Hace algunos meses la editorial mr.momo publicaba en Facebook el lanzamiento de una serie de libros ilustrados y en edición bilingüe. Se trataba de cuatro títulos clásicos -Poeta en Nueva York, El pasajero, Balada del viejo Marinero y The Raven-, todos ellos muy atractivos visualmente y con los que pretendían acercar importantes títulos de la Literatura Universal a todo tipo de público. A mí la idea me pareció fabulosa, así que compartí aquella publicación. Poco tiempo después, Laura R. Naranjo, ilustradora de The Raven, contactó conmigo. Intercambiamos unos cuantos mails, le expuse mi interés por su obra y acordamos vernos para charlar. El encuentro tuvo lugar hace unos días y aquí os traigo el resultado.
Marisa G.- Laura, antes de hablar de la obra, me gustaría saber más de ti.
Laura R.- Te puedo contar que, desde la infancia, las imágenes me han llamado mucho la atención. Cuando era pequeña, aunque no tuviera un lápiz y un papel al alcance, dibujaba con mi dedo sobre mi piel, sobre la rodilla, las piernas,... Siempre estaba dibujando y siempre tuve claro que, de mayor, quería hacer algo relacionado con las artes plásticas. Así que, decidí estudiar Bellas Artes. En cuarto de carrera me fui de Erasmus a Carrara en Italia, y allí probé técnicas de grabado, la talla en mármol y la animación. En quinto de carrera me fui a Barcelona para acabar allí la Licenciatura y allí fue todo un poco más trasgresor porque las asignaturas eran más conceptuales, más de desarrollo de proyectos. Al acabar la carrera, hice un máster en investigación artística y preparé un proyecto interactivo que mezclaba técnicas plásticas tradicionales con el mundo de la Electrónica. Me gusta mucho lo experimental. Y al poco de terminar mi formación, hice un curso de Producción Editorial. Poco después me contrató una editorial para diseñar libros de formación - Unión Editorial para la Formación (UEF)-, centrándome en el diseño de portadas y cubiertas. Fue mi primer contacto con el diseño gráfico. Posteriormente me contrató el Grupo Lantia donde llevo trabajando seis años.
M.G.- Pero entonces, como autora, ¿este es tu primer libro?
L.R.- Sí, es mi primer libro. Mi primera incursión en el mundo de la ilustración y de los álbumes ilustrados.
M.G.- ¿Y cómo surge el proyecto? ¿Por qué hacer un libro ilustrado de este poema en concreto?
L.R.- La filosofía central de mr.momo es la de acercar obras clásicas al público infantil y juvenil, y evidentemente también su proyección para el disfrute de lectores de cualquier edad. Como ilustradora, reivindico el libro ilustrado como espacio de experiencias estéticas y literarias propias, como vehículo de transmisión del conocimiento. Fíjate qué curioso que entre las diferentes acepciones, la RAE define el término 'ilustrar' como instruir y civilizar.
Laura R.- Te puedo contar que, desde la infancia, las imágenes me han llamado mucho la atención. Cuando era pequeña, aunque no tuviera un lápiz y un papel al alcance, dibujaba con mi dedo sobre mi piel, sobre la rodilla, las piernas,... Siempre estaba dibujando y siempre tuve claro que, de mayor, quería hacer algo relacionado con las artes plásticas. Así que, decidí estudiar Bellas Artes. En cuarto de carrera me fui de Erasmus a Carrara en Italia, y allí probé técnicas de grabado, la talla en mármol y la animación. En quinto de carrera me fui a Barcelona para acabar allí la Licenciatura y allí fue todo un poco más trasgresor porque las asignaturas eran más conceptuales, más de desarrollo de proyectos. Al acabar la carrera, hice un máster en investigación artística y preparé un proyecto interactivo que mezclaba técnicas plásticas tradicionales con el mundo de la Electrónica. Me gusta mucho lo experimental. Y al poco de terminar mi formación, hice un curso de Producción Editorial. Poco después me contrató una editorial para diseñar libros de formación - Unión Editorial para la Formación (UEF)-, centrándome en el diseño de portadas y cubiertas. Fue mi primer contacto con el diseño gráfico. Posteriormente me contrató el Grupo Lantia donde llevo trabajando seis años.
M.G.- Pero entonces, como autora, ¿este es tu primer libro?
L.R.- Sí, es mi primer libro. Mi primera incursión en el mundo de la ilustración y de los álbumes ilustrados.
M.G.- ¿Y cómo surge el proyecto? ¿Por qué hacer un libro ilustrado de este poema en concreto?
L.R.- La filosofía central de mr.momo es la de acercar obras clásicas al público infantil y juvenil, y evidentemente también su proyección para el disfrute de lectores de cualquier edad. Como ilustradora, reivindico el libro ilustrado como espacio de experiencias estéticas y literarias propias, como vehículo de transmisión del conocimiento. Fíjate qué curioso que entre las diferentes acepciones, la RAE define el término 'ilustrar' como instruir y civilizar.
Asimismo, desde siempre he sentido interés por la obra de Poe y por el mundo de la ilustración en general, y de hecho, precisamente es un álbum ilustrado el que despierta en mí inquietudes artísticas durante en mi infancia. Era una obra sobre clásicos -del ballet en este caso-, 'Los cuentos de los mejores ballets', edición de Susaeta de 1990, sobre las historias originales, representadas por diferentes ilustradores, con estéticas muy diferentes. Me acercó al mundo de la música, la literatura y la ilustración. Ahora encuentro una interesante analogía entre mi experiencia en la infancia y este proyecto.
Poe es un autor que me fascina y me fascinará, y para mí ha sido una gran responsabilidad el hecho de trasladar al plano visual su composición poética más famosa. 'El cuervo' es su seña de identidad.
M.G.- ¿Y por qué bilingüe exactamente?
L.R.- Para que fuese de alguna manera pedagógico e internacional. Para que esta obra clásica pudiera llegar a un público mayor.
M.G.- ¿Y qué tiene este poema que lo ha hecho mundialmente famoso? Hasta los Simpsons le dedicaron un capítulo.
L.R.- Este poema es increíble a nivel técnico. Tal como describe en su ensayo 'Filosofía de la composición', Poe afirmaba haber escrito este poema narrativo de forma muy lógica y metódica, como si de un problema matemático se tratara. Inicialmente se auto-marcó el reto de que fuese un poema de 100 líneas exactas, pero finalmente fueron 108: compuesto por 18 estrofas, de 6 líneas cada una.
'El cuervo', de la noche a la mañana, se convierte en un gran éxito, el primero de la carrera de Poe, y le permite ganar prestigio internacional. Por fin se reconoce su trabajo.
Para él la máxima expresión literaria era la poesía, aunque desgraciadamente no le pudo dedicar a este género el tiempo que hubiese deseado debido a su precaria situación económica.
M.G.- A mí lo que me llama la atención de este poema es la reiteración constante.
L.R.- Es la manera de marcar el ritmo. Esta obra posee un ritmo enigmático y una misteriosa musicalidad, para mí es ese tipo de melodía que atrapa y seduce, como lo hace 'Metamorphosis', del compositor Philip Glass, o 'El entierro de la reina Mary', de Purcell, una obra de ritmo cadente, repetitivo (como bien decías), muy insistente, con graves muy marcados,... El ritmo en 'El cuervo' es como una letanía de campanas, tal como dice acertadamente nuestro editor Pepe Iglesias. Es lo que creo haber conseguido transmitir en mis ilustraciones.
Por otra parte, algo muy curioso en este poema es la manera en la que, el protagonista -quien funciona como narrador en primera persona-, formula las preguntas al ave. Podríamos pensar que él mismo es quien las dirige, de forma consciente e intencionada, a su favor o en su contra... Con la constante respuesta «Nevermore - nunca más», el protagonista parece recrearse, avivar ese dolor, esa frustración,... hasta el punto de obligar al ave a confirmarle que jamás volverá a encontrarse de nuevo con su amada. Como lectores, vamos a vivir ese conflicto interno perverso entre el deseo de recordar y el deseo de olvidar.
M.G.- A mí me parece un poema desconcertante. Es extraña la presencia del ave, que llega de repente, que habla y encima solo pronuncia una frase. ¿Qué simbología hay detrás de la figura del cuervo?
L.R.- Sobre el ave, el propio Poe sostuvo que estuvo inspirada en el cuervo parlante de la obra 'Barnaby Rudge' de Charles Dickens.
Tradicionalmente esta criatura es portadora de mal agüero, simboliza la muerte, la magia, la determinación y audacia, el pensamiento y el olvido, e incluso la metamorfosis, el cambio de estado (es precisamente a lo que asistimos en la obra); son muchas las connotaciones que tiene a lo largo de la historia y su figura está presente en diferentes culturas.
El cuervo tiene la capacidad de mantener la memoria y el recuerdo de eventos pasados, y así lo hace en la obra. Podría tratarse incluso de una figura totémica. El tótem significaba para las tribus una especie de conexión con el pasado, con los antepasados, también funcionaba como protector del clan. De alguna manera, Edgar Allan Poe se ha podido basar en la cultura nativa de América.
Personalmente el hecho de que el cuervo se pose sobre el busto de la diosa Palas Atenea, diosa de la sabiduría, Minerva para los romanos, o el titán Palas, sumado a la capacidad del habla del ave, puede simbolizar el acceso a la sabiduría, a la información, a los cuestionamientos filosóficos y existenciales del protagonista, y por ende, del ser humano en general.
No puedo evitar relacionar la aparición de este misterioso visitante nocturno con la llegada del monolito en la obra de Arthur C. Clarke, y su adaptación cinematográfica de Kubrick, '2001: una odisea en el espacio'. Un elemento extraño, ajeno, que llega del exterior para producir un cambio, un cambio evolutivo, un cambio de paradigma, una metamorfosis, un cambio de estado en los individuos que asisten a su llegada.
Al igual que no puedo dejar de relacionarlo con la llegada de Morfeo a la vida de Neo en Matrix, y el cambio que supone para él en la percepción de su realidad.
Al fin y al cabo, es una obra que puede tener múltiples lecturas y suscita a continuar investigándola. Y personalmente, así me ocurre. Invita a la introspección y al auto-cuestionamiento.
M.G.- El volumen cuenta con un prólogo de Ramón Luque, escritor, periodista y director de cine, nominado a los Goya con 'Historias de Lavapiés'. Me ha parecido especialmente ilustrativo, muy explicativo y con unas referencias cinematográficas magníficas.
L.R.- Es genial. Yo andaba ya desarrollando las ilustraciones cuando leí el prólogo y me llamó mucho la atención esa conexión que él encuentra en el cine de Lars von Trier, y en concreto con la película 'Melancolía', mi película favorita del cineasta, con el poema de Poe. Las sensaciones que te producen esta película son muy agridulces. Ocurre igual con 'El cuervo'. Para mí es una de esas obras que no dejan indiferente, que transcienden a su época, de letra viva, de la que se puede sacar algo nuevo en cada relectura y que se fija en la memoria de quien la lee. Como digo, cuenta con un final amargo, de gran crudeza pero de gran belleza también. Ocurre como en esas películas que te comento y señala Luque en el prólogo, las de Lynch, Haneke o Lars von Trier, con las que de alguna manera se logra retratar la belleza en las tragedias humanas.
El último párrafo que nos regala el prologuista de esta obra me parece muy significativo: «Por eso la lectura atenta de El cuervo puede producir una sensación muy parecida a la experimentada tras ver Melancolía: acabarás deprimido, existencialmente interpelado, pero rendido ante tanta belleza. Quizá también algo más sabio».
Para mí lo fundamental de esta obra es que logra dejar muchas incógnitas abiertas, invita a la introspección del lector, a formularse preguntas, no solo sobre la obra, si no sobre su propia existencia.
'El cuervo' transciende hasta nuestros días, porque toca temas universales: la pérdida, el duelo, el conflicto entre recuerdo y olvido, la melancolía, la devoción, la añoranza, la esperanza de volver a reencontrarnos más allá de la muerte...
Esa capacidad de llegar a individuos de cualquier época, es en la que, bajo mi punto de vista, radica su grandeza. Ha sido y va a continuar siendo fuente de inspiración para muchos artistas por siempre jamás.
M.G.- Hablemos de las ilustraciones, Laura. Me ha gustado mucho la elección de los colores. Hay láminas que son muy oscuras y muy tenebrosas pero también otras con tonos pastel, muy vivas.
L.R.- Determiné que uno de los aspectos interesantes a la hora de afrontar estéticamente la obra, y para que fuese diferente a otras interpretaciones, era dotarla de luz y riqueza cromática, huir de su tópica representación en la que predomina siempre la oscuridad, lo lúgubre.
La atmósfera sobrenatural que envuelve a la obra, la represento mediante una mancha de acuarela de tonos rosáceos y grises, va a servir como hilo conductor durante todo el álbum.
Cada pliego va a ser diferente. Me interesa el dinamismo, no solo en las propias ilustraciones, si no en las distintas páginas. Existe una secuencialidad entre las diferentes escenas del conjunto del álbum. Me encantan además los contrastes, que logro mediante los cambios de color y uso de imagen a doble página, y pienso que este ritmo en una maquetación es muy importante.
El espacio en el cual se sucede la historia es muy reducido, se limita al salón / habitación de una casa, y con ese espacio tenía que manejarme como escenario, conseguir diversidad de planos, jugando con los diferentes puntos de vista, centrándome en un elemento u otro,...
Asimismo planteé la historia desde una visión contemporánea y atemporal —la indumentaria de los personajes o en el mobiliario de la estancia donde se sucede la historia— para que pudiese enmarcarse de igual modo en 1845 como en nuestra era, y así trasladarla a un público joven y más actual.
La expresividad, no solo en la elección de los propios materiales y procedimientos (combinación de ilustración tradicional y digital), sino en las formas, en los rostros de los personajes (trasladar sus sentimientos y experiencias durante la narración), y en el propio uso expresivo de las perspectivas: la potencia que tienen los picados y contrapicados, y cómo la presión de ese cuervo es percibida por el protagonista, y por ende, por el lector. El cuervo le somete, somete al lector.
M.G.- ¿Y qué técnicas has utilizado?
L.R.- Tinta china, acuarela,... En algún momento algunas líneas con bolígrafo. Como dije antes, he mezclado la ilustración tradicional con la digital. Hay algunas láminas que las he dibujado a mano y luego están retocadas de forma digital. Pero es una manipulación muy sutil y sin perder la esencia de las ilustraciones.
M.G.- Pero son ilustraciones en el que el trazo está poco definido, ¿verdad?
L.R.- Sí. Además si te fijas, al principio todo está más detallado y progresivamente las ilustraciones se van deformando.
M.G.- Porque van a compás de la psicología del personaje.
L.R.- Exacto, esa es la idea. Los trazos se liberan y llegan casi a un punto expresionista.
Hay una simbiosis entre el poema y las ilustraciones; coexisten y establecen un diálogo que hacen que la obra sea muy especial y coherente. Mis ilustraciones generan una lectura paralela muy interesante, pero sin alterar el sentido de la obra tal como fue concebida por Poe.
