Editorial: Suma de Letras.
Autora
Elísabet Benavent (Valencia, 1984) es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Cardenal Herrera CEU de Valencia y máster en Comunicación y Arte por la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad trabaja en el Departamento de Comunicación de una multinacional. Su pasión es la escritura. La publicación en 2013 de sus novelas En los zapatos de Valeria, Valeria en el espejo, Valeria en blanco y negro y Valeria al desnudo se ha convertido en un éxito total de crítica y ventas con más de 120.000 ejemplares vendidos. Los derechos audiovisuales de la saga Valeria se han vendido para televisión. En la actualidad se ocupa de la familia Coqueta y está inmersa en la escritura.
Sinopsis
Valeria está con Bruno pero ¿por qué no deja de pensar en Víctor?
Valeria ha elegido no sufrir y Víctor ser sincero, ¿podrán ser amigos?
Valeria titubea, calla, respira, siente...
Valeria no sabe que su vida dará un giro en su próximo cumpleaños...
Y desconoce que Lola, Nerea y Carmen buscan su propio final de cuento, ¿o no?
[Información facilitada por la editorial]
Este blog llevaba cojo desde hace meses y es que le faltaba una pata al banco. Aún me quedaba por reseñar el último libro de la saga Valeria que tanto ha gustado por estos lares. Ya iba siendo hora de que sacara a la luz mis impresiones sobre la última entrega, especialmente porque se me acumula el trabajo. Elísabet vuelve a la carga y lo hace con dos novelas más, Persiguiendo a Silvia y Encontrando a Silvia. Desconozco si van en la misma línea o Elísabet ha tomado otros derroteros, con un estilo diferente.
Antes de empezar a relataros mis impresiones, os advierto que esta reseña incluye referencias a los libros anteriores, por lo que, si aún no los habéis leído y tenéis intención de hacerlo, os aconsejo que paséis de leer esta entrada directamente.
En la entrega anterior habíamos dejado a Carmen casada, a Lola embarcada en su relación con el joven Rai, a Nerea enfrascada en su proyecto empresarial sin compañía pero con algún deliz y a Valeria disfrutando de una relación a distancia con el escritor Bruno. Pues bien, en Valeria al desnudo las chicas siguen con sus vidas y sus obligaciones y eso implica que tengan menos tiempo para verse. Aun así, siguen siendo uña y carne y siempre se están apoyando mutuamente.
Carmen ha iniciado una vida de vinos y rosas. Su matrimonio con Borja sigue bebiendo de las mieles de la felicidad y eso se nota en su tripa. Bueno, eso es lo que parece, pero tanto amor, tanto amor, al final tiene sus frutos. Sí, Carmen se va a estrenar como mamá.
Lola siguen manteniendo su relación con Rai. En el terreno laboral se mantiene como una mujer de éxito. De hecho, la ascienden y en su nuevo puesto, tan exuberante como es, hace saltar las alarmas entre el personal. Un nuevo frente asoma por el horizonte. Un hombre tremendamente guapo, atractivo al que Lola le cuesta horrores resistirse pero eso implicaría echar por tierra su relación con Rai.
Nerea mantiene su empresa a flote. Está constantemente ocupada con mil proyectos que no dejan hueco en su cabeza para nada más. Y digo su cabeza, porque su corazón tiene un agujero que ni el de capa de ozono. Jorge, el fotógrafo con el que mantuvo un-aquí-te-pillo-aquí-te-mato en el libro anterior sigue pululando a su alrededor, pero Nerea no lo tiene nada claro. Jorge sí. ¿Qué es lo que busca la no ya tan fría Nerea?
Nerea mantiene su empresa a flote. Está constantemente ocupada con mil proyectos que no dejan hueco en su cabeza para nada más. Y digo su cabeza, porque su corazón tiene un agujero que ni el de capa de ozono. Jorge, el fotógrafo con el que mantuvo un-aquí-te-pillo-aquí-te-mato en el libro anterior sigue pululando a su alrededor, pero Nerea no lo tiene nada claro. Jorge sí. ¿Qué es lo que busca la no ya tan fría Nerea?
En cuanto a Valeria, continua su relación con Bruno pero es una relación a distancia pues él reside en Gijón. Parece que ambos lo llevan bien. Parece. Se ven cuando pueden y cuando consiguen un rato a solas, sus encuentros se vuelven explosivos. Sin embargo Valeria echa en falta algo, algo que ni siquiera sabía que tenía antes y cuando mira con detenimiento a su alrededor se da cuenta de que lo parece no es tal que así. A Bruno, sin embargo, todo le resulta mucho más fácil. Está enamorado de Valeria, la quiere, la echa de menos cuando no está, e incluso se siente tan bien que no le importa incorporar a su hija Aitana de seis años a sus fines de semana con Valeria. ¿Cómo encajará ella tener que ocuparse de una niña?
