Sé que lo que estamos viviendo me va a pasar factura. Lo tengo muy claro. Soportar, de esta forma tan dilatada en el tiempo, la incertidumbre, el miedo, la inseguridad, el dolor o la tristeza es como una gota malaya, que va horadando mi cerebro día a día. Por eso la lectura es tan importante, aunque no sienta muchas ganas de leer. Y por eso es también importante leer sobre lo que nos está ocurriendo. Conocer otras experiencias, saber cómo otras personas se están enfrentando a estos tiempos, es luchar contra todo aquello que nos deja paralizados. Así que, últimamente, estoy prestando mucha atención a todo lo que se publica en relación con el coronavirus. Hay un sector de la población que tiene mucho que contar. Son todas esas personas que están en primera línea de batalla y a las que hay que dar voz. Es lo que ha hecho Ana Polegre, o lo que es lo mismo, Enfermera en apuros. Esta joven tinerfeña de 29 años acaba de publicar su segundo volumen ilustrado, Coronavirus. Historias reales en primera línea de batalla, y sobre él hemos hablado, vía mail, hace unos días.
@Ana Polegre |
Ana P.- Enfermera en apuros es una marca de productos para enfermeros y sanitarios nacida en 2014 (shop.enfermeraenapuros.com). Desde entonces, damos visibilidad a la enfermería y además, la nutrimos de productos especiales para ellos. Poco a poco hemos ido abriendo la gama a más profesiones sanitarias. Nuestra última nueva línea, Technical, es ideal para muchos profesionales de otros sectores ajenos a la sanidad.
M.G.- ¿Cómo surge el personaje de Enfermera en apuros?
A.P.- Surge en 2014 tras realizar el EIR. Necesitaba soltar toda la tensión que tenía dentro tras la preparación y contar todo lo que me estaba pasando en mis primeros contratos. Así nace el blog, que luego se convirtió en tienda online y ahora en marca.
M.G.- ¿Qué quieres mostrar a los lectores con este libro?
A.P.- La auténtica realidad que han vivido todos los compañeros. Hay tanta información en RRSS y medios tradicionales que ya no se sabe qué es real y qué no. Estas son historias reales. Si quieren conocer lo que pasó y sigue pasando, es ideal que lo lean.
M.G.- Este volumen recoge muchísimos testimonios, pequeñas anécdotas de compañeros. ¿Con cuántas personas has tenido que hablar para escribir este libro? ¿Y a través de qué medios lo has hecho?
A.P.- Son más de 100 historias reales que hemos ido recabando a través de una plataforma personalizada. Los compañeros podrían sentirse libres de narrarnos con tranquilidad su desgarradora experiencia. Por mi parte, las he ordenado dando forma en el tiempo y por supuesto, las he ilustrado con todo mi cariño. Este es un libro muy fácil de leer pero muy difícil de digerir. Hay mucha emoción dentro.
M.G.- ¿Cuáles son los testimonios que más destacarías?
A.P.- Personalmente la primera parte es la que más me toca el corazón. Los primeros momentos, las primeras incertidumbres, las informaciones contradictorias, el miedo… Es por eso que el primer y segundo capítulo son muy importantes.
M.G.- Hay declaraciones que me han sorprendido mucho. Compañeros que se quejan de la escasez de protocolos, de recursos, de gestión. En este sentido, tu libro también se puede entender cómo un libro-denuncia.
A.P.- Por supuesto, muestro la realidad. Con todo lo que eso conlleva, que es mucho. Si los lectores quieren descubrir como las enfermeras y demás sanitarios han hecho frente a este pandemia de verdad, es ideal que ojeen sus páginas.
M.G.- Hubo mucha polémica con respecto a las instrucciones dadas desee Sanidad, para no derivar a ancianos de las residencias a los hospitales. Yo me negaba a creerlo hasta que he leído un testimonio en tu libro, que habla precisamente de esto. ¿Cómo se gestiona emocionalmente algo así?
A.P.- Es difícil, hemos visto muchas injusticias en todos los sectores y servicios. Hay muchas cosas que deberían haberse hecho de forma diferente.
M.G.- Por otro lado, también sabemos que hubo una oleada de solidaridad y apoyo por parte de sanitarios jubilados, que decidieron echar una mano. No obstante, también hay un testimonio en el libro que dice justo lo contrario, una enfermera que decidió no ir al frente. Me ha parecido un testimonio muy valiente, aunque desconozco si es fácil para el resto de compañeros aceptar una decisión así. ¿Cómo lo ves?
A.P.- Los enfermeros y sanitarios no dejan de ser personas. Personas increíbles y valientes, pero personas. Cada uno tiene su historia, sus circunstancias, y es totalmente lícito lo que cada uno de ellos ha decidido. No somos quién para juzgar. Todos hemos hecho lo que hemos podido dentro de nuestras capacidades.
M.G.- También, cuando pensamos en el riesgo que corre el personal sanitario, tendemos a pensar en aquellos que trabajan en los hospitales, pero hay otros lugares donde también corren riesgo. Un punto de vista muy interesante es el que aporta una compañera, trabajadora de una clínica dental.
A.P.- Todos los que han estado expuestos a personas, han estado expuestos al virus. Trabajadores sanitarios y no sanitarios. Me parecía importante dar voz a todos. Todos hemos pasado miedo.
M.G.- Habrá enfermeras/os que estén en mayor o menor contacto con la muerte pero imagino que, bajo ningún concepto, estabais preparados emocionalmente para algo así, ¿verdad?
A.P.- Efectivamente, todos estamos en contacto con esta parte de la vida, pero lo que hemos visto estos meses ha sido muy duro. Tanto la muerte en sí como la forma de morir de muchos de ellos. La soledad a la que se enfrentaban en sus últimos días de vida nos partía el alma y lo poco que podíamos confortar con nuestros EPIs, ha terminado por pasar factura psicológica a muchos.
M.G.- ¿Las ilustraciones las has realizado tú?
A.P.- Sí, yo soy la ilustradora de Enfermera en apuros y por tanto de mis libros.
M.G.- Son ilustraciones realizadas con colores pastel que siempre dan un toque alegre. Imagino que, en cierto modo, es una forma de restar algo de dramatismo a todo lo que contiene el libro, ¿no?
A.P.- Realmente es la gama cromática distintiva de la marca. Enfermera en apuros es alegría en medio del caos.
M.G.- Hay otros profesionales de tu sector que también han empleado la literatura y la ilustración para dar visibilidad al mundo de la enfermería. Me gustaría saber si también lees a esos compañeros.
A.P.- Intento leer todo lo que puedo pero desafortunadamente, con una empresa como Enfermera en apuros, tengo menos tiempo del que me gustaría para ello.
M.G.- Gracias Ana por esta entrevista y muchas gracias también por lo que estáis haciendo.
A.P.- Gracias.