Nacionalidad: EE.UU.
Director: Don Hall, Carlos López Estrada, Paul Briggs, John Ripa
Reparto: --
Género: Animación
Sinopsis: En el fantástico mundo de Kumandra, humanos y dragones vivieron juntos hace mucho tiempo en perfecta armonía. Pero cuando unas fuerzas del mal amenazaron el territorio, los dragones se sacrificaron para salvar a la humanidad. Ahora, 500 años después, esas mismas fuerzas malignas han regresado y Raya, una guerrera solitaria, tendrá que encontrar al último y legendario dragón para reconstruir un mundo destruido y volver a unir a su pueblo.
Esta semana repito con cine de animación. Me he sentado a ver Raya y el último dragón. Resultado: Me ha encantado. Tanto, tanto que incluso diría que me ha gustado más que Luca (lo último de Disney + Pixar, de la que os hablé la semana pasada; puedes ver mi opiniónaquí). Os cuento.
Raya y el último dragón es una producción únicamente de Disney. En esta ocasión, no se ha unido con la factoría Pixar y, sinceramente, no ha hecho falta. No he echado de menos todo lo que aporta la fantástica fábrica de animación del flexo. Raya y el último dragón me ha tenido sentada y pegada a la pantalla, maravillada con el empleo del color y de la luz, impregnada de la magia y la belleza que desprende esta película.
Este nuevo regalo del señor Disney se inicia con la joven Raya, atravesando un territorio inhóspito y desolado, poblado por múltiples esculturas en piedra, a lomos de su peculiar medio de transporte. Habla de un mundo distópico, una tierra rota, que se ha echado a perder. Todo empezó hace 500 años. El antiguo reino de Kumandra vivía en armonía y los hombres convivían junto a dragones, criaturas mágicas que proporcionaban a los humanos agua, lluvia, y paz. Pero con la llegada de los druuns, esos seres malignos que se convirtieron en un plaga, multiplicándose velozmente, Kumandra quedó arrasada y buena parte de sus habitantes se convirtieron en piedra. Los dragones, amigos de los humanos, hicieron todo lo posible por frenar el ataque, pero fueron derrotados. Tan solo Sisu, el último dragón vivo, consiguió concentrar toda su magia en una gema con la que exterminó a los druuns. Los humanos petrificados volvieron a la vida, pero los dragones siguieron inmóviles, como estatuas. Sisu también desapareció. Nadie sabe qué fue de ella, si vivió o murió. La leyenda cuenta que se fue lejos, a un lugar donde nadie la encontrara. De ella solo quedó su gema, objeto de deseo de los humanos, que despertó la avaricia de esta raza. Los hombres lucharon entre ellos por hacerse con ese último vestigio de los dragones. Hermanos contra hermanos. Kumandra quedó dividido en cinco tierras, cinco tribus que se convirtieron unas en enemigas de las otras, y hubo que ocultar la gema.
Esta es la introducción de Raya y el último dragón, un prólogo que habla del pasado y del futuro de Kumandra. Sin embargo, la película comienza realmente con Raya siendo una niña, recibiendo lecciones de Benja, su padre, el jefe de Corazón, una de las cinco tierras. La familia de Raya fue la elegida para custodiar y proteger la gema de Sisu. La tarea pasa de padres a hijos. En este caso, de padre a hija. Raya es como una pequeña ninja, capaz de sortear todo tipo de obstáculos, ágil, atlética, inteligente, y con buen corazón. Benja está preocupado. Desde que el reino de Kumandra se segmentó, la vida no ha sido igual. Él desea con todas sus fuerzas que las diferencias entre las distintas tribus se resuelvan y vuelvan a ser un reino unido. Para ello, reunirá a los líderes de los restantes territorios: Colmillo, Columna, Garra y Cola. En la reunión, Raya conocerá a Naamari, la hija de Virana, jefa de Colmillo. Ambas entablan amistad y se hacen confidencias. Al igual que Benja, las niñas sueñan con la unidad de los pueblos y se plantean buscar al dragón Sisu. Confiada en la buena voluntad de Naamari, Raya le enseña a su nueva amiga el lugar donde está custodiada la gema. Es ahí donde todo se complica de nuevo.
La ambición de los pueblos por hacerse con la gema propicia que esta se rompa en pedazos. Cada líder se llevará un trozo. Ello da lugar al regreso de los druuns. El mundo vuelve a resquebrajarse. Reinará el caos. Pero el tiempo pasa. Seis años más tarde, Raya es una joven decidida. Tiene el propósito de localizar a Sisu, porque el dragón es el único que puede reconstruir el mundo, y recuperar todas las piezas de la gema. Inicia una aventura en la que encontrará mil peligros. El mayor de ellos será la propia Naamari, convertida también en una joven valiente. La hija de Virana busca también la manera de apropiarse de todos los fragmentos, en beneficio de su pueblo. No busca la unidad, sino el poder.
Raya y el último dragón pone en una balanza defectos y virtudes. En el platillo de las imperfecciones figura la traición, la ambición, el rencor, el odio, la arrogancia o el deseo de poder,... En el platillo de las perfecciones está la confianza en la buena voluntad del prójimo, la bondad, el espíritu de sacrificio, el amor de los padres a los hijos, el arrepentimiento o el perdón. La lucha entre las dos fuerzas, el bien y el mal, estará muy presente en esta película. Ambas se echarán un pulso y la victoria oscilará de un lado a otro en todo momento. Sin embargo, está claro que siempre terminará ganando el bien. Eso es lo que ocurre en esta película. Después de una lucha encarnizada, la joven Raya consigue dejar de lado sus prejuicios y echar mano de la humildad. Se convierte así en un modelo a seguir, en un ejemplo para los demás que obrarán en consecuencia.
Esta película, como todas las del género, tiene una clara intención: fomentar los buenos valores y transmitir a los más pequeños que solo con los actos realizados de corazón conseguiremos ser mejores personas. Lo hace a través de una historia con dos personajes antagonistas, en la que no falta el humor.Raya y el último dragón tiene golpes buenísimos, de los que te sacan una carcajada. Son los personajes más secundarios los que aportan la dosis de humor necesaria para que la película se desarrolle en un perfecto equilibrio de emociones: suspense, tensión, divertimiento.
Y centrándome en los personajes, quisiera hacer unas puntualizaciones previas. Raya no tiene madre. Naamari no tiene padre. Eso me ha parecido muy significativo. La figura maternal en una, y la paternal, en la otra, brillan por su ausencia. No hay referencia a una existencia previa. En ningún momento se habla de un prematuro fallecimiento de la madre de Raya o del padre de Naamari. ¿Quiere Disney mostrar que otro tipo de familias es posible? Tiene toda la pinta y, si no recuerdo mal, es algo que ya hemos visto en otras ocasiones. El estudio de animación echa mano de familias monoparentales, que rompen con el diseño convencional. Los niños se acostumbran a ver otras estructuras familiares y normalizan otro tipo de situaciones. Me parece correctísimo.
Otra cuestión importante es la figura de la mujer. Los dos personajes protagonistas de esta película son mujeres fuertes, valientes, decididas, inteligentes y con carácter. Raya y Naamari son dos luchadoras aunque cada una tenga motivaciones distintas. Cada una en su papel, son dignas seguidoras de sus padres, futuras líderes de su pueblo, capaces de ostentar el poder y el control.
Pero en esta alocada aventura, también hay otro tipo de personajes. Tuk Tuk es la mascota de Raya. Pensé que era un armadillo pero he leído que es un híbrido, una especie de bicho indeterminado, mezclado con un armadillo y un ¿carlino? Esto último no lo veo. En cualquier caso, Raya emplea a este curioso animal, que es capaz de enrollarse sobre sí mismo y convertirse en una bola, como medio de transporte. Es un personaje entrañable, que protagoniza alguna secuencia muy divertida, pero no deja de ser un personaje silente, y de apoyo.
Sisu es el último dragón. Los dragones de esta película se apartan de la concepción tradicional. No vamos a ver a enormes monstruos alados, agresivos, que expulsan fuego por su boca. Esta película ofrece una imagen mucho más dulcificada y bondadosas de esas figuras mitológicas. Son seres mágicos que ayudan a los hombres y los protegen. En el caso de Sisu, es un dragón femenino (o eso creo), muy alocado y divertido. Veremos cómo renace y va adquiriendo cualidades. Tiene un toque nostálgico porque añora a sus hermanos y será la encargada de resumir la triste historia de Kumandra.
Y a la aventura de Raya se irán uniendo otros personajes. En cada uno de las tierras que la joven visita conocerá a un habitante, o grupo de habitantes, que desean de igual modo restablecer la paz en Kumandra. De todos ellos, de los más secundarios, hay que destacar a una bebé que es para comérsela. Súper divertida, simpática, descarada, híper activa. Es una niña pequeña balbuceante, con unas intenciones poco honrosas, pero que te arrancarán una carcajada. Se hace acompañar por un grupo de macacos tan divertidos como ella.
También se incorporará al grupo un joven barquero, un niño que está solo en el mundo, después de que su familia haya sido convertida en piedra por los druuns. Y por último, un tipo grandullón, el último habitante de una de las tierras, que aparentemente parece muy fiero, pero que no deja de ser solo fachada.
Todos ellos conformarán un ecléctico y dispar grupo, que demostrará que la unión hace la fuerza. Porque ese es otro de los mensajes de esta película, la colaboración y el trabajo en equipo. A veces, necesitas de los demás para conseguir lo que te propones. Para ello, tendrás que confiar en el otro.
En el apartado técnico, no me canso de repetirlo. Me alucina la calidad fotográfica de este tipo de películas. ¿Cómo son capaces de recrear objetos que casi se pueden tocar? La animación está llegando a un nivel increíble. He flipado con ciertas escenas, concretamente con esas en las que el agua ostenta protagonismo, ya sea en forma de río o de lluvia. Hay secuencias en las que he tenido que dar marcha atrás para volver a ver ese elemento que me parece tan real, o para apreciar con más exactitud el efecto que las luces y las sombras provoca sobre el pavimento de los edificios o sobre el rostro de los personajes. Hasta el pelo de Sisu, de aspecto aterciopelado, se aprecia con una extraordinaria nitidez.
Disney apuesta en este caso por una animación basada en la cultura del sudeste asiático. Los inicios de la película, cuando se habla de lo sucedido 500 años atrás, muestran una ilustración que recuerda mucho a todo lo hindú, con preciosos y coloridos mandalas que se abren como una flor y giran sobre sí mismos. Posteriormente, nos mostrará lugares exóticos, llenos de vegetación, con unos personajes caracterizados por rasgos orientales. He buscado información sobre los cinco territorios que componen Kumandra y, de nuevo, nada está dejado al azar, sino que Disney busca inspiración en lugares reales. Mira lo que se publica en la revista Fotogramas:
«La película nos presenta el mundo de Kumandra, que está separado en cinco territorios que corresponden a diferentes partes del cuerpo de un dragón. Está Corazón, que es el hogar de la protagonista, seguido de Colmillo (inspirado en el templo hinduista Angkor Wat de Camboya), Columna (inspirado por la cantidad de bambú en Vietnam), Talón (que emula los mercados de Laos, Tailandia o Indonesia, llenos de vida y movimiento y aromas y, también, carteristas) y Cola (situada al final del Río del Dragón, que recuerda al Rïo Mekong)».
Si tenéis más curiosidad sobre los detalles y el simbolismo de la película, desde las armas que utilizan los personajes hasta las técnicas de lucha, os recomiendo leer el artículo completo aquí.
Con una música muy tribal, a mi juicio, Raya y el último dragón tiene un carácter más infantil que otros títulos. Creo que es un producto especialmente diseñado para los más pequeños, con esos mundos extraordinarios llenos de magia, y esos seres mitológicos que encandilarán a los más chiquitines. Me ha parecido una aventura llena de color, mucho ritmo, con mensajes necesarios y personajes femeninos fuertes, que se alejan de otros tan estereotipados, como aquellas princesas de vestidos vaporosos que suspiraban por el guapo príncipe.
Lo dicho. Raya y el último dragón me ha gustado muchísimo.
La he visto en Orange Tv pero creo que también la tenéis en Movistar+ y Disney+
Tráiler: