Autor
Juanjo Sáez (Barcelona, 1972), descendiente de un pastelero, estudió en la escuela Massana de Barcelona. En sus inicios creó el fanzine Círculo primigenio, publicación que marcó su entrada en el mundo de la ilustración y el humor, destacando por su originalidad y por un estilo absolutamente propio. En Reservoir Books ha publicado Viviendo del cuento (2004), El arte. Conversaciones con mi madre (2006), Yo. Otro libro egocéntrico de Juanjo Sáez (2010, elegido por La Vanguardia como uno de los diez títulos para un canon de la novela gráfica internacional) y Arroz pasado (2010). También ha publicado Buenos tiempos para la muerte (Morsa, 2000), Nada (Morsa, 2008), el libro infantil Dentro del sombrero y Principios básicos de astronomía de Los Planetas (2009)
Sinopsis
Mientras el mundo entero perdía pie y rumbo sumido en la última crisis económica y espiritual de Occidente, Juanjo Sáez lo hacía a su manera. Y es que de la noche a la mañana el entorno del autor se vuelve pesadillesco: se entera de la enfermedad de su madre y despiden a su padre tras un sinfín de jugarretas, transformando lo que hasta ese momento era el escenario cotidiano de una familia corriente en miedo y dolor.
En su nuevo libro Juanjo Sáez ilustra la crisis que nos ha afectado a todos al mismo tiempo que relata la suya propia, qué le ocurre a una persona cuando todo lo que le daba seguridad se desvanece. A través de viñetas críticas con la clase política y el sistema financiero y empresarial, así como por medio de relatos familiares, Juanjo Sáez aborda la crisis interna y externa con el estilo ya reconocible que caracteriza su obra: una mezcla tragicómica siempre teñida de ternura, risa y humor.
Cuando este libro cayó en mis manos pensé: ¡Un cómic! ¡Qué divertido!Y resulta que no, que la diversión es bien relativa y que no siempre hay que asociar viñetas únicamente con humor sino con otros muchos más aspectos de la vida.
En 317 páginas Juanjo Sáez recoge las viñetas publicadas en el diario Ara durante los últimos dos años y medio que suponen su visión particular de la situación actual del país tanto en temas políticos, económicos, financieros,... Vamos que le pega un repaso a la crisis por todos sus flancos. Todo esto aderezado con textos muy personales en los que relata episodios duros de su vida, sucesos que pueden ocurrir en cualquier familia de este país que tiene que afrontar reveses de la vida más los que nos dan los políticos. Juanjo pretende con este libro aunar posturas, arropar al prójimo y decirle con sus ilustraciones que no está solo.
La charla se movió entre temas muy controvertidos. Expresamos nuestra opinión por el gobierno que nos dirige, por la actitud de la banca, por el futuro de España,... Asuntos todos ellos que quedan grabados a través de sus viñetas en Crisis (de ansiedad). Creo que muchos lectores se verán reflejados en nuestras opiniones y tendremos una parecer común.
En 317 páginas Juanjo Sáez recoge las viñetas publicadas en el diario Ara durante los últimos dos años y medio que suponen su visión particular de la situación actual del país tanto en temas políticos, económicos, financieros,... Vamos que le pega un repaso a la crisis por todos sus flancos. Todo esto aderezado con textos muy personales en los que relata episodios duros de su vida, sucesos que pueden ocurrir en cualquier familia de este país que tiene que afrontar reveses de la vida más los que nos dan los políticos. Juanjo pretende con este libro aunar posturas, arropar al prójimo y decirle con sus ilustraciones que no está solo.
La charla se movió entre temas muy controvertidos. Expresamos nuestra opinión por el gobierno que nos dirige, por la actitud de la banca, por el futuro de España,... Asuntos todos ellos que quedan grabados a través de sus viñetas en Crisis (de ansiedad). Creo que muchos lectores se verán reflejados en nuestras opiniones y tendremos una parecer común.
Os dejo con la entrevista.
Marisa G.- Juanjo, tú ya has publicado varios libros (Viviendo del cuento – 2004, El arte. Conversaciones imaginarias con mi madre – 2006, Yo. Otro libro egocéntirico de Juanjo Sáez – 2010, Arroz pasado – 2010)¿Todos tienen este formato de cómic? ¿Qué nos cuentas de tus libros anteriores?
Juanjo S.- Sí, todos tienen el mismo formato. El primero era un diario personal donde cuento batallitas, de mi profesión de dibujante, encargos diversos que iba haciendo, una especie de resumen de mi trayectoria hasta ese día. En cuanto al segundo, intenté explicarle mi visión del arte a mi madre. Recoge conversaciones tanto inventadas como reales con ella. Después publiqué Yo..., una especie de análisis de mi estilo, mi forma de trabajar a través de diálogos conmigo mismo y Arroz pasado está basado en una serie que hice para la televisión en Cataluña. Es como un culebrón.
M.G.- En este nuevo libro existen dos vertientes. Por un lado tu visión personal sobre la situación actual del mundo y de este país que la alternas con tres historias tuyas muy personales (de ahí lo de crisis de ansiedad).
J.S.- Sí, en este caso me he adentrado mucho en el terreno muy personal.
M.G.- Y las viñetas que aparecen en el libro ya fueron publicadas en el diario Ara.
J.S.- Así es, pero como solo se vieron allí en Cataluña se pueden decir que son casi inéditas.
M.G.- Entrando en materia, por lo que yo aprecio, tu libro es como una forma de desahogarte tanto en lo personal como ciudadano de a pie.
J.S.- Sí, hemos pasado una temporada un poco... Nos han dado por todos lados. Tú ves la tele y los medios de comunicación y se habla del tema de una forma muy genérica, que si la crisis, los despidos, el paro,... pero es que resulta que detrás de todo eso hay personas. Por eso con este libro he querido llevarlo a lo humano, a modo de testimonio para que la gente se vea también reflejada. La verdadera crisis es la ansiedad, el sufrimiento de las personas, el miedo, la incertidumbre... Esa es la crisis auténtica. Lo que vemos en la tele solo son números y cifras.
Yo no he pretendido dibujar viñetas analizando la crisis desde mi casa de forma divertida e ingeniosa. He querido hablar de la realidad.
M.G.- Cuando empecé a leer tu libro, a mí me dolió mucho lo que estaba leyendo. Me escoció desde el inicio porque es tremendamente duro, cuando hablas de la enfermedad de tu madre, del despido de tu padre que es un episodio terrible,... Y luego el reflejo tan real que haces de la situación asusta.
J.S.- Todas esas cosas le ocurre a mucha gente. Esa es la crisis que vive la gente pero agravada por este entorno. Los políticos se dedican a tomar medidas y no piensan que la gente en sus casas tiene una situación muy complicada, que dependen del sueldo de una persona, en el mejor de los casos. En las familias pasa de todo, enfermedades y de todo, pero ellos obran tan alegremente sin tener en cuenta nada más. La historia al final se ha convertido en ellos y nosotros. Ellos están en una burbuja y claro no les afecta todas las medidas que toman. Hay familias que sufren muchísimo y desde mi humilde posición he intentado hacer un libro donde se hablara también de eso.
M.G.- ¿Qué reacción has querido provocar en el lector?
J.S.- Pues la tuya, empatía, que el lector piense que a mí me ha pasado como a algún familiar o como a él mismo, que piense que todos estamos en el mismo barco. Me gustaría que se sintiera acompañado, que supiera que somos muchos los que estamos recibiendo por todos lados,...
M.G.- ¿Y por qué no nos movemos?
J.S.- Esa es una de las preguntas. Me gustaría que mi libro fuera como una llamada.
M.G.- Todos estamos fatal pero parece que nos hemos acostumbrado. De hecho hay una viñeta en tu libro que dice exactamente eso. Me parece que estamos en ese camino, en el camino de la resignación, que nos dan otra vuelta de tuerca y seguimos callados.
J.S.- Es que el sistema también nos ha ido comprando poco a poco. Nos ha hecho creer que la felicidad está en poseer cosas y muchas veces pensamos que mientras no nos quiten lo nuestro. Estamos más preocupados por conservar lo nuestro y conservar el techo, pagar la hipoteca,... Las hipotecas, al fin y al cabo, son una forma de control social muy bestia. Si tú tienes que pagar una hipoteca porque te echan de casa, no tienes tiempo de ir a manifestaciones ni ganas de nada. Tú tienes una preocupación muy grande, pagar porque te van a echar, y eso nos divide. Todos pensamos en nuestra familia, en seguir adelante individualmente porque tenemos una losa encima muy grande. Aquí hemos sido todos muy ingenuos. El banco nos ha ido dando dinero, nos hemos comprado pisos. Si antes pagabas un alquiler de 400 y pides una hipoteca y pagas 300, por poner un ejemplo, nos quedamos tan contento. Pero es que resulta que esa hipoteca es de por vida y las cosas podían cambiar, algo que no nos decían. De repente la cosa ha ido cambiando, nos han ido apretando, las hipotecas han empezado a subir, a 600, a 1000,... Es todo una maniobra.
M.G.- Pero ya no solo las hipotecas. Demos un paso más. Te desahucian y sigues teniendo esa deuda.
J.S.- Es una condena. Es la cárcel.
M.G.- Pero lo lógico es que si me quitan mi casa, también deberían quitarme la deuda.
J.S.- Claro, pero entonces serías libre. Esto está todo pensado.
M.G.- Terrible... No sé si estarás de acuerdo pero yo percibo mucho pesimismo en tu libro, salvo las últimas páginas en las que se ve cierta luz al final del túnel.
J.S.- Es muy negativo, sí.
M.G.- Me asusta mucho.
J.S.- Es que cuando dibujé esas viñetas la realidad que tenía era muy negativa. Por eso al final he querido dejar una puerta abierta porque esto tiene que cambiar, aunque a lo mejor nosotros ya no lo vemos.
M.G.- ¿Y lo veremos nosotros? Mira que aún somos muy jóvenes.
J.S.- No lo sé, pero estando la cosa como está es muy difícil. Lo que sí sé es que la humanidad ha pasado por baches mucho peores y ha seguido para delante. España ha pasado por una guerra civil y aquí seguimos.
M.G.- Al hilo de esto quería preguntarte sobre algo que mencionas en el libro. Dices que la vida es cíclica, se pasa por épocas de bonanzas y épocas muy malas y estas últimas han desembocado en guerras años atrás pero que eso no volverá a ocurrir. Yo no estoy tan segura. A veces pienso que esto va a explotar de muy mala manera.
J.S.- Verás, yo no tengo una bola de cristal. Yo creo en el progreso y veo que es muy difícil que en Europa haya una guerra ahora. Los gobiernos saben que eso tiene una factura demasiado alta. Ahora los países se controlan, se colonizan, se invaden de manera económica. Alemania ha controlado Europa por las buenas sin tener que sacar los tanques como hacían antes. Se han dado cuenta de que es mejor prestar mucho dinero para que cuando no lo puedes devolver te tengan bien atrapado.
M.G.- Pero no me refiero a una guerra propiamente, sino que llegue un día en que todos nos levantemos a una...
J.S.- Si no hay hambruna eso es muy difícil. A mi parecer, Europa nos ha colocado donde nos quería, un país con mano de obra y turismo. Se llevaron toda la manufactura fuera de España porque era mucho más barato. Ahora resulta que ya no lo es tanto. Ahora es más barato volver a España. De hecho Inditex pretende abrir una planta aquí. El objetivo era bajar los salarios. Hoy en día hay gente que trabaja por 400 euros. Llegando a esos límites volverá a ser barato producir aquí en España, volverán a abrir fábricas,... y así se acaba la crisis. Se empezará a activar el mercado, volverá a haber trabajo,... Yo creo que va por ahí la cosa porque ya se empieza a oír que si estamos saliendo de la crisis y demás pero claro ahí sigue el paro...
M.G.- Bueno, que estamos saliendo de la crisis es algo que se lleva oyendo años. Remontémonos a los famosos brotes verdes....
J.S.- Bueno, yo estoy especulando porque yo no soy ningún experto ni sé demasiado de nada pero sí que veo que no interesa que España sea un país de I+D, que sea un país que tenga patentes, que se invierta en investigación, en educación... Los alemanes tienen miles de patentes en la industria automovilística. De todos los coches que se fabrican siempre va algo de dinero para Alemania. España nunca ha entrado en eso, nosotros nada, nosotros somos un país de brazos, de picar piedras.
M.G.- Y las personas que realmente tienen una valía tienen que marcharse fuera.
J.S.- Esas personas son fruto del sistema anterior, de la educación pública, gente muy válida, inversión que ahora aprovechan los alemanes. Nada, aquí obreros.
M.G.- Y encima quieren que vivamos con el complejo de culpa por hacernos creer que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
J.S.- Por encima de las posibilidades de quién, ¿de las mías? Nos han bombardeado tanto con eso que al final algunos se lo han creído.
M.G.- A mí es que el tema de la política me crispa. Ha llegado un momento en el que, mire a donde mire, encuentro la misma mierda, con perdón.
J.S.- Los partidos políticos en el fondo son todos capitalistas, todo se reduce al dinero. Por ejemplo, con el tema de la financiación del PP, el PSOE no dice nada, de paso afirman que si hay que investigar que se investigue pero lo hacen como de pasada. Claro, es que todos se han financiando de la misma manera. Hay cosas en las que no se pondrán de acuerdo en la vida y otras en las que miran hacia otro lado.
M.G.- No se van a tirar piedras sobre su propio tejado.
J.S.- Claro. Como ellos saben que se van turnando pues no quieren remover mucho la cosa porque mañana les puede ocurrir a ellos.
M.G.- Bueno, y si hay algún juez que más o menos hace algo en serio lo ponen a parir. Aquí, en Andalucía, la jueza Ayala lleva un montón de casos de corrupción y le dicen de todo menos bonita.
J.S.- O lo de Garzón. Se hizo muy famoso por los casos que llevaba pero ¿eso es para inhabilitarlo? Sacó la cabeza por el tema de la política y...
M.G.- Los políticos, desde luego, han perdido toda credibilidad. En la misma frase no se puede utilizar las palabras "político" y "honradez" porque no casan.
J.S.- Claro que no. Mira hoy la gente normal no quiere ser político. Ni loco.
M.G.- Y volviendo al libro, muchas de tus viñetas tratan también sobre el tema de la banca. Aparecen dos personajes, los banqueros, que siempre van con chistera y con un puro en la boca.
J.S.- Hemos vuelto al personajillo este del humor de toda la vida, de la chistera y el puro. Es como un eco de otro tiempo pero que está en plena actualidad.
M.C.- La banca tiene buena parte de la culpa de la situación en la que estamos hoy por dar tan a la ligera préstamos y conceder hipotecas,... ¿Vamos a tener que volver atrás y empezar a guardar los ahorrillos bajo el colchón como hacían los abuelos?
J.S.- La banca comenzó con el rollo de dame tu dinero que yo te lo guardo, no vaya a ser que venga alguien más pobre que tú a robártelo. Más allá de eso, su función era hacer que el dinero se moviera, distribuir el dinero de manera equitativa. Al menos esa era su función moral pero pasó que cogió todo el dinero, lo invirtió únicamente en ladrillo y lo han perdido.
M.G.- Lo mires por donde lo mires, todo es indignante. Es igual como con el tema de la justicia. Dice la Constitución que todos somos iguales ante la ley y pretenden que nos lo creamos.
J.S.- En el momento en el que tienes pasta y te puedes permitir un abogado mejor, pagar las costas, etc... Solo con eso ya no es igual.
M.G.- Aquí el que roba a lo grande queda impune pero el ciudadano que no puede pagar su hipoteca, enseguida tiene a los lobos encima. Los grandes chorizos no devuelven ni un solo euro.
J.S.- Esto tiene que salir por algún sitio. La gente está muy cansada y la cosa tiene que reventar, más allá de votar a un partido o a otro. Ellos siempre dicen que el derecho se demuestra en las urnas pero votar cada cuatro años es de risa, llega un momento en que eso es ridículo. De todos modos, salga quien salga, ganan todos y saben que tarde o temprano todos entran. Pero si al final entró Rajoy, que ha estado ahí en la retaguardia tanto tiempo. Es cuestión de esperar porque ellos saben que algún día les tocará.
M.G.- Pero las alternativas que hay son penosas. Salga lo que salga siempre es lo mismo.
J.S.- Yo por ideología siempre creo que es peor la derecha porque se dedica a privatizar y se pierden muchas cosas.
M.G.- SÍ, pero el último PSOE no es que lo hiciera muy bien que digamos.
J.S.- No, no, fue terrible. Pero bueno a mí me gustaría que hubiera una izquierda de verdad, aunque ahora está claro que no existe. Siempre andan diciendo que se ven obligados a tal o cual.
M.G.- Exacto y además siempre le echan las culpas al gobierno anterior. Antes de las elecciones prometen y prometen y luego terminan diciendo que no pueden cumplir lo prometido por culpa del anterior gobierno porque se han encontrado unas cuentas desastrosas.
J.S.- Así es, es mucho más fácil hacer eso.
M.G.- Y volviendo al vil metal, hay una viñeta en la que tú dibujas la moneda de euro en una jaula de oro. ¿Estaríamos mejor si hubiéramos continuado con la peseta?
J.S.- El euro era muy buena idea sobre todo para competir con el dólar, por lo menos era buena idea lo que nos contaron que no es lo que hay ahora. Aquí todo ha sido dar dinero y ahora hay que devolverlo, pero ¿por qué hay que devolverlo precisamente ahora? Llevamos debiendo dinero desde que entramos en Europa, ¿tenemos que devolverlo hoy? ¿No puede ser de aquí a diez o veinte años más?
M.G.- Es que para entonces vamos a estar peor y quieren cogerlo ahora.
J.S.- Pues probablemente pero también hay países latinoamericanos, no sé, Evo Morales o algún otro, que dicen que no hay, que no pueden devolverlo, que los invadan, que le manden bombas, pero que no tienen.
M.G.- He señalado algunas viñetas que me gustan mucho. Por ejemplo, la de Estados Unidos como modelo a imitar, esta me encanta. Yo es que soy anti-yanqui total y me da rabia que se adopten tantas costumbres americanas. Hace unos días tuvimos el Black Friday, es que a este paso terminamos celebrando el día de Acción de Gracias o el 4 de julio.
J.S.- Totalmente. Con sus películas ellos nos hacen ver cosas como normales cuando no lo son y te das cuenta cuando vas a Estados Unidos. Son rarísimos. Comen rarísimo, se relacionan entre ellos de forma rarísima,... Es todo muy raro. No tenemos absolutamente nada que ver con ellos pero de verlos por la tele y escuchar cómo hablan nos parece todo muy normal.
M.G.- Hay otras viñetas que realmente me asustan, como estas dos.
J.S.- Esas reflejan momentos de ofuscación que uno tiene de vez en cuando. Lo siento, lo siento.
M.G.- No, no,... pero si es la pura realidad. No te estás inventando nada. Es que la realidad es para asustarse. No te disculpes. ¿Hace mucho tiempo que dibujaste estas viñetas?
J.S.- Son de los últimos dos años y medio. Trabajar cada día en un periódico,uff... Aquello es la alegría de la huerta, ¿eh? El desánimo se te contagia.
M.G.- Yo no puedo ver la tele ni leer un periódico. Acabo entre deprimida e indignada.
J.S.- La tele no hay que verla ya, por lo menos las noticias. Está todo muy mediatizado, siempre hay muchos intereses detrás y además la mitad de las cosas son mentira o como mínimo, está manipulado. Las técnicas de manipulación se han usado desde siempre. En Egipto solo sabían leer y escribir los escribas del faraón para que el pueblo no se enteraba de nada.
M.G.- El conocimiento es poder.
J.S.- Claro y bueno eso ahora ha evolucionado hacia la desinformación y la manipulación.
M.G.- En tu libro no solo hay viñetas sino también textos que están llenos de tachones. ¿Todo esto está escrito de manera improvisada?
J.C.- Sí, son temas tan fuertes que no quise embellecerlos ni corregirlos. Yo normalmente trabajo así pero en este caso, si lo hubiera repasado mucho no lo hubiera hecho.
M.G.- Tu libro no se puede decir que nos haga pensar porque tratas temas que todos conocemos bien...
J.C.- En el fondo es un libro de obviedades pero es muy útil para sentirse acompañado.
M.G.- ¿Tú crees que llegará a manos de algún político?
J.C.- Me lo preguntaron el otro día pero qué más da. Si los están llamando ladrones a la cara y lo niegan, así que una cosa de un dibujante, con muñecos,... Esto no les afecta nada. Al revés se reirán.
M.G.- Eso me parece a mí. Yo cada vez que voy a una manifestación me los imagino en casa viendo la tele y riéndose. Cada vez me planteo más en serio no votar más.
J.C.- Aquí hay mucha gente que vota para joder, para fastidiar al otro partido y esos votos de castigo son muy peligrosos.
M.G.- Y cuatro años después tienes que votar al contrario. Muy patético todo.
J.C.- A estas alturas hay que reclamar en las instituciones internacionales porque aquí dentro...
M.G.- Poca solución encontramos.
J.C.- Ninguna...
M.G.- Bueno, Juanjo, no arreglamos el mundo. Habrá que tener paciencia. Te vamos a dejar porque presentas el libro ahora en el CICUS (Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla).
J.C.- Si, a las 20.00 horas pero aún hay tiempo.
M.G.- Te hemos hecho hablar muchísimo.
J.C.- Nada, un placer. Yo he estado aquí con amigos... Muchas gracias.
M.G.- Gracias a ti. Suerte con el libro y paciencia con el mundo.
La conversación dio mucho más de sí. Hablamos de mil temas más que no he querido reproducir porque se alargaría mucho la cosa pero el plan que tenemos en este país da para conversar no una hora, ¡sino una semana!
Espero que la entrevista os haya parecido interesante. La semana que viene os traeré la reseña del libro que tratándose de un cómic creo que será algo diferente.
J.S.- Es que el sistema también nos ha ido comprando poco a poco. Nos ha hecho creer que la felicidad está en poseer cosas y muchas veces pensamos que mientras no nos quiten lo nuestro. Estamos más preocupados por conservar lo nuestro y conservar el techo, pagar la hipoteca,... Las hipotecas, al fin y al cabo, son una forma de control social muy bestia. Si tú tienes que pagar una hipoteca porque te echan de casa, no tienes tiempo de ir a manifestaciones ni ganas de nada. Tú tienes una preocupación muy grande, pagar porque te van a echar, y eso nos divide. Todos pensamos en nuestra familia, en seguir adelante individualmente porque tenemos una losa encima muy grande. Aquí hemos sido todos muy ingenuos. El banco nos ha ido dando dinero, nos hemos comprado pisos. Si antes pagabas un alquiler de 400 y pides una hipoteca y pagas 300, por poner un ejemplo, nos quedamos tan contento. Pero es que resulta que esa hipoteca es de por vida y las cosas podían cambiar, algo que no nos decían. De repente la cosa ha ido cambiando, nos han ido apretando, las hipotecas han empezado a subir, a 600, a 1000,... Es todo una maniobra.
M.G.- Pero ya no solo las hipotecas. Demos un paso más. Te desahucian y sigues teniendo esa deuda.
J.S.- Es una condena. Es la cárcel.
M.G.- Pero lo lógico es que si me quitan mi casa, también deberían quitarme la deuda.
J.S.- Claro, pero entonces serías libre. Esto está todo pensado.
M.G.- Terrible... No sé si estarás de acuerdo pero yo percibo mucho pesimismo en tu libro, salvo las últimas páginas en las que se ve cierta luz al final del túnel.
J.S.- Es muy negativo, sí.
M.G.- Me asusta mucho.
J.S.- Es que cuando dibujé esas viñetas la realidad que tenía era muy negativa. Por eso al final he querido dejar una puerta abierta porque esto tiene que cambiar, aunque a lo mejor nosotros ya no lo vemos.
M.G.- ¿Y lo veremos nosotros? Mira que aún somos muy jóvenes.
J.S.- No lo sé, pero estando la cosa como está es muy difícil. Lo que sí sé es que la humanidad ha pasado por baches mucho peores y ha seguido para delante. España ha pasado por una guerra civil y aquí seguimos.
M.G.- Al hilo de esto quería preguntarte sobre algo que mencionas en el libro. Dices que la vida es cíclica, se pasa por épocas de bonanzas y épocas muy malas y estas últimas han desembocado en guerras años atrás pero que eso no volverá a ocurrir. Yo no estoy tan segura. A veces pienso que esto va a explotar de muy mala manera.
J.S.- Verás, yo no tengo una bola de cristal. Yo creo en el progreso y veo que es muy difícil que en Europa haya una guerra ahora. Los gobiernos saben que eso tiene una factura demasiado alta. Ahora los países se controlan, se colonizan, se invaden de manera económica. Alemania ha controlado Europa por las buenas sin tener que sacar los tanques como hacían antes. Se han dado cuenta de que es mejor prestar mucho dinero para que cuando no lo puedes devolver te tengan bien atrapado.
M.G.- Pero no me refiero a una guerra propiamente, sino que llegue un día en que todos nos levantemos a una...
J.S.- Si no hay hambruna eso es muy difícil. A mi parecer, Europa nos ha colocado donde nos quería, un país con mano de obra y turismo. Se llevaron toda la manufactura fuera de España porque era mucho más barato. Ahora resulta que ya no lo es tanto. Ahora es más barato volver a España. De hecho Inditex pretende abrir una planta aquí. El objetivo era bajar los salarios. Hoy en día hay gente que trabaja por 400 euros. Llegando a esos límites volverá a ser barato producir aquí en España, volverán a abrir fábricas,... y así se acaba la crisis. Se empezará a activar el mercado, volverá a haber trabajo,... Yo creo que va por ahí la cosa porque ya se empieza a oír que si estamos saliendo de la crisis y demás pero claro ahí sigue el paro...
M.G.- Bueno, que estamos saliendo de la crisis es algo que se lleva oyendo años. Remontémonos a los famosos brotes verdes....
J.S.- Bueno, yo estoy especulando porque yo no soy ningún experto ni sé demasiado de nada pero sí que veo que no interesa que España sea un país de I+D, que sea un país que tenga patentes, que se invierta en investigación, en educación... Los alemanes tienen miles de patentes en la industria automovilística. De todos los coches que se fabrican siempre va algo de dinero para Alemania. España nunca ha entrado en eso, nosotros nada, nosotros somos un país de brazos, de picar piedras.
M.G.- Y las personas que realmente tienen una valía tienen que marcharse fuera.
J.S.- Esas personas son fruto del sistema anterior, de la educación pública, gente muy válida, inversión que ahora aprovechan los alemanes. Nada, aquí obreros.
M.G.- Y encima quieren que vivamos con el complejo de culpa por hacernos creer que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
J.S.- Por encima de las posibilidades de quién, ¿de las mías? Nos han bombardeado tanto con eso que al final algunos se lo han creído.
M.G.- A mí es que el tema de la política me crispa. Ha llegado un momento en el que, mire a donde mire, encuentro la misma mierda, con perdón.
J.S.- Los partidos políticos en el fondo son todos capitalistas, todo se reduce al dinero. Por ejemplo, con el tema de la financiación del PP, el PSOE no dice nada, de paso afirman que si hay que investigar que se investigue pero lo hacen como de pasada. Claro, es que todos se han financiando de la misma manera. Hay cosas en las que no se pondrán de acuerdo en la vida y otras en las que miran hacia otro lado.
M.G.- No se van a tirar piedras sobre su propio tejado.
J.S.- Claro. Como ellos saben que se van turnando pues no quieren remover mucho la cosa porque mañana les puede ocurrir a ellos.
M.G.- Bueno, y si hay algún juez que más o menos hace algo en serio lo ponen a parir. Aquí, en Andalucía, la jueza Ayala lleva un montón de casos de corrupción y le dicen de todo menos bonita.
J.S.- O lo de Garzón. Se hizo muy famoso por los casos que llevaba pero ¿eso es para inhabilitarlo? Sacó la cabeza por el tema de la política y...
M.G.- Los políticos, desde luego, han perdido toda credibilidad. En la misma frase no se puede utilizar las palabras "político" y "honradez" porque no casan.
J.S.- Claro que no. Mira hoy la gente normal no quiere ser político. Ni loco.
M.G.- Y volviendo al libro, muchas de tus viñetas tratan también sobre el tema de la banca. Aparecen dos personajes, los banqueros, que siempre van con chistera y con un puro en la boca.
J.S.- Hemos vuelto al personajillo este del humor de toda la vida, de la chistera y el puro. Es como un eco de otro tiempo pero que está en plena actualidad.
M.C.- La banca tiene buena parte de la culpa de la situación en la que estamos hoy por dar tan a la ligera préstamos y conceder hipotecas,... ¿Vamos a tener que volver atrás y empezar a guardar los ahorrillos bajo el colchón como hacían los abuelos?
J.S.- La banca comenzó con el rollo de dame tu dinero que yo te lo guardo, no vaya a ser que venga alguien más pobre que tú a robártelo. Más allá de eso, su función era hacer que el dinero se moviera, distribuir el dinero de manera equitativa. Al menos esa era su función moral pero pasó que cogió todo el dinero, lo invirtió únicamente en ladrillo y lo han perdido.
M.G.- Lo mires por donde lo mires, todo es indignante. Es igual como con el tema de la justicia. Dice la Constitución que todos somos iguales ante la ley y pretenden que nos lo creamos.
J.S.- En el momento en el que tienes pasta y te puedes permitir un abogado mejor, pagar las costas, etc... Solo con eso ya no es igual.
M.G.- Aquí el que roba a lo grande queda impune pero el ciudadano que no puede pagar su hipoteca, enseguida tiene a los lobos encima. Los grandes chorizos no devuelven ni un solo euro.
J.S.- Esto tiene que salir por algún sitio. La gente está muy cansada y la cosa tiene que reventar, más allá de votar a un partido o a otro. Ellos siempre dicen que el derecho se demuestra en las urnas pero votar cada cuatro años es de risa, llega un momento en que eso es ridículo. De todos modos, salga quien salga, ganan todos y saben que tarde o temprano todos entran. Pero si al final entró Rajoy, que ha estado ahí en la retaguardia tanto tiempo. Es cuestión de esperar porque ellos saben que algún día les tocará.
M.G.- Pero las alternativas que hay son penosas. Salga lo que salga siempre es lo mismo.
J.S.- Yo por ideología siempre creo que es peor la derecha porque se dedica a privatizar y se pierden muchas cosas.
M.G.- SÍ, pero el último PSOE no es que lo hiciera muy bien que digamos.
J.S.- No, no, fue terrible. Pero bueno a mí me gustaría que hubiera una izquierda de verdad, aunque ahora está claro que no existe. Siempre andan diciendo que se ven obligados a tal o cual.
M.G.- Exacto y además siempre le echan las culpas al gobierno anterior. Antes de las elecciones prometen y prometen y luego terminan diciendo que no pueden cumplir lo prometido por culpa del anterior gobierno porque se han encontrado unas cuentas desastrosas.
J.S.- Así es, es mucho más fácil hacer eso.
M.G.- Y volviendo al vil metal, hay una viñeta en la que tú dibujas la moneda de euro en una jaula de oro. ¿Estaríamos mejor si hubiéramos continuado con la peseta?
J.S.- El euro era muy buena idea sobre todo para competir con el dólar, por lo menos era buena idea lo que nos contaron que no es lo que hay ahora. Aquí todo ha sido dar dinero y ahora hay que devolverlo, pero ¿por qué hay que devolverlo precisamente ahora? Llevamos debiendo dinero desde que entramos en Europa, ¿tenemos que devolverlo hoy? ¿No puede ser de aquí a diez o veinte años más?
