Editorial: Círculo Rojo.
Fecha publicación: mayo, 2013.
Nº Páginas: 301.
Nº Páginas: 301.
Precio: 20,00 €
Género: Novela.
Edición: Rústica con solapas.
Edición: Rústica con solapas.
ISBN: 9788490500064
Autora
Kelly Mordon, nacida en Madrid en 1970, estudió lengua y literatura. Más tarde se especializó en Dirección de Empresas, para culminar su carrera como perito calígrafo judicial, aunque su verdadera vocación siempre estuvo encaminada a la escritura. Actualmente dedica todo su tiempo a desarrollar su afición.
Gran conocedora de la mente humana, por sus incursiones en el mundo de la psicología forense, la totalidad de su obra es una oda al misterio y tiene la capacidad de hacer navegar al lector por innumerables sensaciones que le trasladarán a través del amor, la tristeza y el terror.
Un alto en el camino, no dejará indiferente a nadie. El giro constante que muestran los personajes en cada capítulo llevará al lector a involucrarse en la historia de tal manera que será como si la estuviera viviendo en primera persona.
Reveladora, inquietante, innovadora y extremadamente adictiva.
Sinopsis
Megan Pebbles, incapaz de negarse a la petición de su amiga de la infancia, acepta salir a cenar con ella para prestarle ayuda y apoyo a fin de que sobrelleve su complicada relación conyugal. Pero algo ocurre esa noche y, a la mañana siguiente, se encuentra mal y no recuerda nada de lo que sucedió durante la velada.
Su marido, Charley, la llama por teléfono y la convence para que emprenda viaja hacia un pueblo perdido y se reencuentre con él allí. La propuesta implica unas vacaciones juntos en un paraje maravilloso, donde él está haciendo un reportaje y en el que ella podrá recuperarse de todas sus dolencias.
El trayecto resulta extraño y un temporal obliga a Megan a realizar una parada en un motel de carretera donde nada es lo que parece.
¿Será el gerente del motel el alma caritativa que parece ser? ¿Podrá Megan salvar a Adelle y a la pequeña Joyce de las garras de su violento marido y padre? ¿Merece Devon su perdón, a pesar de haberle abollado el coche mientras repostaba? ¿Qué es lo que pretenden esas dos extrañas viejecitas que no paran de perseguirla a todas horas? Y lo más intrigante y aterrador.... ¿Quién es el desagradable inquilino de la habitación colindante a la suya?
Un extraño alto en el camino que le obligará a tomar decisiones terribles antes de continuar su viaje hacia Cattleya, el pueblo perdido.
Pero... ¿qué es y dónde está Cattleya?
[Información facilitada por la editorial]
La primera vez que leí la sinopsis de este libro me dejó muy intrigada. La segunda, cuando Círculo Rojo me la ofreció para sortear, estuve tentada de solicitar un ejemplar para mí. La tercera fue cuando su autora me escribió para ofrecérmelo. No iba a decir que no, claro está.
Hace algo más de mes y medio que lo leí pero hasta ahora no había podido sentarme a redactar la reseña, no solo por la cantidad de líos que me buscan y me encuentran o los que yo solita me busco, sino porque necesitaba reflexionar sobre la forma de encarar mis impresiones. A veces no es fácil hablar de un libro, de lo que nos ha parecido, de lo que destacamos o lo que consideramos que debería ser de otro modo. Son opiniones personales, muy subjetivas, lejos de toda profesionalidad, pero aun así requieren un mínimo de orden, estructura y mucha sinceridad.
Un alto en el camino posee un argumento atrayente que viene precedido por unas palabras introductorias de la autora en las que nos habla del amor, el dolor, los reveses de la vida y la resignación. Con estas líneas el lector entona el cuerpo y se predispone a lo que más adelante será narrado.
La protagonista es una mujer, en principio anónima aunque tras un par de páginas sabremos que se llama Megan Pebbles, que acaba de despertar aturdida después de haber pasado una noche de fiesta con su amiga Keyla. Apenas recuerda nada de lo que pasó la noche anterior, algo que ella achaca al excesivo consumo de alcohol. Poco a poco, la nube que cubre su mente se irá disipando y recordará breves escenas.
Este primer capítulo nos permite conocer a los personajes principales. De Megan sabremos que está casada con Charley y que, aunque los desea, no tiene hijos por problemas físicos. Keyla, en cambio, sí tiene una hija, un cuerpo precioso, una buena posición económica y un marido, Jhon, con el que la protagonista no se lleva muy bien.
Cuando Megan intenta recordar lo que ella y su amiga hicieron la noche anterior recibe una llamada de Charley. Él es periodista y está haciendo un reportaje en un pueblo remoto. Charley le pide a Megan que se desplace hasta donde él está para pasar unos días juntos. La conversación se desarrolla en términos un tanto extraños, tanto para Megan como para el lector. Charley hace hincapié en una serie de indicaciones bastante incomprensibles. Aun así, ella emprende camino en coche hacia el punto de encuentro y el trayecto servirá para seguir conociéndola un poco más. Megan es huérfana de madre. Con su padre mantiene una relación maravillosa, llena de complicidad y amor, que se fortaleció con su madre falleció.
Poco a poco va consumiendo kilómetros mientras hace repaso de su vida, pero el viaje en coche se complica con motivo de una fuerte tormenta que la obliga a hacer un descanso en el motel La parada. Es un lugar extraño, regentado por un hombre (Stewart) especialmente amable, tanto que levanta sospechas. Los huéspedes tampoco son muy normales, un matrimonio con un hija pequeña, un par de mujeres muy fervorosas, un chico que se dirige al mismo lugar que Megan,... El ambiente está muy enrarecido pero ella intenta no darle demasiada importancia pues solo piensa en el momento que la tormenta pase y pueda seguir su camino en dirección a Charley. Sin embargo, la situación se complica por momentos. Comienzan a suceder cosas insólitas, sombras sin dueños, inquilinos de aspecto enfermizo que asaltan a Megan, el amable Steward se comporta de modo inquietante,... Todo esto asusta mucho a la protagonista y más cuando en su teléfono móvil comienza a recibir llamadas que se entrecortan, de Keyla diciendo que lo siente, de su marido incitándola a continuar el viaje a pesar de la tormenta, llamadas que la desconciertan cada vez más.
De lo que acontece más adelante no os voy a desvelar más nada. Tendréis que leer el libro para averiguar qué se esconde detrás de ese motel tan raro, quiénes son esos inquilinos, dónde está Charley y ese pueblo perdido al que Megan se dirige. Un argumento lleno de misterio e intriga con un final que puede sorprenderte.
De lo que acontece más adelante no os voy a desvelar más nada. Tendréis que leer el libro para averiguar qué se esconde detrás de ese motel tan raro, quiénes son esos inquilinos, dónde está Charley y ese pueblo perdido al que Megan se dirige. Un argumento lleno de misterio e intriga con un final que puede sorprenderte.
De todos los personajes que aparecen en escena, Megan, obviamente, es el que más «cuota de pantalla» tiene. Ella tiene que hacer frente a una serie de tesituras incompresibles que la descolocan y la aturden. Es un personaje que expone sus sentimientos, nos describe los lazos que la unen a su marido, a su amiga, a su padre, lo que sintió cuando falleció su madre,... Todo esto hace pensar que el personaje se describe con profundidad y de hecho es así, no obstante, no he podido conectar con ella, no he sentido conexión ni con su dolor ni con su alegría. Creo que se enfrenta a situaciones en las que se mueve con demasiada ingenuidad, con una actitud que, en mi caso, no me parece creíble.
Por otra parte, la autora sí muestra habilidad para crear personajes misteriosos que entran y salen del motel La parada. Ha sabido crear convenientemente un conjunto de extraños individuos que generan mucha intriga y curiosidad en el lector, algo que anima bastante a continuar con la lectura pues sentimos la necesidad de llegar al final para desvelar todas las dudas que nos surgen.
El ritmo de la novela va in crescendo. Hacia la mitad la tensión aumenta y en algunos puntos llegamos a sentir cierta angustia, temiendo por la vida de Megan. El avance en la lectura da pie a innumerables preguntas que nos surgen sin que tengamos certeza de lo que realmente está ocurriendo, pero...
Llegaremos a un punto en el que la voz narrativa cambia de la primera a la tercera persona, al igual que la grafía, pasando de normal a cursiva, donde hallaremos respuesta a todas las incógnitas: por qué Megan no recordaba nada de la noche anterior, el significado de esas llamadas de teléfono, la actitud extraña de los huéspedes del motel La parada,... Será entonces cuando todo cuadre y comprendamos lo ocurrido.
Llegaremos a un punto en el que la voz narrativa cambia de la primera a la tercera persona, al igual que la grafía, pasando de normal a cursiva, donde hallaremos respuesta a todas las incógnitas: por qué Megan no recordaba nada de la noche anterior, el significado de esas llamadas de teléfono, la actitud extraña de los huéspedes del motel La parada,... Será entonces cuando todo cuadre y comprendamos lo ocurrido.
Con un estilo sencillo y ameno, Un alto en el camino está estructurado en treinta y un capítulos cortos y numerados, sin título introductorio, salvo el primero que nos indica en qué momento comienza la acción. Los párrafos de los primeros capítulos son, para mi gusto, demasiado cortos lo que entrecorta el ritmo de la lectura, algo que se corrige en los capítulos posteriores.
Hasta aquí todo lo positivo de la novela pero creo que tengo que hacer mención a otros aspectos que han deslucido el texto. Me he topado con palabras sin acentuar cuando las reglas gramaticales así lo requieren, con un uso indiscriminado de comillas, y con excesivas e inapropiadas comas que rompían el fluir de la lectura. Por otra parte, a veces la estructura de los diálogos no siguen la norma, hay palabras con letras trabucadas y alguna falta de ortografía. Para mí no es plato de buen gusto hacer este tipo de comentarios pero creo que, de igual modo que destaco una trama atrayente, también debo decir aquellos otros puntos que estilística y formalmente requieren revisión, ya sea por parte de la autora como por parte de la editorial. Bajo mi punto de vista el texto no ha sido revisado convenientemente y es una lástima porque la impresión final que un lector puede tener al finalizar la lectura se verá perjudicada por errores de fácil solución.
De Un alto en el camino no quiero quedarme con lo negativo. Prefiero destacar un argumento que me ha enganchado y con el que he ido de sorpresa en sorpresa. Los detalles que he mencionado son fácilmente subsanables y así se lo he comunicado a su autora. Por lo tanto, recomiendo este libro a aquellos lectores que deseen una lectura entretenida, llena de misterio e intriga con la que pasar unas horas de distracción.
Agradezco a la autora el envío del ejemplar.
Retos: