Año: 2018Nacionalidad: EE.UU
Director: Veena Sud
Reparto: Mireille Enos, Peter Sarsgaard, Joey King, Cas Anvar, Nicholas Lea, Patti Kim, Devery Jacobs, Alan Van Sprang, Dani Kind
Género: Thriller
Sinopsis: Cuando su hija adolescente confiesa haber matado impulsivamente a su mejor amiga, dos padres desesperados cubren el horrible crimen con una red de mentiras y engaños.
Haciendo una búsqueda por Amazon Prime, me encuentro con El engaño. No conozco a la directora y del reparto, tan solo me suena un nombre. Pero leo la sinopsis y parece interesante. Sin pararme a leer opiniones me dispongo a verla. Resultado: muy pasable. El engaño es una película de las que yo llamo "sierra", con un guion de altibajos constantes, con picos de interés de baja relevancia, que apenas se mantienen en el tiempo.
Kayla es una quinceañera consentida. Sus padres -Jay y Rebecca- están divorciados y ambos están en proceso de rehacer sus vidas. Sin embargo, y por el bien de la hija en común, mantienen una relación cordial. Cuando la joven tiene que trasladarse a un campamento, su padre se encarga de llevarla a destino. Durante el camino, encuentran en una inhóspita y solitaria parada de autobús a Britney, una amiga de Kayla, que también va camino del campamento. Jay recoge a la joven pero, en un punto del trayecto, las jóvenes se bajan del coche para orinar. Es un paraje desangelado, solitario, con una profunda capa de nieve que lo recubre todo. Mientras espera, Jay escucha un grito y va en busca de las chicas. Encuentra a Kayla sentada sobre la barandilla de un puente. Está sola. Ni rastro de Britney. En evidente estado de nerviosismo, Kayla confiesa a su padre que ha empujado a su amiga a las gélidas aguas del río. ¿Por qué hace eso Kayla? ¿Qué se supone que debe hacer el padre ahora? ¿Entregar a su hija o protegerla? Hay que elucubrar un plan. El problema es que no contaban con el padre de Britney. Pero, un problema aún mayor es el desenlace. Totalmente absurdo.
El engaño parte de una premisa ya vista. Son varias las películas que analizan la complicada situación de unos padres que deben encubrir los delitos de sus hijos. La moral y el amor entran en una pugna, en la que siempre gana el segundo contrincante. Jay y Rebecca trataran por todos los medios de salvar a su hija de las manos de la justicia. No importa lo que tengan que hacer. Lo principal es proteger a su niñita, a la que no parece importarle lo que ha hecho. Porque Kayla vuelca toda su responsabilidad sobre sus padres -o eso creemos-, y se sabe amparada bajo el cálido abrigo de sus padres.
El guion resulta a veces predecible y no cuenta con la suficiente coherencia. Atención a la siguiente escena:
[Situación: Hombre y mujer se acercan a una casa con todas las luces encendidas. Mientras ella vigila, él se cuela en el jardín de la casa. De repente, las luces de la vivienda se apagan]
Ella: ¡Fulanito, fulanito! ¡Sal de ahí! ¡Se han apagado las luces! ¡Hay alguien en la casa!
Y, aunque en situaciones de estrés el ser humano acostumbra a hacer cosas incomprensibles, en este largometraje, los personajes a veces reaccionan de una manera bastante irracional. También quedan algún flecho suelto. Se nos da a entender que la joven sufre algún trastorno psicológico motivado por la separación de los padres. Se alude a un comportamiento del que luego no se aclara nada. Pero lo peor de todo es que la película hace trampa y por ahí no paso. En un momento dado nos muestra una imagen concluyente, que luego descubriremos que no es cierta. La película se llama El engaño, sí, pero no vale engañar al espectador de esa manera tan burda.
En cuanto a los personajes, a Kayla entran ganas de darle dos buenas bofetadas sonoras, de esas que dejan una rojiza huella sobre el moflete. Jay y Rebecca son dos padres angustiados, pero las interpretaciones de Mireille Enos y Peter Sarsgaard dicen poco. La desesperación de los padres no llega al espectador. Al menos, no a mí.
De ritmo sosegado en su mayor parte,El engaño es una película para pasar el rato. La cinta explora la complicadas y típicas relaciones entre padres e hijos adolescentes; la descorazonada situación que sufren los jóvenes ante padres divorciados; la necesidad de llamar la atención; pero sobre todo eso, el nivel de sacrificio de los padres por sus cachorros y la unión que se genera entre dos personas en momentos llenos de obstáculos.
Con algún momento de tensión que luce poco, debido a un guion flojo e inconsistente, El engaño sirve para lo que sirve: hora y media de entretenimiento que no consigue despejar la mente de tus cuitas diarias. Y dicho esto, no es de extrañar que, siendo un película realizada en 2018, se haya estrenado en Amazon Prime dos años después. Parece que Blumhouse, mi adorada productora de terror, se lo ha estado pensando todo este tiempo. Al final, ha decidido lanzarse a la piscina. Vacía, lamentablemente.