¿Donde queda Victor en todo esto? Pues Víctor sigue ahí, al lado de Valeria, sobrellevando la situación aunque sabe que es parte del pasado. No lo pasa nada bien. Echa de menos su vida con Valeria, sabe que cometió errores pero la vida sigue y él tiene que continuar. Por doloroso que resulte, antes de perderla por completo, prefiere ser solamente su amigo pero ya se sabe que donde hubo fuego queda rescoldos y es inevitable dejarse llevar.
Y así se presenta la última entrega de la saga Valeria. Elisabet sigue con capacidad para manejar hábilmente los hilos de las vidas de estas chicas. Unas vidas llenas de miles de cuestiones que afrontar donde el sexo y el amor van a veces de la mano y otras no tanto. Las reflexiones, las diatribas, las cuestiones del corazón siguen estando bien presentes. ¿Acaso no ocurre así en la realidad?
Esta última parte, vamos a ver el estreno de Carmen como madre. La llegada de los hijos cambian por completo la relación de una pareja. Ya no somos dos sino tres o cuatro y eso conlleva muchos cambios. Carmen es una madre que tendrá miedo, no solo a la maternidad sino más bien a esas alteraciones en su estilo de vida que prevé que se producirán. Por suerte Borja es un hombre que muestra su total apoyo aunque no siempre puede mantenerse equilibrado ¿Cómo encaja la maternidad en el mundo laboral? ¿Cómo atender tantas parcelas? Por su parte, Lola tendrá que manejar situaciones complicadas si quiere de verdad afianzarse emocionalmente. Tendrá muchísimas dudas y se planteará un sin fin de dilemas. Lola no sabe si quiere lo que tenía antes o si Rai la satisface por completo. Él es mucho más joven, es un estudiante y ella una mujer con un trayectoria profesional sólida y un futuro brillante. En cuanto a Nerea lucha por su empresa pero su corazón también necesita alguna alegría de vez en cuando. Se planteará si es feliz así con pequeños escarceos con Jorge, un hombre que no concuerda en absoluto con su estilo de vida ni su forma de ser. Ella siempre había soñado con un hombre guapo, atento y éxitoso a su lado con quien formar una familia pero su sueño de contraer matrimonio y ser madre parece resistire. Y por último, Valeria, ¿qué pasará entre ella y Bruno? ¿Serán correctas sus decisiones? ¿Qué ocurrirá con Víctor? Valeria está en una tesitura complicada. Bruno le ofrece una estabilidad que Víctor ni se planteaba pero ahora Víctor, ante el temor de lo evidente, saca su lado más sincero y más desvalido. En definitiva, la vida de las chicas siguen llenas de dificultades, problemas, emociones, sentimientos, dolor, decisiones,... Estas chicas son de carne y hueso y tan real como nosotras.
Esta última parte, vamos a ver el estreno de Carmen como madre. La llegada de los hijos cambian por completo la relación de una pareja. Ya no somos dos sino tres o cuatro y eso conlleva muchos cambios. Carmen es una madre que tendrá miedo, no solo a la maternidad sino más bien a esas alteraciones en su estilo de vida que prevé que se producirán. Por suerte Borja es un hombre que muestra su total apoyo aunque no siempre puede mantenerse equilibrado ¿Cómo encaja la maternidad en el mundo laboral? ¿Cómo atender tantas parcelas? Por su parte, Lola tendrá que manejar situaciones complicadas si quiere de verdad afianzarse emocionalmente. Tendrá muchísimas dudas y se planteará un sin fin de dilemas. Lola no sabe si quiere lo que tenía antes o si Rai la satisface por completo. Él es mucho más joven, es un estudiante y ella una mujer con un trayectoria profesional sólida y un futuro brillante. En cuanto a Nerea lucha por su empresa pero su corazón también necesita alguna alegría de vez en cuando. Se planteará si es feliz así con pequeños escarceos con Jorge, un hombre que no concuerda en absoluto con su estilo de vida ni su forma de ser. Ella siempre había soñado con un hombre guapo, atento y éxitoso a su lado con quien formar una familia pero su sueño de contraer matrimonio y ser madre parece resistire. Y por último, Valeria, ¿qué pasará entre ella y Bruno? ¿Serán correctas sus decisiones? ¿Qué ocurrirá con Víctor? Valeria está en una tesitura complicada. Bruno le ofrece una estabilidad que Víctor ni se planteaba pero ahora Víctor, ante el temor de lo evidente, saca su lado más sincero y más desvalido. En definitiva, la vida de las chicas siguen llenas de dificultades, problemas, emociones, sentimientos, dolor, decisiones,... Estas chicas son de carne y hueso y tan real como nosotras.
En las entregas anteriores Valeria ostentaba el papel predominante. Es verdad que el resto de las chicas tenían su papel protagonista pero era Valeria la que ocupaba la mayor parte de la trama. Sin embargo en esta ocasión he notado un ligero incremento del protagonismo de sus amigas. Lola pasa por una etapa de su vida complicada. Hasta ahora conocíamos a una mujer con un estilo de vida desenfrenado que nos hacía reír muchísimo por su forma de expresarse sin pelos en la lengua, por ser tan desinhibida, chispeante y alocada pero algo ha cambiado.Me ha gustado mucho la nueva Lola. Se ha vuelto mucho más madura. Sabe lo que quiere e intenta sepultar para siempre a su antigua yo. Obviamente lo cortés no quita lo valiente y sigue con su particular forma de hablar que sonroja a cualquiera pero su corazón busca algo diferente.
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También Nerea me parece distinta. Se aventura en nuevos territorios en busca de sensaciones desconocidas. Eso la aturdirá un poco pero está serena y tras pensar, sabe lo que quiere. ¿Y qué decir de Carmen? Me gusta su nueva etapa y esa complicidad que mantiene con Borja. Todas han adquirido más papel en esta última parte y de todas ellas, creo que la que menos ha evolucionado y se mantiene más en la misma línea desde el principio es precisamente Valeria.
También Nerea me parece distinta. Se aventura en nuevos territorios en busca de sensaciones desconocidas. Eso la aturdirá un poco pero está serena y tras pensar, sabe lo que quiere. ¿Y qué decir de Carmen? Me gusta su nueva etapa y esa complicidad que mantiene con Borja. Todas han adquirido más papel en esta última parte y de todas ellas, creo que la que menos ha evolucionado y se mantiene más en la misma línea desde el principio es precisamente Valeria.
En cuanto al elenco masculino, ya dije en otra ocasión que entre Bruno y Víctor me quedo con el segundo. Y no lo digo solo por su porte físico sino porque, con sus defectos, me parece más honesto, más sincero, más emotivo. Bruno me cae como un jarro de agua fría y nunca he llegado a mirarlo con buenos ojos. Adrián quedó muy atrás aunque también conoceremos qué ha sido de él.
Por lo demás, el estilo se sigue manteniendo. Seguimos con un narrador omnisciente en tercera persona, y como viene siendo habitual, el lenguaje jovial, cercano, ameno, actual nos sigue acercando a sus protagonistas. Como ya apunté en el libro anterior, el sexo parece que ha ido cediendo terreno a los sentimientos. Es cierto que entre Bruno y Valeria la pasión se desata pero las escenas son ligeramente más veladas hasta que nos acercamos al final donde ¡¡boooom!! La cosa se caldea mucho más. ¿Por qué será?
Por otra parte he notado que los acontecimientos se suceden más despacio, el ritmo es más cadencioso, más parsimonioso. Da la sensación de que su autora no quiere llegar al final, no quiere despedirse de estas cuatro mujeres. Ella se lo habrá pasado muy bien escribiendo sobre sus vidas y nosotros, los lectores, también hemos disfrutado de esta aventura que, al parecer, aterrizará en la pequeña pantalla.
El broche de oro de esta saga es una preciosidad. Con este tipo de libros un lector puede pensar que estamos ante un cuento de hadas, en el que todo es rosa y con un final de fuegos artificiales. Bueno, es previsible y se intuye que todo acabará bien pero no todo es tan maravilloso. En la vida real hay mucha renuncia si queremos conseguir algo y es precisamente eso lo que encontramos en parte en el desenlace. Por eso me gustaría recalcar que esta última entrega me ha parecido más real que nunca.
Para ser un estreno creo que Elisabet lo ha hecho bien. Ha construido una historia en cuatro partes de cuatro amigas que en un principio recordaban mucho a Sexo a Nueva York pero que poco a poco se han ido españolizando. Yo he disfrutado mucho con sus cuatro libros. No son lecturas sesudas. Tampoco hay que engañarse, pero tampoco son libros que engañen. No nos venden humo. En definitiva, que me lo he pasado bien leyéndolo y los recomiendo a todos aquellos que gusten leer chick-lit. Fijaos que estamos en verano, ¿qué mejor época para zambullirse en lecturas fresquitas? Bueno lo de fresquita, en ocasiones, será un decir. Ahora toca saber si Elisabet Benavent sigue en su línea con las dos nuevas novelas, si ha madurado, si ha cambiado como escritora. Pero eso ya será otra historia. Con esta reseña doy por concluida mi relación con Valeria. La echaré de menos.
Y ahora que lo pienso, el blog sigue cojo y es que aún queda otra saga por finiquitar. Pero eso será más adelante.
Agradezco a Suma de Letras el envío del ejemplar
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Y ahora que lo pienso, el blog sigue cojo y es que aún queda otra saga por finiquitar. Pero eso será más adelante.
Agradezco a Suma de Letras el envío del ejemplar
