Año: 2016
Nacionalidad: Española.
Director: Icíar Bollaín.
Reparto: Anna Castillo, Javier Gutiérrez, Pep Ambrós, Manuel Cucala, Miguel Ángel Aladrén.
Género: Drama.
Sinopsis: Alma tiene 20 años y adora a su abuelo, un hombre que lleva años sin hablar. Cuando el anciano se niega también a comer, la chica decide recuperar el árbol milenario de que la familia vendió contra su voluntad. Pero para ello, necesita contar con la ayuda de su tío, una victima de la crisis, de su amigo Rafa y de todo el pueblo. El problema es saber en qué lugar de Europa está el olivo.
[Información facilitada por Filmaffinity]
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Tengo una conexión muy intensa con el mundo rural. Es más yo diría que, a pesar de vivir en una ciudad - y no una excesiva gran ciudad donde me sentiría más asfixiada-, me considero más de pueblo que una era. Los veranos de mi infancia los pasaba en plena naturaleza y aquellos años me permitieron conectar con la tierra, el viento, la flora y la fauna, conociendo las labores del campo. Probablemente por este motivo me ha resultado tan bonita la película El olivo y eso que es de Icíar Bollain, una directora con cuyos trabajos no termino de conectar. De las películas que tiene en su haber solo he disfrutado con Te doy mis ojos pero ya puedo anotar otra cinta más en la columna de los "Me gusta".
El olivo nos trae una historia rural con toques de roadmovieen el que tres personajes centrales serán los encargados de mantener una trama que tiene como protagonista absoluto a Ramón, un anciano que ni habla ni come, encerrado en un mutismo del que su nieta Alma intenta sacarlo.
La familia reside en un pequeño pueblo agrícola rodeado de olivos. Allí nació Ramón, allí creció y allí aprendió a amar la naturaleza, pasión que contagia a su nieta, la única que parece sentir todavía un apego especial por el anciano. La vida de Ramón ha transcurrido entre olivos, y de todos los que ocupan su fina, hay uno muy especial, milenario, un enorme ejemplar que han cuidado las generaciones pasadas y que él pretende que cuiden las futuras pero los hijos de Ramón tienen otros planes. Ellos desean dejar atrás las faenas del campo y emprender otro tipo de negocio. Para ello hace falta dinero y la manera más rápida de conseguirlo es vendiendo ese olivo a espaldas del anciano.
La familia reside en un pequeño pueblo agrícola rodeado de olivos. Allí nació Ramón, allí creció y allí aprendió a amar la naturaleza, pasión que contagia a su nieta, la única que parece sentir todavía un apego especial por el anciano. La vida de Ramón ha transcurrido entre olivos, y de todos los que ocupan su fina, hay uno muy especial, milenario, un enorme ejemplar que han cuidado las generaciones pasadas y que él pretende que cuiden las futuras pero los hijos de Ramón tienen otros planes. Ellos desean dejar atrás las faenas del campo y emprender otro tipo de negocio. Para ello hace falta dinero y la manera más rápida de conseguirlo es vendiendo ese olivo a espaldas del anciano.
Cuando el olivo es arrancado de la tierra, será arrancado también el propio corazón de Ramón. Quedará pues sumido en un profundo mutismo por el que se le va la vida. Alma cree que si puede recuperar el olivo de su abuelo, conseguirá salvarlo de una muerte próxima. Comienza así una aventura que la llevará por Europa.
Si pensamos en el argumento de la película te podrá parecer algo muy banal pues todo gira alrededor de una nieta que quiere devolver un viejo olivo a su abuelo. No obstante, el trasfondo de la cinta tiene mucho más. No solo se trata del hecho material de trasladar un viejo árbol de un sitio a otro, sino de salvar la vida de un abuelo que poco a poco lo va abandonando. A su vez, el guión pone sobre la mesa una serie de valores humanos de gran importancia. Solamente por cuestiones como estas, por asistir de testigos a esas relaciones abuelo-nieto que deben ser tan sagradas o por comprobar lo ingrato que podemos ser los hijos, El olivo es una película digna de ver.
