Autor
Patrick Graham es el pseudónimo de un consultor internacional de la inteligencia económica, y amante y estudioso de la historia de las religiones. Vive entre París, Roma y Nueva York. Muy próximo al Vaticano por razones profesionales, es especialmente conocedor de los entresijos de los Legionarios de Cristo y de los exorcismos.
Sinopsis
Norte de Italia, siglo XIV, una monja se condena a una muerte horrible para ocultar un texto maldito que procede de las sombras de la historia.
Siglos más tarde, una agente del FBI y un sacerdote exorcista se lanzan a una angustiosa aventura en la que desafían a la muerte y a la personificación misma del Mal.
Su objetivo: hallar un escrito, desaparecido en al época medieval, cuyo contenido podría hacer que el mundo quedara a merced de los adoradores del diablo.
Decidí leer este libro para el mes del terror atraída por su título y por su singular cubierta. Resulta además que la biografía que se incorpora señala a su autor, Patrick Graham, pseudónimo, como un «amante y estudioso de la historia de las religiones [...]. Muy próximo al Vaticano por razones profesionales, es especialmente conocedor de los entresijos de los Legionarios de Cristo y de los exorcismos», detalles todos ellos que despertaron mi curiosidad.
La llegada de una monja del convento de Ntra. Sra. Del Cervino en Zermatt (Suiza) al convento – fortaleza de Bolzano portando un hatillo que contiene un cráneo con todos los signos de la Pasión de Cristo, además de un viejo libro encuadernado en una piel que emana tanto frío como calor, el hecho de que la superiora de este último enclave se autoemparede guardando consigo un terrible secreto, la propagación de una plaga de ratas que se inicia en Venecia y se extiende por toda Europa, la mención de bibliotecas prohibidas que contienen obras satánicas, evangelios heréticos, bíblias malditas,… sucesos que dan pie al inicio de esta novela que basa su argumento en la gran mentira que la Iglesia ha defendido desde la crucifixión de Cristo.
Muchas son las teorías y estudios que se han centrado en ese tema. Desde defender que Jesucristo no era más que un loco que se creyó el hijo de Dios, pasando por la hipótesis que se desarrolla en El evangelio del mal. ¿Qué pasaría si se demostrara que Jesucristo renegó de Dios en el momento de expirar? ¿Que fue enterrado en una ubicación diferente a la que mencionan los evangelios? ¿Qué realmente no resucitó? Supondría el fin de la Iglesia y la desesperanza de muchos creyentes.
En El evangelio del mal dos fuerzas luchan a lo largo de los siglos por la búsqueda de un manuscrito que contiene la verdad.Por un lado, las urdes de aquel Jesucristo que renunció a Dios estando en la cruz, representada por los Ladrones de Almas y liderados por Caleb, el mismo demonio, requieren de tal libro para demostrar al mundo la verdad y dominar a la humanidad. Por otro lado, cada uno de los Papas y las distintas organizaciones que componen los recovecos más escondidos de la Iglesia se esfuerzan en impedir que tal manuscrito salga a la luz.
Desde 1348 hasta la actualidad, se ha seguido la pista a tal volumen sin que, hasta la fecha, y gracias a la agente de FBI Marie Parks, se haya podido localizar. Marie posee un don. A raíz de un accidente de coche en el que perdió a su marido y a su hija, su cerebro quedó dañado, postrándola en coma durante dos meses. Al despertar comienza a tener horribles visiones que trasladan al pasado.
Para no adentrarme más en el argumento de la novela, os puedo comentar que encontraréis adoradores de Satán, templarios que no eran tan admirables como la Historia cuenta, un grupo de religiosas que conviven en lugares apartados del mundo y ajenas a todo lo que acontece a su alrededor pues tienen un objetivo concreto del que no se deben apartar por el bien de la humanidad, miembros del Vaticano que conforman una sociedad secreta y con malas intenciones (Cofradía del Humo Negro), tribus amazónicas cuyas pinturas desmantelan lo conocido hasta ahora, conspiraciones papales,…. Todo un cúmulo de circunstancias que mantienen la atención del lector en mayor medida en algunos pasaje que en otros, para llegar a una final que, si no es predecible, al menos sí se intuye por donde podían ir los tiros.
Escrito en tercera persona y con 226 capítulos de longitud corta que se engloban en diez partes, la narración fluye a buen ritmo, especialmente en los momentos de persecución haciendo uso de frases muy cortas, e intercalando distintas épocas y distintos escenarios de la acción. He de reconocer que me ha gustado más la parte que se desarrolla en la Edad Media pues contiene una mayor carga de terror que se diluye en el suspense propio de un thriller policíaco cuando se narran los acontecimientos de la actualidad. Además, y a mi pesar, el autor se adentra demasiado en los detalles que recogen la creación del mundo. Esta parte se me hizo un tanto pesada. Y como último apunte, y para no dejar de ser sincera, he encontrado algunos detalles que el autor ha encajado con calzador.
En definitiva, El evangelio del mal me ha parecido una novela entretenida, a lo Dan Brown, de la que he disfrutado más en algunos pasajes que otros. Reconozco que desde el principio me atrapó bastante y puse muchas esperanzas en el libro pero fue entrar la policía y el FBI en juego y, poco a poco me fui desinflando. En cualquier caso, es una novela recomendable si te interesan los thrillers mezclado con el terror que despierta el lado oscuro de la religión y del Vaticano.
Cuidado, porque Caleb siempre vuelve con su aroma de violetas.
Y con esta reseña pongo punto y final al mes de terror. Han sido cuatro libros y tres películas. Yo creo que me he sumergido bien en el género. Ahora, a cambiar de aires.
Retos: