Editorial: Cátedra
Colección Signo e Imagen
Fecha publicación: Junio 2020
Colección Signo e Imagen
Fecha publicación: Junio 2020
Precio: 18,00 €
Nº Páginas: 400
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN: 9788437641331
Autor
Francis Closas y Silvia Farriol
Sinopsis
Este libro es algo más que una biografía de Alberto Closas. Pretende, en primer lugar, subsanar la inexistencia de una recopilación exhaustiva de su actividad teatral y cinematográfica, así como aclarar cuál fue su origen, ya que mucha gente le cree nacido en Madrid o incluso en Argentina. En segundo lugar, reivindicar la memoria de su padre, Rafael Closas, comprometido con la causa republicana desde varios puestos de responsabilidad en la Generalitat de Catalunya bajo la presidencia de Francesc Macià, hasta el de Conseller en el último gobierno de Lluís Companys en 1938. Ese fue el detonante que provocó el exilio de toda la familia a Francia, en enero de 1939, y posteriormente el de los dos hermanos mayores a Argentina desde París. Su labor se desarrolló siempre en la sombra, lejos de la notoriedad pública. Y su memoria no debe perderse lentamente entre el olvido y la melancolía. Esta es, pues, también una historia del exilio que padeció una familia que, como tantas otras, sufrió la derrota que, tras la Guerra Civil, dispersó como un vendaval a tantos habitantes de un país dividido y humillado en el que, en realidad, todos perdieron. En este caso, para uno de sus miembros por lo menos, Alberto Closas, el éxito acompañó su deambular y acabó como una historia de triunfos y reconocimientos. La magnitud del archivo familiar ha permitido a los sobrinos Francis y Silvia la reconstrucción de un período histórico de una ciudad y de un país y entresacar lo mejor de las personas y los personajes, dibujando con sus luces, y también con algunas de sus sombras, un retrato lo más exacto posible de un hombre y su circunstancia, particular y común, propia e intransferible, especial y general. Una vida más, ni más ni tampoco menos.
Hoy vengo con una propuesta muy diferente. Este lunes dejo de lado la novela, el relato, la poesía o el ensayo, y me centro en la biografía, un género al que me asomo mucho menos de lo que me gustaría. En esta ocasión, a mi interés por conocer más en profundidad a una persona destacada de algún ámbito, se une mi pasión por cine. Me gusta el séptimo arte por todos y cada uno de sus lados. Siento debilidad por las películas antiguas, aquellas en blanco y negro que se hacían con poco presupuesto, y también por las super producciones actuales. Me gusta el cine americano, el británico, el francés, el argentino,... pero también, cómo no, el español. Los thrillers españoles me seducen y las comedias me entretienen. Me gusta incluso aquel cine casposo, machista, retrógrado, en el que todo se reducía a una trama llena de estereotipos. Aquel cine era reflejo de su época, de una forma de vivir, de unos tiempos en los que la mujer quedaba reducida a un papel nimio y cuestionable. Y más aún, si se trataba de películas del destape. José Luis López Vázquez, Florinda Chico, Alfredo Landa, Gracita Morales, Paco Martínez Soria, Mari Carrillo, Tony Leblanc, Josele Román, Antonio Ozores, Rafaela Aparicio han llenado esos días de mi vida en los que todo me salía mal. Os prometo que, en un día gris, películas como Abuelo made in Spain, Recluta con niño o No desearás al vecino del quinto han conseguido sacarme alguna sonrisa y animarme la jornada. Hay largometrajes que me sé de memoria y, aún así, siempre me surten efecto.
Entre todos esos actores, no podía faltar el galán Alberto Closas, tan alto, tan guapo, con esa sonrisa tan luminosa. Me encantan algunas de sus películas como La familia, bien gracias, La familia y uno más, Muerte de un ciclista o Las viudas. Estas películas son lo que son, pero a mí siempre me han entretenido y con eso me ha bastado. Por eso, y aun alejándome mucho de lo que acostumbro a leer, me apetecía empaparme de su biografía, saber más de aquel actor que protagonizó más de sesenta películas, y compaginó el cine con el teatro y la radio. Así que, a pesar de que es un libro que gustará a un pequeño grupo de lectores, hoy vengo a hablaros de Alberto Closas. A un paso de las estrellas, escrito por Francis Closas, sobrino del actor, y Silvia Farriol.
Alberto Closas. A un paso de las estrellas, editado por Cátedra, hace un repaso a la vida del actor. Nace en Barcelona, el 30 de octubre de 1921, aunque estudió fuera de España y tuvo que exiliarse con su familia.Para reconstruir su vida, los autores han contado con la colaboración de diversas voces que han aportado sus recuerdos y anécdotas, todas ellas mencionadas en la nota de Agradecimiento, entre las que figuran Julia Gutiérrez Caba y Carlos Hipólito. Pero esta biografía también se compone de fragmentos de entrevistas que el actor concedió a diversas publicaciones de la época, como Semana, y que se transcriben literalmente; o a cartas enviadas a sus padres, o recibidas por ellos, que la familia ha guardado todos estos años.
Con un prólogo a cargo de Eduardo Mendoza, que conoció al actor a través de amistades comunes, el escritor define a Closas como "Un hombre de buena planta, no solo guapo, sino lo que en otra época se llamaba apuesto, de una elegancia fácil y espontánea, simpático y desenvuelto". Siempre fue un actor que brilló por una elegancia y buen gusto exquisito, y eso se percibe en cualquiera de sus películas. Sin embargo, ese porte era algo natural, que veníamos dentro y fuera de la pantalla, como podemos apreciar por las muchísimas fotografías que se incluyen en el texto, instantáneas que muestran al actor desde bien pequeño hasta los 72 años, edad con la que murió a causa de un cáncer de pulmón, en 1994. Hay una foto preciosa, tomada en 1993, en la que se le ve junto a su última pareja, luciendo un pañuelo anudado al cuello, con un estilo muy informal, y sin perder un ápice de clase.
Tras una introducción, el lector se enfrenta a siete grandes capítulos, que engloban toda su existencia, desde 1921 a 1994. Encontraremos un repaso a sus orígenes, el contexto político y social de Barcelona en los tiempos del nacimiento del actor, la relación de su padre, Rafael Closas, con la política, y sus estudios en París. Porque Alberto Closas no vino al mundo en el seno de una familia humilde. Nació en la calle Trafalgar de Barcelona, una vía elegante aunque no ostentosa, sino más bien discreta. Y como llegó a una familia de posibles, lo mandaron a estudiar a París. El estallido de la guerra civil trajo complicaciones a la familia, muy vinculada con la República, por lo que, tras la victoria de las tropas nacionales, los Closa tuvieron que hacer las maletas y marcharse al exilio.
El segundo bloque del libro se centra en los años en los que Alberto Closa pasó entre Chile, Uruguay y Argentina, intentando abrirse camino. Es una etapa del actor que desconocía por completo. No había oído jamás que su carrera como actor se iniciara en Latinoamérica. En Santiago de Chile entró a formar parte de la escuela de arte dramático de Margarita Xirgú, una actriz catalana que montaba obras teatrales basadas en los libretos de Federico García Lorca. Closas consiguió debutar en el cine argentino, consagrándose entre los años 1942 y 1946.
No fue hasta los años 50 cuando Alberto Closas vuelve a pisar suelo español para afincarse en su país de nacimiento. A partir de aquí, el libro se centra en la vida del actor década a década, destacando no solo las películas y las obras teatrales en las en que participaba, sino todo lo relativo a su vida personal. Se hace repaso a todas las mujeres con las que compartió su vida como Amelia Bence, Marisa Martínez, la única con la que tuvo hijos, o Águeda de la Pisa, a la que se unió cuando ya tenía cierta edad, y que fue su último amor. Y, como no podía ser de otro modo, tratándose de un actor, el último capítulo se titula Abajo el telón, mencionando que, sus últimas apariciones fueron en la famosa serie Farmacia de guardia, junto a Carlos Larrañaga y Concha Cuetos.
Varios anexos culminan este volumen. Por un lado, la opinión que compañeros de profesión y personas vinculadas con el cine, tenían de Alberto Closas, como Emilio Gutiérrez Caba o José Sacristán. Le seguirá la cronología de sus obras, su discografía (sí, yo tampoco sabía que había grabado discos), los premios y distinciones, y otra serie de añadiduras que enriquecen la biografía del actor.
Como dije antes, sé que Alberto Closas. A un paso de las estrellas no es un libro para todo tipo de lectores. Sé que se aleja mucho de los gustos de los que pasáis por aquí, pero a veces también resulta interesante meterse en otros jardines. A mí me parece un regalo ideal para los amantes del cine, en general, o para esos padres y abuelos que tenían nuestra edad cuando Closas estrenaba sus películas. Como os digo, a mí me ha gustado mucho leer sobre la vida del actor, un rostro que me ha acompañado en muchos momentos sentada frente al televisor, que me ha hecho reír, y cuyas películas me han entretenido muchísimo. Una propuesta diferente para este verano.
[Información tomada directamente del ejemplar]
Hoy vengo con una propuesta muy diferente. Este lunes dejo de lado la novela, el relato, la poesía o el ensayo, y me centro en la biografía, un género al que me asomo mucho menos de lo que me gustaría. En esta ocasión, a mi interés por conocer más en profundidad a una persona destacada de algún ámbito, se une mi pasión por cine. Me gusta el séptimo arte por todos y cada uno de sus lados. Siento debilidad por las películas antiguas, aquellas en blanco y negro que se hacían con poco presupuesto, y también por las super producciones actuales. Me gusta el cine americano, el británico, el francés, el argentino,... pero también, cómo no, el español. Los thrillers españoles me seducen y las comedias me entretienen. Me gusta incluso aquel cine casposo, machista, retrógrado, en el que todo se reducía a una trama llena de estereotipos. Aquel cine era reflejo de su época, de una forma de vivir, de unos tiempos en los que la mujer quedaba reducida a un papel nimio y cuestionable. Y más aún, si se trataba de películas del destape. José Luis López Vázquez, Florinda Chico, Alfredo Landa, Gracita Morales, Paco Martínez Soria, Mari Carrillo, Tony Leblanc, Josele Román, Antonio Ozores, Rafaela Aparicio han llenado esos días de mi vida en los que todo me salía mal. Os prometo que, en un día gris, películas como Abuelo made in Spain, Recluta con niño o No desearás al vecino del quinto han conseguido sacarme alguna sonrisa y animarme la jornada. Hay largometrajes que me sé de memoria y, aún así, siempre me surten efecto.
Entre todos esos actores, no podía faltar el galán Alberto Closas, tan alto, tan guapo, con esa sonrisa tan luminosa. Me encantan algunas de sus películas como La familia, bien gracias, La familia y uno más, Muerte de un ciclista o Las viudas. Estas películas son lo que son, pero a mí siempre me han entretenido y con eso me ha bastado. Por eso, y aun alejándome mucho de lo que acostumbro a leer, me apetecía empaparme de su biografía, saber más de aquel actor que protagonizó más de sesenta películas, y compaginó el cine con el teatro y la radio. Así que, a pesar de que es un libro que gustará a un pequeño grupo de lectores, hoy vengo a hablaros de Alberto Closas. A un paso de las estrellas, escrito por Francis Closas, sobrino del actor, y Silvia Farriol.
Alberto Closas. A un paso de las estrellas, editado por Cátedra, hace un repaso a la vida del actor. Nace en Barcelona, el 30 de octubre de 1921, aunque estudió fuera de España y tuvo que exiliarse con su familia.Para reconstruir su vida, los autores han contado con la colaboración de diversas voces que han aportado sus recuerdos y anécdotas, todas ellas mencionadas en la nota de Agradecimiento, entre las que figuran Julia Gutiérrez Caba y Carlos Hipólito. Pero esta biografía también se compone de fragmentos de entrevistas que el actor concedió a diversas publicaciones de la época, como Semana, y que se transcriben literalmente; o a cartas enviadas a sus padres, o recibidas por ellos, que la familia ha guardado todos estos años.
Con un prólogo a cargo de Eduardo Mendoza, que conoció al actor a través de amistades comunes, el escritor define a Closas como "Un hombre de buena planta, no solo guapo, sino lo que en otra época se llamaba apuesto, de una elegancia fácil y espontánea, simpático y desenvuelto". Siempre fue un actor que brilló por una elegancia y buen gusto exquisito, y eso se percibe en cualquiera de sus películas. Sin embargo, ese porte era algo natural, que veníamos dentro y fuera de la pantalla, como podemos apreciar por las muchísimas fotografías que se incluyen en el texto, instantáneas que muestran al actor desde bien pequeño hasta los 72 años, edad con la que murió a causa de un cáncer de pulmón, en 1994. Hay una foto preciosa, tomada en 1993, en la que se le ve junto a su última pareja, luciendo un pañuelo anudado al cuello, con un estilo muy informal, y sin perder un ápice de clase.
Tras una introducción, el lector se enfrenta a siete grandes capítulos, que engloban toda su existencia, desde 1921 a 1994. Encontraremos un repaso a sus orígenes, el contexto político y social de Barcelona en los tiempos del nacimiento del actor, la relación de su padre, Rafael Closas, con la política, y sus estudios en París. Porque Alberto Closas no vino al mundo en el seno de una familia humilde. Nació en la calle Trafalgar de Barcelona, una vía elegante aunque no ostentosa, sino más bien discreta. Y como llegó a una familia de posibles, lo mandaron a estudiar a París. El estallido de la guerra civil trajo complicaciones a la familia, muy vinculada con la República, por lo que, tras la victoria de las tropas nacionales, los Closa tuvieron que hacer las maletas y marcharse al exilio.
El segundo bloque del libro se centra en los años en los que Alberto Closa pasó entre Chile, Uruguay y Argentina, intentando abrirse camino. Es una etapa del actor que desconocía por completo. No había oído jamás que su carrera como actor se iniciara en Latinoamérica. En Santiago de Chile entró a formar parte de la escuela de arte dramático de Margarita Xirgú, una actriz catalana que montaba obras teatrales basadas en los libretos de Federico García Lorca. Closas consiguió debutar en el cine argentino, consagrándose entre los años 1942 y 1946.
No fue hasta los años 50 cuando Alberto Closas vuelve a pisar suelo español para afincarse en su país de nacimiento. A partir de aquí, el libro se centra en la vida del actor década a década, destacando no solo las películas y las obras teatrales en las en que participaba, sino todo lo relativo a su vida personal. Se hace repaso a todas las mujeres con las que compartió su vida como Amelia Bence, Marisa Martínez, la única con la que tuvo hijos, o Águeda de la Pisa, a la que se unió cuando ya tenía cierta edad, y que fue su último amor. Y, como no podía ser de otro modo, tratándose de un actor, el último capítulo se titula Abajo el telón, mencionando que, sus últimas apariciones fueron en la famosa serie Farmacia de guardia, junto a Carlos Larrañaga y Concha Cuetos.
Varios anexos culminan este volumen. Por un lado, la opinión que compañeros de profesión y personas vinculadas con el cine, tenían de Alberto Closas, como Emilio Gutiérrez Caba o José Sacristán. Le seguirá la cronología de sus obras, su discografía (sí, yo tampoco sabía que había grabado discos), los premios y distinciones, y otra serie de añadiduras que enriquecen la biografía del actor.
Como dije antes, sé que Alberto Closas. A un paso de las estrellas no es un libro para todo tipo de lectores. Sé que se aleja mucho de los gustos de los que pasáis por aquí, pero a veces también resulta interesante meterse en otros jardines. A mí me parece un regalo ideal para los amantes del cine, en general, o para esos padres y abuelos que tenían nuestra edad cuando Closas estrenaba sus películas. Como os digo, a mí me ha gustado mucho leer sobre la vida del actor, un rostro que me ha acompañado en muchos momentos sentada frente al televisor, que me ha hecho reír, y cuyas películas me han entretenido muchísimo. Una propuesta diferente para este verano.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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