Año: 2017
Nacionalidad: Británica.
Director: Roger Michell
Reparto: Rachel Weisz, Sam Claflin, Holliday Grainger, Ian Glen, Pierfrancesco Favino, Andrew Havill, Poppy Lee Friar, Vicki Pepperdine, Katherine Pearce, Chris Gallarus.
Género: Drama.
Sinopsis: El joven huérfano Phillip Ambrose planea vengarse de una hermosa mujer que ha asesinado a su tutor.
[Fuente: Filmaffinity]
Viuda negra. Con este término no solo se conoce a un tipo de araña cuyas hembras, tal y como ocurre en otras especies, termina por devorar al macho tras el apareamiento. De este modo, y por extensión, también se conoce a esas mujeres, esas femme fatale, que tras conquistar al hombre, generalmente acaudalado, se casan con él pasando el susodicho a mejor vida tras el enlace. Algo de esto hay en la película de la que quiero hablaros hoy.
Mi prima Rachel no es un título muy sugerente que digamos. Suena más a comedia romántica que a drama de época pero me llamó la atención que estuviera protagonizada por Rachel Weisz como también me atrajo la mirada desafiante del personaje femenino en la cartelería. Antes que nada hay que decir que estamos ante una adaptación, concretamente de una de las novelas de Daphne du Maurier que lleva el mismo título y que se publicó en 1951. De tal novela ya se hizo una adaptación al cine en 1952, dirigida por Henry Kostner e interpretada por Olivia de Havilland y Richard Burton, a la que también le echaré un ojo más adelante.
La historia es bastante sencilla. Phillip es un joven huérfano criado por su primo Ambroise Ashley. Desde pequeño vivirá al resguardo de su primo, quien se encargará de su educación. A su regreso de la universidad encuentra que Ambroise está enfermo y los médicos deciden enviarlo a tierras más soleadas. Se trasladará a Florencia donde conocerá a su prima Rachel, una joven y encantadora viuda. La felicidad de Ambroise llega a su máximo nivel cuando este envía una carta a Phillip para comunicarle su intención de contraer matrimonio con Rachel. Una vez celebrado el enlace, el tono de las cartas cambia radicalmente. Ambroise comenzará a hablar de falta de confianza, de temor, de sospechas,... y de una enfermedad que parece ganarle la batalla. Cuando cree que no pude más, escribe a Phillip y le solicita que vaya a buscarlo pues teme por su vida. Phillip viajará a Florencia para descubrir que ha llegado demasiado tarde. El primo ha fallecido y la viuda ha desaparecido. Lo que ocurre después, como podréis imaginar lo dejo en el aire.
Mi prima Rachel no solo se centra en la idea de la viuda negra, una temática que ya ha sido explotada con bastante frecuencia. Diría que la película da una vuelta más y a través de la ira, los celos, la desconfianza -ya sea infundada o no, eso lo tendréis que descubrir vosotros mismos- e incluso la paranoia, se muestra las malas pasadas que a veces nos puede jugar la mente.¿Estamos sacando conclusiones erróneas? Por supuesto, el amor tiene un papel protagonista en esta historia, un amor casi enfermizo ante el que Phillip sucumbe a pesar de haber sido siempre un hombre bastante indiferente a los designios del corazón justo hasta ahora, cuando también descubre los placeres de la carne pues el sexo también es una cuestión a explorar. Al finalizar la película al espectador solo le queda una pregunta: ¿Rachel ha asesinado a su marido o no? Sin duda, juega con nuestra duda e incertidumbre.
Cuatro son los personajes más importantes en esta película. Phillip está interpretado por Sam Claflin y aunque no es una actuación esplendorosa tampoco lo hace mal. Su personaje tiene que mostrar dos caras. Una primera en la que, cegado por la ira tras conocer la muerte de su primo, aspira deseos de venganza contra la que era la esposa de Ambroise. La otra, una vez que conoce a Rachel y queda prendado del candor, la dulzura y sobre todo de la belleza de la joven. ¿Cómo dudar de un ángel?
Ni que decir tiene que aquí el papel estrella es el de Rachel interpretado por Rachel Weisz. ¿Qué oscuras intenciones se ocultan tras su dulce mirada? Me gusta el trabajo de la actriz, encarnando a esa mujer que se aflige y contiene sus lágrimas cuando algo le recuerda al ser amado, la que se exalta y pierde los nervios, mirando de manera desafiante, cuando Phillip intenta tenderle una ayuda económica, la que pretende valerse por sí misma sin importarle lo que puedan pensar de ella. Rachel no quiere ser una mantenida. Prefiere convertirse en profesora de italiano antes que depender de un hombre. Una mujer así, que no se mueve por intereses, que no pide ni quiere nada, ¿cómo se atreven a dudar de ella? Rachel es sociable, es bondadosa, ayuda a los más desvalidos y es muy sensible. La llegada de Rachel llena de luz y alegría la casa de los Ashley que hasta ahora vivía bajo un manto de polvo y suciedad. Todo esto está perfectamente interpretado por la actriz cuya boca dice una cosa y su mirada parece decir otra. Se pretende que el espectador piense de ella que es una manipuladora, una víbora, una arpía, una mujer que seduce a su presa para conseguir su objetivo y la película lo consigue, pero ¿nos estamos dejando llegar por falsas impresiones y por todos los rumores que nos han llegado?
Y aparte estará el señor Kendall y su hija Louise, amigos de la familia y albaceas del patrimonio de Ambroise. Kendall al que da vida Ian Glen, será el encargado de poner sobre la mesa el turbio pasado de Rachel pero también de cuestionar las decisiones de Phillip al que solo le mueve el deseo de entrega y sumisión. Por su parte, Louise (Holliday Grainger) se mantiene en un segundo plano a la espera de que soplen vientos mejores. Ella es la amiga fiel y leal, la que sabe lo que le conviene a Phillip y sigue a su lado a pesar de los desplantes. Son dos personajes que enriquecen el argumento y que están bastante bien interpretados.
La película cuenta con una fotografía preciosa, donde resaltan los verdes de los prados, la verticalidad de los acantilados escarpados y el enorme manto blanco de una escena nevada. Rodada en diversas localidades británicas muestra unos paisajes espectaculares, un cuidado vestuario y una ambientación estupenda. La única pega que le pongo es que, en algún momento, se vuelve algo lenta. La vida en esos parajes transitaba despacio y más en un entorno donde los señores poco tenían que hacer más que pasear por los prados, tocar el clavicordio y acudir a festines.
En definitiva, es una película que sin ser inolvidable sí te hace pasar un buen rato con un argumento lleno de ambigüedad y unas interpretaciones muy correctas. Por si te interesa, vuelven a emitirla en Movistar+ el próximo 5 de mayo a las 22.00 horas. No te la pierdas si tienes ocasión de verla.
Tráiler:
[Fuente imágenes: Filmaffinity ]