuvo sometido o la forma en la que se gestó la película. Puedes leer en su totalidad aquí.
Muerte de un ciclista es un largometraje a tener muy, muy en cuenta. Nunca he hablado de cine clásico español, al menos que yo recuerde, pero sin duda el argumento de esta película, la interpretación de los actores y muy especialmente el trabajo de dirección la convierten en un imprescindible.
Trailer [primeros minutos de la película]:
Muerte de un ciclista es un largometraje a tener muy, muy en cuenta. Nunca he hablado de cine clásico español, al menos que yo recuerde, pero sin duda el argumento de esta película, la interpretación de los actores y muy especialmente el trabajo de dirección la convierten en un imprescindible.
Trailer [primeros minutos de la película]:
[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]