Editorial: Círculo Rojo.
Fecha publicación: agosto, 201
Precio: 15,00 €
Género: Novela.
Nª Páginas: 154
Edición: Tapa blanda.
Nª Páginas: 154
Edición: Tapa blanda.
ISBN: 978-84-9140-305-0
Autora
María Neila Martín (Salamanca, España, 1984). Sus inquietudes literarias se desataron a una temprana edad en la que, además de devorar todo libro que cayese en sus manos, ya comenzó a escribir numerosos poemas, canciones y relatos cortos. Licenciada en Periodismo por la UCM de Madrid, es experta en comunicación, promoción y gestión de eventos, además de cantante y escritora.
Con amplia experiencia en el negocio musical, también ha trabajado en departamentos de comunicación interna/externa y en gestión de eventos en empresas de otros sectores. A partir de 2011 decide dar rienda suelta a su faceta interpretativa, formándose en canto moderno, lírico, técnica vocal y expresión corporal, creando además varios proyectos musicales paralelos. En 2016 comienza a trabajar como formadora en comunicación, expresión oral y superación de miedo escénico.
Abuelo Tomás -El Regreso- es la segunda parte de la serie Abuelo Tomás, cuya primera entrega resultó finalista en los Premios Círculo Rojo 2016 en la categoría de Mejor Novela.
Sinopsis
Tras su periplo allende los mares, Abuelo Tomás celebra volver a la tranquila y adorada rutina de su hogar. Sin embargo, ya nada será igual que antes. La inesperada decisión de Elisa junto a la aparición de la enigmática Manuela llevarán al abuelo más entrañable y contestatario a replantearse su papel en este mundo. Nuevas situaciones y sentimientos que Abuelo Tomás vivirá con la intensidad y el descaro que le caracterizan, aunque a ratos no pueda evitar dejarse llevar por los recuerdos del pasado y la nostalgia le obligue a dudar de sus propias decisiones.
Una narración sencilla y ágil a la vez que rica en imágenes y matices envuelve a de nuevo el canto a la vida que nos ofrece Abuelo Tomás en su segunda entrega.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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Hace unos meses os hablé de la novela breve Abuelo Tomás de María Neila Martín (puedes leer mi opinión aquí). En aquella reseña os comenté la ternura que desprendía el libro, especialmente gracias a su protagonista, un anciano algo solitario y cascarrabias pero con un buen corazón. Tomás es viudo y en aquella novela compartía únicamente su vida con su hija Elisa y su nieto Tomás. Pues bien, hoy vengo a contaros qué es lo que me ha parecido la segunda entrega de esta serie y que tiene por título Abuelo Tomás (El regreso).
En la novela anterior dejamos a la familia mudándose al extranjero. Por motivos laborales, Elisa tenía que cambiar de residencia, así que tanto ella como su hijo Tomás hacen las maletas. Sin embargo, ella no quiere dejar atrás a su padre al que, no sin esfuerzo, termina por convencer para que se mude con ella. Pues bien, en esta nueva entrega ya tenemos a toda la familia de vuelta en España y regresan con grandes cambios. Si en la ida eran cuatro los que abandonaban su rutina, en la vuelta serán cinco los que regresen. Os explico. Cuando a Elisa la destinaron fuera de nuestras fronteras, no solamente ella, su hijo y su padre cambiaron de lugar de residencia sino que, la propia Marta, la señora que atendía la casa familiar, decide unirse a la mudanza.
Lo que ocurrió durante la estancia de todos ellos en un país extranjero no lo sabremos pues la acción se inicia con el retorno. Eso sí, la vuelta es mucho más numerosa porque la familia ha aumentado. Por lo que parece Elisa tiene nueva pareja, un buen hombre de nombre Leo, que ya trae familia consigo, su hijo Marcel. Así que lo que antes era una familia sencilla ahora se ha vuelto una familia numerosa. Por su parte Marta decidió quedarse y no regresar a España. Pero ahí no acaban las sorpresas. Como la vida sigue, se irán sucediendo una serie de acontecimientos que no solo afectarán a la vida de Elisa sino a la del propio abuelo Tomás.
