Año: 2021
Nacionalidad: España
Director: Lluís Quílez
Reparto: Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Luis Callejo, Patrick Criado, Andrés Gertrudix, Isak Férriz, Miquel Gelabert, Édgar Vittorino, Florín Opritescu, Ángel Solo, Àlex Monner, Sebastián Haro
Género: Thriller
Sinopsis: En una fría noche cerrada de invierno, en mitad de una carretera despoblada, un furgón policial blindado es asaltado durante un traslado de presos. Alguien busca a alguien de su interior. Martín, el policía conductor del furgón, consigue atrincherarse dentro del cubículo blindado con los reclusos. Obligado a entenderse con sus enemigos naturales, Martín tratará de sobrevivir y cumplir con su deber en una larga noche de pesadilla en el que se pondrán a prueba incluso sus principios.
Pintaza. Eso es lo que pensé cuando vi que se estrenaba esta película en Netflix, allá por finales de enero. Un thriller, con Javier Gutiérrez y Karra Elejalde era una tentación demasiado poderosa como para no ver este largometraje el mismo día del estreno. Sin embargo,... (puntos suspensivos). Ahora os cuento.
Bajocero narra la historia de una venganza.Martín Salas (Javier Gutiérrez) es una policía que acaba de ser trasladado a una nueva comisaría. Su primer servicio será trasladar a unos presos desde un centro penitenciario a otro. Para ello irá acompañado por Montesinos, un policía con las manos muy sueltas y muy poca paciencia. El traslado se hace en plena madrugada, cuando el mundo duerme y las carreteras están menos transitadas. Lo importante es mantener la discreción y la seguridad, por eso los policías no llevan móviles y a los presos -seis en total (Ramis, Golum, Rei, Pardo, Rumano y Nano)- se les comunica el traslado en el mismo momento. Los seis son minuciosamente cacheados. Los seis suben a un furgón blindado de la policía, que será conducido por Martín, y custodiado por un coche patrulla que irá abriendo paso. Más allá de la actitud chulesca de los presos, todo se desarrolla con normalidad y se ponen en marcha. Cae la niebla, cada vez más espesa, más densa, la visibilidad es prácticamente nula. De repente, el coche patrulla desaparece en la nada y el furgón blindado pincha, derrapando por el asfalto. ¿Qué ha ocurrido?
En paralelo, breves escenas nos muestran un ajuste de cuentas, un hombre embozado en un impermeable, golpea sin piedad a un joven bajo una lluvia torrencial. Posteriormente, veremos su reflejo en un charco y una barrera de pinchos que coloca en perpendicular a la carretera. No doy más detalles sobre lo que ocurre después. Ya la sinopsis aporta demasiada información para mi gusto.
¿Qué me ha parecido el argumento? A priori, la idea es buena. Como dije al principio, el motor de esta trama radica en la venganza, y en tomarse la justicia por la mano. La película no se centra en el asalto del camión blindado para liberar a los presos. La cosa va por otros derroteros bien distintos. Sin embargo, me he pasado toda la película saltando de una incoherencia a otra. Y es que yo creo que este guion adolece de evidentes lagunas. A ver cómo lo cuento para no destripar la historia. Me surgen todas estas preguntas, y más:
- ¿Cómo es posible que un vehículo que circula a unos 200 metros de distancia de nosotros, tenga un accidente y no nos percatemos de ello? Vale que hay mucha niebla, pero también hay mucho silencio, porque estamos en plena noche y no hay ni un alma alrededor. Un accidente conlleva ruido, sí o sí.
- ¿Cuántas ruedas de repuesto lleva un camión blindado de la policía? Para lo que ocurre en la película, hacen falta más de una.
- ¿Cómo es posible que, con una escopeta de repetición, cueste la misma vida hacer añicos una ventana del furgón blindado -impacto tras impacto- y, sin embargo, la otra salte en mil pedazos tras el primer impacto del arma reglamentaria de un policía?
- Por último, la vinculación que existe entre un preso y Martín me ha parecido de risa. Es que no aporta absolutamente nada.
Muchos me diréis que no deja de ser una película de ficción y que no sea tan melindrosa. Es verdad, Bajocero es una película de ficción pero los hechos deben ser verosímiles porque, de otro modo, terminas por no creerte lo que ocurre y, por tanto, el interés decae. No lo puedo evitar. No me vale que no me expliquen las cosas, que los personajes actúen sin lógica ninguna, o que se saquen de la manga situaciones que no tienen pies ni cabeza. En cualquier caso, la película está muy entretenida, y avanza con pasajes de mucha acción y violencia que se alternan con otros mucho más sosegados. No es una de esas película que no te dejan respirar ni un solo minuto. Por otra parte, la atmósfera está muy bien lograda, así como la sensación de aislamiento que se respira fuera del furgón blindado.
En cuanto a las interpretaciones, debo confesar que no me han dicho gran cosa. Bajo mi punto de vista, no es la mejor película de Javier Gutiérrez. En muchas secuencias me ha parecido ver lo mismo que ya he visto en otros tantos papeles que ha interpretado. También me pregunté cómo podía un señor menudito de 164 centímetros -para entrar en la policía bastan 160-, reducir a un tipo corpulento, grandote, mastodóntico, de 177 centímetros. Que sí, que soy puntillosa, pero es que hay cosas que, si no me las creo, me hacen sentir incómoda y eso hace que desconecte de la película.
Por otra parte, Karra Elejalde está muy poco aprovechado. Su papel es muy principal en la trama pero tiene poca exposición. Quizá algo más al final. Y fijaos, que tampoco me ha impactado como acostumbra. A mí me parece que, como ellos tampoco se creen el guion, no se sienten cómodos en el papel. Esto es una gran suposición mía, claro.
En cuanto al resto del reparto, algunos están mejor que otros, sin que ninguno me haya parecido especialmente brillante. Probablemente sobresale algo más Luis Callejo, en su papel de delincuente de poca monta; quizá sea el personaje que más evoluciona, que termina mostrándonos una cara muy distinta a aquella que le conocimos en los primeros minutos de filme.
La dirección correcta, la banda sonora potente, la fotografía cuidada y poco más. En resumen, Bajocero se deja ver. Funciona como producto de entretenimiento pero si eres de los que se hacen preguntas como yo, y todo lo cuestionan, vas a encontrar muchos más detalles de los que yo he mostrado.
Y cierro con una frase que emplea frecuentemente Martín Salas: la ley no funciona así. O lo que es lo mismo, uno no puede saltarse a la torera todo un cuerpo jurídico, ni siquiera cuando la ley es tan injusta que te deja un profundo vacío existencial. ¿De verdad la ley no funciona así?
Tráiler: