A Malenka Ramos la conozco desde que publicó El que susurra. Aquella historia, en líneas generales, me gustó. Me pareció entretenida y la disfruté (puedes leermi reseña aquí). En general, este tipo de historias, llenas de suspense y misterio, que se desarrolla en pueblos pequeños, me suelen gustar. Por eso, cuando supe de la nueva publicación de Malenka Ramos, Los crímenes de Hamlet, no lo pensé.
Los crímenes de Hamlet nos sitúa en el norte de España. En un pueblo ficticio, que Malenka ha situado por la zona de Llanes (Asturias), se producen una serie de crímenes. Una joven aparece muerta, flotando sobre las aguas de un río. Algunas flores la rodean. La escena del crimen recuerda mucho al cuadro titulado Ofelia. Este hallazgo enlaza con un criminal que lleva entre rejas desde hace veinte años. Fue el autor de una serie de asesinatos con el mismo modus operandi. ¿Estamos ante un imitador? Por otra parte, el pueblo está rodeado por un bosque, en el que ocurren cosas siniestras.
Hace unas semanas puede hablar con Malenka telefónicamente. Mientras os cuento detalles de la novela, que terminé pocos días después de nuestra charla, os dejo con la entrevista.
Malenka R.- Ay, me alegro.
M.G.- Sí, sí. Me hubiera gustado terminarla de leer pero he tenido unos días de trabajo brutal y no he podido. Pero la historia me tiene muy enganchada.
M.R.- Me alegro un montón. Qué bien.
M.G.- Por empezar a preguntarte cositas. A ver, tú has escrito novelas de terror y de misterio pero empezaste con erótica. No sé muy bien por qué hiciste ese cambio de género.
M.R.- Bueno, yo siempre escribí terror y misterio. Como sabes, porque tú estás metida en el mundillo de la literatura, el problema está en que publicar por primera vez es muy difícil para un autor novel. Por entonces, coincidió que estaba de moda lo erótico, así que, entre comillas, aproveché un poquito y entré en la literatura gracias a una trilogía erótica. Pero al final, cuando ya conseguí situarme y confiar en mí, me volqué más en el tema que siempre me ha gustado, el tema del misterio y el terror.
M.G.- Misterio y terror tienen tus últimas novelas. Dicen algunos autores que cuando escriben este género, se meten tanto en la historia que incluso ellos mismos lo pasan mal. No sé si tú te impregnas tanto del relato que llegas un poco a pasar algo de miedo también.
M.R.- La imaginación es lo que al final nos provoca el miedo. Puedes leer algo muy suavecito pero si tú te lo imaginas de una manera muy horrible, al final pasas miedo. A mí no me ha pasado. Bueno, te puedes imaginar ciertas situaciones y sientes que si eso te pasara a ti, te morirías. Y es cierto que, si te metes mucho en la historia, puedes llegar a angustiarte un poquito.
M.G.- A los lectores que quieran leer esta novela, ¿qué les dirías? ¿Qué van a encontrar entre las páginas de Los crímenes de Hamlet?
M.R.- Creo que primero van a encontrar misterio y tensión. Hay situaciones un poquito escalofriantes. Habrá gente que tenga más miedo y otra que sienta un poco más de sensación de angustia, sin llegar a sentir terror. Pero bueno, creo que la intriga y el suspense sí lo van a encontrar. Espero que sí.
M.G.- ¿Y cómo se te ocurre esta historia llena de elementos tan intrigantes y con una trama de la que ahora comentaremos algunos detalles?
M.R.- Mira, es algo que me han preguntado alguna vez, y no te sé decir la respuesta. Cuando nos metemos en la historia, llega un punto en que tú tienes una idea, la desarrollas, pero los personajes van evolucionando solos y acabas en situaciones inesperadas. Creo que fue eso lo que me pasó con Los crímenes de Hamlet. Tenía una idea, la desarrollé, y luego la evolución de los personajes me lleva a crear una historia completamente distinta a la que tenía pensada.
M.G.- Empiezas desde un punto concreto y es la historia la que va tirando de ti.
M.R.- Sí, efectivamente. Pero a mí eso me gusta como autor, porque significa que la historia tiene vida, y a mí me gusta cuando se desarrolla un poquito así.
M.G.- En esta novela hay un crimen. El primero que nos vamos a encontrar es el de una chica de diecisiete años. La puesta en escena, es decir, la escena del crimen, presenta una disposición peculiar, que además está también muy relacionada con el título de la novela.
M.R.- Sí. La historia comienza con la aparición del cuerpo de una chica flotando en el río, decorada con flores como el cuadro de Ofelia. Y a partir de ahí, se empiezan a suceder una serie de crímenes muy relacionados con un asesino que está encerrado en la cárcel desde hace veinte años, y al mismo tiempo algo despierta en el bosque.
M.G.- Ese asesino, que está encerrado en la cárcel hace veinte años y al que se le imputaron una serie de crímenes, con el mismo modus operandi que vamos a ver en el presente de la novela, se llama Hamlet. Es el que da título a la novela. Un personaje muy siniestro que físicamente se parece al reverendo Henry de Poltergeist. A mí se me ponen los vellos de punta.
M.R.- A mí siempre me ha dado más miedo el psicópata inteligente, el psicópata que no tiene una tara marcada, que es muy consciente de lo que hace y lo que hace, lo hace porque sí. Es lo que da más miedo y Hamlet representa a ese psicópata.
M.G.- Y no solo encontrará el lector terror y muerte en esta novela, sino que también aparecen elementos sobrenaturales porque el pueblecito en el que ocurren los sucesos está rodeado por un bosque. En ese bosque habitan unas figuras de las que mejor no decir nada, y también habita un personaje que se llama el Cortador.
M.R.- Sí, el Cortador es un personaje mitológico que sale muy poquito mencionado en el folclore asturiano. Yo no lo conocía y la mayoría de la gente aquí no lo conoce. ¿Qué pasa? Que su mención tan breve es lo llamativo y lo siniestro. Es un personaje que viene de la zona de Llanes, en Asturias, que se usaba por las madres para asustar a los niños si no venían a casa con las manos limpias. Decían que el Cortador vendría y se las cortaría. Me pareció tan fascinante y del que había tan poca información que me animé a introducirlo.
M.G.- ¿Y leer sobre esa figura fue el detonante para esta novela?
M.R.- Sí, puede que sí. No leo mucho sobre el tema pero puede ser que, al leer algo sobre folclore asturiano, me llamó la atención esa figura. Pensé que podía tirar de ese hilo.
M.G.- ¿Lo sobrenatural es algo habitual en tus novelas? ¿Es una seña de identidad tuya?
M.R.- Sí. A ver, cuando tú tienes un ambiente relacionado con un asesinato o una serie de crímenes en serie, enfrentarte a un asesino que está presente es mucho más sencillo porque te puedes defender de algo, puedes investigar. Pero cuando existe un componente paranormal o crees que existe, que también puede pasar, si no sabes si es real o no real, si es producto de tu mente o realmente está ahí, eso es algo que genera más intranquilidad en el lector. No te puedes defender de ese algo que está ahí pero solo se intuye.
M.G.- El terror psicológico. Lo que no se ve es lo que más miedo da.
M.R.- Sí, a mí es lo que me pasa.
M.G.- Pero, en esta novela, también hay una investigación policial. Los crímenes hay que investigarlos. Unos policías se harán cargo, con lo cual, la novela bascula entre el terror y el thriller.
M.R.- Correcto.
M.G.- ¿Y esta investigación tendrá bastante peso la novela en la trama?
M.R.- Sí, sí. Ellos se acercan a hablar con el asesino en serie. Tienen que hacer averiguaciones y también meterse en la mente del psicópata. Este psicópata va a esclarecer buena parte de la trama.
M.G.- Hay muchos personajes en la novela. De todos ellos, a mí me tiene muy pillada Aurora, una anciana un tanto especial.
M.R.- Sí, alrededor de toda la historia hay una serie de personajes que forman parte del pueblo, que forman parte de la historia de ese lugar. Cada uno tiene un papel. A lo largo de la investigación criminal que estábamos hablando antes, se irá desarrollando también la vida de estos personajes.
Aurora es una mujer mayor que conoce la historia del pueblo porque es muy anciana y percibe ciertas cosas, pero nadie le hace caso.
M.G.- Pobre. A veces me da mucha pena. Pero es muy intrigante, un personaje súper potente en la historia.
M.R.- Además es una mujer con mucho carácter.
M.G.- Sí, sí, es verdad. Ella tiene ciertos conocimientos y la gente, claro, no le presta atención, pero ella sabe cosas.
M.R.- Claro, pero nos pasaría en la vida real. En los pueblos siempre hay una persona que se le conoce porque a lo mejor ha visto algo, o porque es una persona más espiritual, y normalmente no solemos hacerles caso, pero bueno, están ahí y contamos con ellos. Aurora tiene ese papel.
M.G.- Aparte de ese personaje, de esos personajes que tienen un cierto don, también hay personas muy normalitas, gente que tiene sus trabajos, sus amores, su vida cotidiana. Gente muy real con relaciones amorosas. En el pueblo hay de todo.
M.R.- Sí, pero bueno, son personajes que tienen su parte cafre, su parte real de fallos. No son perfectos y eso creo que es lo que más atrae. Son personas que pueden estar a tu alrededor y, claro, completan un poquito la historia de lo que va sucediendo con sus vidas.
M.G.- La narración, por decirlo de alguna manera, tiene dos partes. El grueso de la novela se narra en tercera persona. Luego hay unos capítulos muy interesantes y que despiertan muchísimo la curiosidad del lector. No sé si podemos decir algo o no al respecto, Malenka.
M.R.- A ver, cada capítulo va precedido como de una carta, que nos dará información. No sabemos quién la escribe pero va dando pinceladas de lo que va sucediendo en su vida. A lo largo de la historia, iremos también desvelando quién es esa persona que escribe al comienzo de los capítulos, y que nos da una información que es muy valiosa.
M.G.- Más que como cartas, yo lo percibo como un diario. En esas páginas se nos va dando información sobre la persona que escribe pero también sobre quién escribe. Ella va dibujando el perfil de una tercera persona. No quiero desvelar mucho pero digamos que nos va dando una idea sobre ese personaje misterioso.
M.R.- Sí, yo creo que es un poco misterioso y juega un poquito con la percepción del lector. Por lo que veo en los comentarios de las personas que ya han leído la novela, han ido escudriñando un poco sobre quién puede ser y quién no puede ser. Al final se sabrá.
M.G.- Con respecto a los escenarios, hablas del puente de Bolín, de la Garganta Divina. Esos son escenarios reales pero el pueblo es ficticio, aunque tú te has inspirado en una zona de Asturias.
M.R.- Considero que el pueblo realmente lo forman los habitantes y esos habitantes son todos los personajes que forman la historia. Como autora, el pueblo es lo de menos, porque el pueblo es la gente. De todos modos, sí está situado en un sitio que existe, que es real, en la zona de la Garganta Divina y el Valle de Caín.
M.G.- Por lo que he leído, en la zona ya ocurrieron hechos un poco truculentos, ¿no?
M.R.- Es una zona que, cuando se construyó, o cuando se dio acceso a ella, ofrecían unas condiciones de trabajo muy precarias. La gente fallecía, cuando creaban esos caminos de acceso a la Garganta Divina. Allí se generó mal rollo. Iban picando y, si caían al vacío, pues ahí se quedaban. Me llamó la atención esa frialdad. Y sí, es cierto que utilicé también un poquito ese recurso.
M.G.- Pues fíjate que, a medida que iba leyendo, no podía ubicar la historia en España. Me parece que la novela tiene un cierto tinte a películas de terror americana. No sé si se debe a que quizás tus referentes en literatura son de más allá de nuestras fronteras.
M.R.- Pues no lo sé. Puede ser. De todas formas, también estamos acostumbrados a consumir terror extranjero. Cuando lees una novela de misterio y de terror, un thriller de terror puro, estamos acostumbrados a eso, y nos ceñimos a lo que conocemos. Pero sí, puede ser que esté un poco influenciada por la literatura americana.
M.G.- En cualquier caso, es una historia que encajaría muy bien en una serie o en una película. La historia tiene elementos muy atractivos para llevarlas al audiovisual.
M.R.- A ver, los capítulos son cortos, hay flashes, hay situaciones que acaban con un interrogante súper potente, y pasamos a otro personaje,... Ya me lo han comentado. Sería estupendo, ¿no?
M.G.- La verdad es que la historia está muy bien. A mí me está gustando muchísimo, Malenka. La estoy disfrutando un montón.
M.R.- Me alegro porque vosotros tenéis mucha experiencia. Leéis muchísimo y que me digas eso, es importante.
M.G.- ¿Y te has tenido que documentar mucho para escribir este libro?
M.R.- Sí, sobre todo cuando te metes en una investigación criminal, porque la mayor tontería te lleva muchísima investigación. Tienes que leer perfiles psicológicos de psicópatas. Si tuviesen que investigarme, por mis búsquedas en Internet, me llevarían presa. Hay que investigar el componente psicológico en un asesino para trazar el perfil de una persona, que sea un verdadero oponente para una policía acostumbrada a investigar crímenes, que además sea interesante, que a la gente le provoque curiosidad,... Incluso, respeto. Hamlet, como asesino, genera respeto, porque lo ves un tipo frío, un tipo que no se deja llevar por la tensión, y lo ves muy inteligente.
La verdad es que da trabajo, pero es entretenido. Yo lo disfruto mucho.
M.G.- Imagino que, como amante del género nos seguirán esperando más historias tuyas llenas de elementos sobrenaturales y de misterio.
M.R.- Por supuesto, y con un componente criminal mayor todavía. Estoy sufriendo mucho en este nuevo desarrollo, pero me lo estoy pasando bien. Yo creo que los autores somos un poco masocas.
M.G.- Bueno, el primero que se lo tiene que pasar bien, mal o regular, dependiendo del efecto que quiera causar en el lector, es el propio autor.
M.R.- Sí, sí, sí. Si no disfrutas una creación, algo estás haciendo mal. Está clarísimo.
M.G.- Exactamente. Malenka, pues no tengo más preguntas que hacerte, solamente decirte que me ha encantado conversar contigo. Te reitero que la novela me está gustando mucho. Espero terminármela, de aquí a pocos días, y nada, pues felicidades, porque me tienes muy, muy enganchada.
M.R.- Muchísimas gracias, de verdad. Te lo agradezco un montón. De verdad, que me ha encantado hablar contigo.
M.G.- Un saludo, Malenka.
M.R.- Un abrazo. Cuídate mucho.
Sinopsis: Sangre por sangre: del bosque no se sale.
Una escalofriante novela de terror con tintes sobrenaturales que te atrapará hasta el final.
Con setenta años cumplidos, Hamlet, el famoso asesino en serie, pasa los días sumido en el oscuro sueño de volver a pintar las turbadoras escenas que quitan el sueño a la policía.
Lleva veinte años recluido en una cárcel de máxima seguridad, pero, a pesar de ello, ha aparecido un nuevo cadáver con su inconfundible firma en el tranquilo y apartado valle de Caín.
El trágico suceso ha despertado al Cortador, un ser diabólico y sanguinario que, según la creencia popular, solo vivía en viejas leyendas. Hasta ahora...
El Cortador y un séquito han acudido a la llamada de la sangre y reclaman sus dominios en el bosque con su particular firma: corta brazos y piernas.
Hamlet y la mujer más anciana del lugar son las únicas personas que pueden ayudar a la policía a desentrañar el caso.