Abuelo Tomás, como personaje, sigue más o menos en la misma línea que en la novela anterior aunque creo que en esta me ha parecido menos cascarrabias y más simpático. O será que ya lo conozco y sé cuáles son sus puntos débiles. La cuestión es que creo que la autora perfila mucho mejor al personaje, más creíble. Sin tener la edad de Tomás lo he comprendido mucho mejor. Concretamente, casi en las primeras páginas, me he topado con una imagen muy realista, aquella en la que el anciano se queja porque su hija no lo deja hacer nada, temiendo que sufra algún percance o haga un esfuerzo excesivo. Padre e hija se quejan, cada uno por sus motivos pero yo he podido comprender las dos posturas, la del abuelo que se siente como un trasto inútil y la de la hija que solo quiere protegerlo.
Por otra parte Tomás es ya un abuelete pero al que el corazón todavía le late. Se siente solo tras haber enviudado, y más ahora que su hija tiene nueva pareja y casi se podría decir que ha estrenado familia nueva. Por eso, el lector se alegrará cuando al hombre le cambie la vida para bien.
Lo que ocurrió durante la estancia de todos ellos en un país extranjero no lo sabremos pues la acción se inicia con el retorno. Eso sí, la vuelta es mucho más numerosa porque la familia ha aumentado. Por lo que parece Elisa tiene nueva pareja, un buen hombre de nombre Leo, que ya trae familia consigo, su hijo Marcel. Así que lo que antes era una familia sencilla ahora se ha vuelto una familia numerosa. Por su parte Marta decidió quedarse y no regresar a España. Pero ahí no acaban las sorpresas. Como la vida sigue, se irán sucediendo una serie de acontecimientos que no solo afectarán a la vida de Elisa sino a la del propio abuelo Tomás.
Abuelo Tomás, como personaje, sigue más o menos en la misma línea que en la novela anterior aunque creo que en esta me ha parecido menos cascarrabias y más simpático. O será que ya lo conozco y sé cuáles son sus puntos débiles. La cuestión es que creo que la autora perfila mucho mejor al personaje, más creíble. Sin tener la edad de Tomás lo he comprendido mucho mejor. Concretamente, casi en las primeras páginas, me he topado con una imagen muy realista, aquella en la que el anciano se queja porque su hija no lo deja hacer nada, temiendo que sufra algún percance o haga un esfuerzo excesivo. Padre e hija se quejan, cada uno por sus motivos pero yo he podido comprender las dos posturas, la del abuelo que se siente como un trasto inútil y la de la hija que solo quiere protegerlo.
Por otra parte Tomás es ya un abuelete pero al que el corazón todavía le late. Se siente solo tras haber enviudado, y más ahora que su hija tiene nueva pareja y casi se podría decir que ha estrenado familia nueva. Por eso, el lector se alegrará cuando al hombre le cambie la vida para bien.
Pero como decía en la reseña de la novela anterior no existe un hilo conductor propiamente dicho que le de continuidad y consistencia al texto. Se repite la misma estructura anterior, pequeñas escenas cortas narradas en capítulos independientes salvo cuando entra en escena un nuevo personaje con el que Tomás se sentirá especialmente cómodo, es un personaje que trae un lastre y que, a priori no parece que vaya a dar mucho juego pero nos sorprenderá. La historia adquiere entonces su tono más dulce haciendo que el lector empatice mucho más con las emociones que flotan por la novela.
Quizá, lo mejor de todo, el decálogo de consejos que el abuelo ofrece al nieto en las últimas páginas. Para leer y memorizar.
Y de nuevo estamos ante una lectura ágil y sencilla, con capítulos de corta extensión, escrito en primera persona en la voz de Tomás, una lectura amena y grata, ciertamente bella que, como también señalé con la anterior entrega, resulta idónea para intercalar con novelas de mayor calado.
Quizá, lo mejor de todo, el decálogo de consejos que el abuelo ofrece al nieto en las últimas páginas. Para leer y memorizar.
Y de nuevo estamos ante una lectura ágil y sencilla, con capítulos de corta extensión, escrito en primera persona en la voz de Tomás, una lectura amena y grata, ciertamente bella que, como también señalé con la anterior entrega, resulta idónea para intercalar con novelas de mayor calado.