M.G.- Es que para entonces vamos a estar peor y quieren cogerlo ahora.
J.S.- Pues probablemente pero también hay países latinoamericanos, no sé, Evo Morales o algún otro, que dicen que no hay, que no pueden devolverlo, que los invadan, que le manden bombas, pero que no tienen.
M.G.- He señalado algunas viñetas que me gustan mucho. Por ejemplo, la de Estados Unidos como modelo a imitar, esta me encanta. Yo es que soy anti-yanqui total y me da rabia que se adopten tantas costumbres americanas. Hace unos días tuvimos el Black Friday, es que a este paso terminamos celebrando el día de Acción de Gracias o el 4 de julio.
J.S.- Totalmente. Con sus películas ellos nos hacen ver cosas como normales cuando no lo son y te das cuenta cuando vas a Estados Unidos. Son rarísimos. Comen rarísimo, se relacionan entre ellos de forma rarísima,... Es todo muy raro. No tenemos absolutamente nada que ver con ellos pero de verlos por la tele y escuchar cómo hablan nos parece todo muy normal.
M.G.- Hay otras viñetas que realmente me asustan, como estas dos.
J.S.- Esas reflejan momentos de ofuscación que uno tiene de vez en cuando. Lo siento, lo siento.
M.G.- No, no,... pero si es la pura realidad. No te estás inventando nada. Es que la realidad es para asustarse. No te disculpes. ¿Hace mucho tiempo que dibujaste estas viñetas?
J.S.- Son de los últimos dos años y medio. Trabajar cada día en un periódico,uff... Aquello es la alegría de la huerta, ¿eh? El desánimo se te contagia.
M.G.- Yo no puedo ver la tele ni leer un periódico. Acabo entre deprimida e indignada.
J.S.- La tele no hay que verla ya, por lo menos las noticias. Está todo muy mediatizado, siempre hay muchos intereses detrás y además la mitad de las cosas son mentira o como mínimo, está manipulado. Las técnicas de manipulación se han usado desde siempre. En Egipto solo sabían leer y escribir los escribas del faraón para que el pueblo no se enteraba de nada.
M.G.- El conocimiento es poder.
J.S.- Claro y bueno eso ahora ha evolucionado hacia la desinformación y la manipulación.
M.G.- En tu libro no solo hay viñetas sino también textos que están llenos de tachones. ¿Todo esto está escrito de manera improvisada?
J.C.- Sí, son temas tan fuertes que no quise embellecerlos ni corregirlos. Yo normalmente trabajo así pero en este caso, si lo hubiera repasado mucho no lo hubiera hecho.
M.G.- Tu libro no se puede decir que nos haga pensar porque tratas temas que todos conocemos bien...
J.C.- En el fondo es un libro de obviedades pero es muy útil para sentirse acompañado.
M.G.- ¿Tú crees que llegará a manos de algún político?
J.C.- Me lo preguntaron el otro día pero qué más da. Si los están llamando ladrones a la cara y lo niegan, así que una cosa de un dibujante, con muñecos,... Esto no les afecta nada. Al revés se reirán.
M.G.- Eso me parece a mí. Yo cada vez que voy a una manifestación me los imagino en casa viendo la tele y riéndose. Cada vez me planteo más en serio no votar más.
J.C.- Aquí hay mucha gente que vota para joder, para fastidiar al otro partido y esos votos de castigo son muy peligrosos.
M.G.- Y cuatro años después tienes que votar al contrario. Muy patético todo.
J.C.- A estas alturas hay que reclamar en las instituciones internacionales porque aquí dentro...
M.G.- Poca solución encontramos.
J.C.- Ninguna...
M.G.- Bueno, Juanjo, no arreglamos el mundo. Habrá que tener paciencia. Te vamos a dejar porque presentas el libro ahora en el CICUS (Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla).
J.C.- Si, a las 20.00 horas pero aún hay tiempo.
M.G.- Te hemos hecho hablar muchísimo.
J.C.- Nada, un placer. Yo he estado aquí con amigos... Muchas gracias.
M.G.- Gracias a ti. Suerte con el libro y paciencia con el mundo.
La conversación dio mucho más de sí. Hablamos de mil temas más que no he querido reproducir porque se alargaría mucho la cosa pero el plan que tenemos en este país da para conversar no una hora, ¡sino una semana!
Espero que la entrevista os haya parecido interesante. La semana que viene os traeré la reseña del libro que tratándose de un cómic creo que será algo diferente.