M.G.- ¿Cuántas veces te has tenido que leer el poema para ilustrarlo?
L.R.- No sabría decirte. Muchísimas veces. De hecho, en ocasiones no me lo leía entero sino que me quedaba en unas estrofas concretas para ambientarme. Es una obra que, mientras más la lees, más matices percibes.
M.G.- Algo que me ha gustado mucho de la edición. Al final encontramos como el poema de puño y letra de Poe. Me parece que le da mucho realismo al volumen.
L.R.- Fue algo que se incorporó al final cuando el libro estaba acabado. Enrique Parrilla, director creativo y traductor de la obra, decidió que sería interesante incluir el poema tal cual Poe lo escribió, en inglés antiguo, no se tocó los signos de puntuación ni nada. Es un bonito cierre.
M.G.- Y este volumen forma parte de una colección. Creo que hay otros tres títulos más, ¿no?
L.R.- Sí. La colección la forman 'Poeta en Nueva York', de Federico García Lorca, ilustrado por Zaida Marín. Tuve la gran suerte de poder participar en el diseño y maquetación de esta obra, por lo que disfruté doblemente del trabajo de esta brillante ilustradora jerezana.
'El pasajero', de Ramón María del Valle-Inclán, ilustrado por Sylvia Vivanco.
'Balada del viejo Marinero', de Samuel Taylor Coleridge, edición para la que mr.momo decidió adaptar el trabajo de, si cabe, uno de los mejores ilustradores del siglo XIX, Gustave Doré (ya sabes, ilustrador de 'La Divina Comedia' o El Quijote), y llevándolo a una estética más contemporánea y minimalista.
Por último, 'The Raven' (El cuervo), de Edgar Allan Poe, obra que he tenido el honor de ilustrar, diseñar y maquetar.
Este proyecto de mr.momo lo que tiene de particular es que cada una de las cuatro obras tiene una entidad propia, tiene un tratamiento distinto y es diferente, tanto por el contenido textual, que son obras de distintos autores, como por las ilustraciones, que le imprimen personalidad propia a cada una de las obras. Cada álbum funciona de manera independiente y a su vez los cuatro combinan muy bien entre sí.
M.G.- ¿Y hay más proyectos en mente?
L.R.- Que yo sepa pretenden seguir pero no te sabría decir títulos o autores. Quizá algo de Machado.
M.G.- Y a nivel personal, ¿tienes algún proyecto más?
L.R.- Ahora mismo estoy muy motivada. Estoy trabajando actualmente en un par de álbumes ilustrados que iré haciendo progresivamente, guardando la misma estética que en este libro.
M.G.- Laura, pues te deseo la mayor suerte del mundo y gracias por acercarnos a Poe a través de tus ilustraciones.
L.R.- Gracias a ti.
Ya veis, la Literatura clásica no está reñida con los nuevos formatos y mucho menos con los tiempos actuales.The Raven es uno de los poemas más conocidos y en esta ocasión, la editorial mr.momo nos permite acercarnos a Poe de la mano de las ilustraciones de Laura R. Naranjo.
Si queréis conocer más profundamente el trabajo de esta ilustradora, no dejéis de pasar por sus redes sociales.
Instagram: Laura R. Naranjo (@l4ur4.rn)
L.R.- Es genial. Yo andaba ya desarrollando las ilustraciones cuando leí el prólogo y me llamó mucho la atención esa conexión que él encuentra en el cine de Lars von Trier, y en concreto con la película 'Melancolía', mi película favorita del cineasta, con el poema de Poe. Las sensaciones que te producen esta película son muy agridulces. Ocurre igual con 'El cuervo'. Para mí es una de esas obras que no dejan indiferente, que transcienden a su época, de letra viva, de la que se puede sacar algo nuevo en cada relectura y que se fija en la memoria de quien la lee. Como digo, cuenta con un final amargo, de gran crudeza pero de gran belleza también. Ocurre como en esas películas que te comento y señala Luque en el prólogo, las de Lynch, Haneke o Lars von Trier, con las que de alguna manera se logra retratar la belleza en las tragedias humanas.
