Autor
Así se presenta Norah Bennett en su blog En el rincón de una cantina:
«Hola. Vivo en España, y como dijo alguien "Toda pasión lleva consigo una locura". La mía es leer. Si no me ves con un libro en la mano es porque estoy en el cine viendo una buena peli o a veces una no tan buena. Me gusta viajar. Y quiero compartir contigo mis opiniones sobre los libros que leo».
Sinopsis
Candela es una mujer que ha construido con mucho esfuerzo y poca suerte una vida sencilla en un pueblo pequeño en el que sólo puede tener sueños pequeños. Un día, sale de su casa para pasar unas vacaciones que la llevarán mucho más lejos de lo que marca su billete de tren. Sumida en una encrucijada vital tendrá que tomar una decisión que puede cambiar todo para siempre.
Un relato humano, lleno de sentimientos de todo tipo, una historia contada de tú a tú.
Hace unas semanas (escribo esta reseña el 6 de mayo), una bomba estalló en la blogosfera que lo dejó todo patas arriba y con sus habitantes desconcertados.
Bajo el título de Suite 235 llegaba la primera publicación de una bloguera que también tomaba impulso para pasarse al otro bando, al de los autores. Como bien sabéis hablo de Norah Bennett que desde su rincón de la cantina no se anda con remilgos a la hora de cortarle la cabeza a un autor o personaje si uno, otro o ambos la han dejado indiferente.
Siendo una mujer exigente en sus lecturas me pregunté intrigada cómo sería esta primera publicación y cuando ella misma la ofreció por la red, ni me lo pensé. Tenía muchas ganas de comprobar por mis propios ojos las letras que salían de su mente y corazón.
Al poco tiempo comenzaron a llover reseñas y todas tenían un punto en común. Aquel que le daba a Norah la luz verde para continuar en esta empresa y no poner punto final a una aventura que, según las voces, debía ser un punto y seguido. Pero claro, todos nos conocemos en mayor o menor medida, algunos incluso hemos compartido cervezas y charlas cara a cara y la amistad, aunque sea bloguera, tiene su aquel y se puede caer en el error de pensar que detrás de este tipo de reseñas puede existir la alianza, el amiguismo, el hoy por ti y mañana por mí. Que nadie se llame a engaño.
Norah, yo también me considero una lectora exigente. No sé si mis criterios tendrán algún tipo de validez o si mis opiniones pueden ser acertadas. Pero lo que sí te digo es que no soy persona influenciable, que no me dejo llevar por la opinión de los demás, que soy de «naturaleza salmona», como me dice a veces un amigo, por mi tendencia a ir siempre a contra corriente cuando todo el mundo va en la misma dirección. Así pues, te digo amiga Norah que lo que vas a leer a continuación no tiene nada que ver con estas charlas que a veces mantenemos en relación a aquel libro o aquella otra película, que tampoco tendrá que ver con que yo lea tus reseñas y tú las mías, y pretenda que sigamos así. No. Si hay algo que vas a encontrar en los siguientes párrafos es sinceridad.
Y ahora, al grano nena que te pierdes.
En Suite 235 nos encontramos a Candela, una mujer en la treintena que tiene una vida más bien mustia. Vive sola, es cajera de supermercado y no tiene demasiado buen concepto de sí misma al considerarse fea, gorda, pelirroja y pecosa.
Como capricho se permitirá el lujo de pasar unos días en un spa de alto standing para lo que ha estado ahorrando no sin esfuerzo. Nada más poner un pie en el balneario, Miguel, un hombre de negocios, casado, muy atractivo y rondando los 50 aparecerá en su vida.
La historia comienza a rodar. Lo que ocurrirá entre Candela y Miguel tendrás que descubrirlo por ti mism@ pero sí te adelanto que esta opera prima de Norah te enganchará, primero por su sencillez en cuanto a estilo y pretensiones y segundo porque es una historia en la que encontrarás amor, sexo, amistad, soledad, frustración, miedo y, sin que una cosa quite la otra, valentía. Y no solo eso, sino que además encontraremos mucha vida, esa que Candela echa de menos en su día a día y que encuentra junto a Miguel, aunque el camino no sea de rosas.
La acción se inicia prácticamente in media res, sin apenas preámbulo que nos permitan conocer algo más de la vida y el entorno de la protagonista y a partir de ahí todo comienza a desarrollarse de manera rápida. Sólo, a medida que se progresa en la lectura, se nos irán dando pinceladas sobre el pasado de Candela (infancia, muerte de su padre,...) y sus amistades (Damián y Javier serán dos pilares fundamentales).
Una novela corta que bien podría pasar por un relato largo (Norah, novela mejor, ¿no?) escrita en tercera persona por un narrador al que se me antoja ponerle voz suave y cautivadora, como así lo es el texto.