No obstante, tengo algunas observaciones en contra que hacer. Por ejemplo, en algún momento la película transcurre con algo de lentitud lo que me produjo alguna inquietud en mi asiento. Sin embargo, fue algo muy momentáneo. Por otra parte, también es cierto que algunas cuestiones se resuelven con bastante facilidad y la excesiva casualidad no es algo que me guste en ninguna historia. Y a su vez, percibí algún momento clave que transcurre de manera precipitada. Por último, se producen algunas conversaciones en alemán que me hubiera gustado que estuvieran subtituladas. En verdad se puede sobreentender lo que se dice en dichas conversaciones pero si nos facilitan la comprensión mejor que mejor.
Alrededor del anciano giran unos cuantos personajes. Alma (Anna Castillo) será la más cercana a Ramón, una nieta que tiene una forma muy peculiar de calmar su rabia. Con un propósito muy noble se embarca en una aventura de gran dimensión sin un plan preconcebido, todo por amor a su abuelo, al que parece que los demás han dejado de lado como un trasto viejo. Esta es la defensa que hago del personaje aunque reconozco que algún momento tiene reacciones un tanto ilógicas y no he llegado a comprenderla en todo momento.
Sobre la interpretación de Castillo no tengo mucho que aportar. Creo que no lo hace mal,que consigue hacernos transmitir su deseos o su rabia, el amor por el abuelo, el apego a la tierra y a la unidad familiar. No conocía a esta actriz, no la había visto nunca pero me ha resultado su trabajo bastante correcto.
Sobre la interpretación de Castillo no tengo mucho que aportar. Creo que no lo hace mal,que consigue hacernos transmitir su deseos o su rabia, el amor por el abuelo, el apego a la tierra y a la unidad familiar. No conocía a esta actriz, no la había visto nunca pero me ha resultado su trabajo bastante correcto.
Alcachofa -obviamente un mote-, será uno de los hijos de Ramón y compañero de viaje de Alma. Alca ha sido golpeado por la crisis y lo ha perdido todo en la vida. Siente que es un completo gilipollas que todo el mundo se aprovecha de él pero el empeño que pone Alma en recuperar el olivo le servirá para volver a sentirse útil y a aumentar su autoestima.
Este personaje conecta directamente con otro tema que se aborda en la película, las relaciones padres e hijos.Al parecer el anciano trataba con dureza a Alcachofa y a su hermano cuando eran más pequeños y estos siempre se quejaron de la actitud de su padre del que pensaban que quería a los árboles que a su propia familia. Sin embargo, a veces los hijos tenemos una venda en los ojos y somos incapaces de entender y valorar lo que nuestros padres han hecho por nosotros. Juzgamos desde nuestra perspectiva, desde nuestra juventud y solo cuando hemos alcanzado madurez emocional, cuando pasamos por un duro bache, la verdad se nos revela ante nuestros ojos.
El papel viene interpretado por Javier Gutiérrez, un actor que me sigue gustando mucho. Pone tanta naturalidad en todo lo que hace que me resulta sumamente fácil imaginármelo en su vida privada mientras discute con el electricista que le ha arreglado un enchufe porque ha intentado engordarle la factura. Me encanta.
El olivo es una película que me ha emocionado en un par de ocasiones y cuando digo emocionado me refiero a que mis ojos se han vuelto algo acuosos. No sé si es que estaré especialmente sensible estos días (podría ser) pero el momento en el que extraen el olivo de la tierra me ha parecido de gran tensión emocional. Y habrá algún momento más como este pero eso dejo que lo descubráis vosotros mismos.
En definitiva, que me ha gustado mucho El olivo. Más allá del argumento, me ha hecho recordar aquellos veranos de infancia que transcurrían, no ya en un pueblo sino en mitad del campo, con los olivos, los perros que nos acompañaban de aventura en aventura y toda la familia reunida en una casa donde abuelos y nietos, tíos y sobrinos, padres e hijos convivíamos felices. Eran buenos tiempos, sí señor.
Trailer:
[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]