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CARMEN Y LOLA (DRAMA -2018)

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Año: 2018

Nacionalidad: Española

Director: Arantxa Echevarría.

Reparto: Zaira Morales, Rosy Rodríguez, Moreno Borja, Carolina Yuste, Rafaela León.

Género: Drama.

Sinopsis: Carmen es una adolescente gitana que vive en el extrarradio de Madrid. Como cualquier otra gitana, está destinada a vivir una vida que se repite generación tras generación: casarse y criar a tantos niños como sea posible. Pero un día conoce a Lola, una gitana poco común que sueña con ir a la universidad, dibuja graffitis de pájaros y es diferente. Carmen desarrolla rápidamente una complicidad con Lola, y ambas tratarán de llevar hacia adelante su romance, a pesar de los inconvenientes y discriminaciones sociales a las que tienen que verse sometidas por su familia.

[Fuente: Filmaffinity]



Los Goya honran a la etnia gitana en esta edición.Carmen y Lola junto a Entre dos aguas nos cuentan la vida de jóvenes gitanos. Y es que lo gitano está de moda, o al menos, despierta mucha curiosidad con sus costumbres tan arraigadas, con sus tradiciones y su forma de pensar que, si bien es cierto que ha quedado un tanto obsoleta para los tiempos que corren, ellos siguen fiel a su cultura. Son muchos los programas de televisión que se empeñan en enseñarnos su forma de vivir, aunque en algunos casos tengo la impresión que lo único que pretenden es ridiculizarlos, todo lo contrario a las muchas asociaciones que se dispersan por España, cuyo objetivo es proteger y preservar esta cultura, mostrar sus raíces más ancestrales y fomentar la integración. Y en este sentido se mueve el trabajo de la cineasta Arantxa Echevarría, que debuta en los largos con Carmen y Lola.

'¡Qué guapa está esa novia, olé, olé, olé... ! (Ponedle música aflamencada y algunas palmas) porque esto es lo primero que oiréis cuando el largometraje comienza a rodar dando paso a una imagen que os va a impactar. Veremos a una joven hermosa, Carmen, ataviada con un traje de novia lleno de encajes y pedrería, una corona enorme y unos pendientes infinitos. No parece muy feliz. No, en ese momento. Pero Carmen es una gitana de las de toda la vida, muy tradicional, que sigue sin rechistar los dictámenes de su padre. Una buena gitana se educa para casarse pronto con un gitano bueno, cuidar de la casa, de su marido y todas las criaturas que vengan, que ojalá sean muchas. Y en esas está Carmen, comprometida con Rafa con quien contraerá matrimonio en breve cuando solo tiene 17 años. Pero en su camino se cruza Lola, la prima de Rafa, otra gitana guapa, algo más joven, grafitera pero también más tímida e introvertida y es que Lola es diferente. Eso dicen en el barrio. Bueno, en el barrio dicen que es rarita. A ella le da igual. Su sueño es terminar sus estudios y convertirse en maestra. Ni loca quiere oír hablar de novio, aunque su madre no hace más que insistirle para que deje los estudios un poco apartados, para que se arregle, para que se maquille un poco y se deje ronear por los gitanos solteros que asisten al culto. Pero nada de eso interesa a Lola. Pronto sabremos qué le ocurre. Bastará con que entre a escondidas en un ciber, se siente delante de un ordenador y teclee las palabras 'lesbianas en Madrid'. Pues sí, Lola es lesbiana. Una deshonra para su familia. Un castigo divino. Una enfermedad a erradicar. Una conducta aberrante. Todo eso tendrá que oír. 

Arantxa Echevarría ajusta el guion para una presentación de ambas jóvenes, de ambas familias sin alargarse en exceso. Y cuando ya están las bases asentadas, da el golpe maestro, teje un encuentro fortuito entre Carmen y Lola, y habrá un cruce de miradas y una caricia inocente. El drama está servido porque Lola se enamora de Carmen. Dos mujeres. Bueno, ¿y qué pasa? Dos mujeres gitanas. ¡Ah, acabáramos! Lo que pasará después lo dejo en el aire pero os adelanto que el largometraje transita por un camino de dudas, de rechazo, de reconciliación con uno mismo y de actos valientes porque, sin duda, Carmen y Lola son dos mujeres valientes, dos mujeres de las que aprender y sobre todo, dos mujeres libres. 

Sinceramente no apostaba mucho por este largometraje. Me interesa muchísimo la cultura gitana, me llama la atención su forma de vivir, la unión familiar tan poderosa, la vida tan limitada de las mujeres, el destino tan predeterminado pero temía encontrarme con algo que ya conocía, que ya había visto demasiadas veces, un cúmulo de tópicos. Pues no. La temática no puede ser más original. Jamás se me había pasado por la cabeza la homosexualidad femenina entre los gitanos, porque entre los hombres, algún caso he conocido pero una mujer gitana, una de esas mujeres criadas como lo ha sido Carmen, con un destino tan perfectamente dibujado, eso jamás me lo había planteado. Y en este sentido Carmen y Lola me ha parecido brillante y no solo eso sino también educada y respetuosa con el tema y la etnia. La película está rodada con mucha ternura, con mimo, con cuidado para mostrarnos no solo los prejuicios que seguimos teniendo contra los gitanos, sino también, y lo más importante, lo difícil que lo tiene una joven gitana cuando descubre que le gustan las mujeres. ¿Qué puede hacer en ese caso? ¿Qué salidas le quedan? Pocas y todas muy complicadas. Las veremos en este largometraje. 

Carmen y Lola es pura verdad. No dudas ni un solo instante de la veracidad de los hechos. Estamos ante una película que nos habla de los gitanos más gitanos, de esos que siguen vendiendo su género en los mercadillos, de esos que apenas tienen estudios y tampoco quieren escolarizar a los hijos porque en el instituto solo hay drogas, alcohol y violadores, le dirá Paco, el padre de Lola a su mujer Flor, nos hablará también del 'pedío' o lo que es lo mismo de la pedida de mano. Todo un acto investido de rigor y formalismo en el que el padre del novio se acerca a la casa de la novia, habla con su futuro consuegro y acuerdan el desposorio. Al minuto siguiente celebran una gran fiesta en la que todos están invitados, con un despliegue de bebidas y comidas, muy caseras y simples, pero ahí nadie se queda con hambre ni con sed. Si hay que endeudarse, se endeuda uno porque, no todos los días se casa un hijo. Esto es así y punto. Carmen y Lola nos hablará de la forma de vivir de estos hombres y mujeres que trabajan vendiendo sus frutas, sus antigüedades,... que no quieren más que poder ganar para vivir, que crían a sus hijos siguiendo unas líneas muy concretas y que jamás se alejan de su Dios, al que invocan en comunidad con grandes exclamaciones y al que rezan con fervor. 

'¡Flor, por mi raza que te estallo! ¡Vuélvete muda!', le dirá Paco a su mujer Flor en un ataque de ira. Será una de las muchas expresiones que oiremos en los diálogos, en los momentos más tensos, expresiones sacadas del día a día y que vienen acompañados por unas interpretaciones ante las que me quito el sombrero. Desconozco si alguno de los personajes principales tiene trayectoria interpretativa o cinematográfica, por lo que he leído creo que no, pero a mí me han dejado de piedra en algunas escenas. Paco (Moreno Borja) tiene una fuerza descomunal en los momentos más complicados, tanta que deja al espectador clavado en su asiento sin moverse un ápice. Por su parte, Flor (Rafaela León) posee el papel de mediadora, más suave, más conciliadora y quizá por eso su interpretación me resulta más floja, menos verosímil pero solo hasta el momento en el que estalla la tormenta. Justo cuando conozca la verdad que oculta su hija, Flor estalla como un vendaval y entonces es fácil creérsela porque la vemos rota por dentro, pero rota de verdad. Y luego tendremos a la pareja, a Carmen (Rosy Rodríguez) a la que veo más forzada, algo más eclipsada por una Lola (Zaira Romero) que te roba el alma, con sus ojos tristes y melancólicos, con su identidad oculta a los demás, que sufre, llora y se hunde pero tiene las ideas tan claras... 

'Las gitanas por no tener, no tienen ni sueños', dice nuestra Lola. Debe ser verdad pero para eso hay películas como Carmen y Lola que muestran al espectador no solo lo manido de la etnia gitana sino todo eso de lo que no se habla, que hay que ocultar y que solo se puede combatir con valentía. Lola y Carmen sueñan, sueñan con vivir junto al mar, juntas. Dejo en el aire si lo conseguirán o no, pero al menos habría que intentarlo, ¿no?

Por cierto, no he mencionado el desenlace. No esperéis una historia con un cierre sólido y compacto. No cabe en una película como esta y que aborda una temática como esta. No puede ser. La escena final nos dejará con la esperanza de ver un día por la calle a una Carmen y a una Lola sumamente feliz. Ojalá. 

En definitiva, me ha gustado mucho esta película. Quizá los minutos previos a la explosión dramática se ralentiza un poco, y eso le resta algún punto, pero el tsunami que nos espera bien merece la pena. Sí, me ha gustado la historia, la dirección, la interpretación y hasta algunos temas de la banda sonora, como ese ¡Hiere! que Lola canta con su coro en el culto. 

Yo que tú no me la perdería. Está nominada como Mejor Película, como Mejor Dirección Novel, Mejor Actor Revelación (Moreno Borja) y Mejor Actriz Revelación (Rosy Rodríguez y Zaira Romero), entre otros... Espero que se reconozca lo que hay que reconocer.   




Trailer:



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