Editorial: Martínez Roca.
Fecha publicación: mayo, 2016
Precio: 17,90 €
Género: Humor.
Nª Páginas: 248
Edición: Rústica con solapas.
Nª Páginas: 248
Edición: Rústica con solapas.
Autor
Ken Appledorn (Detroit, 1980) es un actor estadounidense afincado en España desde 2006. En su etapa universitaria se licenció en administración y dirección de empresas y viajó a Sevilla con intención de aprender español. Allí conoció a Jorge Cadaval (Los Morancos) quien, con el tiempo, se convertiría en su marido.
Dotado de una capacidad de observación, asimilación cultural y una vis cómica poco comunes, Ken ha llegado a conseguir la Biznaga de Plata al mejor actor de reparto en el Festival de Cine de Málaga por la película Casting y también ha sido nominado Mejor Actor Andaluz por su interpretación en The Extraordinary Tale.
Ken es un testigo privilegiado de las contradicciones, tópicos y momentos surrealistas, tan frecuentes en la vida española, que él relata, desde la perplejidad, el interés y el cariño, con simpatía y desparpajo. Un retrato sorprendente que provocará la sonrisa del lector.
Sinopsis
Sinopsis
A comienzos del segundo milenio, llega a Sevilla Ken, hasta entonces el típico estudiante americano, que vive con su típica familia americana en la típica gran casa de un barrio residencial y cuya vida ha seguido paso a paso y punto por punto todos los tópicos que estamos acostumbrados a ver en las típicas películas americanas.
Ya en Sevilla, la ciudad más típico-tópica de España, Ken se aloja con una familia más sevillana que la Giralda e inicia un curso acelerado en españolismo, andalucismo y sevillanismo que sólo podía acabar de dos maneras:
a) corriendo sin parar de vuelta a los USA
b) cayendo fulminado por la idiosincrasia bética.
Ken se decidió por la segunda vía pero no sin antes hacer un máster en procesiones de Semana Santa, bodas gitanas y humor de la calle que resolvió con cum laude, convirtiéndose él mismo en más trianero que muchos que han nacido a la sombra del puente del Guadalquivir.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
************************************
Hace una semana os contaba mi encuentro con Ken Appledorn, el norteamericano que llegó a Sevilla como Erasmus, conoció a Jorge Cadaval del dúo Los Morancos, se casó con él y ahora es un sevillano más con un acento curioso. Aquel encuentro se produjo como consecuencia de la publicación de su libro De Detroit a Triana(Ed. Martínez Roca) y como pudisteis intuir por la entrevista que publiqué hace unos días (puedes leerla aquí), fue un encuentro de lo más divertido.
De Detroit a Triana es un libro de vivencias y experiencias personales en el que Ken hace un recorrido por su pasado, desde sus años de infancia en su Troy natal hasta el momento en el que decide quedarse a vivir definitivamente en Sevilla. ¿Y por qué escribir este libro? Bueno, yo creo que su historia es muy particular. Con total seguridad en esta ciudad y en todas las de España podremos encontrar extranjeros que, ya sea de manera individual o en pareja, han decidido quedarse a vivir en nuestro país. No obstante, no todo el mundo termina casándose con un famoso humorista, de Sevilla, de Triana y muy conocido. Sinceramente siempre he sentido mucha curiosidad por la figura de Ken, por saber cómo fue que llegó a Sevilla, qué sintió cuando vio nuestro modo de vida, de qué manera conoció a Jorge Cadaval, acabando todo en boda.
Y todo eso es lo que precisamente nos cuenta Ken Appledorn en su libro aunque se remonta mucho más atrás en el tiempo. Para empezar y ponernos así en situación, el autor nos contará algo sobre su infancia en Estados Unidos y nos hablará sobre su lugar de nacimiento que aquí en Sevilla ha ocasionado algún que otro malentendido. Ken hará hincapié en los primeros capítulos en su vida familiar, presentándonos a sus padres y hermanos. Como niño que es, y esto es universal, cometerá alguna que otra trastada, vivirá momentos dispares en el colegió y será en su época escolar donde descubra su verdadera vocación, la interpretación. Desde niño ha soñado en ser actor, sueño que aún no ha abandonado por lo que hemos podido ver a Ken Appledorn en alguna que otra película o cortometraje. Un sueño por el que sigue luchando sin ayuda.
El libro recoge también algún capítulo más íntimo y personal cuando, por ejemplo, nos habla del momento en que descubre su homosexualidad. En la narración se intuye que es un tema delicado en el que Ken no ha querido profundizar pues, sobre los momentos más difíciles de su vida, ha preferido quitar hierro al asunto en favor de un libro divertido y lleno de humor.
Resulta interesante descubrir al Ken Appledorn niño o adolescente pero confieso que a mí la parte que más me ha gustado es todo lo relacionado con Sevilla, desde el momento en el que su profesora, la señorita García le habla de nuestra ciudad y concretamente del barrio de Triana, así como el modo en el que KenAppledorn llega a la ciudad de la Giralda en enero de 2001 (pensé que llevaba muchos más años aquí). Desde que pone el pie aquí le han ido ocurriendo mil y una anécdotas. Nuestra cultura, tan distinta a la americana, lo descolocó un poco y resulta muy divertido leer todo lo que le ocurrió con su familia de acogida, los Gutiérrez, a los que retrata como las típicas familias obreras que residen en un barrio humilde, todo muy creíble y lo más normal del mundo aquí. Si duda el choque cultural tuvo que ser tremendo y eso se advierte desde el primer momento, hablándonos de sus sensaciones con total sorpresa. Eso, por no hablar de la diferencia idiomática que también nos arrancará alguna carcajada.
La verdad es que De Detroit a Triana ha resultado una lectura entretenida aunque tengo que advertir que no todo lo que se narra es 100% verdad. Según nos informó el propio autor, hay como un 20% de ficción y, que me perdone el autor y el editor, pero ese 20% es lo que menos me ha gustado. Se nota que algunas de las experiencias que Ken narra no son reales o al menos, no son exactamente como él las vivió en su momento. Es algo que los lectores en general seguro que advierten, y especialmente los sevillanos, pues algunas escenas se producen en momentos muy concretos de nuestro calendario y no resultan del todo creíbles. En realidad,hubiera preferido que Ken siguiera narrando sus vivencias tal y como las vivió, sin añadir ni quitar nada, pues le han ocurrido tantas cosas que no era necesario inventarse nada. De todos modos, son pasajes que tienen su gracia en los que el caos lo contamida todo y con personajes muy estrambóticos.
Pero dentro de la realidad, la parte más divertida de todas es saber cómo Ken supo que Jorge Cadaval era un humorista que se metía en la piel de Antonia,esa mujer a la que su madre, Omaíta, recrimina constantemente por su mala educación. Os prometo que yo daría dinero por haber sido testigo de esa escena, una escena que convirtió la amistad en amor, y que nos conducirá a un desenlace casi de película, por las altas dosis de romanticismo.
Estructurado en doce capítulos titulados y acompañados por algunas fotos en blanco y negro que nos muestran a un Ken sonriéndonos desde las páginas, De Detroit a Triana se inicia con un prólogo escrito por el mismo Jorge Cadaval en estado puro que me ha parecido desternillante. Es más, todavía recuerdo las lágrimas de risa de una amiga mía cuando se adentró en esas dos páginas y eso que ni siquiera es sevillana. El prólogo me ha sabido a poco la verdad. Me hubiera gustado que Jorge su hubiera extendido mucho más, contándonos cómo veía él a Ken en las distintas situaciones familiares que le ha tocado vivir. Creo que su perspectiva es tan interesante como la que Ken puede mostrarnos de nosotros o de la familia Cadaval. Y es que resulta casi imposible no reírse con la manera que Jorge tiene de contar las cosas, vamos si no te ríes es que no tienes ningún sentido del humor porque además resulta que es tremendamente gráfico en sus descripciones y las escenas terminan por dibujarse ante nuestros ojos, prácticamente como los sketches que ellos hacen en la tele.
En definitiva, reconozco que me he reído mucho con este libro, salvo en los momentos en los que sabía que entraba en juego la ficción. Creo que es un libro que puede resultar de interés para aquellas personas que sientan curiosidad por saber cómo se amolda un extranjero a nuestro estilo de vida, independientemente de ser Ken Appledorn o John Smith. Lo importante es adentrarse en esas vivencias y disfrutarlas con humor.
Retos:
- Autores de la A a la Z
- 100 libros
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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Hace una semana os contaba mi encuentro con Ken Appledorn, el norteamericano que llegó a Sevilla como Erasmus, conoció a Jorge Cadaval del dúo Los Morancos, se casó con él y ahora es un sevillano más con un acento curioso. Aquel encuentro se produjo como consecuencia de la publicación de su libro De Detroit a Triana(Ed. Martínez Roca) y como pudisteis intuir por la entrevista que publiqué hace unos días (puedes leerla aquí), fue un encuentro de lo más divertido.
De Detroit a Triana es un libro de vivencias y experiencias personales en el que Ken hace un recorrido por su pasado, desde sus años de infancia en su Troy natal hasta el momento en el que decide quedarse a vivir definitivamente en Sevilla. ¿Y por qué escribir este libro? Bueno, yo creo que su historia es muy particular. Con total seguridad en esta ciudad y en todas las de España podremos encontrar extranjeros que, ya sea de manera individual o en pareja, han decidido quedarse a vivir en nuestro país. No obstante, no todo el mundo termina casándose con un famoso humorista, de Sevilla, de Triana y muy conocido. Sinceramente siempre he sentido mucha curiosidad por la figura de Ken, por saber cómo fue que llegó a Sevilla, qué sintió cuando vio nuestro modo de vida, de qué manera conoció a Jorge Cadaval, acabando todo en boda.
Y todo eso es lo que precisamente nos cuenta Ken Appledorn en su libro aunque se remonta mucho más atrás en el tiempo. Para empezar y ponernos así en situación, el autor nos contará algo sobre su infancia en Estados Unidos y nos hablará sobre su lugar de nacimiento que aquí en Sevilla ha ocasionado algún que otro malentendido. Ken hará hincapié en los primeros capítulos en su vida familiar, presentándonos a sus padres y hermanos. Como niño que es, y esto es universal, cometerá alguna que otra trastada, vivirá momentos dispares en el colegió y será en su época escolar donde descubra su verdadera vocación, la interpretación. Desde niño ha soñado en ser actor, sueño que aún no ha abandonado por lo que hemos podido ver a Ken Appledorn en alguna que otra película o cortometraje. Un sueño por el que sigue luchando sin ayuda.
El libro recoge también algún capítulo más íntimo y personal cuando, por ejemplo, nos habla del momento en que descubre su homosexualidad. En la narración se intuye que es un tema delicado en el que Ken no ha querido profundizar pues, sobre los momentos más difíciles de su vida, ha preferido quitar hierro al asunto en favor de un libro divertido y lleno de humor.
Resulta interesante descubrir al Ken Appledorn niño o adolescente pero confieso que a mí la parte que más me ha gustado es todo lo relacionado con Sevilla, desde el momento en el que su profesora, la señorita García le habla de nuestra ciudad y concretamente del barrio de Triana, así como el modo en el que KenAppledorn llega a la ciudad de la Giralda en enero de 2001 (pensé que llevaba muchos más años aquí). Desde que pone el pie aquí le han ido ocurriendo mil y una anécdotas. Nuestra cultura, tan distinta a la americana, lo descolocó un poco y resulta muy divertido leer todo lo que le ocurrió con su familia de acogida, los Gutiérrez, a los que retrata como las típicas familias obreras que residen en un barrio humilde, todo muy creíble y lo más normal del mundo aquí. Si duda el choque cultural tuvo que ser tremendo y eso se advierte desde el primer momento, hablándonos de sus sensaciones con total sorpresa. Eso, por no hablar de la diferencia idiomática que también nos arrancará alguna carcajada.
La verdad es que De Detroit a Triana ha resultado una lectura entretenida aunque tengo que advertir que no todo lo que se narra es 100% verdad. Según nos informó el propio autor, hay como un 20% de ficción y, que me perdone el autor y el editor, pero ese 20% es lo que menos me ha gustado. Se nota que algunas de las experiencias que Ken narra no son reales o al menos, no son exactamente como él las vivió en su momento. Es algo que los lectores en general seguro que advierten, y especialmente los sevillanos, pues algunas escenas se producen en momentos muy concretos de nuestro calendario y no resultan del todo creíbles. En realidad,hubiera preferido que Ken siguiera narrando sus vivencias tal y como las vivió, sin añadir ni quitar nada, pues le han ocurrido tantas cosas que no era necesario inventarse nada. De todos modos, son pasajes que tienen su gracia en los que el caos lo contamida todo y con personajes muy estrambóticos.
Pero dentro de la realidad, la parte más divertida de todas es saber cómo Ken supo que Jorge Cadaval era un humorista que se metía en la piel de Antonia,esa mujer a la que su madre, Omaíta, recrimina constantemente por su mala educación. Os prometo que yo daría dinero por haber sido testigo de esa escena, una escena que convirtió la amistad en amor, y que nos conducirá a un desenlace casi de película, por las altas dosis de romanticismo.
Estructurado en doce capítulos titulados y acompañados por algunas fotos en blanco y negro que nos muestran a un Ken sonriéndonos desde las páginas, De Detroit a Triana se inicia con un prólogo escrito por el mismo Jorge Cadaval en estado puro que me ha parecido desternillante. Es más, todavía recuerdo las lágrimas de risa de una amiga mía cuando se adentró en esas dos páginas y eso que ni siquiera es sevillana. El prólogo me ha sabido a poco la verdad. Me hubiera gustado que Jorge su hubiera extendido mucho más, contándonos cómo veía él a Ken en las distintas situaciones familiares que le ha tocado vivir. Creo que su perspectiva es tan interesante como la que Ken puede mostrarnos de nosotros o de la familia Cadaval. Y es que resulta casi imposible no reírse con la manera que Jorge tiene de contar las cosas, vamos si no te ríes es que no tienes ningún sentido del humor porque además resulta que es tremendamente gráfico en sus descripciones y las escenas terminan por dibujarse ante nuestros ojos, prácticamente como los sketches que ellos hacen en la tele.
En definitiva, reconozco que me he reído mucho con este libro, salvo en los momentos en los que sabía que entraba en juego la ficción. Creo que es un libro que puede resultar de interés para aquellas personas que sientan curiosidad por saber cómo se amolda un extranjero a nuestro estilo de vida, independientemente de ser Ken Appledorn o John Smith. Lo importante es adentrarse en esas vivencias y disfrutarlas con humor.
Retos:
- Autores de la A a la Z
- 100 libros
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