Editorial: Lumen.
Fecha publicación: mayo, 2014.
Nº Páginas: 127.
Precio: 14,90 €
ISBN: 978-264-0024-6
Autores
Moderna de Pueblo es el pseudónimo de Raquel Córcoles,una joven historietista que ha trabajado cono guionista e ilustradora para revistas como Cuore y El Jueves. Tras publicar su primer libro con Ediciones Glénat, su fama creció exponencialmente y ahora cuenta con cerca de 200.000 seguidores en Facebook y más de 65.000 en Twitter. También ha colaborado con diseñadores de moda y ha trabajado en el mundo del cine. En abril de 2013 publicó Los capullos no regalan flores en Lumen, y, ahora, un año después, repite experiencia en el sello con El Cooltureta.
En esta ocasión, Carlos Carrero ha colaborado en la preparación de este libro.
Sinopsis
El humor de Moderna de pueblo especialmente dedicado al Cooltureta, es decir, al tipo que todo lo sabe. Y si no lo sabe... lo parece.
Moderna de Pueblo presenta a un nuevo personaje de su universo: el Cooltureta, un tipo con un deslumbrante y a menudo irritante conocimiento «moderno».
Algunos modernos, además de llevar pantalones de pitillo y no saltarse ni un festival de música, asisten a ciclos de cine iraní y leen poesía contemporánea en el metro. Si además contestan con un «ya lo había visto» a los post de sus amigos en Facebook o se dedican a arquear las cejas cada vez que alguien hace un inocente chascarrillo de bar, es fácil encasillarlos en una categoría especialmente irritante: la del hipster intelectual. Exactamente eso es El Cooltureta, el nuevo personaje de Moderna de Pueblo, la ilustradora que siempre tiene a punto una ocurrencia para sacar los colores a la comunidad indie española.
Recién mudado al barrio más in de la ciudad, el Cooltureta está dispuesto a aprovechar al máximo su nuevo vecindario. Quiere tener amigos cultos, conocer a una chica sensible que monte en bici vintage e ir todos juntos a cafeterías bohemias con música en directo. Para ello, el protagonista tendrá que superar obstáculos que se presentarán en la forma de sus amigotes mainstream, una antigua compañera del colegio que ahora es retro-nerd o, el peor, sus propias inseguridades. ¿Habrá leído suficiente? Una historia desternillante para reírse de un mismo o de todos los coolturetas que, en el fondo, tienen su punto entrañable.
[Información facilitada por la editorial]
Regreso tras una semana de convalecencia. Aunque aún me tiran los puntos, ya puedo mover mucho mejor el brazo con lo que retomo la actividad del blog hasta nueva orden y lo hago con un género al que me estoy aficionando.
Cada vez me gustan más a las novelas gráficas y es que he encontrado en este género una lectura ágil y divertida que me entretiene muchísimo y saca la mejor de mis sonrisas. Tanto es así que, animada por un ansia viva que me corroía por hacerme con más novelas gráficas, me lancé corriendo a la biblioteca y regresé con unos cuantos títulos: Maus, Fun Home, Todo Paracuellos,... No tengo ni idea de lo que he pillado pero, iré mirando ejemplar a ejemplar y ya veré si leo alguno, todos o ninguno.
De Moderna de Pueblo no conocía absolutamente nada. Mi primer acercamiento ha sido con este libro, el tercero que publica, pero sois muchos los que ya la conocíais por su anterior trabajo, Los capullos no regalan flores, un libro que tuve en mis manos el otro día cuando me acerqué a El Corte Inglés para ver las ofertas literarias que tenían. Al final no me lo traje pero he tomado la firme determinación de ir a por a él.
Cooltureta es un spin-off de unos de los personajes que salían en Los capullos...Dice Raquel Córcoles y Carlos Carrero que, de todos los personajes de aquella novela gráfica, el cooltureta era uno de los que más gustaban y del que se podía sacar más jugo. ¿Y quién o qué es el cooltureta? Pues es un tipo de unos treinta años que se muda a un barrio de ambiente intelectual donde hay buenos músicos callejeros, escritores en busca de inspiración, y chicas guapas que se mueven en bicicleta, donde aún encuentras tiendas de vinilos, librerías - cafés o tiendas y mercadillos domingueros vintage. Nuestro cooltureta sabe disfrutar de la vida y valorar lo realmente importante, lo que le hace crecer como persona y enriquece su existencia. Así disfruta de una tarde-noche escuchando música, tomando una copa de vino y leyendo un buen libro, o asistiendo a algún concierto de jazz, o a un ciclo de cine alternativo o... Sus amigos más cercanos no siempre estarán por la labor de seguir al cooltureta en sus planes que podrán ser muy intelectuales pero suenan a aburridos a más no poder. No importa. Él mismo se basta y además hará lo posible por conocer a otras personas que sí aboguen por sus gustos. Y así interactuará con un cinéfilo al que es difícil impresionar con nuestras opiniones sobre el séptimo arte, con el cultureta de palo que no se separa de sus libros así arda Troya, o con la Mariliendre, una antigua compañera de colegio que anda a la busca y captura de algún heterosexual pero que se mueve en ambientes en los que difícilmente podrá encontrar alguno.
Todos los personajes de esta novela gráfica son estereotipos, reflejo de un grupo de individuos que encontramos en la sociedad actual y cuya máxima es responder a una serie de cánones. Son los modernos, o como se denominan en la novela, los hipsters intelectuales (hipters, palabra que proviene del vocablo americano y que significa precisamente moderno). Estos personajes saben de todo lo más raro que te puedas imaginar y tienen los gustos más extraordinarios. Solo se relacionan con gente de su igual porque de otro modo no comparten gustos y aficiones y tienen una estética muy particular, que en ocasiones nos puede parecer desfasada.
Aún así, no es raro sentirse identificado con alguna viñeta. En mi caso particular y al igual que el cooltureta, confieso que disfruto muchísimo quedándome en casa, leyendo un buen libro y tomándome una copa de vino, aunque más allá de las paredes de mi hogar, el mundo arda en una fiesta apoteósica que no se repetirá en siglos. Y también conozco a gente que, como nuestro personaje, se dedica a oler (sería más exacto decir esnifar) los libros nuevos. Pero si hay una situación que me ha parecido desternillante es aquella en la que se muestra al cooltureta asistiendo a la proyección de una película catalogada como la octava maravilla del cine pero que no hay dios que la soporte y lo ves ahí, sentado en la butaca del cine, rodeado de sus iguales, sudando literalmente la gota gorda por tener que soportar un bodrio y no quedar mal delante de los demás. ¿Hipócrita? Pues sí. Una pose nada más pero, ¿quién no se ha visto «obligado» a actuar así alguna vez en su vida? ¿Quién no ha pensado alguna vez como el cooltureta?
Te sientas identificado o no, este libro hay que tomárselo con mucho humor. Tal y como Raquel y Carlos nos comentó en la entrevista que nos concedió (puedes leerla aquí), se trata de reírnos de nosotros mismos, de ver el lado más cómico de una forma de ser, de pensar, de actuar. No hay que tomarlo como algo ofensivo ni tampoco al pie de la letra. Todos, en algún momento de nuestra vida, de un modo u otro, hemos sido o somos algo coolturetas y no pasa nada. El humor debe empezar por nosotros mismos.
Todos los personajes de esta novela gráfica son estereotipos, reflejo de un grupo de individuos que encontramos en la sociedad actual y cuya máxima es responder a una serie de cánones. Son los modernos, o como se denominan en la novela, los hipsters intelectuales (hipters, palabra que proviene del vocablo americano y que significa precisamente moderno). Estos personajes saben de todo lo más raro que te puedas imaginar y tienen los gustos más extraordinarios. Solo se relacionan con gente de su igual porque de otro modo no comparten gustos y aficiones y tienen una estética muy particular, que en ocasiones nos puede parecer desfasada.
Aún así, no es raro sentirse identificado con alguna viñeta. En mi caso particular y al igual que el cooltureta, confieso que disfruto muchísimo quedándome en casa, leyendo un buen libro y tomándome una copa de vino, aunque más allá de las paredes de mi hogar, el mundo arda en una fiesta apoteósica que no se repetirá en siglos. Y también conozco a gente que, como nuestro personaje, se dedica a oler (sería más exacto decir esnifar) los libros nuevos. Pero si hay una situación que me ha parecido desternillante es aquella en la que se muestra al cooltureta asistiendo a la proyección de una película catalogada como la octava maravilla del cine pero que no hay dios que la soporte y lo ves ahí, sentado en la butaca del cine, rodeado de sus iguales, sudando literalmente la gota gorda por tener que soportar un bodrio y no quedar mal delante de los demás. ¿Hipócrita? Pues sí. Una pose nada más pero, ¿quién no se ha visto «obligado» a actuar así alguna vez en su vida? ¿Quién no ha pensado alguna vez como el cooltureta?
Te sientas identificado o no, este libro hay que tomárselo con mucho humor. Tal y como Raquel y Carlos nos comentó en la entrevista que nos concedió (puedes leerla aquí), se trata de reírnos de nosotros mismos, de ver el lado más cómico de una forma de ser, de pensar, de actuar. No hay que tomarlo como algo ofensivo ni tampoco al pie de la letra. Todos, en algún momento de nuestra vida, de un modo u otro, hemos sido o somos algo coolturetas y no pasa nada. El humor debe empezar por nosotros mismos.
Estructuralmente Cooltureta está dividido en diversos capítulos que reflejan diferentes episodios de la vida de este personaje. Así tendremos El barrio bohemio al que llega el cooltureta y donde pretende integrarse, una zona de la ciudad llena de gente interesante a su juicio y donde cree que se hallará como pez en el agua, El coworking donde se relaciona con individuos que comparten espacios diáfanos para trabajar, El festival de cine con películas independientes que solo ven los familiares del director, Miedos, La fiesta, La resaca, La cita en el que por fin conocerá a la chica de la bici pero ¿será tan guay como se imaginaba? y De vuelta de todo. Con esta estructura se completa un ciclo. El cooltureta vivirá diferentes experiencias pero para saber si realmente seguirá creyendo en sus convicciones o cambiará de parecer tendrás que leer, degustar y disfrutar esta novela gráfica.
Las ilustraciones están muy curradas, llenas de un sin fin de detalles en los que me ha gustado pararme porque te ayudan a entender mucho mejor al personaje y la situación por la que pasa. Los textos también son muy ingeniosos y agudos.
En definitiva, Cooltureta es una novela gráfica para acercarte con humor a ese grupo de individuos modernísimos, que están al tanto de las últimas modas y gustos intelectuales. Me he divertido mucho leyendo este libro, en el que, como ya he dicho, me he sentido reflejada en ocasiones. Así que, si os gusta el género, no lo dejéis pasar. Estoy segura de que con esta novela gráfica os reiréis mucho. Si lo hacéis, contadme si os habéis sentido identificados de alguna manera.
Ahora toca saber por qué los capullos no regalan flores y deseando que estoy de averiguarlo.
Las ilustraciones están muy curradas, llenas de un sin fin de detalles en los que me ha gustado pararme porque te ayudan a entender mucho mejor al personaje y la situación por la que pasa. Los textos también son muy ingeniosos y agudos.
En definitiva, Cooltureta es una novela gráfica para acercarte con humor a ese grupo de individuos modernísimos, que están al tanto de las últimas modas y gustos intelectuales. Me he divertido mucho leyendo este libro, en el que, como ya he dicho, me he sentido reflejada en ocasiones. Así que, si os gusta el género, no lo dejéis pasar. Estoy segura de que con esta novela gráfica os reiréis mucho. Si lo hacéis, contadme si os habéis sentido identificados de alguna manera.
Ahora toca saber por qué los capullos no regalan flores y deseando que estoy de averiguarlo.