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ENTREVISTA a ILDEFONSO FALCONES (Los herederos de la tierra).

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megustaleer - Ildefonso FalconesAutor

Ildefonso Falcones, casado y padre de cuatro hijos, es abogado y escritor. Su primera novela, La catedral del mar (Grijalbo, 2006), ambientada en la Barcelona medieval, se convirtió en un fenómeno editorial mundial sin precedentes, reconocida tanto por los lectores como por la crítica y publicada en más de cuarenta países. Asimismo, fue merecedora de varios premios, entre ellos el Euskadi de Plata 2006 a la mejor novela en lengua castellana, el Qué Leer al mejor libro en español del año 2006, el premio Fundación José Manuel Lara a la novela más vendida en 2006, el prestigioso galardón italiano Giovanni Boccaccio 2007 al mejor autor extranjero, el premio internacional Città dello Stretto 2008 y el Fulbert de Chartres 2009.

Sus siguientes obras fueron La mano de Fátima (Grijalbo, 2009), que narra la expulsión de los moriscos de la Península y que fue galardonada con el premio Roma 2010, y La reina descalza (Grijalbo, 2013), que recoge la historia de dos mujeres que luchan por la libertad y la dignidad de los más oprimidos en la España del siglo XVIII, merecedora del premio Pencho Cros 2013. También le ha sido otorgado el premio Giardini 2014.

Con más de nueve millones de ejemplares vendidos de sus obras en todo el mundo, Ildefonso Falcones se ha consagrado como uno de los escritores españoles más difundidos.

En su última novela, Los herederos de la tierra (Grijalbo, 2016), el autor regresa a la atmósfera de su obra más emblemática, La catedral del mar, para ofrecernos la novela más esperada por muchos de sus lectores.

Si quieres saber más, visita la web del autor: www.ildefonsofalcones.com y su Facebook: Ildefonso Falcones.


megustaleer - Los herederos de la tierra - Ildefonso FalconesSinopsis 

Barcelona, 1387. Las campanas de la iglesia de Santa María de la Mar siguen sonando para todos los habitantes del barrio de la Ribera, pero uno de ellos escucha su repique con especial atención... Hugo Llor, hijo de un marinero fallecido, a sus doce años trabaja en las atarazanas gracias a la generosidad de uno de los prohombres más apreciados de la ciudad: Arnau Estanyol.

Pero sus sueños juveniles de convertirse en constructor de barcos se darán de bruces contra una realidad dura y despiadada cuando la familia Puig, enemiga acérrima de su mentor, aproveche su posición ante el nuevo rey para ejecutar una venganza que llevaba años acariciando.

A partir de ese momento, la vida de Hugo oscila entre su lealtad a Bernat, amigo y único hijo de Arnau, y la necesidad de sobrevivir en una ciudad injusta con los pobres.

Obligado a abandonar el barrio de la Ribera, busca trabajo junto a Mahir, un judío que le enseña los secretos del mundo del vino. Con él, entre viñedos, cubas y alambiques, el muchacho descubre la pasión por la tierra al tiempo que conoce a Dolça, la hermosa sobrina del judío, que se convertirá en su primer amor. Pero este sentimiento, prohibido por las costumbres y por la religión, será el que le proporcionará los momentos más dulces y amargos de su juventud.

Diez años después de La catedral del mar, Ildefonso Falcones regresa de nuevo a ese mundo que tan bien conoce, la Barcelona medieval. Y lo hace recreando una vez más a la perfección esa efervescente sociedad feudal, prisionera de una nobleza voluble y corrupta, y la lucha de un hombre por salir adelante sin sacrificar su dignidad.



[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]

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Hace unos días Ildefonso Falcones visitó Sevilla para promocionar su última novela, Los herederos de la tierra, continuación de aquella que lo catapultó a la fama, La catedral del mar. Algunos periodistas y un par de blogueros, entre los que estaba la que suscribe, tuvimos la oportunidad de sentarnos a charlar con el autor y compartir nuestras impresiones sobre la novela. Entre las preguntas de uno y otro el novelista fue respondiendo afablemente, en  un ambiente agradable en el que nos sentíamos absolutamente confortables.

Al preguntarle si creía haber cambiando mucho desde aquella catedral del mar, Falcones respondió que no creía haber cambiado ni tampoco quería hacerlo, en sentido literario claro. Incluso alegó que «más que evolucionar lo que me interesa es involucionar y escribir otra novela como aquella». Aseguró que su objetivo primordial a la hora de escribir es entretener y contar historias que aferren al lector y lo mantenga enganchado a la trama.
Como ya sabréis Los herederos de la tierra no se puede considerar una segunda parte de La catedral del mar sino más bien una continuación y a la pregunta de por qué había tardado diez años en retomar aquella historia respondió que no existe un motivo concreto.«Simplemente se me cruzaron otras historias hasta el momento en el que me apeteció seguir contando la historia de Barcelona a través de unos personajes de ficción».

Marisa G.- Y en esta continuación el protagonista es otro distinto al que figuraba en La catedral del mar y que lleva por nombre Hugo de Llor. ¿Qué nos puede contar del personaje?

Ildefonso F.- Es un chaval que se queda huérfano y que a los doce años se pone a trabajar en las atarazanas con la ilusión de ser constructor de barcos pero debido a ciertas circunstancias, su vida cambia de rumbo y comienza a trabajar en la tierra, en los viñedos. A partir de ahí aprende a amar la tierra, a amar la viña y al vino. Veremos que sufre golpes de fortuna pero también desgracias, luchará y peleará por sobrevivir, por mantener a su familia. Es una novela de aventuras. 

M.G.- Al hilo de esta respuesta, quiero transmitirle una pregunta de una lectora, de Inés, que me ha pedido que le pregunte cómo es posible que este protagonista, que siempre va de desgracia en desgracia, al final siempre salga airoso.

I.F.- Bueno eso es lo importante (risas). De desgracia en desgracia tampoco porque, por ejemplo, si pierde sus tierras es porque antes las ha conseguido y ha tenido un golpe de suerte. Va teniendo los altibajos normales de la vida. Creo que eso es lo que interesa a los lectores. Un protagonista plano que no haga nada y al que no le pase nada de nada,  no atrae en absoluto.

Los herederos de la tierra narran unos hechos que se suceden en un momento muy convulso pero nos confirmó que él no se había inventado nada sino que «simplementeme he limitado a seguir la cronología, saltándome tan solo tres años».

M.G.- A pesar de que el protagonista es otro, hay que decir que los Estanyol siguen estando muy presentes en esta novela y que la sombra de Arnau se percibe a lo largo de toda la historia, ¿no es cierto?

I.F.- Sí  claro, Arnau no dejará de estar en la mente de Hugo. Además esta historia no deja de estar enlazada con la catedral del mar o con la sonrisa de la virgen. Hay unos guiños muy importantes a la novela anterior.

Destacó también que, aunque el protagonista de la novela sea un hombre, hay personajes femeninos especialmente atractivos y potentes que llamarán poderosamente la atención del lector. Falcones afirmó que no concibe una novela sin personajes femeninos pues siendo tan importantes en la vida de cualquiera, deben serlo también en una novela. 

M.G.- La viticultura es un tema que se aborda en la novela y que usted trata con mucha pasión. Yo que soy más de vino que de cerveza, le confieso que he disfrutado mucho con esos pasajes. Toda la información que figura en la novela sobre la elaboración del vino y las mezclas que se realizaban, ¿es real?

I.F.- Sí, totalmente. Lo que no es real es la mezcla del aguardiente, el acqua vitae, con el vino. Esto es algo que explico en el epílogo. Esa mezcla se probó en siglos posteriores pero no en los años en los que transcurren los hechos de la novela. En cuanto al resto, todo es absolutamente real, las frutas o las especias que mezclaban con el vino o el uso de la orina para prevenir las enfermedades de las viñas. 

M.G.- ¿Quizá esto de la orina es lo que resulta más llamativo?

I.F.- Sí, es llamativo pero a fin de cuentas la orina es azufre. No es tan raro que la usaran con los mismos fines que hoy se emplean ciertos productos químicos. 

Si eligió la temática del vino para esta novela fue porque en sus novelas los protagonistas tienen que tener una profesión concreta. En este caso se juntaron además varios condicionantes, por un lado que al autor le apasiona el mundo de la viticultura y por otro que necesitaba a un personaje que, por un motivo u otro, pudiera viajar y contar en primera persona cómo se desarrollaban los acontecimientos históricos.«En el medievo no viajaba nadie. Solo lo hacían los peregrinos y los mercaderes y eso es lo que yo necesitaba, un mercader del vino que además me permitiera contar su industria».El vino jugaba un papel muy importante en la sociedad de la época pues se empleaba para fines tan curiosos como para sanar a los enfermos en los hospitales, siendo una bebida que se imponía al agua ya que «el agua podía estar infectada y provocar otras muchas enfermedades».

Los herederos de la tierra es una novela que nos ofrece la oportunidad de hacer un recorrido por Barcelona. Al preguntarle qué lugares destacaría como visitas imprescindibles respondió que por supuesto las atarazanas donde hoy se alza el Museo Marítimo. «Vale la pena hacer una visita porque además el edificio es uno de los claros ejemplos de la construcción civil gótica catalana». Luego nos aconsejó que tendríamos que visitar el Raval donde se alza el Hospital de la Santa Cruz, que hoy es la Biblioteca de Cataluña. «Y a estos dos lugares, añadiría la Iglesia de San Jaume o la Iglesia de los judíos, muy pequeña y muy desconocida".






Algo que a mí siempre me ha maravillado de los novelistas es la capacidad que tienen para «coser» ficción y realidad.

M.G.- En una novela de estas características ¿cómo se las apaña usted para articular la ficción con los hechos históricos? 

I.F.- Eso es lo más difícil. Hay que ir probando y poco a poco comprobar que todo vaya cuadrando episodio tras episodio. Lo que nunca hago es modificar la Historia. La Historia es la que es, podrá ser interpretable pero modificable no. No se pueden cambiar los hechos de lugar y tiempo y por lo tanto hay que ir adaptándose a ellos. Por eso, a veces ocurre que el primer guion no cuadra y tienes que volver atrás y rehacerlo. Es muy complicado hacer este encaje de bolillos.

Todos sabemos que Ildefonso Falcones es un autor de muchísimas ventas. Se le preguntó qué sentía ante semejante abismo y respondió que a él no le daba vértigo escribir a pesar del éxito en sus novelas anteriores.«Lo que puede dar vértigo es pensar que hay gente que está trabajando y que, en cierto modo, dependen de tu éxito, como los libreros, los editores,... Gente que confían en ti y a quienes no puedes defraudar». En cuanto a los lectores, nos aseguró que el éxito llega en el momento en que una novela gusta sin importar si vendes más o vendes algo menos que con las anteriores porque además «el mercado editorial ha caído tantísimo y hay tanta piratería que las ventas no son indicativo de nada. Solo hay que fijarse si la novela gusta entre los lectores y nada más».

De momento no tiene intención de cambiar de registro. Él escribe novelas históricas porque le apasiona y le gusta documentarse para ellas, «aunque llega un momento en el que tienes que parar de documentarte porque de otro modo puedes volverte loco» pero es el género en el que él se siente cómodo y el que le demanda tanto la editorial como los lectores. 

M.G.- Sabemos que con La catedral del mar tuvo que hacer frente a varios obstáculos porque no le fue tan fácil encontrar editorial para publicarla y sin embargo fue un gran éxito y ahora llega a televisión. ¿Qué piensa del proyecto?

I.F.-  Es fantástico y no solo para mí sino creo que también es una muy buena noticia para todos los lectores de La catedral del mar.

M.G.- Y teniendo en cuenta la cronología, dado que Los herederos de la tierra llega hasta el año 1423, calculo que la novela llega al final cuando Hugo de Llor tiene aproximadamente unos cincuenta años. Aún hay tiempo para escribir una tercera parte y continuar con la vida de Hugo. ¿Se lo ha planteado?

I.F.- Sí pero no exactamente sobre la vida de Hugo. Lo que me gustaría es escribir una tercera, cuarta o quinta parte sobre Barcelona porque el hilo conductor de todo esto es Barcelona, esta gran ciudad que además ofrece una historia apasionante. No sé qué es lo que pasará más adelante. En cualquier caso, siempre estará Barcelona presente.



Y así transcurrió este encuentro con Ildefonso Falcones, una ocasión fabulosa que espero se vuelva a repetir en el futuro. La novela estoy a punto de acabarla, así que ya os haré llegar mis impresiones. 



[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]










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