Año: 2014.
Nacionalidad: EE.UU.
Director: Darren Aronofsky.
Reparto: Russell Crowe, Jennifer Connelly, Emma Watson, Anthony Hopkins, Ray Winstone, Logan Lerman, Douglas Booth, Marton Csokas, Nick Nolte, Mar Margolis, Leo McHugh Carroll, Kevin Durand, Madison Davenport, Dakota Goyo, Gavin Casalegno, Nolan Gross, Skylar Burke, Sami Gayle.
Género: Drama. Bíblica. Fantástica.
Sinopsis: En un mundo asolado por los pecados humanos, Noé, un hombre pacífico que sólo desea vivir tranquilo con su familia, recibe una misión divina, construir un Arca para salvar a la creación del inminente diluvio. Todo comienza cuando, cada noche, Noé tiene el mismo sueño: las visiones de muerte provocada por el agua, seguidas de nueva vida en la Tierra.
[Información facilitada por Filmaffinity]
Al principio no había nada...
La tentación conduce al pecado...
Expulsados del Edén, Adán y Eva tuvieron tres hijos:
Caín, Abel y Set.
Caín mató a Abel y huyó hacia el este,
donde un grupo de ángeles caídos se apiadó de él:
Los vigilantes.
Estos vigilantes ayudaron a los descendientes de Caín
a construir una gran civilización industrial.
Las ciudades de Caín propagaron la impiedad y devoraron el mundo.
Solo los descendientes de Set
defienden y protegen lo que queda de la Creación.
Hoy, el último de su linaje se convierte en un hombre
Con estas palabras comienza la película Noé, una adaptación libre del Antiguo Testamento, concretamente lo que se relata en su primer libro, el Génesis, que el director Darren Aronofsky, recordado por otros trabajos como Cisne negro, ha llevado a la gran pantalla.
Las páginas del Génesis relatan cómo Dios creó la luz y la oscuridad, el día y la noche, la tierra y la bóveda del cielo y cómo llenó los mares, los cielos y la tierra de animales y plantas. Todos conocemos qué dice la Biblia sobre el nacimiento del hombre, «polvo eres y en polvo te convertirás», y cómo de su costilla Dios creó a la mujer, a la que se llamó hembra porque procede del hombre. El jardín del Edén, Adán y Eva, la serpiente, el pecado original, Caín y Abel, el nacimiento de Set y la sucesión de la especie.
La película arranca con Noé acompañado de uno de sus hijos, hablándole de sus antepasados:
De Adán a Set, de Set a Enós, de Enós a Quenán, de Quenán a Mahlalel, de Mahlalel a Yéred, de Yéred a Henoc, de Henoc a Matusalén y de Matusalén a Noé.
El legado, en forma de piel de serpiente que recuerda de dónde venimos, pasa de padres a hijos, así como la misión encomendada: Cuidar del mundo caminando al lado del Creador con rectitud. Noé es un hombre bueno y fiel a Dios, que intenta inculcar a sus hijos lo aprendido de sus antepasados. Pero sobre la faz de la tierra también viven los descencientes de Caín, liderados por Tubalcaín, cuyos propósitos distan mucho de aquellos designados por Dios.
El Creador no está contento con su Creación. Se siente decepcionado porque el hombre ha plagado la tierra de pecado y maldad, así que toma a Noé como único hombre recto y le encomienda construir el Arca, pues pretende inundar la tierra. El resto ya lo sabemos.
Decía al principio que esta película es una adaptación libre del relato bíblico. Tras terminar de verla, me rondaban dudas importantes. Reconozco que soy de las puntillosas, de las que, cuando ven una película, le buscan tres pies al gato y si algo no me convence me revuelvo en la silla de manera inquieta. Así que decidí ir a la fuente original para resolver esas incógnitas que me atormentaban. Jamás me ha dado por leer la Biblia, quizás algún pasaje del Nuevo Testamento como mucho, pero leerla como si fuera una novela no. Lo mismo es un buen momento para empezar. La cuestión es que, tras ver la película, me dispuse a leer el Génesis y encontré respuestas a mis preguntas, no todas, pero algunas sí y algunas totalmente inesperadas. También encontré que la adaptación de Aronofsky es mucho más libre que lo que yo pensaba. Pero para contaros si la película es fiel o no al texto tengo que echar mano a algunos spoilers, así que cuidado.
[Inicio spoilers]
Lo primero que me sorprende en los primeros minutos de la película es la presencia en tierras baldías de unos gigantes de piedra. Son los Vigilantes convertidos en ángeles caídos. Creados al segundo día, cuando Dios creó los cielos, se encargaban de vigilar a Adán y Eva, pero siendo seres compasivos, vieron la fragilidad del hombre y la mujer y el amor que se tenían uno al otro, por eso, cuando fueron expulsados del paraíso, decidieron ayudarlos desobedeciendo al Creador. Él los castigó por su atrevimiento. Aprisionó su luz dentro de moles de roca y los desterró a la tierra junto a los hombres.
Lo chocante no es la existencia de ángeles, ya sean caídos o no, sino la representación que el director hace de ellos. Son gigantes tipos juguetes Transformers y eso me descolocó un poco. En cualquier caso, ¿se recoge en la Biblia la existencia de esos gigantes? Leyendo el Génesis encuentro el siguiente pasaje:
A pie de página se explica que esos gigantes proceden de una antigua creencia en una raza especial que, según la leyenda, provienen de la unión de los «seres celestiales», hijos de Dios, con las hijas de los seres humanos. Algunos entendidos los denominan Nefelims, criaturas de la tradición judía (señalo aquí el director es judío y por lo tanto podría conocer bien esta tradición), pero son muchas las teorías sobre el origen de los mismos.
Otro detalle importante que dista bastante de lo recogido en el Génesis es la batalla que se libra entre los descendientes de Caín y Set, con objeto de apoderarse del Arca y librarse así del terrible designio que Dios tiene preparado para el hombre. No hay tal batalla, como tampoco hay enfrentamiento familiar entre Noé, su mujer y sus hijos por las decisiones del patriarca, ni mucho menos un supuesto infanticidio. Elementos todos ellos, y alguno más, que el director introduce en la historia para construir una gran tragedia épica en la que el hombre tiene que llevar los designios de Dios hasta el límite, sacrificando su propia vida y la de su familia, cuando realmente nada de esto se recoge en la Biblia.
Cuando se hace una adaptación, y especialmente en este caso que se trata de un texto bíblico, hay que crear una historia con fuerza, con muchos dilemas, con mucho conflicto moral (seguir o no los designios de Dios) y entiendo que tampoco hay necesidad de seguir a pies juntillas las Escrituras pero eso sí, porque favor, me gusta que cierre con una cierta lógica.¿Y qué me encuentro? Con un final que me deja en ascuas. ¿Me puede alguien explicar cómo se perpetúa la especie según la adaptación de Aronofsky, sin echar mano del incesto? Que no digo que no, pero no es eso lo que el Génesis recoge.
Atento que dice «nueras» en plural, es decir, las esposas de los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet. Sin embargo, Aronofsky borra de un plumazo a las esposas de los dos últimos y centra concretamente en Cam un tremendo dilema que lo hace enfrentarse a su padre. ¿Cómo va Cam a procrear si no tiene esposa? El pobre Cam vive toda la película atormentado por el tema. Cuando las aguas vuelven a su cauce, los únicos seres humanos que habitan la tierra son Noé y su esposa, sus tres hijos, y la esposa de Sem, Ila que ha dado a luz a dos niñas gemelas. ¿Y ahora qué? No entiendo porqué el director se ha complicado así. Con lo fácil que hubiera sido darle esposa a Cam y Jafet. Total es una superproducción, por tema de presupuesto no creo que fuera.
En cuanto al reparto, los dos protagonistas principales, Russel Crowe (Noé) y Jennifer Conelly (Naameh, esposa de Noé) están bastante correctos. El primero sigue en una línea muy similar a la que hemos visto en otros papeles (me recordaba mucho a su interpretación en Gladiator), pero es Jennifer Conelly la que más me ha impactado. Confieso que no es una actriz a la que haya prestado mucha atención hasta ahora. Su cara angelical me ha dicho siempre bien poco en todos los papeles en las que la he visto pero en esta ocasión, me ha gustado bastante. Asoma a la pantalla como una mujer sumisa que acepta los designios de Dios y las decisiones de su marido, salvo cuando le tocan su familia. Entonces saca su lado más rebelde y sufre mucho. Soporta muy bien unos primeros planos en los que ella muestra todo su dolor y el espectador se conmueve.
No así me ha ocurrido con Emma Watson en el papel de Ila, la esposa de Sem. Ella tiene que vivir momentos muy dolorosos pero su bis dramática no me ha convencido. Me ha resultado una interpretación artificial que no me ha conmovido nada.
En cuanto a Anthony Hopkins en su papel de Matusalén, bueno, no tiene mucha presencia y por lo tanto no tiene mucho tiempo para lucirse. Desde luego, contar con él debe ser un privilegio que confiere a la cinta bastante caché.
Si el argumento me ha descolocado un poco por las licencias que el director se permite, tengo que reconocer que la parte técnica de la película es alucinante. Leyendo información sobre cómo se hizo, encontré una entrevista a su director que nos desvela detalles curiosos. Por ejemplo, el arca de la película se construyó siguiendo las instrucciones del Génesis. (Puedes ver el artículo aquí).
Los paisajes son preciosos y hay escenas que, más allá de la digitalización o los escenarios, tienen una fotografía alucinante.
Noé fue rodada en Islandia, un país o malpaís como dice Auður Ava Ólafsdóttir en su novela Rosa candida (será reseñada en breve), en el que se alternan paisajes cubiertos de lava volcánica con otros verdes.
La música, a cargo de Clint Mansell, es otro de los elementos que destacan en esta super producción. Desde las primeras escenas adquiere protagonismo e imprime mucha fuerza incluso en esos momentos en los que no hay diálogo ni escenas de lucha.
En definitiva, Noé es una película que me ha parecido entretenida si paso por alto todas las libertades que se toma su director y guionista. He disfrutado mucho con toda la parte técnica y a pesar de que dura más de dos horas, no se me ha hecho larga en ningún momento y eso que no es una película de acción propiamente. Noé hace mucho hincapié en las relaciones de los hombres, entre ellos y entre ellos y Dios. Si tienes interés en verla, te la recomiendo pero siempre teniendo en cuenta que hay que echarle algo de imaginación y sabiendo que no todo lo que se cuenta es un reflejo fiel de lo narrado en el Génesis.
Por cierto, el dicho de «Es más viejo que Matusalén» se puede aplicar a todos los miembros de su estirpe. Se ve que por aquellos años, los hombres vivían unos novecientos años.
Trailer:
Lo chocante no es la existencia de ángeles, ya sean caídos o no, sino la representación que el director hace de ellos. Son gigantes tipos juguetes Transformers y eso me descolocó un poco. En cualquier caso, ¿se recoge en la Biblia la existencia de esos gigantes? Leyendo el Génesis encuentro el siguiente pasaje:
«En aquel tiempo -es decir, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas del hombre y engendraron hijos- habitaban la tierra los gigantes -se trata de los famosos héroes de antaño-».(Gén, 6:4)
A pie de página se explica que esos gigantes proceden de una antigua creencia en una raza especial que, según la leyenda, provienen de la unión de los «seres celestiales», hijos de Dios, con las hijas de los seres humanos. Algunos entendidos los denominan Nefelims, criaturas de la tradición judía (señalo aquí el director es judío y por lo tanto podría conocer bien esta tradición), pero son muchas las teorías sobre el origen de los mismos.
Otro detalle importante que dista bastante de lo recogido en el Génesis es la batalla que se libra entre los descendientes de Caín y Set, con objeto de apoderarse del Arca y librarse así del terrible designio que Dios tiene preparado para el hombre. No hay tal batalla, como tampoco hay enfrentamiento familiar entre Noé, su mujer y sus hijos por las decisiones del patriarca, ni mucho menos un supuesto infanticidio. Elementos todos ellos, y alguno más, que el director introduce en la historia para construir una gran tragedia épica en la que el hombre tiene que llevar los designios de Dios hasta el límite, sacrificando su propia vida y la de su familia, cuando realmente nada de esto se recoge en la Biblia.
Cuando se hace una adaptación, y especialmente en este caso que se trata de un texto bíblico, hay que crear una historia con fuerza, con muchos dilemas, con mucho conflicto moral (seguir o no los designios de Dios) y entiendo que tampoco hay necesidad de seguir a pies juntillas las Escrituras pero eso sí, porque favor, me gusta que cierre con una cierta lógica.¿Y qué me encuentro? Con un final que me deja en ascuas. ¿Me puede alguien explicar cómo se perpetúa la especie según la adaptación de Aronofsky, sin echar mano del incesto? Que no digo que no, pero no es eso lo que el Génesis recoge.
«El Señor dijo a Noé:
-Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el único hombre honrado que he encontrado en tu generación. [...]
Noé hizo todo lo que le mandó el Señor. Tenia Noé seiscientos años cuando vino el diluvio a la tierra. Noé entró en el arca con sus hijos, mujer y nueras, refugiándose del diluvio». (Gén, 7)
Atento que dice «nueras» en plural, es decir, las esposas de los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet. Sin embargo, Aronofsky borra de un plumazo a las esposas de los dos últimos y centra concretamente en Cam un tremendo dilema que lo hace enfrentarse a su padre. ¿Cómo va Cam a procrear si no tiene esposa? El pobre Cam vive toda la película atormentado por el tema. Cuando las aguas vuelven a su cauce, los únicos seres humanos que habitan la tierra son Noé y su esposa, sus tres hijos, y la esposa de Sem, Ila que ha dado a luz a dos niñas gemelas. ¿Y ahora qué? No entiendo porqué el director se ha complicado así. Con lo fácil que hubiera sido darle esposa a Cam y Jafet. Total es una superproducción, por tema de presupuesto no creo que fuera.
En cuanto al reparto, los dos protagonistas principales, Russel Crowe (Noé) y Jennifer Conelly (Naameh, esposa de Noé) están bastante correctos. El primero sigue en una línea muy similar a la que hemos visto en otros papeles (me recordaba mucho a su interpretación en Gladiator), pero es Jennifer Conelly la que más me ha impactado. Confieso que no es una actriz a la que haya prestado mucha atención hasta ahora. Su cara angelical me ha dicho siempre bien poco en todos los papeles en las que la he visto pero en esta ocasión, me ha gustado bastante. Asoma a la pantalla como una mujer sumisa que acepta los designios de Dios y las decisiones de su marido, salvo cuando le tocan su familia. Entonces saca su lado más rebelde y sufre mucho. Soporta muy bien unos primeros planos en los que ella muestra todo su dolor y el espectador se conmueve.
No así me ha ocurrido con Emma Watson en el papel de Ila, la esposa de Sem. Ella tiene que vivir momentos muy dolorosos pero su bis dramática no me ha convencido. Me ha resultado una interpretación artificial que no me ha conmovido nada.
En cuanto a Anthony Hopkins en su papel de Matusalén, bueno, no tiene mucha presencia y por lo tanto no tiene mucho tiempo para lucirse. Desde luego, contar con él debe ser un privilegio que confiere a la cinta bastante caché.
Si el argumento me ha descolocado un poco por las licencias que el director se permite, tengo que reconocer que la parte técnica de la película es alucinante. Leyendo información sobre cómo se hizo, encontré una entrevista a su director que nos desvela detalles curiosos. Por ejemplo, el arca de la película se construyó siguiendo las instrucciones del Génesis. (Puedes ver el artículo aquí).
Los paisajes son preciosos y hay escenas que, más allá de la digitalización o los escenarios, tienen una fotografía alucinante.
Noé fue rodada en Islandia, un país o malpaís como dice Auður Ava Ólafsdóttir en su novela Rosa candida (será reseñada en breve), en el que se alternan paisajes cubiertos de lava volcánica con otros verdes.
La música, a cargo de Clint Mansell, es otro de los elementos que destacan en esta super producción. Desde las primeras escenas adquiere protagonismo e imprime mucha fuerza incluso en esos momentos en los que no hay diálogo ni escenas de lucha.
En definitiva, Noé es una película que me ha parecido entretenida si paso por alto todas las libertades que se toma su director y guionista. He disfrutado mucho con toda la parte técnica y a pesar de que dura más de dos horas, no se me ha hecho larga en ningún momento y eso que no es una película de acción propiamente. Noé hace mucho hincapié en las relaciones de los hombres, entre ellos y entre ellos y Dios. Si tienes interés en verla, te la recomiendo pero siempre teniendo en cuenta que hay que echarle algo de imaginación y sabiendo que no todo lo que se cuenta es un reflejo fiel de lo narrado en el Génesis.
Por cierto, el dicho de «Es más viejo que Matusalén» se puede aplicar a todos los miembros de su estirpe. Se ve que por aquellos años, los hombres vivían unos novecientos años.
Trailer: