Autor
José Pedro Gil Román nació en Sevilla en 1953. Se considera ante todo poeta y ha publicado en varias antologías e infinidad de revistas literarias e internet.
Ha escrito cientos de relatos cortos y en 2006 obtuvo con la obra Yasmín, el premio Ulises. En 2008 publicó su primera novela, El enigma de la catedral, con notable éxito de ventas. En 2011, salió a la luz su segunda novela, Iker, la verdadera historia de una leyenda.
Como autor teatral cabe destacar Locuras, estrenada en el teatro Gutiérres de Alba de Alcalá de Guadaira, donde obtuvo seis premios en un certamen.
Es actor de teatro y con la Compañía Arrayán Teatro, ha obtenido en dos ocasiones el premio Salvador Távora.
En cine, participó como actor de reparto en Carmen, de Vicente Aranda, Padre coraje de Benito Zambrano, El vuelo del tren de Paco Torres, entre otros largometrajes y en varios cortos.
Como guionista, director y presentador, ha realizado decenas de programas de radio en Radio Estilo y Neo FM, relacionados siempre con las artes, poesía, literatura, música y artes escénicas.
al-Mu'tamid, no solo fuer el último y más prestigioso rey que tuvo Sevilla, al-Mu'tamid fue mucho más. El último rey de la dinastía abbadí, fue, sin lugar a dudas, el mejor poeta de Al-Ándalus.
No nació para ser rey, no era el primogénito y por tanto no era el heredero. Él era poeta, un bohemio apasionado por la literatura, la música y en general todas las artes. En la vida no siempre se puede elegir, y a nuestro poeta le tocó reinar una de las épocas más difíciles y controvertidas de la historia de España. Y reinó con responsabilidad y valentía. Durante su reinado, Sevilla alcanzó la gloria que nunca antes tuvo y que nunca volvió a tener.
Un rey poeta tiene sus inconvenientes, muchas veces las decisiones se toman con el corazón; el amor y la poesía tiende a impregnarlo todo y eso, en un estado en guerra, crea demasiados problemas, pero también tiene sus ventajas. Sevilla fue durante los años de su reinado la capital cultural del mundo, hacían poesía hasta los esclavos, y aquí se empezó a vislumbrar como nunca la libertad y los derechos humanos.
al-Mu'tamid fue capaz de enamorarse de una esclava y hacerla reina; amaba y era amado por sus esclavos, compartía el arte, la poesía y la ciencia.
La historia de al-Mu'tamid es un derroche de pasiones, guerras interiores y exteriores, amores y desamores que ganaban y perdían batallas, las vivencias de un hombre extraordinario que por desgracia, los vencedores han ocultado a sus compatriotas durante cientos de años y que ahora por fin, vuelve convertida en leyenda para el disfrute de todos.
La semana pasada pudisteis leer la entrevista que le hice al autor José Pedro Gil Román con motivo de la publicación de su tercer libro al-Mu'tamid de Sevilla. Un rey de leyenda. Pues bien, hoy vengo a hablaros de mis impresiones tras la lectura. Os adelanto que no han podido ser más satisfactorias.
Leer siempre ha supuesto un placer. No solamente porque implique una forma de invertir nuestro tiempo ocioso sino también por dibujarse como un vehículo hacia el conocimiento.Cuando entretenimiento y aprendizaje se aúnan, el resultado no puede ser más gratificante. Con el libro que hoy reseño, en ningún momento catalogado como novela por su autor, aprendemos sobre la vida del último rey de la dinastía abaddí, al-Mu'tamid.
Considerado por los entendidos como uno de los mejores poetas de todos los tiempos, al-Mu'tamid fue un bohemio apasionado por la literatura, la música y todas las artes, pasión que le inculcó su padre. Un hombre totalmente atípico en todos los sentidos, como individuo y como monarca. Segundo hijo de al-Mu'tadid, nació en Beja (Portugal) en 1039 y murió en Agmat (Marruecos) en 1095, aunque él siempre deseó que sus restos descansaran en Sevilla, ciudad a la que encumbró en el panorama cultural de la época, donde tanto nobles como esclavos poseían la habilidad de componer poemas respetando la métrica y la rima y donde hicieron parada los más ilustres científicos, médicos, literatos,... de Al-Ándalus.
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No fue educado para la guerra ni tampoco para ostentar el trono, privilegio que le correspondía a su hermano mayor I'smail que fue asesinado por orden de su padre al cometer delito de traición. Las tornas en la vida del al-Mu'tamid cambiaron y de la noche a la mañana se vio como heredero primero y posteriormente como rey del reino de la Taifa de Sevilla. Surge de este modo una controversia en el interior de este personaje. Por un lado las obligaciones propias de su cargo lo forzaron a convivir con la violencia en las guerras, las conspiraciones, las traiciones y venganzas. Todo esto frente a su lado más poético, bohemio e intelectual en el que la cultura, la paz y la alegría eran su sustento.
La vida de al-Mu'tamid debe ser entendida de interés general y para acercarnos a ella el autor de este libro no nos ofrece una biografía al uso sino una descripción de su vida narrada de manera sencilla por medio de anécdotas y poemas compuestos por el propio rey. Los que me conocéis sabéis que poca es la poesía que asoma a este rincón, sin embargo los poemas que figuran en este libro son cautivadores. Así habla al-Mu'tamid de su esposa I'timad, la preferida de su harén compuesto por más de 400 mujeres, todas elegidas por su belleza, y a la que amó toda su vida. A pesar de ser una esclava no dudó en hacerla esposa y reina. En detalles como este radicaba la singularidad de este rey.
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La Amada
Entre todas las mujeres,
eres tú la que elegí
la luna que yo escogí.
Caminas y eres la rama
delicada que se ofrece,
y si me miras gacela...
Aliento que me perfuma
como el jardín con la brisa.
Aprietas con tu mirada
estos ojos que te encuentran
y este oído que te escucha
con el corazón ardiente,
no sé apagar este fuego
si no lo hace la frescura
de tus labios con un beso.
No fue educado para la guerra ni tampoco para ostentar el trono, privilegio que le correspondía a su hermano mayor I'smail que fue asesinado por orden de su padre al cometer delito de traición. Las tornas en la vida del al-Mu'tamid cambiaron y de la noche a la mañana se vio como heredero primero y posteriormente como rey del reino de la Taifa de Sevilla. Surge de este modo una controversia en el interior de este personaje. Por un lado las obligaciones propias de su cargo lo forzaron a convivir con la violencia en las guerras, las conspiraciones, las traiciones y venganzas. Todo esto frente a su lado más poético, bohemio e intelectual en el que la cultura, la paz y la alegría eran su sustento.
La vida de al-Mu'tamid debe ser entendida de interés general y para acercarnos a ella el autor de este libro no nos ofrece una biografía al uso sino una descripción de su vida narrada de manera sencilla por medio de anécdotas y poemas compuestos por el propio rey. Los que me conocéis sabéis que poca es la poesía que asoma a este rincón, sin embargo los poemas que figuran en este libro son cautivadores. Así habla al-Mu'tamid de su esposa I'timad, la preferida de su harén compuesto por más de 400 mujeres, todas elegidas por su belleza, y a la que amó toda su vida. A pesar de ser una esclava no dudó en hacerla esposa y reina. En detalles como este radicaba la singularidad de este rey.
La AmadaEntre todas las mujeres,
eres tú la que elegí
la luna que yo escogí.
Caminas y eres la rama
delicada que se ofrece,
y si me miras gacela...
Aliento que me perfuma
como el jardín con la brisa.
Aprietas con tu mirada
estos ojos que te encuentran
y este oído que te escucha
con el corazón ardiente,
no sé apagar este fuego
si no lo hace la frescura
de tus labios con un beso.
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| Notas [1] |
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| Sepultura de al-Mu'tamid, I'timad y posiblemente alguno de sus hijos en Agmat. |
Decía antes que la narración es sencilla, y que el propio José Pedro expone en la introducción que no pretende hacer una biografía al uso, llena de datos históricos, densa y muy académica. Por eso quisiera recalcar que este libro es apto para todos los gustos porque en ningún momento supone una lectura pesada, que se eterniza y que no nos permite avanzar. Todo lo contrario. El pasar de las páginas se vuelve ágil y dinámico, salpicado con decenas de anécdotas que a todos nos gusta leer y múltiples poemas a través de los cuales conoceremos las circunstancias de al-Mu'tamid en cada momento de su vida. Como ejemplo de una hermosa anécdota:
«Dice una leyenda procedente de un autor de fuera de las tierras de Al-Ándalus, que estando la pareja una tarde, después del medio día, habiendo terminado el almuerzo en uno de los salones de palacio y siendo uno de los días más tórridos del verano de Sevilla, cuando ni siquiera una pequeña brisa aliviaba el insoportable calor que se padecía, i'timad expresó un deseo en forma de súplica para que se acabara con aquel ambiente seco y recargado que la agobiaba:
Ojalá se nublara y la lluvia acabara con este bochorno...
Al rey, que nunca admitíó que el más mínimo obstáculo se interpusiera en su deseo por satisfacerla, dicen que le faltó tiempo para ordenar que perfumaran la estancia con la quema de incienso de ámbar, de áloe y de almizcle, para que el humo se condensara y asemejara la niebla. Al mismo tiempo, mandó que los esclavos subieran agua a la planta superior del edificio y que desde ella rociaran el patio donde ellos se encontraban con una finísima lluvia de agua de rosas. Ambos disfrutaron de la más perfumada de las llluvias del agosto sevillano, que aún se recuerda cuando en la actualidad alguna pequeña tormenta de verano nos obsequia con el olor de la tierra mojada».[pág. 82]
El estilo de José Pedro es de un gusto exquisito. Independientemente de los poemas de al-Mu'tamid que encontramos entre su páginas, estas están llenas de pura poesía o mejor dicho, de hermosa prosa poética. Mención aparte merece su forma de definir al poeta y al poema.
«La poesía nace del sentimiento y cuando el poeta escribe, no hace más que expresar a través de letras impresas, las sensaciones que su alma inmortal disfruta y padece ante las circunstancias que afectan y condicionan diariamente su vida. Así pues, la poesía, de la que tantas definiciones se han realizado, no es más que la expresión, exenta de artificios, que sale directamente del sentimiento y cuenta la vida sin pudores ni falsedades. Dice lo que siente y conforme a lo que siente, actúa». [pág. 11]
«El poeta es distinto, su especial sensibilidad ante el dolor, el sufrimiento, el goce, la belleza y el arte, tanto propio como ajeno, y sus reacciones ante cualquier hecho que toque su alma, le hace diferente y en consecuencia actuar de manera distinta». [pág. 11]
Son múltiples los pasajes que podría mostraros pero en tal caso la reseña se haría eterna.
Creo que es más que evidente que he disfrutado con este libro. Para seros sincera pensé que su lectura se me iba a hacer muy cuesta arriba pero, en su lugar, me sentí totalmente atraída por la narración hasta el punto de comenzar y terminar prácticamente en una sentada.
Me gustaría recomendaros este libro a todos y especialmente a aquellos lectores que, como a mí, nos guste disfrutar del placer de la lectura al mismo tiempo que vamos aprendiendo de algún episodio o personaje de nuestra historia. Máxime si nos topamos con una narración cercana y amena como la que nos obsequia José Pedro, autor al que sin duda volveré.
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Notas:
[1] Columna homenaje en los jardines de los Reales Alcázares. "La ciudad de Sevilla a su rey poeta Almutamid Ibn Abbad en el IX Centenario de su triste destierro. 7 septiembre 1091. Rachab 384. Sevilla 1991".
Creo que es más que evidente que he disfrutado con este libro. Para seros sincera pensé que su lectura se me iba a hacer muy cuesta arriba pero, en su lugar, me sentí totalmente atraída por la narración hasta el punto de comenzar y terminar prácticamente en una sentada.
Me gustaría recomendaros este libro a todos y especialmente a aquellos lectores que, como a mí, nos guste disfrutar del placer de la lectura al mismo tiempo que vamos aprendiendo de algún episodio o personaje de nuestra historia. Máxime si nos topamos con una narración cercana y amena como la que nos obsequia José Pedro, autor al que sin duda volveré.
Notas:
[1] Columna homenaje en los jardines de los Reales Alcázares. "La ciudad de Sevilla a su rey poeta Almutamid Ibn Abbad en el IX Centenario de su triste destierro. 7 septiembre 1091. Rachab 384. Sevilla 1991".