Año: 2018
Nacionalidad: España
Director: David Vitori
Reparto: Belén Rueda, Mireia Oriol, Dario Grandinetti, Antonio Durán, Josean Bengoetxea, Carlus Fábrega, Vanessa Buchaca
Género: Terror
Sinopsis: Mónica ve cómo, de repente, Clara, su hija, entra en un coma profundo e inexplicable. Cuando los médicos la dan por muerta, un desconocido le propone un pacto: él salvará a Clara pero, a cambio, Mónica deberá entregarle una vida. Mónica acepta, y contra todo pronóstico, su hija se salva. Ahora ella deberá entregarle otra vida a cambio.
[Fuente: Filmaffinity]
A veces hago repaso a la filmografía de algún actor o actriz que me guste. No sé exactamente qué andaba buscando cuando me topé con esta película de Belén Rueda, que no había visto. Tampoco me sonaba mucho. No recuerdo haber visto ningún tráiler en el cine. La cuestión es que se aunaban dos parámetros interesantes. Por un lado, el género. Por otro, la actriz protagonista. Me gusta Belén Rueda. La he visto en interpretaciones brillantes y otras menos lucidas, pero, por regla general, no es una actriz que me disguste.
El pacto no es una película de terror propiamente. Salvo un par de jumpscares, puede ser visionada por los corazones más sensibles. Yo diría más bien que es una película de suspense con un toque paranormal, y es justo ahí donde vienen los problemas. El espectador merece un poco de respeto y todas las explicaciones necesarias. Y no, no vale escudarse en lo sobrenatural para dejar en el aire un millón de preguntas, porque al final, terminas de ver la cinta, y sientes que te han tomado el pelo, que el largometraje que acabas de ver es como un queso gruyere, de tantos agujeros como tiene. Pero, vamos al lío
Mónica (Belén Rueda) es una madre separada. Abogada de profesión, mantiene una relación complicada con su hija Clara (Mireia Oriol), una adolescente con diabetes. La madre es excesivamente protectora. Tiene tanto miedo de que a su hija le pase algo, que suele tener pesadillas, y por eso no la deja vivir a su aire. Así que la niña se enfada y discute con la madre. Por su parte, el padre, Alex Santos (Dario Grandinetti), es inspector de policía.Él comprende más a su hija pero no quiere inmiscuirse demasiado porque, aunque no mantiene mala relación con Mónica, tampoco es muy cumplidor con el pago de la manutención de Clara. Además ocurrió algo en el pasado que rompió el matrimonio, pero este será un detalle que conoceremos más adelante.
Una noche de intensa lluvia, Álex acude a una llamada de la policía. Una mujer se ha tirado desde un noveno piso. Al parecer no es la primera vez que lo intenta. Su hijo, Fran Ortiz -amigo de Clara-, está en estado de shock. Ha sido testigo de la caía y solo repite una y otra vez "No pude hacerlo". Contra todo pronóstico, y cuando la mujer ya está depositada en la bolsa mortuoria, empieza a moverse y regresa a la vida. Nadie da crédito.
Al día siguiente, Fran recoge a Clara en su coche para ir colegio. Poco después, la joven desaparece sin más, y será hallada en un lugar aislado, sin móvil y sin mochila, pero se encuentra muy grave. Sumida en un coma diabético, parece que la joven no se recuperará nunca. Álex intentará encontrar a las personas responsables de la situación de su hija, mientras que Mónica se sumerge en un estado de desesperación profundo. Pero alguien le propone hacer un pacto para salvar a su hija y no con el diablo precisamente. Entonces, ¿con quién? Eso tendrás que averiguarlo.
El pacto parte de una buena base. La trama gira alrededor de la típica pregunta que se le formula a unos padres.¿Qué estarías dispuesto a hacer por tus hijos? Es una idea que ya hemos visto en otros largometrajes y, aunque no sea excesivamente original, hubiera sido una buena película si no hubiera dejado tantos cabos en el aire. Porque, insisto, aunque te asomes a lo paranormal, no todo vale.
Hay detalles que, en su momento, no se entienden. Es más, pasan casi desapercibidos para el espectador. No pasa nada, porque luego todo va a cobrar sentido, así que, por este lado, nada que objetar. Ahora bien, ¿quién es el tipo con el Mónica hace el pacto? ¿De dónde sale? ¿Qué extraño poder posee? ¿Por qué? ¿De dónde le viene? ¿Y qué ocurre con ese insecto que aparece insistentemente en la película? Multitud de preguntas que no tienen respuesta en la película. Y digo yo, aunque los hechos se deban a cuestiones paranormales, alguna explicación tiene que haber, ¿no? Es que no podemos inventarnos a un tipo, misterioso, que habita en lo más recóndito de un polígono industrial, darle unos poderes y ¡hala! Ancha es Castilla. Lo siento, pero no me vale.
Para rizar más la cosa, resulta que el guion no está muy pulido que digamos. Intentaré no hacer mucho spoiler pero, para empezar, la policía no es capaz de rastrear el móvil de Clara porque según parece está apagado. Y luego resulta que alguien envía un mensaje desde ese móvil. ¿Qué pasa, que el móvil no tiene contraseña? ¿Un móvil de una adolescente sin contraseña? Eso no se lo cree nadie. Por otro lado, Mónica, alegando que ha perdido el bolso, solicita al servicio de vigilancia de un hospital, visionar las cámaras de seguridad, y ahí se sienta ella, junto al guardia de seguridad, a mirar las cintas. Y es que la mujer sospecha algo pero, ¿por qué sospecha? ¿De dónde le viene esa sospecha? Tanto se aclara esto. Más cosas, hay un accidente de tráfico y en ese accidente, una persona se salva, pero esa información no llega a los implicados en el accidente. Así que, esa persona que se ha salvado, anda detrás de otra, descubre dónde vive, cuál es su número de teléfono y en qué colegios estudian sus hijos. Lo habrá mirado en su bola de cristal. Y podría continuar con más cosas, pero lo voy a dejar ya. A lo mejor resulta que soy muy 'especialita', pero sinceramente creo que este guion le toma el pelo al espectador.
Eso sí, la banda sonora es muy potente y acompaña perfectamente bien a los momentos de máxima tensión. Casi que es la propia música la que provoca esa inquietud en el espectador, más que la propia escena.
En cuanto a las interpretaciones, Mireia Oriol en el papel de Clara no me ha gustado absolutamente nada. Vale, su personaje ha salido de un coma, pero es que resulta insulsa desde el primer minuto. He visto muertos con más vida que esta actriz. En cuanto a Belén Rueda, a mi juicio no es su mejor papel. Su interpretación no me ha aportado nada de nada. Por lanzarle un capote, me atrevería a decir que probablemente a ella el guion le convenciera menos que a mí. El único que se salva es Dario Grandinetti, que se muestra correcto y convence.
Y no continúo con más detalles. No voy a decir que El pacto es una película tan malísima que no merece la pena verla. No es eso. A mí me ha resultado entretenida, pero es que es inevitable sentir cierta decepción, porque parte de unos mimbres muy buenos y luego se va desinflando plano a plano. Así que, para una tarde de puro aburrimiento, te puede servir. Una pena que se haya cuidado tan poco los detalles.