Editorial: Editables.
Fecha publicación: enero, 2018.
Precio: 16,00 €
Género: Novela histórica.
Nº Páginas: 218
Encuadernación: Tapa blanda.
ISBN: 978-84-17018-32-0
[Disponible en eBook;
puedes empezar a leer aquí]
Fecha publicación: enero, 2018.
Precio: 16,00 €
Género: Novela histórica.
Nº Páginas: 218
Encuadernación: Tapa blanda.
ISBN: 978-84-17018-32-0
[Disponible en eBook;
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Autora
Lola Fernández Estévez ha cambiado sus negocios y su vida convencional por su pasión, escribir.
Su estilo, la profundidad de su literatura, la calidad de sus escenas ha merecido el 1er premio de novela Editnovel 2016 por "Tiempos de Sal" (Editorial Playa de Ákaba). Ahora se nos presenta con su segunda novela "Natica", una narración cargada de emociones que nos hace reflexionar sobre la fragilidad de las ideas y la manipulación de las masas, capaces de devorar sueños y destruir vidas.
Sinopsis
Natica ha nacido en una época equivocada.
En Córdoba, en 1926, en unos tiempos en que la Guerra Civil pasa de ser una amenaza a una terrible realidad, en la desesperanza de una familia humilde... alguien convencido de la legitimidad de su libertad y de la pertenencia de su sexualidad no tiene cabida.
Esta es la desgarradora historia de Natica, que se rebela a la inercia de una sociedad donde hombres y mujeres viven anestesiados por la religión y el poder del Régimen.
Un drama histórico basado en hechos reales.
Su estilo, la profundidad de su literatura, la calidad de sus escenas ha merecido el 1er premio de novela Editnovel 2016 por "Tiempos de Sal" (Editorial Playa de Ákaba). Ahora se nos presenta con su segunda novela "Natica", una narración cargada de emociones que nos hace reflexionar sobre la fragilidad de las ideas y la manipulación de las masas, capaces de devorar sueños y destruir vidas.
Sinopsis
Natica ha nacido en una época equivocada.
En Córdoba, en 1926, en unos tiempos en que la Guerra Civil pasa de ser una amenaza a una terrible realidad, en la desesperanza de una familia humilde... alguien convencido de la legitimidad de su libertad y de la pertenencia de su sexualidad no tiene cabida.
Esta es la desgarradora historia de Natica, que se rebela a la inercia de una sociedad donde hombres y mujeres viven anestesiados por la religión y el poder del Régimen.
Un drama histórico basado en hechos reales.
Las historias que transcurren durante la guerra civil española ejercen un especial embrujo sobre mí. Fueron años duros, llenos de miserias y desgracias que cambiaron la vida de muchas personas y que afectó a tantísimas familias, ya fuera en grandes ciudades como en pequeñas poblaciones. A lo largo y ancho de este país nadie se libró de los rigores que trajeron consigo aquella contienda. La familia Fernández fue una de esas a las que le tocó pasar calamidades y desdichas aquellos años, aunque sus males no solo fueron provocados por la escasez de alimentos, la represión y el miedo a las represalias políticas sino que también tuvieron que sufrir lo suyo por otras cuestiones que escapaban de su entendimiento. ¿Quién fue Natica?
Manuel Fernández y Natividad Ramírez esperan el nacimiento de su segundo hijo. El alumbramiento tiene lugar el 18 de febrero de 1926, mientras Manuel, piconero de profesión, se encuentra en la sierra cordobesa junto a su cuñado Rafael Benavente, conocido como el Tío Papeles. Nada más dar a luz, Nati ya está de pie con la niña en brazos y preparando la comida para su marido. La pequeña, a la que llamarán Natica, descansa plácidamente en los brazos de su madre mientras esta remueve unas gachas. Como es costumbre en la ciudad, al instante recibe la visita de un gitano que predice el destino de los recién nacidos. El augurio no puede ser más funesto: 'La niña va ser muy hermosa, pero rebelde, le va a traer más disgustos que alegrías a su familia'.
La novela narrará la vida de Manuel y Natividad, así como la de sus muchos hijos -Antonio, Natica, Enrique, Pepe, Sole, Encarna, Rosario y Teresa- pero centrándose principalmente en los hechos que afectan a la vida de su segunda hija, Natica. Así conoceremos sus años previos a la adolescencia, sus sueños, sus romances fallidos, sus ganas de emprender una vida distinta de aquella que le tienen designada. Sin renunciar nunca a su libertad, Natica se verá envuelta en muchas desventuras hasta un desenlace funesto.
Pero, de igual modo, la novela hará un recorrido por la vida de las familias con las que conviven en la corrala. Así, por ejemplo, sabremos de María Jesús, una mujer viuda, madre del enterrador de Córdoba, y amancebada con Faustino al que le pega tremendas palizas y con quien tiene una hija, Ángela, supuestamente ennoviada con un muchacho de buena familia. O conoceremos a María García y su hijo Agustinico, cuya identidad sexual supondrá un terrible problema para la época. O veremos la avaricia que mueve a Margarita, la dueña del inmueble, y cuyo hermano Julio, tendrá un papel más importante en esta historia de lo que a priori podamos pensar.
Y también se dará cuenta de otros Fernández, de los padres de Manuel, Antonio Fernández Ambrosio y Rosario Gutiérrez Muriano, y de sus dos hermanas, la tía Mariquita y su marido el Tío Papeles, -el mejor amigo de Manuel-, un matrimonio sin hijos. O de la tía Rafaela y su marido Rafaelito, que vivieron algo más apartados del resto de la familia.
Manuel Fernández y Natividad Ramírez esperan el nacimiento de su segundo hijo. El alumbramiento tiene lugar el 18 de febrero de 1926, mientras Manuel, piconero de profesión, se encuentra en la sierra cordobesa junto a su cuñado Rafael Benavente, conocido como el Tío Papeles. Nada más dar a luz, Nati ya está de pie con la niña en brazos y preparando la comida para su marido. La pequeña, a la que llamarán Natica, descansa plácidamente en los brazos de su madre mientras esta remueve unas gachas. Como es costumbre en la ciudad, al instante recibe la visita de un gitano que predice el destino de los recién nacidos. El augurio no puede ser más funesto: 'La niña va ser muy hermosa, pero rebelde, le va a traer más disgustos que alegrías a su familia'.
La novela narrará la vida de Manuel y Natividad, así como la de sus muchos hijos -Antonio, Natica, Enrique, Pepe, Sole, Encarna, Rosario y Teresa- pero centrándose principalmente en los hechos que afectan a la vida de su segunda hija, Natica. Así conoceremos sus años previos a la adolescencia, sus sueños, sus romances fallidos, sus ganas de emprender una vida distinta de aquella que le tienen designada. Sin renunciar nunca a su libertad, Natica se verá envuelta en muchas desventuras hasta un desenlace funesto.
Pero, de igual modo, la novela hará un recorrido por la vida de las familias con las que conviven en la corrala. Así, por ejemplo, sabremos de María Jesús, una mujer viuda, madre del enterrador de Córdoba, y amancebada con Faustino al que le pega tremendas palizas y con quien tiene una hija, Ángela, supuestamente ennoviada con un muchacho de buena familia. O conoceremos a María García y su hijo Agustinico, cuya identidad sexual supondrá un terrible problema para la época. O veremos la avaricia que mueve a Margarita, la dueña del inmueble, y cuyo hermano Julio, tendrá un papel más importante en esta historia de lo que a priori podamos pensar.
Y también se dará cuenta de otros Fernández, de los padres de Manuel, Antonio Fernández Ambrosio y Rosario Gutiérrez Muriano, y de sus dos hermanas, la tía Mariquita y su marido el Tío Papeles, -el mejor amigo de Manuel-, un matrimonio sin hijos. O de la tía Rafaela y su marido Rafaelito, que vivieron algo más apartados del resto de la familia.
Todo este entramado familiar quedará enredado de manera somera con el inicio, desarrollo y fin de la guerra civil de la que se dará la información justa, únicamente los hechos que directamente afecten a toda la familia como los amagos de fusilamiento, las detenciones por ser rojos, la ausencia de los cabezas de familia por estar en el frente,... Por eso, yo no consideraría Natica como una novela histórica, sino más bien como un drama familiar con pinceladas históricas, un testimonio en la que cobran más importancia los personajes y sus vidas que los acontecimientos históricos. Sin duda, Natica es un homenaje a una familia, que bien podría ser la tuya propia si ya tienes una edad. Por lo que he podido averiguar tras buscar información en Internet y conversar con la autora, Lola Fernández pretende con esta historia hacer un reconocimiento a su propia familia y más concretamente a su tía paterna, Natica.
Efectivamente, Natica es el epicentro de esta historia, un auténtico torbellino al que no le importó el qué dirán aunque su actitud hizo mucho daño a los suyos. Para Natica la libertad estaba por encima de todo y por eso tenía otras miras y otros objetivos distintos a los que poseían las jóvenes de su edad.
Con reflexiones de este tipo, el lector se pueda dar cuenta que Natica no era una joven típica de su tiempo. Fue una mujer que quiso romper con los convencionalismos sociales, rebelde, adelantada a su época y que no quiso amoldarse a los designios que le tenían preparados: el matrimonio y la crianza de los hijos. Ella siempre soñó con ser 'bailaora' o cantante y salir de una ciudad que la asfixiaba. Pero su sueño se resiste y no le cabrá otra que arrimar el hombro. Trabajará de ayudante de un churrero y posteriormente entrará a servir en una buena casa pero su lado rebelde la llevará a Barcelona en busca del amor. Y a pesar de ser ella la que ostente el peso de la novela, no acaparará el protagonismo principal hasta casi el capítulo siete (la novela cuenta con quince) y aún así, dejará de ser foco de atención con frecuencia para dar cabida a otros miembros de su familia.
Natica es una novela con muchos tintes costumbristas y que retrata muy bien ese microcosmo de los lugares más humildes, de la forma de vida en patios de vecinos y corralas que tanto se acostumbraba entonces. Hay personajes con los típicos motes, con su forma de hablar tan coloquial, empleando expresiones rurales o contracciones en el habla tan usuales en el sur y tan imposibles que solo aquí se entienden. Pero no solo las costumbres y los usos son retratados con acierto, también se hace una fotografía de la sociedad, del miedo imperante, de la importancia de la honra, de la dignidad, del papel que deben desempeñar hombres y mujeres o de la valía de tener hijos varones más que hembras,...
Con importantes saltos temporales y un narrador omnisciente que nos habla empleando el presente como tiempo verbal, la novela es un auténtico drama familiar con leves pinceladas históricas, como ya he mencionado. Son muchos los sucesos lastimosos que se narran, algunos tremedamente brutales, a lo largo de las algo más de doscientas páginas que componen esta novela y a pesar de ser un drama con un desenlace que cubriría el cielo de grandes nubarrones grises, entre las páginas de este libro también tiene cabida alguna pizca de humor y es que Natica es una joven ingeniosa que no perdona y se las apaña perfectamente para llevar a cabo sus venganzas particulares. De todos modos, para mi gusto, he sentido que el narrador pone demasiada distancia entre las penurias de sus protagonistas y el lector. Me ha faltado algo más de emoción, más sentimiento para conectar de manera más potente con los personajes. Quizá haya sentido esa desconexión por el hecho de estar narrada a modo de crónica, como mencioné antes, o porque no se hurgue con profundidad en el dolor de los personajes. Hay que tener en cuenta que la trama abarca desde 1926 a 1952, veintiséis añosde hechos y sucesos que quedan recogidos en poco más de doscientas páginas, muchos acontecimientos en tan poco espacio, con lo que los sentimientos de los personajes quedan un poco a la sombra de los acontecimientos que se van sucediendo año tras año. Aun así, creo que este tipo de libros, que sirven como testimonio de una vidas, siempre son interesantes. A menudo, ante lecturas así, me pongo a pensar que, si no fuera por todo lo que otros pasaron en el pasado, nuestra vida actual seria bien distinta.
Por otra parte, he echado en falta un anexo en el que se explique cuáles son los hechos reales en los que se basa la historia. Según me cuenta Lola Fernández hay alguna parte de ficción pero casi el noventa por ciento del argumento es real. Creo que hubiera estado muy bien que nos explicara qué vinculación tiene la autora con los personajes de la novela y qué la ha movido a escribir esta historia.
En resumen, Natica ha sido una lectura amena y entretenida que nos acerca a la vida de los Fernández y especialmente a uno de sus miembros, una mujer que hubiera sido mucho más feliz en los tiempos actuales. Os animo a acercaros a esta novela con una cubierta tan 'romero-de-torres' para conocer en, apenas un día de lectura, quién fue Natica y qué le deparó la vida.
Os dejo un vídeo donde se habla de la novela.
Efectivamente, Natica es el epicentro de esta historia, un auténtico torbellino al que no le importó el qué dirán aunque su actitud hizo mucho daño a los suyos. Para Natica la libertad estaba por encima de todo y por eso tenía otras miras y otros objetivos distintos a los que poseían las jóvenes de su edad.
Con reflexiones de este tipo, el lector se pueda dar cuenta que Natica no era una joven típica de su tiempo. Fue una mujer que quiso romper con los convencionalismos sociales, rebelde, adelantada a su época y que no quiso amoldarse a los designios que le tenían preparados: el matrimonio y la crianza de los hijos. Ella siempre soñó con ser 'bailaora' o cantante y salir de una ciudad que la asfixiaba. Pero su sueño se resiste y no le cabrá otra que arrimar el hombro. Trabajará de ayudante de un churrero y posteriormente entrará a servir en una buena casa pero su lado rebelde la llevará a Barcelona en busca del amor. Y a pesar de ser ella la que ostente el peso de la novela, no acaparará el protagonismo principal hasta casi el capítulo siete (la novela cuenta con quince) y aún así, dejará de ser foco de atención con frecuencia para dar cabida a otros miembros de su familia.
Natica es una novela con muchos tintes costumbristas y que retrata muy bien ese microcosmo de los lugares más humildes, de la forma de vida en patios de vecinos y corralas que tanto se acostumbraba entonces. Hay personajes con los típicos motes, con su forma de hablar tan coloquial, empleando expresiones rurales o contracciones en el habla tan usuales en el sur y tan imposibles que solo aquí se entienden. Pero no solo las costumbres y los usos son retratados con acierto, también se hace una fotografía de la sociedad, del miedo imperante, de la importancia de la honra, de la dignidad, del papel que deben desempeñar hombres y mujeres o de la valía de tener hijos varones más que hembras,...
Con importantes saltos temporales y un narrador omnisciente que nos habla empleando el presente como tiempo verbal, la novela es un auténtico drama familiar con leves pinceladas históricas, como ya he mencionado. Son muchos los sucesos lastimosos que se narran, algunos tremedamente brutales, a lo largo de las algo más de doscientas páginas que componen esta novela y a pesar de ser un drama con un desenlace que cubriría el cielo de grandes nubarrones grises, entre las páginas de este libro también tiene cabida alguna pizca de humor y es que Natica es una joven ingeniosa que no perdona y se las apaña perfectamente para llevar a cabo sus venganzas particulares. De todos modos, para mi gusto, he sentido que el narrador pone demasiada distancia entre las penurias de sus protagonistas y el lector. Me ha faltado algo más de emoción, más sentimiento para conectar de manera más potente con los personajes. Quizá haya sentido esa desconexión por el hecho de estar narrada a modo de crónica, como mencioné antes, o porque no se hurgue con profundidad en el dolor de los personajes. Hay que tener en cuenta que la trama abarca desde 1926 a 1952, veintiséis añosde hechos y sucesos que quedan recogidos en poco más de doscientas páginas, muchos acontecimientos en tan poco espacio, con lo que los sentimientos de los personajes quedan un poco a la sombra de los acontecimientos que se van sucediendo año tras año. Aun así, creo que este tipo de libros, que sirven como testimonio de una vidas, siempre son interesantes. A menudo, ante lecturas así, me pongo a pensar que, si no fuera por todo lo que otros pasaron en el pasado, nuestra vida actual seria bien distinta.
Por otra parte, he echado en falta un anexo en el que se explique cuáles son los hechos reales en los que se basa la historia. Según me cuenta Lola Fernández hay alguna parte de ficción pero casi el noventa por ciento del argumento es real. Creo que hubiera estado muy bien que nos explicara qué vinculación tiene la autora con los personajes de la novela y qué la ha movido a escribir esta historia.
En resumen, Natica ha sido una lectura amena y entretenida que nos acerca a la vida de los Fernández y especialmente a uno de sus miembros, una mujer que hubiera sido mucho más feliz en los tiempos actuales. Os animo a acercaros a esta novela con una cubierta tan 'romero-de-torres' para conocer en, apenas un día de lectura, quién fue Natica y qué le deparó la vida.
Os dejo un vídeo donde se habla de la novela.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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