Editorial: El paseo.
Fecha publicación: septiembre, 2016
Precio: 16,00 €
Género: Relatos.
Nª Páginas: 240
Edición: Tapa blanda con solapas.
Nª Páginas: 240
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 978-84-945509-5-9
Autores
León Lasa. Coke Andúkar. Julio Muñoz Gijón @Rancio. Manuel Machuca. John Julius Reel. Gervasio Iglesias. José Aguilar. Félix Machuca. Tacho Rufino. Francisco Garrido Peña. Salvador Navarro. Marco Flecha. Marcos Martínez Gutiérrez. Nieves Castro. Antonio Hernández. Isaac Pérez. Jorge Molina Arroyo. Aquilino Duque. José Quesada. Ricardo Ferreiro. Reyes Aguilar. Eduardo Osborne. Francisco Gallardo. Juan Antonio Hidalgo. José Ibáñez. Joaquí DHoldan. Fernando Iwasaki. Antonio García Barbeito.
Sinopsis
28 escritores, periodistas, poetas, cineastas, actores, profesionales y futbolistas sevillanos, o residentes en Sevilla, igualados en una balanza -14 por cada equipo-, escriben sobre la máxima rivalidad futbolística de la ciudad. Cada relato debe agarrarse a un motivo: la impronta de un derbi local -léase en el orden que se perfiera-: Betis-Sevilla/Sevilla-Betis.
Recuerdos y presente, razón y sentimiento, crimen y castigo, pasión y familia, guasa y regates, tradición y modernidad, todo se conjuga en una dialéctica de alto voltaje literaio. Buenas letras en torno a un deporte que siempre ha generado literatura de calidad.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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Mi marido dice que soy bética de taberna. Con esto no quiere decir que, cada vez que juegue el Betis, me plante en el primer bar que encuentre para ver el partido rodeada por una marea verdiblanca, mientras me pimplo una cerveza tras otra. No, no van por ahí los tiros. El muchacho, que a todo esto es sevillista -en buena hora se me ocurrió a mí meter al enemigo en casa-, me considera así porque dice que soy bética de boquilla, es decir, que no tengo ni idea de la alineación, del nombre del entrenador, de los partidos disputados, ganados, perdidos o empatados ni quienes han sido sus contrincantes en los mismos. Y tiene toda la razón aunque me suena que este fin de semana hemos ganado, ¿no? Bueno, tendría que mirarlo. Pues sí, bajo ese prisma soy bética de taberna y a mucha honra. A mí realmente no me apasiona el fútbol. Si mi Betis gana, bien. No por ello me va a cambiar la vida. La vida me la cambiará para bien otras cosas, como que, por ejemplo, me toque el gordo de Navidad este año. Si mi Betis pierde, pues qué le vamos a hacer, tampoco me voy a poner a llorar por las esquinas ni voy a coger un mosqueo monumental que más vale ni hablarme. A mí lo que me disgusta realmente son temas muchos más serio. No obstante, aún así y sin llegar a un extremismo exacerbado, a mí mi Betis me duele. Tanto es así, y esto lo digo con el corazón en la mano, que, cuando llega un derbi, pido a todos los dioses un empate técnico. Es más, no me importa si mi Betis de mi alma está en Segunda División.¡Lo que yo me ahorro!, porque, ¿os he dicho ya que tengo al enemigo en casa? A grandes problemas, grandes remedios, y para mí la Segunda División es un grandísimo remedio aunque eso no nos libra de tanto chiste y tanta burla. «Pobresito» mi Betis con lo que yo te quiero.
Pues bien, sobre Betis y como no, sobre el Sevilla trata el libro del que os quiero hablar hoy. El derbi final es un compendio de relatos escritos por béticos y sevillistas con un intención unificadora y sin ánimo más que de compartir las experiencias personales de cada uno o alguna historia de ficción.
Nada más abrir el ejemplar, encontramos toda una declaración de intenciones por parte de los seleccionadores literarios del volumen en la que se hablará mucho de rivalidad sana, de hermandad, de una filosofía de vida y de la necesidad mutua de un equipo para con el otro. Y es que el Betis no se entiende sin el Sevilla ni el Sevilla sin el Betis. Realmente, hermandad y rivalidad sana es lo que debería reinar en todo encuentro futbolístico en Sevilla y en cualquier otra ciudad y no siempre es así. No obstante, en lo que se refiere a los Betis-Sevilla o Sevilla-Betis no recuerdo ningún altercado grave en torno a un derbi. Aquí las armas que usamos son de carácter dialéctico.Nos gusta sacarle punta a la lengua e idear los chascarrillos más ingeniosos (y punzantes, a veces) pero la sangre la dejamos en las venas y si nos arde nos tomamos una Cruzcampo.
Tras un prólogo a cargo de Francisco Correal, quien considera que este libro solo está escrito con la intención de hacer disfrutar a los lectores sin zaherir y que además me resulta acertado cuando afirma que «El derbi es la metáfora dual de la escuela sevillana»[pág. 18], saltan al campo los siguientes jugadores:
Vistiendo la camiseta blanca y roja: Coke Andújar, Manuel Machuca, Gervasio Iglesias, Félix Machuca, Francisco Garrido Peña, Marco Flecha, Nieves Castro, Isaac Pérez, Aquilino Duque, Ricardo Ferreiro, Eduardo Osborne, Juan Antonio Hidalgo, Joaquín DHoldan y Antonio García Barbeito. Por su parte, y desde la Palmera vienen Léon Lasa, Julio Muñoz Gijón, John Julius Reel, José Aguilar, Tacho Rufino, Salvador Navarro, Marcos Martínez Gutiérrez, Antonio Hernández, Jorge Molina Arroyo, José Quesada, Reyes Aguilar, Francisco Gallardo, José Ibañez y Fernando Iwasaki.
La mayoría de ellos ha tirado de recuerdos de infancia o juventud en sus aportes literarios, los cuales se inician con una breve biografía del autor o de la autora. Así, se recordarán cómo se vivían los derbis de antaño, las emociones previas a los encuentros, la afición, los partidos ganados y su consiguiente alegría, o los perdidos apegados siempre a la desilusión. Y al margen de anécdotas y recuerdos, nos podemos topar con reflexiones y análisis, estando muy de acuerdo con la mayoría de ellas. Y es que los tiempos cambian y con ellos todo lo demás. El fútbol no podía ser menos y eso es lo que nos viene a decir León Lasa (hijo) - Betis. Calle Melancolía- que vivió el fútbol desde el interior siendo muy niño. También me ha parecido muy certero el punto de vista de John Julius Reel - Harina de otro costal -, un norteamericano que se considera bético pero que aporta un toque de objetividad a esta dualidad tan peliaguda. Me ha encantado las referencias a jugadores tan emblemáticos del Betis como Gordillo y sus medias en los tobillos. Y además no puedo más que darle la razón a Marcos Martínez Gutiérrez - No me gusta el fútbol- , porque para ser bético no hay que ser antisevillista como tampoco es necesario que te guste el fútbol o que entiendas de tácticas ni técnicas. ¡Si yo no sé ni lo que es un fuera de juego pero soy bética!
Pero no penséis que porque soy verderona solo me he fijado en los relatos escritos por la gente de mi equipo. Va a ser que no. Yo sabía que a mí el Betis me dolía y lo he ratificado leyendo algún que otro relato que lanza alguna pullita traviesa (yo os pillaré malvados) pero también confieso que el artículo escrito por Félix Machuca, publicado en el diario ABC de Sevilla el jueves, 7 de mayo de 2015 con motivo de la visita que el Sevilla hizo a Varsovia y no precisamente para hacer turismo, me ha emocionado.La prosa de Félix Machuca y especialmente la narración que destila tanta pasión ha estado a un plis de hacerme saltar de sillón y gritar ¡Viva el Sevilla! (Ay, si mi marido me hubiera visto, la que me hubiera caído encima). E igualmente entrañable me ha resultado Un derbi de finales de los años 20 escrito por Gervasio Iglesias con ese bonito homenaje que le hace a Antonio Puerta. Anda que no lloró nada Sevilla con aquella desgracia y digo Sevilla, la ciudad, porque en aquellos momentos el rojo, el verde y el blanco se unieron en un mismo color para lamentar la pérdida de aquel joven, un deportista tan prometedor. Y ese relato me hizo acordarme de Miki Roqué, otro futbolista, del Betis en concreto, que no aparece en estos relatos pero del que yo sí he querido acordarme en esta reseña. Gente tan joven, tan entregada al deporte y a sus colores y que se marcharon tan pronto.¿Y qué decir de Amuleto sevillista de Marco Flecha Torres? ¿O de Esteban, el personaje del relato homónimo escrito por Francisco Garrido Peña? ¿Se puede ser sevillista sin percatarse de ello?
Así que ya veis que, tanto en un bando como en otro, he encontrado relatos que me han gustado mucho pero voy a hacer balance y me voy a mojar. Sin ninguna intención escondida, y esto lo prometo ante El Quijote si hace falta, y aunque me tachéis de vendida, reconozco que de todos los relatos son dos los que más hondo me han calado y los dos escritos por béticos.¿Qué le vamos a hacer? Lo mismo tantas derrotas ha despertado nuestro lado más sensible. Por un lado, Brecha de Salvador Navarro. Me ha parecido especialmente honesto, humilde y sincero. Sus recuerdos que vinculan al Betis con una madre amorosa, un accidente durante el servicio militar o los años que pasó en París me han acercado al lado más humano del autor. Me parece precioso el párrafo que cierra su relato.
«Mi vida cambiará mucho, en todos los sentidos que se puedan imaginar, pero es seguro que siempre que el Betis esté jugando un partido de fútbol, sea en Primera, Segunda o Regional... una parte de mí estará intranquila, pendiente de él y apoyándolo; ese trozo de mí que se nutre de sueños infantiles, del amor a quien me dio la vida, de creencias robustas y caballerescas en la defensa de lo que un día me encomendaron proteger».[pág. 107]
Pero El derbi final también es un libro que destila mucho humor. Son diversos los relatos que tienen un componente humorístico como Lo maté porque era mío de Manuel Machuca, historia de una venganza una mijita pringosa, Teoría del 9. Alfonso con esos dos amigos que salen de una boda y con su chaqué se meten a ver los minutos finales de un derbi o El octavo día de Francisco Gallardo, día en el que Dios después de descansar, decidió crear el Betis. Pero, desde el plano humorístico también tengo mi preferido y me refiero a La katana verdiblanca de Fernando Iwasaki, un relato de dos japonés que de un modo nada usual terminan por recalar en Sevilla, haciéndose uno seguidor del Betis y otro del Sevilla. Más allá de la gracia que tiene esta historia, también es divertido saber que, con este relato, Iwasaki ganó un concurso de relatos de una peña sevillista en Coria del Río cuyo presidente del jurado no estuvo nada de acuerdo en concedérselo al autor peruano, circunstancia que se recoge en el acta del premio y que se aporta en el relato. ¡Todo el arte!
En resumen, relatos de ficción, recuerdos mágicos, antiguos derbis, otros de carácter futurista, ternura, homenajes y mucho humor cuando se trata de hablar del rival porque, independientemente que seas del Betis o del Sevilla, el sentido del humor no te debe faltar nunca. Siempre nos ha caracterizado una rivalidad sana y si te pica, como dije antes, te tomas una Cruzcampo bien fresquita. Si es que en esta ciudad somos así, que nos gusta reírnos de todo y lo mejor de uno mismo. Y si no, ¿qué decís de esta noticia?
En el fondo, béticos y sevillistas nos queremos y si no que se lo digan a la hija de Pepe Mel (ex-entrenador del Betis) que se casó vestida de rojo con el hijo de José María del Nido (ex-presidente del Sevilla) en un restaurante de la calle Betis. ¿Se puede rizar más el rizo?
Esta es mi recomendación del día de hoy, un volumen de relatos futbolísticos que bien se podrían extrapolar a otras ciudades españolas en las que la dualidad en el terreno de juego también deja vencedores y vencidos.
Os dejo con esta frase que tiene más razón que un santo0:
«Lo bueno que tiene eso de perder casi siempre, prácticamente una seña de identidad del beticismo, es que las pocas veces que se gana se goza extraordinariamente».[La costumbre del sufrimiento de José Aguilar Villagrán - pag. 78]
PD. Mientras leía uno de los relatos en el asiento del copiloto del coche familiar, se cruzó con nosotros el autobús del Betis. Esto no podía ser más que una señal, así que...
¡Viva er Beti manque pierda!
[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
Retos:
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