Año:1939
Nacionalidad: EE.UU.
Director: George Cukor.
Reparto: Norma Shearer, Joan Crawford, Rosalind Russell, Mary Boland, Paulette Goddard, Joan Fontaine, Lucile Watson, Phyllis Povah, Virginia Weidler, Marjorie Main, Virginia Grey, Ruth Hussey, Muriel Hutchison, Hedda Hopper, Florence Nash, Cora Witherspoon, Ann Morriss, Dennie Moore, Mary Cecil, Mary Beth Hughes, Margaret Dumont.
Género: Comedia.
Sinopsis: Un grupo de mujeres de la clase alta pasa la mayor parte del día entre salones de belleza y tiendas de ropa, siempre murmurando, con cotilleos y rumores. De repente, una de ellas descubre que su marido se ve a escondidas con una dependienta. Esta situación provoca un escándalo entre sus amigas, produciéndose diversas situaciones de celos, envidias y rumores.
[Información facilitada por Filmaffinity]
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Hablar, leer y compartir, no hay nada mejor para llegar a lo desconocido, a aquello que se nos escapa, que se pierde entre tanta información que recibimos. Y hablando y compartiendo es como llegué estos días atrás a esta película, Mujeres, de un director muy conocido, George Cukor, con títulos fantásticos y muy conocidos como My Fair Lady (tiene muchísimos más). Pero hay tanto cine que es inevitable que se me escape entre las manos alguna cinta por descubrir. Por suerte, se puede poner remedio.
El cine en blanco y negro es de mis favoritos y si encima es una comedia de los años 40, apaga y vámonos. De ante mano ya sabía que me iba a gustar esta película aunque tengo que ponerle un pega que luego os contaré. Sin embargo, fue comenzar a verla y enseguida sentí que el argumento ya me sonaba. Tocaba sumergirse en don Google para comprobar que efectivamente hay un remake que lleva por título The Women y que está interpretado por Meg Ryan y Eva Mendes entre otras actrices. Hace mucho tiempo que la vi y no sabría decir qué me pareció. Así, a priori, creo que el despliegue femenino era más reducido pero es probable que me equivoque.
La sinopsis que aporta Filmaffinity es bastante certera. Un grupo de amigas de clase alta invierten sus horas entre tratamientos de belleza, reuniones de sociedad, almuerzos y chismorreos. El centro neurálgico de todos los rumores se centran en el salón de belleza Sidney donde la manicura Olga destapa la caja de los truenos. Se comenta que el señor Haynes tiene un lío con una dependienta de unos grandes almacenes, noticia que llega a oídos de la señora Haynes de la manera más inesperada, tras haber sido manipulada por su mejor amiga. Se desata así todo un torbellino de dudas, una tormenta de consejos que Mary Haynes no se atreve a seguir. A partir de este momento se pone sobre el tapete el papel de la mujer, ¿qué debe hacer en un caso así? ¿Se recomienda mirar hacia otro lado y dejar correr el asunto como abnegada esposa? El revuelo que se organiza en el entorno de los Haines y en la alta sociedad en general dará pie a todo un cúmulo de cotilleos, infidelidades, peleas, zancadillas, y en definita, dará al traste con unos cuantos matrimonios, hasta llegar a un desenlace, quizá algo precipitado, que conlleva una astuta venganza.
En Mujeres, ese grupo de féminas que parecen ser uña y carne dejan mucho que desear. No están tan unidas como cabría esperar ni son tan buenas amigas como aparentan. En realidad, toda la película está salpicada de ironía y sátira con unos diálogos envenenados que nos arrancarán más de una sonrisa. Además resulta que el marido infiel lo es con una dependienta, lo que supone una afrenta mucho más gravosa que si hubiera tenido un affair con una damisela de alta alcurnia. Se pone así en evidencia la hipocresía de la sociedad neoyorquina del momento que queda retratada por su cinismo, así como esas mujeres cuya única preocupación es estar estupendas y despejellar al prójimo. Pero tengamos sentido del humor.
A todo esto hay que unirle algunos juegos de palabras, carteles en centros de trabajo de lo más ineficaces, tópicos de todo tipo, y un baile de letras en el apellido de la señora Fawler muy agudo. Detalles en los que hay que fijarse pero que si no los percibes tampoco pasará nada.
En cuanto a los personajes, basta con mirar la filmografía de Cukor para comprobar que tiene una habilidad especial a la hora de definir y perfilar los personajes. El dibujo que hace de las mujeres en esta película no pasará desapercibido para el espectador, -de hecho resulta gracioso que en los créditos cada una de las protagonistas quede vinculada a un animal -, y así el abanico se despliega entre la ingenua y enamorada (Mary Haines), pasando por la arpia despiadada y carroñera (Crystall), o a chismosa y metomendoto (Sylvia), o la ricachona que salta de hombre en hombre a la más mínima (Flora). Pero no me voy a parar en desgranar las interpretaciones de cada una de estas estupendas actrices porque son muchas y prácticamente todas con bastante presencia, solo os diré algo que me ha sorprendido y es la contención de Joan Fontaine en su papel de Peggy en esta película que me ha resultado tremendamente similiar a la que mostraba en Rebecca.
Originariamente procendente del mundo del teatro, no en balde se menciona en los créditos iniciales el número de veces que la obra de Clare Boothe ha sido representada sobre las tablas, Mujeres destaca en primer lugar por estar interpretada única y exclusivamente por mujeres, es que ni un solo hombre aparece ni siquiera como personaje secundario, solo mujeres y niñas. No obstante, el nombre de muchos hombres saldrá a relucir con mucha frencuencia y no siempre con el mejor de los propósitos.
Una de las cosas que más me gustan del cine de esta época son las preciosas casas que los protagonistas suelen tener. Incluso si se trata de un pequeño apartamento todas las estancias están deliciosamente decoradas. Y a eso se le une que, a pesar de que los protagonistas pueden tener sus miserias y sus momentos de drama, la vida parece tremendamente hermosa como si nada pudiera teñirla de gris. A esto hay que sumarle el precioso vestuario que sirmpe lucen las damiselas. Soy de las que se fija en esos vestidos de fiesta, de cóctel, en los largos camisones que debían ser incomódisimos para dormir pero que preciosos. Y creo haber comentado ya alguna vez que son películas de las que sacar alguna que otra idea para algún evento porque, bajo mi punto de vista, esos largos vestidos con algún ligero retoque podrían pasar por recién diseñados.
Y decía antes que me encantan las películas en blanco y negro pero ¡¡oh!!, maravilloso truco de magia que me he encontrado en la cinta a través de un desfile de moda que llena de color y glamour nuestra pantalla. Es digno de ver cómo se las ingenia el director para pasar del bicolor a todo un arcoiris. Me ha encantado el efecto.
Y ahora la pega, más de dos horas me resulta excesivo para el planteamiento de una trama que gira alrededor de las relaciones entre hombres y mujeres y las infidelidades. La historia se podía haber contado con menos metraje porque, no negaré que, tras hora y media de cinta tenía ganas de que llegarámos al final, un final que más o menos te podías imaginar aunque no tuviera muy claro cómo se iba a desarrollar.
En definitiva, y para no extenderme mucho, salvo la duración, me ha gustado la trama y me parece muy original que el reparto solo esté compuesto por mujeres, todas ellas intrepretadas por actrices fabulosas. Ellas son las protagonistas, así que pasad a descubrirlas.
Trailer [en inglés]:
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