Adiós, 2020.¿Qué decirte? ¿Qué deciros? Nada que no sepáis ya. Las Navidades se me han pasado volando. Es que ni siquiera he tenido esa sensación navideña que me invade todos los años. Llegó la Nochebuena y como si fuera otro día más. Nos alcanzó la Nochevieja, con sus uvas incluidas, y tampoco me sentí como años anteriores. Algo que, en esta ocasión, agradezco mucho, porque a mí lo de terminar un año y empezar otro, siempre me produjo cierta ansiedad. Y con los Reyes Magos, pues más de lo mismo. Hubo regalos pero no sé, poco entusiasmo, sinceramente.
Pero bueno, hablemos de libros.
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Los comprados
Pues si no me equivoco, ninguno. Eso sí, anoté un par de títulos para regalar que ya os mostraré en el resumen de enero.
Los recibidos
Pensé que este mes sería mucho más movido. No sé vosotros pero he sentido un cierto repliegue por parte de las editoriales. Imagino que todo esto de la pandemia sigue haciendo estragos.
Algaida Editores lanzó Quince llamadas perdidas de Rubén Abella. Ha sido el título que se ha alzado con el LV Premios Literarios Kutxa Ciudad de San Sebastián. Se trata de un volumen de relatos al que voy a hincar el diente ya mismo.
Y en la modalidad de teatro, Vivir de alquiler de Markel Hernández Pérez. Ya lo he leído pero quiero darle una segunda vuelta. Es una historia peculiar, a la que hay que cogerle el punto.
Ediciones en huida publica Homenaje a Lovecraft de Javier Álvarez. Que aparezca el nombre del autor de Providence ya me parece suficiente aliciente.
Y Gregorio Verdugo firma La casa de los gatos, «la crónica de los descendientes de Francisco de Ximénez, capitán de la Armada Invencible, la más grande flota reunida jamás, pertrechada bajo el reinado de Felipe II con el objetivo de destronar a la reina Isabel I de Inglaterra».
Por último, Atanasio PdH me hizo llegar Lobo herido. Un jesuita contra el III Reich. Fue una sorpresa que no esperaba y se lo agradezco muchísimo.
No hubo lugar a que la diosa Fortuna hiciera su trabajo. Creo que me apunté a muy pocos sorteos pero retomaré tan buena costumbre.
Las lecturas y el cine
Me ocurre en vacaciones lo contrario a lo más lógico. Leo mucho menos. Será que me disperso en otras cuestiones y eso que, en lo que respecta a este año, a pocas actividades podemos dedicar el tiempo libre. En cualquier caso, empecé el mes con una novela que me ha maravillado, La mujer sin nombre de Vanessa Montfort (Plaza & Janés). Me encantó. Estoy preparando la reseña. Hay tanto que contar de esta novela...
Seguí con una novela gráfica. Confieso que no conocía a Henar Álvarez y su primer libro La mala leche (Planeta) me ha servido para acercarme a esta cómica y a su particular visión de la vida. En unos días, la reseña.
El síndrome Diógenesde Juan Ramón Santos es un libro muy cortito pero muy bueno. Me gustó muchísimo su argumento y me pareció una lectura muy interesante. Ya lo tenéis reseñado en el blog.
Como se acercaban las Navidades, quise leer un libro que me regalaron en mi cumpleaños. Las cartas de Papá Noelde J.R.R. Tolkien es una pequeña joya que disfruté mucho. Ya lo tenéis reseñado en el blog.
También, y aprovechando que el autor lanzó la última entrega de la trilogía, quise leer Loba negra de Juan Gómez-Jurado. Tanto en redes como en este espacio, comenté en su día que Reina roja me gustó pero no fue para mí una lectura tan espectacular como auguraba. Culpo de ello a las expectativas. Con Loba negra he ido mucho más cautelosa y ¡oh, sorpresa!, me ha ocurrido lo contrario que a otros muchos lectores. Esta me ha dejado mejor sabor de boca que la primera. A ver qué tal cuando lea Rey blanco.
¿Y no nos quejamos constantemente de que vamos dejando muchas lecturas atrás, que tenemos muchos pendientes, bla, bla, bla? Creo que nos ocurre a todos. Yo he ideado un plan para ir rescatando libros que tengo en las estanterías desde no se sabe cuándo. Me gusta leer un ratito en la cama, antes de dormir, pero si son libros que quiero reseñar en el blog, suelo ir tomando algunas notas en una libreta, lo que me supone un engorro si estoy en posición horizontal. Así que he pensado aprovechar esos momentos para leer libros que tengan varios años y que no quiero reseñar. He empezado por lecturas livianas, de esas que son entretenidas y que se leen fácilmente. De este modo, y ya que en su día me gustó mucho la saga Valeria de Elisabeth Benavent, me he lanzado a la bilogía de Silvia - Persiguiendo a Silvia y Encontrando a Silvia. Admito que me han gustado menos que los de Valeria, pero bueno, han cumplido con lo que esperaba de ellos.
En cuanto a las entrevistas, en diciembre publiqué las siguientes:
- Miguel Ángel Oeste por Arena.
- Miguel Ángel Oeste por Arena.
- Héctor Castiñeira por Nosotras, enfermeras.
- María Hesse por Marilyn. Una biografía.
- Bárbara Blasco por Dicen los síntomas.
- Vanessa Montfort por La mujer sin nombre.
Y también os comenté cómo se desarrolló la rueda de prensa virtual para presentar los Premios Ateneo de Sevilla.
El cine no podía faltar y esta vez lo dediqué principalmente a las Navidades. Sin embargo, antes de comentaros lo que me pareció Cena de Navidad y De ilusión también se vive, os hablé de una película de José Luis Garci que me encanta, Canción de cuna, y de una película de terror,Voces.
¿Y qué tal se está presentando enero?
Pues no ha empezado muy bien. De entrada me trajo de Reyes una cuarentena y una prueba PCR. Por suerte dio negativa, pero sigo en reclusión hasta el próximo martes.
La parte positiva es que los libros siguen siendo unos buenos aliados y 2021 empieza a echar a andar literariamente con cierta timidez. Pero ya os iré contando.
¡¡Nos leemos!!