Editorial: Lumen.
Fecha publicación: diciembre, 2016
Precio: 14,90 €
Género: Novela gráfica.
Nª Páginas: --
Edición: Tapa blanda con solapas.
Nª Páginas: --
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 9788426403384
[Disponible en ePub]
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Autora
«La Volátil» es en realidad Agustina Guerrero, diseñadora gráfica, ilustradora y treintañera, nacida en una pequeña ciudad de Argentina, Chacabuco.
Agustina reside en Barcelona desde hace más de catorce años. Trabajó como diseñadora gráfica durante un tiempo, hasta que decidió dedicarse a la ilustración. En 2011 abrió su blog autobiográfico Diario de una Volátil, que alcanzó miles de seguidores en pocos meses y obtuvo un éxito inmediato en las redes sociales. Es autora de tres libros: Nina, diario de una adolescente (Montena, 2011), Diario de una Volátil (Lumen, 2014) , y La Volátil, mamma mía! (Lumen, 2015), traducidos a varias lenguas.
Cuando alguien el pregunta de qué vive, a veces, lo cuenta haciendo dibujitos.
Sinopsis
¿Alguna vez has deseado romper con todo y empezar de nuevo?, ¿escapar sin mirar atrás? La Volátil también...
Nuestra treintañera favorita se presentó al público con Diario de una Volátl, con el que se ha identificado más de medio millón de personas en todo el mundo. Pero, ¿Qué sucedió antes de todo esto?
En Érase una vez la Volátil la chica con camiseta de rayas nos habla de la vida, de volver a empezar, de su lucha por alcanzar un sueño, de sus aventuras y desventuras para poder sobrevivir en la gran ciudad: el piso compartido, las fiestas, los amigos y algún que otro lío sentimental.
Una ventana al pasado que nos permitirá conocer mejor a la Volátil y quererla un poco más.
************************************
La vida es un camino en el que a veces te cruzas con personas que te marcarán para siempre. Justo en el momento en el que las conoces comienzan a caminar a tu lado, a veces para siempre, y otras tan solo un trecho. Pero sabes que, aunque desaparezcan igual que llegaron, siempre guardarás su recuerdo. En literatura pasa igual. Un día conoces a un personaje e inmediatamente lo incorporas a tu bagaje. Da igual si solo te acompaña por un periodo de tiempo finito. Lo deseable sería que siempre permaneciera a tu lado pero sabes que eso no depende de ti. Mientras tanto, procuras ser testigo de todos sus andanzas y aventuras. Pues esto es precisamente lo queme pasa a mí con la Volátil. La conocí en el 2014 y fue un flechazo inmediato. Me encanta asomarme a su vida y ver lo que le ocurre. Siempre la estoy echando de menos.
Y por eso, cuando vi por primera vez esta cubierta nocturna en tonos morados, con ella asomada al balcón, pensativa y soñadora, mirando a las estrellas, me alegré mucho. La última vez que la vimos, flotaba por los aires en dirección al hospital pues Pau venía de camino y se iniciaba una nueva etapa en su vida.
Y desde entonces, me he preguntado muchas veces cómo estaría la Volátil, de qué modo se había enfrentado a la aventura de la maternidad, cómo le iría la vida entre biberones y pañales. Me la he imaginado mil veces dibujada en un nuevo libro, en versión pulpo, cuidando de Pau mientras intentaba cocinar, trabajar, hablar por teléfono y limpiar la casa. Todo a la vez. Y eso pensé que me encontraría en este nuevo volumen. Sin embargo, Érase una vez la Volátil es un retroceso en la vida de esta mujer soñadora de jersey a rayas, mejillas sonrosadas y roete en el pelo. Debería haberlo sabido si me hubiera dado por leer la sinopsis pero con la Volátil no tengo necesidad de saber nada por adelantado. Me gusta que me sorprenda y lo ha conseguido.
Comienza este tercer volumen con una mudanza que le crispa los nervios y termina por alterarla, lanzando algún improperio contra el sexo masculino. Me asusté. ¿Acaso había roto con el chico de la gorrita? (Recordad que yo nohabía leído la sinopsis). Parece que estamos ante una ruptura sentimental, una decepción que le acarrea una multitud de inseguridades y miedos pero contará con el apoyo de un nuevo personaje, una amiga que la consuela y la anima. Es su paño de lágrimas con la que se desahoga y e intenta supervivir en esa noria emocional en la que está montada.La Volátil se encuentra tan perdida y desorientada que toma la decisión de emprender un viaje en solitario donde le pasarán mil cosas. Y al regresar, sana y salvo, sentirá que es hora de renacer y coger las riendas de su vida. Entre frustraciones y bajones, encontrará algún momento de felicidad. No se dará por vencida.Iniciará un nuevo proyecto, recibirá un duro golpe pero el final será muy esperanzador.
Al principio me sentí un poco desorientada. Como comenté antes, yo esperaba una continuación en su vida, una inmersión en su maternidad, en su vida familiar. Sin embargo me sorprendió toparme con una cara de la Volátil más deprimente, más negativa en esas primeras páginas en las que ella se siente tan perdida, frente al optimismo de sus anteriores apariciones. No obstante, el avance de la lectura me desveló la luz. Recordé la entrevista que le hicimos en junio de 2014 a raíz de la publicación del primer volumen (puedes leerlaaquí) y entendí que Érase una vez la Volátil es todo, o parte, de lo que Agustina Guerrero tuvo que pasar para llegar precisamente a este personaje que la ha hecho tanfamosa. Este tercer volumen es el origen, el germen, el primer paso para llegar a convertirse en lo que es hoy.
El porqué ha decidido regresar al pasado es algo que no sé. Quizá ha querido hacer justicia con el destino y mostrarnos sus orígenes, lo que hacía antes de crear el blog que fue su carta de presentación ante nosotros. En cualquier caso, la Volátilsigue siendo un amor, un personaje con el que muchos lectores nos podemos sentir identificados.¿Quién no ha pasado una crisis sentimental en su vida? ¿Quién no se ha sentido perdido y ha tenido que reencontrarse? Lo fantástico de los libros de Agustina Guerrero es que están llenos de naturalidad, sinceridad y cotidianeidad, esos son los puntales sobre los que se sustentan las viñetas de la Volátil, y por eso resulta tan fácil conectar con ella, pues es una mujer con sus defectos y sus virtudes, a la que le pasan cosas normales y corrientes, que tiene dudas, que sufre, que a veces no sabe qué hacer pero que también sabe disfrutar de las pequeñas cosas.
Y luegoestán las propias ilustraciones, naturales como ella misma, que muestran a la Volátil en toda su desnudez cuando es necesario. En Érase una vez la Volátil me parecido que las ilustraciones son más austeras o que hay menos distribución del color. En cierto sentido es lógico si tenemos en cuenta que en este volumen ella pasa por una crisis de identidad en la que su nivel de optimismo está bajo mínimos. Sin embargo, y como una explosión, de vez en cuando nos encontremos con una bomba de color que llena una página completa o incluso una doble página.
En cuanto a la estructura, en esta ocasión no está muy definida como en los anteriores volúmenes, aunquesí hay un punto de inflexión en el hilo narrativo que conforman las viñetas, un antes y un después, ese momento en el que la Volátil recompone su vida o intenta recomponerla aunque algunos desaprensivos le pongan piedras en el camino. Pero ella es una mujer resuelta, que pasará por sus momentos de debilidad, como todo el mundo, y una vez que se ha desahogado, encarará la vida con valentía.
Disfruto terriblemente con las novelas gráficas de Agustina Guerrero, que siempre, siempre me saben a poco.Intento abordar la lectura con calma y sosiego pero la Volátil es demasiado adictiva para mí. Me pongo a leer, a fijarme en los detalles, y cuando me doy cuenta he llegado al final. De todos modos, nunca la olvido. Recurro a ella de vez en cuando porque me hace inmensamente feliz verla y por eso, yo seguiré pendiente de su vida.
No sé qué nos tendrá deparado Agustina Guerrero para el futuro. Sea lo que sea, esta lectora seguirá aquí.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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La vida es un camino en el que a veces te cruzas con personas que te marcarán para siempre. Justo en el momento en el que las conoces comienzan a caminar a tu lado, a veces para siempre, y otras tan solo un trecho. Pero sabes que, aunque desaparezcan igual que llegaron, siempre guardarás su recuerdo. En literatura pasa igual. Un día conoces a un personaje e inmediatamente lo incorporas a tu bagaje. Da igual si solo te acompaña por un periodo de tiempo finito. Lo deseable sería que siempre permaneciera a tu lado pero sabes que eso no depende de ti. Mientras tanto, procuras ser testigo de todos sus andanzas y aventuras. Pues esto es precisamente lo queme pasa a mí con la Volátil. La conocí en el 2014 y fue un flechazo inmediato. Me encanta asomarme a su vida y ver lo que le ocurre. Siempre la estoy echando de menos.
Y por eso, cuando vi por primera vez esta cubierta nocturna en tonos morados, con ella asomada al balcón, pensativa y soñadora, mirando a las estrellas, me alegré mucho. La última vez que la vimos, flotaba por los aires en dirección al hospital pues Pau venía de camino y se iniciaba una nueva etapa en su vida.
Y desde entonces, me he preguntado muchas veces cómo estaría la Volátil, de qué modo se había enfrentado a la aventura de la maternidad, cómo le iría la vida entre biberones y pañales. Me la he imaginado mil veces dibujada en un nuevo libro, en versión pulpo, cuidando de Pau mientras intentaba cocinar, trabajar, hablar por teléfono y limpiar la casa. Todo a la vez. Y eso pensé que me encontraría en este nuevo volumen. Sin embargo, Érase una vez la Volátil es un retroceso en la vida de esta mujer soñadora de jersey a rayas, mejillas sonrosadas y roete en el pelo. Debería haberlo sabido si me hubiera dado por leer la sinopsis pero con la Volátil no tengo necesidad de saber nada por adelantado. Me gusta que me sorprenda y lo ha conseguido.
Comienza este tercer volumen con una mudanza que le crispa los nervios y termina por alterarla, lanzando algún improperio contra el sexo masculino. Me asusté. ¿Acaso había roto con el chico de la gorrita? (Recordad que yo nohabía leído la sinopsis). Parece que estamos ante una ruptura sentimental, una decepción que le acarrea una multitud de inseguridades y miedos pero contará con el apoyo de un nuevo personaje, una amiga que la consuela y la anima. Es su paño de lágrimas con la que se desahoga y e intenta supervivir en esa noria emocional en la que está montada.La Volátil se encuentra tan perdida y desorientada que toma la decisión de emprender un viaje en solitario donde le pasarán mil cosas. Y al regresar, sana y salvo, sentirá que es hora de renacer y coger las riendas de su vida. Entre frustraciones y bajones, encontrará algún momento de felicidad. No se dará por vencida.Iniciará un nuevo proyecto, recibirá un duro golpe pero el final será muy esperanzador.
Al principio me sentí un poco desorientada. Como comenté antes, yo esperaba una continuación en su vida, una inmersión en su maternidad, en su vida familiar. Sin embargo me sorprendió toparme con una cara de la Volátil más deprimente, más negativa en esas primeras páginas en las que ella se siente tan perdida, frente al optimismo de sus anteriores apariciones. No obstante, el avance de la lectura me desveló la luz. Recordé la entrevista que le hicimos en junio de 2014 a raíz de la publicación del primer volumen (puedes leerlaaquí) y entendí que Érase una vez la Volátil es todo, o parte, de lo que Agustina Guerrero tuvo que pasar para llegar precisamente a este personaje que la ha hecho tanfamosa. Este tercer volumen es el origen, el germen, el primer paso para llegar a convertirse en lo que es hoy.
El porqué ha decidido regresar al pasado es algo que no sé. Quizá ha querido hacer justicia con el destino y mostrarnos sus orígenes, lo que hacía antes de crear el blog que fue su carta de presentación ante nosotros. En cualquier caso, la Volátilsigue siendo un amor, un personaje con el que muchos lectores nos podemos sentir identificados.¿Quién no ha pasado una crisis sentimental en su vida? ¿Quién no se ha sentido perdido y ha tenido que reencontrarse? Lo fantástico de los libros de Agustina Guerrero es que están llenos de naturalidad, sinceridad y cotidianeidad, esos son los puntales sobre los que se sustentan las viñetas de la Volátil, y por eso resulta tan fácil conectar con ella, pues es una mujer con sus defectos y sus virtudes, a la que le pasan cosas normales y corrientes, que tiene dudas, que sufre, que a veces no sabe qué hacer pero que también sabe disfrutar de las pequeñas cosas.
Y luegoestán las propias ilustraciones, naturales como ella misma, que muestran a la Volátil en toda su desnudez cuando es necesario. En Érase una vez la Volátil me parecido que las ilustraciones son más austeras o que hay menos distribución del color. En cierto sentido es lógico si tenemos en cuenta que en este volumen ella pasa por una crisis de identidad en la que su nivel de optimismo está bajo mínimos. Sin embargo, y como una explosión, de vez en cuando nos encontremos con una bomba de color que llena una página completa o incluso una doble página.
En cuanto a la estructura, en esta ocasión no está muy definida como en los anteriores volúmenes, aunquesí hay un punto de inflexión en el hilo narrativo que conforman las viñetas, un antes y un después, ese momento en el que la Volátil recompone su vida o intenta recomponerla aunque algunos desaprensivos le pongan piedras en el camino. Pero ella es una mujer resuelta, que pasará por sus momentos de debilidad, como todo el mundo, y una vez que se ha desahogado, encarará la vida con valentía.
Disfruto terriblemente con las novelas gráficas de Agustina Guerrero, que siempre, siempre me saben a poco.Intento abordar la lectura con calma y sosiego pero la Volátil es demasiado adictiva para mí. Me pongo a leer, a fijarme en los detalles, y cuando me doy cuenta he llegado al final. De todos modos, nunca la olvido. Recurro a ella de vez en cuando porque me hace inmensamente feliz verla y por eso, yo seguiré pendiente de su vida.
No sé qué nos tendrá deparado Agustina Guerrero para el futuro. Sea lo que sea, esta lectora seguirá aquí.