El último párrafo que nos regala el prologuista de esta obra me parece muy significativo: «Por eso la lectura atenta de El cuervo puede producir una sensación muy parecida a la experimentada tras ver Melancolía: acabarás deprimido, existencialmente interpelado, pero rendido ante tanta belleza. Quizá también algo más sabio».
Para mí lo fundamental de esta obra es que logra dejar muchas incógnitas abiertas, invita a la introspección del lector, a formularse preguntas, no solo sobre la obra, si no sobre su propia existencia.
'El cuervo' transciende hasta nuestros días, porque toca temas universales: la pérdida, el duelo, el conflicto entre recuerdo y olvido, la melancolía, la devoción, la añoranza, la esperanza de volver a reencontrarnos más allá de la muerte...
Esa capacidad de llegar a individuos de cualquier época, es en la que, bajo mi punto de vista, radica su grandeza. Ha sido y va a continuar siendo fuente de inspiración para muchos artistas por siempre jamás.
M.G.- Hablemos de las ilustraciones, Laura. Me ha gustado mucho la elección de los colores. Hay láminas que son muy oscuras y muy tenebrosas pero también otras con tonos pastel, muy vivas.
L.R.- Determiné que uno de los aspectos interesantes a la hora de afrontar estéticamente la obra, y para que fuese diferente a otras interpretaciones, era dotarla de luz y riqueza cromática, huir de su tópica representación en la que predomina siempre la oscuridad, lo lúgubre.
La atmósfera sobrenatural que envuelve a la obra, la represento mediante una mancha de acuarela de tonos rosáceos y grises, va a servir como hilo conductor durante todo el álbum.
Cada pliego va a ser diferente. Me interesa el dinamismo, no solo en las propias ilustraciones, si no en las distintas páginas. Existe una secuencialidad entre las diferentes escenas del conjunto del álbum. Me encantan además los contrastes, que logro mediante los cambios de color y uso de imagen a doble página, y pienso que este ritmo en una maquetación es muy importante.
El espacio en el cual se sucede la historia es muy reducido, se limita al salón / habitación de una casa, y con ese espacio tenía que manejarme como escenario, conseguir diversidad de planos, jugando con los diferentes puntos de vista, centrándome en un elemento u otro,...
Asimismo planteé la historia desde una visión contemporánea y atemporal —la indumentaria de los personajes o en el mobiliario de la estancia donde se sucede la historia— para que pudiese enmarcarse de igual modo en 1845 como en nuestra era, y así trasladarla a un público joven y más actual.
La expresividad, no solo en la elección de los propios materiales y procedimientos (combinación de ilustración tradicional y digital), sino en las formas, en los rostros de los personajes (trasladar sus sentimientos y experiencias durante la narración), y en el propio uso expresivo de las perspectivas: la potencia que tienen los picados y contrapicados, y cómo la presión de ese cuervo es percibida por el protagonista, y por ende, por el lector. El cuervo le somete, somete al lector.
M.G.- ¿Y qué técnicas has utilizado?
L.R.- Tinta china, acuarela,... En algún momento algunas líneas con bolígrafo. Como dije antes, he mezclado la ilustración tradicional con la digital. Hay algunas láminas que las he dibujado a mano y luego están retocadas de forma digital. Pero es una manipulación muy sutil y sin perder la esencia de las ilustraciones.
M.G.- Pero son ilustraciones en el que el trazo está poco definido, ¿verdad?
L.R.- Sí. Además si te fijas, al principio todo está más detallado y progresivamente las ilustraciones se van deformando.
M.G.- Porque van a compás de la psicología del personaje.
L.R.- Exacto, esa es la idea. Los trazos se liberan y llegan casi a un punto expresionista.
Hay una simbiosis entre el poema y las ilustraciones; coexisten y establecen un diálogo que hacen que la obra sea muy especial y coherente. Mis ilustraciones generan una lectura paralela muy interesante, pero sin alterar el sentido de la obra tal como fue concebida por Poe.
M.G.- ¿Cuántas veces te has tenido que leer el poema para ilustrarlo?
L.R.- No sabría decirte. Muchísimas veces. De hecho, en ocasiones no me lo leía entero sino que me quedaba en unas estrofas concretas para ambientarme. Es una obra que, mientras más la lees, más matices percibes.
M.G.- Algo que me ha gustado mucho de la edición. Al final encontramos como el poema de puño y letra de Poe. Me parece que le da mucho realismo al volumen.
L.R.- Fue algo que se incorporó al final cuando el libro estaba acabado. Enrique Parrilla, director creativo y traductor de la obra, decidió que sería interesante incluir el poema tal cual Poe lo escribió, en inglés antiguo, no se tocó los signos de puntuación ni nada. Es un bonito cierre.
M.G.- Y este volumen forma parte de una colección. Creo que hay otros tres títulos más, ¿no?
L.R.- Sí. La colección la forman 'Poeta en Nueva York', de Federico García Lorca, ilustrado por Zaida Marín. Tuve la gran suerte de poder participar en el diseño y maquetación de esta obra, por lo que disfruté doblemente del trabajo de esta brillante ilustradora jerezana.
'El pasajero', de Ramón María del Valle-Inclán, ilustrado por Sylvia Vivanco.
'Balada del viejo Marinero', de Samuel Taylor Coleridge, edición para la que mr.momo decidió adaptar el trabajo de, si cabe, uno de los mejores ilustradores del siglo XIX, Gustave Doré (ya sabes, ilustrador de 'La Divina Comedia' o El Quijote), y llevándolo a una estética más contemporánea y minimalista.
Por último, 'The Raven' (El cuervo), de Edgar Allan Poe, obra que he tenido el honor de ilustrar, diseñar y maquetar.
Este proyecto de mr.momo lo que tiene de particular es que cada una de las cuatro obras tiene una entidad propia, tiene un tratamiento distinto y es diferente, tanto por el contenido textual, que son obras de distintos autores, como por las ilustraciones, que le imprimen personalidad propia a cada una de las obras. Cada álbum funciona de manera independiente y a su vez los cuatro combinan muy bien entre sí.
M.G.- ¿Y hay más proyectos en mente?
L.R.- Que yo sepa pretenden seguir pero no te sabría decir títulos o autores. Quizá algo de Machado.
M.G.- Y a nivel personal, ¿tienes algún proyecto más?
L.R.- Ahora mismo estoy muy motivada. Estoy trabajando actualmente en un par de álbumes ilustrados que iré haciendo progresivamente, guardando la misma estética que en este libro.
M.G.- Laura, pues te deseo la mayor suerte del mundo y gracias por acercarnos a Poe a través de tus ilustraciones.
L.R.- Gracias a ti.
Ya veis, la Literatura clásica no está reñida con los nuevos formatos y mucho menos con los tiempos actuales.The Raven es uno de los poemas más conocidos y en esta ocasión, la editorial mr.momo nos permite acercarnos a Poe de la mano de las ilustraciones de Laura R. Naranjo.
Si queréis conocer más profundamente el trabajo de esta ilustradora, no dejéis de pasar por sus redes sociales.
Instagram: Laura R. Naranjo (@l4ur4.rn)
Facebook: Laura RNaranjo (www.facebook.com/L.rodrigueznaranjo)
Ficha novela
Ficha novela
Editorial: mr.momo
Encuadernación: Tapa dura.
Nº Páginas: 432
Publicación:
Precio: 24,95 €
ISBN: 9788417105495
Ficha completa aquí.