Editorial: Austral.
Fecha publicación: noviembre, 2011.
Precio: 7,95 €
Género: Teatro.
Nº Páginas: 176
Encuadernación: Rústica sin solapas.
ISBN: 978-84-670-3630-5
[Disponible en eBook
]
Autor
Federico García Lorca, hijo de un rico propietario y de una maestra, vivió una infancia rural a la que sumó una completa formación. Se trasladó a Madrid, donde se alojó en la Residencia de Estudiantes y conoció a sus compañeros de generación y a muchas figuras del panorama artístico. En este ambiente conoce las Vanguardias, pero su personal sensibilidad sobrepasa las modas y triunfa definitivamente con su emblemático Romancero gitano. Tras vivir una enriquecedora temporada en Cuba y Nueva York (el impacto de esta ciudad da lugar a Poeta en Nueva York), vuelve a España. Durante la República, dirige la compañía La Barraca, grupo teatral universitario con el que llevó el teatro clásico por todos los rincones de España. En 1933 visita Buenos Aires, donde sus dramas obtienen gran éxito. De regreso, Lorca, que es ya poeta de éxito, manifiesta públicamente sus ideas de izquierdas; este hecho lo lo pone en el punto de mira de los nacionales que lo asesinan nada más estallar la guerra civil, dos meses después de terminar La casa de Bernarda Alba. Otras obras destacadas del autor son Poema del cante jondo, La zapatera prodigiosa, Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores, Mariana Pineda y El público, todas ellas publicadas por Austral.
Sinopsis
'La vida mansa por fuera y requemada por dentro de una doncella granadina que poco a poco se va convirtiendo en esa cosa grotesca y conmovedora que es una solterona en España'.
Así describía Federico García Lorca al personaje de esta obra. Cada jornada transcurre en una época distinta, desde fines del siglo pasado hasta los felices años veinte. Mientras el tiempo huye irremediablemente, son los otros los que hacen solterona a una mujer que se pregunta de manera abierta si es que no tiene derecho a respirar con libertad.
Aunque se presenta y articula como una comedia es, en realidad, un drama, el drama de la cursilería española, de la mojigatería española, del ansia de gozar de las mujeres que han de reprimir por fuerza en lo más hondo de su entraña enfebrecida.
[Información tomada directamente del ejemplar]
Ciertas actividades culturales en las que estoy envuelta estas últimas semanas me están acercando a autores, obras y géneros que tenía muy abandonados. Aunque el teatro ha asomado por este rincón en alguna otra ocasión (La Dama Duende de Calderón de la Barca y algún post sobre los hermanos Álvarez Quintero), lo cierto es que el granadino Federico García Lorca no había pisado esta casa hasta este mismo instante. En realidad es un autor que, a pesar de su importancia nacional e internacional, he visto poco por la blogosfera. Siempre estamos envueltos en las novedades editoriales con novelistas contemporáneos y yo, que soy de naturaleza reivindicativa, pensé que sería justo que nos acordáramos de él. No será la única vez que haga algo así. Es probable que el próximo lunes venga con otro autor clásico.
Hablar de la vida de Lorca es hablar de un universo de luces y sombras. Muchos sabemos a grandes rasgos quién era este hombre, oriundo de Fuente Vaquero, un pequeño pueblo granadino en el que el autor vio la luz en 1898. Escritor de poemas y dramaturgo, nos suenan muchas de sus obras por las diversas adaptaciones al cine y teatro. Que yo recuerde la última fue La novia de Paula Ortiz, una versión de Bodas de sangre interpretada por Inma Cuesta de la que algún miércoles cercano os hablaré. Lorca nació en el seno de una familia bien, lo que le permitió recibir una educación que no estaba al alcance de todos y viajar. En sus viajes conoció a importantes nombres de la cultura. Declarado homosexual, mantuvo alguna relación algo más intensa que fraternal con algún nombre conocido. Hombre implicado en el mundo que le tocó vivir, no solo en lo literario y cultural, nunca escondió sus ideas políticas lo que le colocó frente a un pelotón de fusilamiento. Todavía se especula mucho sobre los restos del poeta. ¿Dónde está enterrado Federico García Lorca? Daros una vuelta por Internet. Lo último que se conoce figura publicado en este artículo.
Pero vamos a centrarnos en la obra de la que quiero hablaros hoy, titulada Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores.Poema granadino del novecientos dividido en varios jardines con escenas de canto y baile.Estamos ante una obra de teatro que narra la historia de una joven casadera. Huérfana de padre y madre, Rosita vive con sus tíos quienes la cuidan como si fuera hija propia. La obra se inicia de manera feliz. La muchacha está enamorada de su primo. Parece que el casamiento es inminente pero una carta llegada desde Tucumán en Argentina, reclama inmediatamente la presencia del joven al otro lado del charco. Allí residen sus padres quienes necesitan su ayuda. Con mucha pena en el corazón, los jóvenes tendrán que separarse, no sin antes prometerle él que se forjará un futuro en aquellas tierras y volverá por ella. No sin antes prometerle ella que lo esperará siempre. Pero quien espera, desespera. Creo que os podéis imaginar qué es lo que ocurre con Rosita una vez que el primo parte para tierras lejanas. De soltera pasará a solterona, un término que siempre ha tenido connotaciones muy negativas.
Pero, ¿por qué se titula El lenguaje de las flores? Bueno, las flores tendrán mucho que ver en el texto. El tío de Rosita es jardinero. Parece que la familia vive de ello pues al hombre no se le conoce otra profesión. Él se jacta de tener un invernadero primorosamente cuidado y conseguir unas variedades de rosas muy complejas de cuidar. De hecho, el primer acto comienza con el tío regañando a las mujeres de la casa por no cuidar sus flores y sus semillas. Pero la cosa va mucho más allá. El tío cultiva una rosa especial denominada 'rosa mutabile', es decir mudable, una variedad muy particular porque por la mañana goza de un espléndido color rojo, por la tarde se torna blanca y por la noche se deshoja. Alrededor de esta flor gira un poema que figura varias veces en el texto, en su totalidad o de manera fragmentada, y que tiene una función de suma importancia, será una premonición de lo que le ocurrirá a Rosita, siendo la mañana el primer acto, cuando la joven luce esplendorosa y feliz, la tarde el segundo acto, cuando todavía mantiene la esperanza de un casamiento tras la recepción de una carta que la llena de nuevo de ilusión, mientras que el tercer acto representa la noche, momento en que la desgracia de Rosita es más que palpable, así como la pérdida de su lozanía, de su juventud y de su esperanza. Todo ello desembocará en un final trágico.
¿Y por qué el subtitulo Poema granadino del novecientos dividido en varios jardines con escenas de canto y baile. Hay mucha poesía pero también piezas líricas que a veces se interpretan al piano, lo que otorga mucho dinamismo al texto.
La obra no solo es una crítica a esa soltería recalcitrante a la que muchas mujeres se veían relegadas y a la crueldad con la que la sociedad las miraba, también se abordan otras cuestiones como el qué dirán, asunto que hoy en día sigue teniendo su aquel. No tener recursos económicos era una desdicha y había que aparentar lo indecible, aunque te quedaras sin comer. También es un problema el qué dirán para Rosita y su familia que, en una situación delicada, buscarán el amparo de la noche para evitar las miradas indiscretas.
Y sigue habiendo crítica contra las familias ricas, esas representadas por un grupo de mujeres que visitan a Rosita en su hogar, que no tienen consideración, ni respeto, que se muestran altaneras y ácidas con las que no están en su misma situación. Y es que hay familias bien situadas cuyos hijos dejan mucho que desear. Que se lo digan a uno de los personajes que tiene que aguantar las chanzas de sus alumnos.
Y sigue habiendo crítica contra las familias ricas, esas representadas por un grupo de mujeres que visitan a Rosita en su hogar, que no tienen consideración, ni respeto, que se muestran altaneras y ácidas con las que no están en su misma situación. Y es que hay familias bien situadas cuyos hijos dejan mucho que desear. Que se lo digan a uno de los personajes que tiene que aguantar las chanzas de sus alumnos.
Un total de diecinueve personajes entrarán y saldrán de escena aunque los principales serán Rosita, el primo de esta, los tíos y el ama. El resto servirán para reforzar o matizar el argumento de la obra. De entre todos ellos, sobresale la joven, alrededor de la cual girarán los demás. Rosita es un auténtico torbellino de vivacidad. Es una joven impetuosa, viva, alegre. Está feliz y la vida le sonríe. Al menos, en el primer acto. Al ser huérfana, está muy consentida y se le permiten todos los caprichos. Ella representa ese tipo de joven que tiene la ilusión -la única- de contraer matrimonio y formar su hogar, esas mujeres que depositaban todas sus esperanzas en un hombre y que, con el paso del tiempo, ven frustrados todos sus deseos, no alcanzando su principal meta, casarse, y convirtiéndose en una solterona, que generalmente eran caracterizadas por mujeres agrias, resentidas, mal encaradas y tristes. Rosita, mujer de palabra, irá cambiando acto tras acto, a medida que su tragedia se materialice.
El tío tiene menos protagonismo que el resto de los personajes por una cuestión que no voy a desvelar. Será un hombre bastante pacífico que siempre media en las trifulcas entre la tía y el ama. Con el desarrollo de la obra conoceremos más detalles de su personalidad. Un hombre bondadoso que ayudaba a los más desfavorecidos e hizo todo lo posible por ayudar a su sobrina en su noviazgo, algo que repercutirá muy negativamente en la familia.
La tía es afable. Su afán será cuidar a su sobrina y procurarle un buen casamiento. No estaba muy conforme con el noviazgo de los primos e intuirá una desgracia cuando sepa que el novio tiene que marchar de viaje. En realidad, ella es un obstáculo en la felicidad de su sobrina porque, en su nombre, toma una decisión que, a la larga, será el desencadenante de la tragedia. Cuando intenta solucionar el problema, ya no hay remedio porque Rosita, como dije antes, es una mujer de palabra.
El ama es una mujer lenguaraz, picarona y muy supersticiosa, algo que percibiremos más de una vez en el texto cuando trata de impedir que Rosita abra su sombrilla bajo techo y formula un conjuro contra la mala suerte. Quiero percibir aquí esa visión que se tenía sobre las personas de clase baja propicias a la superchería, en contraposición con los de clase alta, con educación y estudios, mucho más inteligente, que no creían en este tipo de cosas. El ama también es una mujer entregada, servicial, desinteresada, práctica, realista y bondadosa. Lleva muchos años al servicio de la familia y a veces no cree recibir el reconocimiento que se merece. Ella lo ha dejado todo por cuidar a la niña, su Rosita, por la que siente absoluta devoción. Me parece un personaje muy bien trazado pues, además de las características que he señalado, también es una mujer cotilla -otra peculiaridad de su condición social-, que siempre dice lo que piensa. Para mí es el personaje mejor definido al que se le coge cariño.
El primo ocupa su parcela de protagonismo más por ausencia que por presencia. Tan solo le veremos en el primer acto pero sabremos cómo es su vida en Argentina por las referencias que de él hacen el resto de los personajes en el segundo y en el tercer acto. El primo representa a ese tipo de hombre que olvidan sus promesas de amor y encima siguen jugando con las ilusiones de las mujeres. Su comportamiento será criticado por la tía y por el ama, mientras que en Rosita, enamorada irremediablemente, parece no querer pensar en la vileza de su enamorado
Entre los secundarios destacan las Manolas, esas amigas con las que Rosita pasea. La joven se siente halagada por ellas y mantienen divertidas conversaciones sobre pretendientes. Luego están las solteronas, mujeres que tienen un futuro muy complicado pues su economía es muy precaria. Tienen asumido su situación pero intentan guardar las apariencias ante los ojos de los demás, por eso no dejan de acudir a reuniones con otras damas. Rosita se siente por encima de ellas, lo mismo que le ocurre a las Ayalas, hijas del fotógrafo del rey, que representan todo lo que el resto de mujeres de la obra no son. Ellas, amparadas por una buena situación económica, se burlan de las desgracias de las demás.
A través de los personajes accedemos a sus distintos valores, a la generosidad del tío, a la buena disposición del ama, a la bondad de la tía, a la cursilería de las Ayala, a la resignación de las solteronas,... Todos ellos juegan su papel en este teatro de la vida.
Estructurada en tres actos que perfectamente corresponden al esquema clásico de planteamiento, nudo y desenlace, en cada uno de ellos ocurre un hecho significativo que marcará el avance del argumento. La primera parte acaba con la separación de los novios, la segunda parte con la llegada de una carta que renovará la ilusión de Rosita, y la última parte,... bueno, esto mejor no os lo cuento. Pero a lo largo de estas tres piezas, el lector irá advirtiendo el paso del tiempo. Veinticinco años en total es el lapso de tiempo que compone la acción de la trama, aunque Lorca se centra únicamente en los momentos cruciales de la vida de Rosita. La historia transcurre entre finales del siglo XIX y principios del XX. Es en el segundo acto cuando se produce ese cambio de siglo y podríamos centrar la acción hacia 1903, un dato que conocemos por las referencias a algunos sucesos del momento como los accidentes que tuvieron lugar durante una carrera automovilística entre París y Madrid organizada por el Automobile Club de France y el Automóvil Club de España en la que fallecieron siete personas, entre ellas Marcel Renault, hermano de Louis Renault, fundador de la famosa marca de vehículos. Y es que los automóviles comenzaban a despuntar y era una época que vivía ciertos avances tecnológicos con coches que llegaban a alcanzar la supersónica velocidad de treinta kilómetros por hora. En este acto, también existirán otras referencias a cuestiones religiosas.
Pero el tiempo lo veremos transcurrir también gracias a los diálogos de los personajes que hacen referencia a momentos de su infancia. Indiciosas al máximo son las Ayala, que le recuerdan a Rosita que ellas eran unas niñas cuando su noviazgo comenzó. Y la moda también servirá para demostrarnos que los años han ido pasando. Las acotaciones, tan importantes en las piezas teatrales porque aportarán las indicaciones necesarias para la representación, se centrarán con frecuencia en las modas del momento. Aquellas mangas de jamón que lucía los vestidos de la joven quedarán desfasadas aunque para ella era una moda bonita que le inspira mucha nostalgia -le recuerda tiempos mejores-. Los vestidos serán bien distintos a aquellos que ella usaba cuando se ennovió con su primo y aunque las hechuras van cambiando, Rosita sigue luciendo el color rosa, al menos, hasta las últimas escenas del tercer acto, cuando la evidencia ya no da lugar a duda, cuando la ilusión y la esperanza ya no tiene cabida. Entonces vestirá un vestido blanco, como blanco serán ya sus cabellos, tan blanca como la luna que iluminará la última escena, tan blanco como unas cortinas que cerrarán la obra como si fueran el velo de una novia.
En cuanto al escenario, la historia transcurre en Granada. Esto es algo que sabremos por boca del tío en los primeros compases de la obra. Sobre la ciudad también hallaremos un fragmento en verso que describe un poco la ciudad.
En cuanto al lenguaje, aunque se utilizan términos ya desfasados, no resulta complicado seguir el hilo de los diálogos. Es importante destacar que el lenguaje de cada personaje sintoniza con su escala social, por lo tanto la forma de hablar del ama distará mucho de la de los tíos. Además, son numerosos los términos que hacen referencia a prendas de vestir, como la chapona (blusita o jersey) o a diferentes flores y arbustos. También se emplean refranes y dichos populares pero nada que sea complejo. Quizá la mayor dificultad radica en los fragmentos en versos. A mí es que me cuesta especialmente extraer el jugo a los poemas pero, por regla general, en esta obra se entiende bastante bien su significado y qué papel juegan en el texto.
Acercarse al teatro de vez en cuando es un ejercicio que deberíamos practicar. Leer teatro es bien distinto a leer una novela pero no menos gratificante. Al igual que ocurre con la narrativa, el teatro escrito y representado nos enseña el mundo y si encima son obras de escasa longitud, como es el caso, la lectura vuela debido al formato que presentan. Todo esto por no hablar de Federico García Lorca, un autor al que, no solo podemos acercarnos a través de sus obras, sino también a través de las películas que se han hecho sobre su vida como Muerte en Granada de Marcos Zurinaga e interpretada por Andy García en 1996. Al margen de los libros escritos por Lorca, de las biografías -alguna en formato de novela gráfica-, existen infinitud de representaciones teatrales o adaptaciones al cine de sus obras. Incluso en Internet puedes encontrar alguna representación como la que os dejo aquí.
Me ha gustado mucho leer Doña Rosita la soltera. Me encanta el teatro y creo que ha sido la mejor forma de acercarme a Lorca, autor del que no había leído nada, más allá de algún que otro poema en época estudiantil. Me propongo seguir en esta línea. Retomar autores de otros tiempos no tan lejanos y leer alguna de sus escritos. Y a vosotros, nos animo a leer esta obra que, sin bien os hará reír en algún momento -principalmente por el papel del ama-, es muy dramática y cuenta con un desenlace muy trágico.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Acercarse al teatro de vez en cuando es un ejercicio que deberíamos practicar. Leer teatro es bien distinto a leer una novela pero no menos gratificante. Al igual que ocurre con la narrativa, el teatro escrito y representado nos enseña el mundo y si encima son obras de escasa longitud, como es el caso, la lectura vuela debido al formato que presentan. Todo esto por no hablar de Federico García Lorca, un autor al que, no solo podemos acercarnos a través de sus obras, sino también a través de las películas que se han hecho sobre su vida como Muerte en Granada de Marcos Zurinaga e interpretada por Andy García en 1996. Al margen de los libros escritos por Lorca, de las biografías -alguna en formato de novela gráfica-, existen infinitud de representaciones teatrales o adaptaciones al cine de sus obras. Incluso en Internet puedes encontrar alguna representación como la que os dejo aquí.
Me ha gustado mucho leer Doña Rosita la soltera. Me encanta el teatro y creo que ha sido la mejor forma de acercarme a Lorca, autor del que no había leído nada, más allá de algún que otro poema en época estudiantil. Me propongo seguir en esta línea. Retomar autores de otros tiempos no tan lejanos y leer alguna de sus escritos. Y a vosotros, nos animo a leer esta obra que, sin bien os hará reír en algún momento -principalmente por el papel del ama-, es muy dramática y cuenta con un desenlace muy trágico.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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