Año: 2016.
Nacionalidad: Española.
Director: Raúl Arévalo.
Reparto: Antonio de la Torre, Luis Callejo, Ruth Díaz, Manolo Solo, Alicia Rubio, Raúl Jiménez, Font García.
Género: Thriller.
Sinopsis: Madrid, agosto de 2007. Curro entra en prisión tras participar en el atraco a una joyería. Ocho años después sale de la cárcel con ganas de emprender una nueva vida junto a su novia Ana y su hijo, pero se encontrará con una situación inesperada y a un desconocido, José.
[Información facilitada por Filmaffinity]
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Raúl Arévalo, el actor al que hemos visto ya en diferentes registros, debuta ahora como director de largometraje, tras dirigir un par de cortometrajes, y lo hace con un thriller que ha obtenido muy buena crítica y numerosas nominaciones para los premios Goya que se celebrarán el 4 de febrero. En total opta a once galardones, ahí es nada, entre las que figuran Mejor Película, Mejor Director Novel, Mejor Guión o Mejor Actor Protagonista (Antonio de la Torre y Luis Callejo).
Con Tarde para la ira me he encontrado un largometraje español, sí español, pero muy digno, por no decir magnífico. Ya hemos visto cómo otros actores jóvenes se han atrevido a ponerse detrás de la cámara. A bote pronto me viene a la mente el cine del año pasado con la película A cambio de nada, dirigida por Daniel Guzmán y que le valió también el Goya a la Mejor Dirección Novel. Sin embargo, aquella película no me impresionó tanto como la de Arévalo. Tarde para la ira me parece una cinta en la que no se da puntada sin hilo.
La película cuenta con dos planos temporales. Unas breves e introductorias escenas iniciales nos colocarán como testigos de un robo que sale mal parado. Como consecuencia, Curro acabará entre rejas donde pasará ocho años. Poco antes de obtener la libertad conoceremos a Jose, un tipo solitario, introvertido, callado y serio que acostumbra a echar sus ratos de ocio en el bar de un humilde barrio madrileño. El establecimiento está regentado por Juanjo, de quien es muy amigo, y su hermana Ana, de quien está enamorado en secreto, pero Ana tiene novio que no es otro que Curro, el que está a punto de salir de la cárcel. A su vez, veremos cómo Jose pasa algunas tardes en el hospital, acompañando a un hombre que parece encontrarse en coma.
¿Qué relación hay entre todos estos personajes? ¿A qué se dedica Jose? ¿Quién es el hombre en coma? Las respuestas llegarán en el momento apropiado y serán como una bofetada en toda la cara. Entenderemos cuales son las verdaderas intenciones de Jose, no nos sorprenderá pero si hará que nos removamos inquietos en nuestros asientos, a la espera de que se desate la tragedia, algo que ocurrirá en el último cuarto de la película, cuando Jose desarrolle el plan que parece ha ideado hace tiempo.
Tarde para la ira cuenta con diversos saltos de escena a escena, especialmente en los primeros compases, que ayudan al espectador a tener una idea general del planteamiento de la película y que son suficientes para ponernos en situación. A partir de ahí se estructura en cuatro partes claramente diferenciadas y que el director ha decidido denominar El bar, La familia, Curro y La ira, figurando, en esta última parte, un giro de 180º en el argumento y que lo cambia absolutamente todo. Y así llegaremos a un desenlace de esos que gustan a algunos y que otros aborrecen. No es un final abierto propiamente dicho porque los conflictos planteados se resuelven prácticamente en toda su totalidad. Queda únicamente un fleco suelto, una pregunta que surgen en la mente del espectador y que tiene varias respuestas posibles, todas ellas muy válidas, todas ellas aptas. ¿Por qué Jose actúa en los últimos minutos como lo hace? ¿Qué le mueve a ello? Mientras ves pasar los créditos finales se colarán en tu mente diversas hipótesis y, en el caso de haberla visionado en compañía, surgirá un diálogo entre vosotros de lo más interesante.
Hay escenas especialmente bien rodadas, como un accidente de coche filmada desde el interior del vehículo, u otra de carácter violento pero muy realista a la par que muy bien interpretada. El uso de la cámara es todo un acierto y los planos secuencia o mejor aún, los primeros planos, nos colocan mirándonos frente a frente con los personajes. Tengo la sensación de que, en este largometraje, el director no ha dejado nada al azar, ni los diálogos entre Jose y Curro, en los que a veces se cuela alguna charla o pregunta, poco transcendental pero que no desentona, como la banda sonora que se mueve entre el flamenco y las composiciones cargadas de tensión, destacando una canción de José Manuel Soto que no puede venir más al pelo.
Las interpretaciones son fantásticas. Que el malagueño Antonio de la Torre (Jose) no me decepcione es algo con lo que ya contaba. Tremenda su comunicación no verbal, la intensidad de su mirada, ese cejo fruncido que adelanta el drama, porque en esta película cuentan más los silencios que los diálogos. Y si hablamos de miradas silenciosas e intensas también habría que destacar la de Luis Callejo (Curro) que no da crédito a lo que ve. Pero es que, además, hasta los personajes secundarios hacen un gran trabajo como Manolo Solo (Santi).
La ambientación también está muy conseguida. Transmite esa decadencia de las vidas de barrios humildes donde a duras penas llegas a fin de mes, con gente sencilla que busca el cobijo de un bar o que, cansado de la ciudad, decides iniciar una nueva vida en un pueblo pequeño. No es una película de adornos, de grandes exteriores o de oropel. Aquí lo que prima son los personajes, la esencia del ser humano y sus deseos y sentimientos más íntimos.
Me ha gustado mucho el trabajo de Raúl Arévalo como director. He leído por ahí que llevaba inmerso en este proyecto desde hace muchos años y sin duda, se percibe que hay mucha dedicación detrás. Espero que mejore todavía más. A mí no me importa verlo como actor, ya sea en un contexto cómico o dramático. Si lo pienso con detenimiento creo que me siento muy cómoda con sus interpretaciones pero, ahora que veo lo que es capaz de hacer tras la cámara, cómo urde una historia en la que la venganza está dibujada con luces de colores, -una venganza que se sirve en plato frío- y que ha tenido tanto acierto en la elección de los actores, sinceramente celebraré mucho un nuevo largometraje suyo como director.
Aquí tenéis un video donde podéis oír a Raúl Arévalo hablar de la película en pleno rodaje.
Trailer: