EL NIÑO PÁJARO de Juan Manuel Peñate Rodríguez.

* Club Paradise tiene la esencia de esas viejas historias que atemorizan por unos inicios enclavados en la cotidianidad, en el día a día de cada uno. Este relato se vertebra en dos hilos narrativos que confluyen en un punto concreto, en un club social, el Club Paradise, donde Mike Evans por un lado y Tod Shannon por otro, acabarán encontrándose para buscar respuestas a ciertas preguntas inquietantes. ¿Por qué la vida parece ser lo que ya no es?

* El niño pájaro. Este es el relato que da título a la antología. Como dije antes, es la historia más larga, casi una novela corta. Cuenta con una breve introducción que se desarrolla en tierras orientales donde unos jóvenes oirán la historia del niño pájaro de boca de un viejo borracho que, a cambio de unas monedas para conseguir más alcohol, narra unas leyendas fabulosas. El niño pájaro cuenta la vida de un joven engendrado por y en extrañas circunstancias de tal manera que, no siendo un niño normal y corriente, termina por desarrollar una serie de dones espectaculares. Formará parte de una especie de subraza en un mundo muy distinto al que conocemos hoy en día, donde tendrá que luchar por su subsistencia.

El niño pájaro es una historia de venganza pero que también engloba una historia de amor que humaniza al joven extraño e huidizo. La historia es muy fantástica pero está tan bien construida que encajaría perfectamente como guion de cine. Y aparte de ese mundo imaginario que nace de la mente del autor, una de las cosas que más me ha gustado de este relato en concreto es la capacidad del autor por transmitir la ilusión que unos niños sienten a la hora de sentarse a escuchar una historia mágica. La escena descrita me ha permitido imaginar perfectamente a un joven auditorio ávido de historias fascinantes. Además, tengo que reconocer que, a pesar de ser una historia fantástica, los diálogos están muy bien trabajados y son perfectamente creíbles.

* ¡Feliz no cumpleaños! Un precioso homenaje a Lewis Carroll y su obra más emblemática Alicia en el País de las Maravillas. Basándose en ese clásico universal, Peñate construye una historia tierna y entrañable, con algún giro que nos derretirá el corazón. Permite la historia recapacitar sobre los más desvalidos, sobre las personas enfermas y los ancianos. En algún momento me he sentido especialmente conmovida. No soy fan de la historia de Alicia ni de sus personajes, sin embargo, reconozco que este relato me ha hecho ver esta historia y a su autor bajo otro prisma. Me ha resultado un bello relato.

* La gasolinera. Hablamos de ciencia ficción pura y dura donde el planeta Tierra ya no es lo que era, donde la vida se traslada al espacio y donde además de humanos, hay otro tipo de seres. A mí no me gustan las distopías. Rara vez me acerco a ellas, no obstante, tengo que confesar que, más allá del contexto, este es el relato que más me ha gustado de todos. En el fondo no deja de ser una historia de amor y de renuncia porque uno de los actos más románticos que existen es renunciar a uno mismo y a nuestros sueños en favor del ser querido.

Y esto es lo que os puedo contar de los cinco relatos. Como siempre digo, es mucho mejor que los descubráis vosotros mismos. Sin duda los mundos que construye Peñate son fruto de una imaginación portentosa en la que tienen cabida todo tipo de seres del inframundo o de otros planetas, situaciones y escenas que traspasan la realidad y nos llevan a otra dimensión. Se nota a leguas que es un lector de novelas de género pero me decanto a pensar que sus referentes tienen un origen clásico. Sombras, pequeños seres, mundos paralelos en los que la vida transcurre en otro plano son los lugares a los que el autor nos trasladará en estos relatos. Probablemente no he sido el mejor lector que estas historias pueden tener porque, más allá del terror, no acostumbro a la ciencia ficción y la fantasía. No son géneros que me atraigan. Sin embargo, hay que reconocer que el autor tiene capacidad para crear ambiente y vestir sus historias con una cierta verosimilitud, por raro que suene en los mundos que Peñate nos plantea.

Cuenta el volumen con un prólogo con claros tintes quijotescos, lo cual nos da una pista sobre el tipo de historias que vamos a encontrar posteriormente. Historias en las que el autor, por ejemplo, plantea teorías sobre la vida después de la muerte y aquí he de reconocer que me ha gustado su planteamiento, la explicación de cómo las personas muertas pueden coexistir con los vivos y como se siente uno tras pasar el umbral hacia el otro lado. Me ha resultado una idea que, de ser cierto, no estaría nada mal.

En definitiva, e insistiendo que soy lectora poco común de estos géneros, concluyo comentando que me ha impactado la capacidad del autor a la hora de construir nuevos mundos. Sus historias tienen como base cuestiones tan sencillas como la amistad, la venganza, el amor o la propia vida pero eso sí, envueltas todas con un velo de imaginación y de magia. Así que si te gustan este tipo de historias, creo que con El niño pájaro podrás disfrutar de una buena lectura.