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NO CULPES AL KARMA DE LO QUE TE PASA POR GILIPOLLAS de Laura Norton.

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Editorial: Grijalbo.
Fecha publicación: marzo, 2014.
Nº Páginas: 256.
Precio: 16,90 €
Género: Novela.
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 978-84-253-5196-9

Autora


A Laura Norton las dos cosas que más le gustan en la vida son escribir y observar la realidad, actividades que, no sin esfuerzo, ha conseguido convertir en su modo de vida: ha trabajado en publicidad, televisión y cine.

Cuando le propusieron dar clases en un taller literario, decidió que había llegado el momento de escribir una novela. Nada mejor que aprovechar las historias que comparte con sus amigos. 

Sinopsis

Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos...

Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver...

Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.



[Información facilitada por la editorial]


–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—


Sara tiene 27 años cuando comunica a su familia que quiere convertirse en plumista. A pesar de haber estudiado la carrera de Químicas, y teniendo en cuenta que está desempleada, prefiere convertirse en empresaria y retomar la tienda que su abuela regentó durante años, un taller de sombreros y tocados, del que ella conoce todos los secretos pues de niña pasaba muchas horas viendo a su abuela crear fantásticos sombreros con plumas y fieltros.  Sus padres, no se lo toman demasiado bien pero después de un tira y afloja, y contando con el apoyo de su novio Roberto, arquitecto de profesión con un brillante futuro por delante, consigue abrir su tienda a la que llamará Ave del Paraíso en el barrio de Malasaña, rodeada de tiendas tan modernas como otras de «ropa vintage o de segunda mano; de pastelerías cupcakes; [...]; peluquerías de nombres divertidos con peluqueros llenos de piercings, perforaciones y tatuajes,...»

Lamentablemente mantener un negocio hoy en día no es tarea fácil. Si bien es cierto que al principio consigue vender algunas de sus creaciones, los ingresos en caja van diezmando cada vez más y tras dos años con el negocio abierto apenas puede hacer frente a las facturas. En contraste, su hermana menor Lucía se ha convertido en una modelo de éxito que desfila en las mejores pasarelas del mundo. No es que Sara no se alegre por Lu, pero... 

Por si esto fuera poco, en el terreno sentimental amenazan algunas nubes negras. Su relación con Roberto funcionaba muy bien pero el panorama laboral en este país es tan desolador que Roberto tiene que marcharse un año a París. La relación entra entonces en una nueva y complicada etapa con muchos kilómetros de distancia que intentan acortar a través de Skype. Aun así, Sara no se viene abajo y sigue luchando por su negocio. La Fashion Week de Cibeles llama a su puerta, una oportunidad de oro para saltar al estrellato, y que tendrá que manejar en un ambiente de auténtica locura, con un novio con el que intenta afianzar su relación, con unos padres que entran en crisis por culpa de una terrible infidelidad, con una hermana que quiere casare a los diecinueve años, con un «vikingo» que medio habla español, y lo que es peor, con un antiguo compañero de instituto con el que Sara se quedó colgada para los restos, que vuelve a aparecer en su vida de la manera más delicada y al que ya conocimos en las primeras páginas del libro. 

Pobre Sara. Su vida se vuelve un auténtico caos y mire donde mire solo va a encontrar problemas que se concentran en su pequeño piso y que Laura Norton trata con un gran sentido del humor. Nuestra protagonista nos irá contando en primera persona cómo discurren los acontecimientos, cómo se van enredando uno con otro y cómo se va volviendo cada vez más loca, incluso de amor. 

Si el matrimonio de sus padres termina por romperse definitivamente, si su hermana Lu pasa por el altar, si su relación con Roberto llega a buen puerto, si el «vikingo» consigue aprender español y si ese antiguo compañero de instituto regresa del pasado para trastocarlo todo son cuestiones que tendrás que averiguar leyendo esta simpática novela que, como bien dice la sinopsis, bien podría pasar por una película de los hermanos Marx. Todo ello mezclado con un montón de aventuras, dentro y fuera de nuestras fronteras, y situaciones disparatadas de las que estos personajes tendrán que salir.

Si la autora salpica las escenas de humor chispeante, los personajes no se quedan atrás. Sara es una chica muy actual, con aspiraciones, problemas y preocupaciones muy actuales y que cuadran con las de una joven de su edad hoy en día -tener estabilidad laboral y sentimental, llevar las riendas de su propia vida, quizá formar una familia,...-. Es muy responsable y cabal pero también es muy luchadora. Sabe lo que quiere y pone todo su empeño en conseguirlo. Otra cosa es que la vida haya tomado decisiones por ella y que su familia le complique la existencia.

Su hermana pequeña Lucía, me ha encantado. Es la rebelde de la familia, no tiene pelos en la lengua y se expresa con tal desparpajo que es inevitable reírse con sus salidas de tono. Es una joven afortunada a la que todo parece salirle bien sin el menor esfuerzo, a pesar de que le encantan los líos. 

En cuanto a los padres de Sara, Arturo y Berta, me han recordado un poco a los padres de Bridget Jones.Él, un marido trabajador y entregado que intenta mantener a su familia unida y en la prosperidad. Ella, una mujer madura que busca experiencias nuevas. 



Todo el entramado que Laura Norton construye en No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas me ha parecido hilarante. La faja que acompaña el libro dice «La novela más divertida del año» y no sé si será la más divertida o no pero sí que es verdad que tiene escenas muy, muy ocurrentes propias de una comedia americana desenfadada y loca. 

Cuenta con abundante diálogo, coloquial, ameno y divertido. Especialmente simpáticos son los diálogos imaginarios que Sara mantiene con su mejor amiga Inma, a la que recurre cuando no sabe qué hacer con su vida pero a la que en ese momento no tiene cerca para consultarle. Además la temática es muy fresca, muy de hoy en día, pues combina la lucha de la juventud por hacerse una carrera profesional, por mantener una relación amorosa, con los líos de pareja, las infidelidades y las encrucijadas en las que nos pone la vida. Es una lectura que hace cosquillas en el estómago y con la que te reirás.

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, con sus diecinueve capítulos numerados y con título introductorio, cumple perfectamente su propósito con un estilo muy actual y desenfadado. Creo que es una lectura idónea para la época del año en la que estamos en la que, muchos lectores, buscan historias fresquitas y amenas que sirvan como un entretenimiento pasajero y nos deje con buen sabor de boca. Si buscas algo así, No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas es una elección perfecta y desde aquí te la recomiendo.


Agradezco a la editorial el envío del ejemplar.







Retos:



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