Lo vengo anunciando desde hace unos días. Años atrás, el cierre estival se reducía a dos o tres semanas. Este año, no sé si por el agotamiento psicológico provocado por la pandemia, voy a dejar el blog en barbecho hasta el mes de septiembre, aunque andaré por redes sociales. Solo me queda desearos unas felices vacaciones, que descanséis pero también lo paséis muy bien. Y no puedo olvidarme de pediros muchísima prudencia.
Hasta la vuelta.