Editorial: Planeta.
Fecha publicación: abril, 2018.
Precio: 19,90 €
Género: Thriller.
Nº Páginas: 360
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.
ISBN: 978-84-08-18341-9
[Disponible en eBook;
puedes empezar a leer aquí]
Autora
Christine Mangan es doctora en Filología por el University College de Dublín y graduada en escritura creativa por la prestigiosa University of Southern Maine. Su tesis doctoral giraba en torno a la literatura gótica del siglo XVIII.
Vientos de traición, su primera novela, se ha convertido en uno de los fenómenos editoriales del año y está a punto de ser publicada en más de 25 países. George Clooney producirá su adaptación al cine con Scarlett Johansson en el papel protagonista.
Christine Mangan es doctora en Filología por el University College de Dublín y graduada en escritura creativa por la prestigiosa University of Southern Maine. Su tesis doctoral giraba en torno a la literatura gótica del siglo XVIII.
Vientos de traición, su primera novela, se ha convertido en uno de los fenómenos editoriales del año y está a punto de ser publicada en más de 25 países. George Clooney producirá su adaptación al cine con Scarlett Johansson en el papel protagonista.
Sinopsis
En el bullicioso Tánger de los años cincuenta, solo la muerte puede acabar con una poderosa amistad.
Alice Shipley y Lucy Mason eran inseparables: aunque con pasados totalmente opuestos, sus días en la universidad tuvieron lugar entre risas, aventuras y libros. Hasta que algo sucede que las aleja para siempre. Alice pronto se casa y, en un arrebato de amor, se traslada a vivir a la agitada Tánger de 1956, en un Marruecos que se acerca peligrosamente a su fin colonial y bulle repleto de conspiraciones.
Sin embargo, la ciudad blanca no es lo que Alice esperaba. Con John, su marido, siempre ausente, ni el exotismo de sus calles ni la fragancia de sus aromas logran despertar su interés. Pero un buen día Lucy llamará a su puerta; su aparición será un maravilloso soplo de aire fresco y juntas descubrirán un Tánger muy diferente, más misterioso, mucho más peligroso.
Cuando el pasado vuelve a acecharlas y la sombra de un asesinato se cierne sobre sus vidas, Alice y Lucy se darán cuenta de que sus días felices en Tánger se han acabado para siempre.
[Información tomada directamente del ejemplar]
Justo antes del verano Vientos de traición sopló con fuerza. Fueron muchos los lectores que leyeron esta novela que supone el debut literario de Christine Mangan y compartieron sus impresiones. Como tónica general, la novela ha gustado mucho y aunque yo tenía mis recelos, al final me he animado a leerla, primero movida por esa preciosa cubierta que está muy unida a un recuerdo personal, y segundo porque, según parece esta historia va a ser llevada al cine en un proyecto tras el que se encuentra George Clooney y Scarlett Johannson. Sentí curiosidad y me dispuse a leerla.
Alice y Lucy son dos jóvenes que compartieron habitación en el Bennington College de Vermont durante su época estudiantil. Allí, ambas chicas forjaron una amistad intensa, casi de dependencia y protección, a pesar de pertenecer a estratos sociales distintos. Alice procede de familia adinerada mientras que Lucy ha accedido al centro educativo por medio de una beca. De esos años iremos sabiendo fragmentos a través de los recuerdos de las dos jóvenes y a modo de flashbacks, porque, he decir que el presente de la novela se sitúa unos años después, en 1956, una vez que Alice y Lucy han acabado sus estudios y han seguido su propio camino. En la actualidad, Alice reside en Tánger junto a su marido John McAllister y Lucy viaja desde Nueva York para visitar a su amiga.
A través de una estructura en la que se alternan capítulos narrados por una joven u otra en primera persona, asistiremos al reencuentro de Alice y Lucy, una nueva toma de contacto que despertará los recuerdos del pasado, la rememoración de unos hechos inquietantes que esconden un profundo secreto y que supuso la ruptura de la amistad de las chicas. Lo que ocurrió durante los años de Vermont quedará oculto por un sutil velo que se irá descorriendo poco a poco, a medida que una protagonista y otra vayan desvelando los años de amistad en el Bennington College.
Pero mientras el pasado regresa como un potente detonante de todo lo que va a acontecer, sus vidas continúan en Tánger. Alice optó por casarse con John y trasladarse con él a la ciudad marroquí. Huérfana de padres desde muy pequeña, el lector intuye que es una mujer frágil y dependiente, primero de su tía Maude, con la que vivió tras el fallecimiento de sus padres, gestora de un fideicomiso que la joven recibirá al cumplir los 21 años de edad, y ahora de John. Su marido parece ser para ella una tabla a la que aferrarse pues tampoco parece existir entre ellos un enamoramiento real. En realidad, es un matrimonio en el que el interés, de un miembro y otro, de una clase y otra, es el principal sustento de la relación conyugal, a lo que hay que unir una serie de diferencias y rencillas que ya se han convertido en reproches y que solo acrecientan una enorme grieta en la relación.
Con la llegada de Lucy a Tánger, se introduce un nuevo elemento en el matrimonio que acarreará importantes consecuencias. Y es que Lucy contempla a Alice como si fuera un ángel, un ser divino del que no se quiere separar, al que debe proteger y cuidar. Así que se inmiscuye en su vida sin ningún tipo de contemplaciones, considerando a John un intruso en su relación de amistad con Alice y tomará ciertas decisiones que, a todas luces, parecen la de una mente enferma.
Mientras Lucy hace y deshace, Alice también recordará la veneración que sentía por su amiga en los años de universidad pero la actitud de Lucy comienza a inquietarla. Ella intentará averiguar cuáles son las verdaderas intenciones de su amiga, qué motivos la empujan a actuar de un modo tan asfixiante y cuál es la verdadera explicación a esos hechos horribles que ocurrieron en el pasado. Sus pesquisas despertarán todo tipo de recelos en la joven que comenzará a mirar a su amiga con otros ojos. Todo esto genera mucha intriga y tensión en el lector pues nos imaginamos que nada es lo que parece y que tras una realidad fingida se esconde la auténtica verdad.
Y en este cóctel de suposiciones e indagaciones aún falta un personaje más, Youssef, un marroquí del que nadie habla bien, cuya presencia permitirá llegar a una resolución llena de intensidad y suspense, con algún giro que nos sorprenderá.
El argumento de Vientos de traición me ha parecido enjundioso, en el que se mezclan hechos truculentos del pasado que no son lo que parecen, personajes mezquinos que interactúan con otros más bondadosos y débiles, traiciones, venganzas y personalidades enfermizas y obsesivas. Con unos mimbres como estos se podría pensar que la novela es redonda y, sin embargo, a mí me ha faltado algo más de emoción. Una historia como la que encierra Vientos de traición podría haber sido más intensa, podría atrapar más al lector pero, en mi caso, y a pesar de las muchas incógnitas por despejar y de las muchas preguntas que el lector se va haciendo, no he conseguido conectar totalmente con Alice y Lucy. A su vez, y a pesar de que son dos mujeres muy distintas, y no solo a nivel social sino también en personalidad y carácter -cualidades que quedan muy bien descritas y perfiladas-, me ha costado mucho trabajo distinguir sus voces. Tanto en unos capítulos como en otros, en los que las protagonistas a veces describen el mismo acontecimiento pero desde su propio ángulo, he sentido que era la misma persona la que me hablaba.
Aún así, y como he comentado, el lector se va haciendo preguntas (¿Por qué Lucy visita a Alice en Tánger?; ¿por qué tanto empeño y sacrificio en ese viaje?; y la más importante, ¿qué ocurrió en Vermont?) y la necesidad de obtener respuesta consigue que avancemos en la lectura pero sin que en ningún momento la novela se convierta en una page-turner, no al menos para mí. No he sentido esa necesidad de llegar a casa y ponerme rápidamente a leer con ansia y avidez, lo cual no quiere decir que no haya disfrutado con la lectura. Quizá me ha faltado algo de más ritmo en el primer tercio pues los sucesos se van produciendo con cadencia.
En cuanto a la ambientación, creo que la autora hace un gran trabajo. Marruecos está a punto de liberarse de la colonización y el ambiente de crispación y nervios que se respira en la ciudad se traslada a la novela, sin que entre en demasiadas tesituras políticas y sociales. Por otra parte, siendo un lugar exótico, y a través de descripciones certeras, el lector puede llegar a oler ese aire tan especiado que posee la ciudad, sentir el calor de sus calles y el bullicio de su mercado y medinas. Sin duda, Tánger es una ciudad viva dentro de la novela.
Y si bien es cierto que la novela no me ha parecido redonda, su estructura, en cambio, sí es circular.Vientos de traición cuenta con un ensamblaje nítido que nos permite posicionarnos dentro de la historia. Un prólogo inicial, cuya acción se desarrolla en España, nos abre las puertas a un misterio. Una narradora hablará de un cadáver que flota en el agua y fabula sobre el modo de recuperarlo. Alega tener mucho tiempo libre para imaginar. Estas primeras páginas del libro funcionan como un resorte. Desconocemos quién nos habla y en qué circunstancias lo hace pero la mención a un cadáver ya despierta nuestra curiosidad.
Posteriormente vendrá todo el cuerpo principal de la novela que se estructura en tres bloques, a lo largo de los cuales se distribuyen .. xx capítulos en los que se alternan la voz de Alice y la de Lucy. Es la tercera parte la más intensa, la que más interés despierta en el lector pues los hechos se precipitan inexorablemente hasta llegar a un final en forma de epílogo, también ubicado en España, en el que nos aguarda más de una sorpresa. El final está bien pensado pero en mi opinión está poco definido, n cualquier caso, me parece un desenlace poco compensando.
Eso sí, toda la narración es suave y aterciopela, con fragmentos en los que predomina el diálogo por lo que la lectura es ágil y dinámica.
En definitiva, Vientos de traición ha sido una lectura agradable, un thriller psicológico al que para mi gusto, le ha faltado algo de más vibratto, con dos personajes muy distintos, resaltando el papel de Lucy por su personalidad potente y poderosa. Para mí no ha sido una lectura perfecta pero, aún así, he disfrutado de esta historia con su toque de suspense, misterio y exotismo.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Puedes adquirirlo aquí:
[Información tomada directamente del ejemplar]
Así suena Vientos de traición:
[Lectura de las páginas 17,18 y 19;
música: sonido ambiental Zoco árabe]
Justo antes del verano Vientos de traición sopló con fuerza. Fueron muchos los lectores que leyeron esta novela que supone el debut literario de Christine Mangan y compartieron sus impresiones. Como tónica general, la novela ha gustado mucho y aunque yo tenía mis recelos, al final me he animado a leerla, primero movida por esa preciosa cubierta que está muy unida a un recuerdo personal, y segundo porque, según parece esta historia va a ser llevada al cine en un proyecto tras el que se encuentra George Clooney y Scarlett Johannson. Sentí curiosidad y me dispuse a leerla.
Alice y Lucy son dos jóvenes que compartieron habitación en el Bennington College de Vermont durante su época estudiantil. Allí, ambas chicas forjaron una amistad intensa, casi de dependencia y protección, a pesar de pertenecer a estratos sociales distintos. Alice procede de familia adinerada mientras que Lucy ha accedido al centro educativo por medio de una beca. De esos años iremos sabiendo fragmentos a través de los recuerdos de las dos jóvenes y a modo de flashbacks, porque, he decir que el presente de la novela se sitúa unos años después, en 1956, una vez que Alice y Lucy han acabado sus estudios y han seguido su propio camino. En la actualidad, Alice reside en Tánger junto a su marido John McAllister y Lucy viaja desde Nueva York para visitar a su amiga.
A través de una estructura en la que se alternan capítulos narrados por una joven u otra en primera persona, asistiremos al reencuentro de Alice y Lucy, una nueva toma de contacto que despertará los recuerdos del pasado, la rememoración de unos hechos inquietantes que esconden un profundo secreto y que supuso la ruptura de la amistad de las chicas. Lo que ocurrió durante los años de Vermont quedará oculto por un sutil velo que se irá descorriendo poco a poco, a medida que una protagonista y otra vayan desvelando los años de amistad en el Bennington College.
Pero mientras el pasado regresa como un potente detonante de todo lo que va a acontecer, sus vidas continúan en Tánger. Alice optó por casarse con John y trasladarse con él a la ciudad marroquí. Huérfana de padres desde muy pequeña, el lector intuye que es una mujer frágil y dependiente, primero de su tía Maude, con la que vivió tras el fallecimiento de sus padres, gestora de un fideicomiso que la joven recibirá al cumplir los 21 años de edad, y ahora de John. Su marido parece ser para ella una tabla a la que aferrarse pues tampoco parece existir entre ellos un enamoramiento real. En realidad, es un matrimonio en el que el interés, de un miembro y otro, de una clase y otra, es el principal sustento de la relación conyugal, a lo que hay que unir una serie de diferencias y rencillas que ya se han convertido en reproches y que solo acrecientan una enorme grieta en la relación.
Con la llegada de Lucy a Tánger, se introduce un nuevo elemento en el matrimonio que acarreará importantes consecuencias. Y es que Lucy contempla a Alice como si fuera un ángel, un ser divino del que no se quiere separar, al que debe proteger y cuidar. Así que se inmiscuye en su vida sin ningún tipo de contemplaciones, considerando a John un intruso en su relación de amistad con Alice y tomará ciertas decisiones que, a todas luces, parecen la de una mente enferma.
Mientras Lucy hace y deshace, Alice también recordará la veneración que sentía por su amiga en los años de universidad pero la actitud de Lucy comienza a inquietarla. Ella intentará averiguar cuáles son las verdaderas intenciones de su amiga, qué motivos la empujan a actuar de un modo tan asfixiante y cuál es la verdadera explicación a esos hechos horribles que ocurrieron en el pasado. Sus pesquisas despertarán todo tipo de recelos en la joven que comenzará a mirar a su amiga con otros ojos. Todo esto genera mucha intriga y tensión en el lector pues nos imaginamos que nada es lo que parece y que tras una realidad fingida se esconde la auténtica verdad.
Y en este cóctel de suposiciones e indagaciones aún falta un personaje más, Youssef, un marroquí del que nadie habla bien, cuya presencia permitirá llegar a una resolución llena de intensidad y suspense, con algún giro que nos sorprenderá.
El argumento de Vientos de traición me ha parecido enjundioso, en el que se mezclan hechos truculentos del pasado que no son lo que parecen, personajes mezquinos que interactúan con otros más bondadosos y débiles, traiciones, venganzas y personalidades enfermizas y obsesivas. Con unos mimbres como estos se podría pensar que la novela es redonda y, sin embargo, a mí me ha faltado algo más de emoción. Una historia como la que encierra Vientos de traición podría haber sido más intensa, podría atrapar más al lector pero, en mi caso, y a pesar de las muchas incógnitas por despejar y de las muchas preguntas que el lector se va haciendo, no he conseguido conectar totalmente con Alice y Lucy. A su vez, y a pesar de que son dos mujeres muy distintas, y no solo a nivel social sino también en personalidad y carácter -cualidades que quedan muy bien descritas y perfiladas-, me ha costado mucho trabajo distinguir sus voces. Tanto en unos capítulos como en otros, en los que las protagonistas a veces describen el mismo acontecimiento pero desde su propio ángulo, he sentido que era la misma persona la que me hablaba.
Aún así, y como he comentado, el lector se va haciendo preguntas (¿Por qué Lucy visita a Alice en Tánger?; ¿por qué tanto empeño y sacrificio en ese viaje?; y la más importante, ¿qué ocurrió en Vermont?) y la necesidad de obtener respuesta consigue que avancemos en la lectura pero sin que en ningún momento la novela se convierta en una page-turner, no al menos para mí. No he sentido esa necesidad de llegar a casa y ponerme rápidamente a leer con ansia y avidez, lo cual no quiere decir que no haya disfrutado con la lectura. Quizá me ha faltado algo de más ritmo en el primer tercio pues los sucesos se van produciendo con cadencia.
En cuanto a la ambientación, creo que la autora hace un gran trabajo. Marruecos está a punto de liberarse de la colonización y el ambiente de crispación y nervios que se respira en la ciudad se traslada a la novela, sin que entre en demasiadas tesituras políticas y sociales. Por otra parte, siendo un lugar exótico, y a través de descripciones certeras, el lector puede llegar a oler ese aire tan especiado que posee la ciudad, sentir el calor de sus calles y el bullicio de su mercado y medinas. Sin duda, Tánger es una ciudad viva dentro de la novela.
Y si bien es cierto que la novela no me ha parecido redonda, su estructura, en cambio, sí es circular.Vientos de traición cuenta con un ensamblaje nítido que nos permite posicionarnos dentro de la historia. Un prólogo inicial, cuya acción se desarrolla en España, nos abre las puertas a un misterio. Una narradora hablará de un cadáver que flota en el agua y fabula sobre el modo de recuperarlo. Alega tener mucho tiempo libre para imaginar. Estas primeras páginas del libro funcionan como un resorte. Desconocemos quién nos habla y en qué circunstancias lo hace pero la mención a un cadáver ya despierta nuestra curiosidad.
Posteriormente vendrá todo el cuerpo principal de la novela que se estructura en tres bloques, a lo largo de los cuales se distribuyen .. xx capítulos en los que se alternan la voz de Alice y la de Lucy. Es la tercera parte la más intensa, la que más interés despierta en el lector pues los hechos se precipitan inexorablemente hasta llegar a un final en forma de epílogo, también ubicado en España, en el que nos aguarda más de una sorpresa. El final está bien pensado pero en mi opinión está poco definido, n cualquier caso, me parece un desenlace poco compensando.
Eso sí, toda la narración es suave y aterciopela, con fragmentos en los que predomina el diálogo por lo que la lectura es ágil y dinámica.
En definitiva, Vientos de traición ha sido una lectura agradable, un thriller psicológico al que para mi gusto, le ha faltado algo de más vibratto, con dos personajes muy distintos, resaltando el papel de Lucy por su personalidad potente y poderosa. Para mí no ha sido una lectura perfecta pero, aún así, he disfrutado de esta historia con su toque de suspense, misterio y exotismo.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Puedes adquirirlo aquí: