Editorial: Siruela.
Autor
Alejandro Palomas (Barcelona, 1967) es licenciado en Filología Inglesa y Master in Poetics por el New College de San Francisco. Ha compaginado sus incursiones en el mundo del periodismo con la traducción de importantes autores. Entre otras, ha publicado las novelas El tiempo del corazón (publicada por Siruela y por la que fue nombrado Nuevo Talento Fnac), Tanta vida, El secreto de los Hoffman (finalista del Premio de Novela Ciudad de Torrevieja 2008 y adaptada al teatro en 2009), El alma del mundo (finalista del Premio Primavera 2011)) y El tiempo que nos une. Su obra ha sido traducida a ocho lenguas.
Sinopsis
Una desgarradora historia nos desvela la complejidad y profundidad de los lazos del amor y la sangre.
Tras décadas de silencio, Elsa invita a su hijo Isaac a un fin de semana en Venecia para confesarle una terrible verdad que lleva años callando. Pero un trágico suceso lo cambiará todo y Serena, la mujer de Isaac, tendrá que volar de improviso desde Barcelona al rescate de madre e hijo. Las dos mujeres se enfrentan entonces a un torbellino de confesiones que cambiarán para siempre la vida de los tres.
Agua cerrada no es sólo la historia de un presente que circula entre Barcelona, Venecia, Serena, Isaac y Elsa. Es también el retrato de un amor tranquilo en el que la vida irrumpe por sorpresa, desencallando a su paso secretos, mentiras, temores, perdones y anhelos, y dando forma a un nuevo escenario en el que sus protagonistas deberán aprender a caminar de nuevo más libres, más ligeros, más maduros.
[Información facilitada por la editorial]
Muchos recordareis que hace bastante tiempo la agencia literaria Sandra Bruna nos agasajó con unos regalos muy especiales. A casa llegó Agua cerrada de Alejandro Palomas. Mi elección en aquella ocasión se debió a que anteriormente había leído su novela El alma del mundo y la disfruté tanto y guardaba tan grato recuerdo de lo que aquella novela me transmitió que quise repetir con el autor.
Ahora se habla mucho de su último trabajo, Una madre. No me quedaré sin leerlo.
[Información facilitada por la editorial]
Ahora se habla mucho de su último trabajo, Una madre. No me quedaré sin leerlo.
Agua cerrada es una novela corta, no llega a doscientas páginas, que comienza con una especie de preámbulo, una preciosa leyenda sobre una joven doncella ahogada en las aguas de la laguna veneciana y que muchos años después reaparece para conocer a Isaac, un joven inventor. Entre ellos surge una relación que se inunda con las tristes notas de una melodía. Una historia llena de magia y de melancolía que nos transporta a otros tiempos donde el realismo queda al margen.
Este relato será la llave que nos permita entrar en el verdadero argumento de esta novela que no es otro que la vida de Serena, Isaac y Elsa, un complicado triángulo compuesto por personajes atormentados, con carencias y secretos. Flota en este libro una nebulosa que no nos deja ver con claridad pues su autor juega a la ambigüedad. Aun así sentiremos deseos de continuar leyendo, de intentar averiguar qué hay detrás de esos personajes que se escudan en silencios, que tienen secretos dolorosos y que esquivan preguntas en unos diálogos imposibles pues duele responder a ciertas cuestiones. Los hechos no son parte fundamental en este libro. Aquí el peso recae en los sentimientos, en las emociones, en el «yo interior» de cada uno de los personajes a los que escucharemos en primera persona.
El amor, las relaciones personales, la maternidad, los secretos familiares, el maltrato, el dolor,... serán algunos de los temas que encontraremos en Agua cerrada y todos ellos tratados con una intensidad brutal que irá in crescendo. A priori, por su corta extensión, puede parecer una «novelita» de rápida lectura que deja poco poso, pero no hay que dejar engañarse. Los que han leído algunas vez a Alejandro Palomas sabrán que basta apenas un puñado de páginas para experimentar el dolor, para encarnarnos en la piel de los protagonistas, para ver y sentir a través de sus palabras y sus pensamientos el vaivén de sus vidas. Agua cerrada no es para leerla con prisas porque, aunque podrías hacerlo en cuestión de una hora, su densidad, su emotividad, sus personajes no te lo permitirán. A Agua cerrada hay que concederle el tiempo que requiere, hay que acercarse a Elsa, Isaac y Serena con tiento, con precaución, sabiendo que lo que vas a encontrar puede devorarte por dentro. Por eso no te precipites. Asómate a la vida de estos tres personajes, que callan más que hablan, con tranquilidad.
Alejandro Palomas se caracteriza por la huella que deja en nuestro ser. Ya lo hizo conmigo cuando leí El alma del mundo y sé que lo ha hecho con muchos de vosotros. En Agua cerrada, el autor nos golpea con fuerza, adelanta su puño que cierra sobre nuestras entrañas, tirando de nosotros hacia abajo, hacia el fondo del abismo, del pozo oscuro en el que los personajes se hunden. Y como no podía ser de otro modo, su prosa está cargada de lirismo, porque siempre, siempre, tras Palomas se esconde la pluma de un poeta.
No quiero contaros más de esta breve pero intensa novela. Agua cerrada no es un libro sobre el que hablar, es un libro para descubrir. Así que, desde aquí, te invito a conocer a Elsa, Isaac y Serena. Deja que ellos te cuenten qué atormenta su alma y permite que el secreto que anida tras estas páginas salga a la luz con todas sus consecuencias.
Pero antes de marcharme dejo en el aire una pregunta para los que habéis leído ya la novela y también para mí misma. ¿Qué relación existe entre la leyenda inicial y el argumento de la novela? Porque nada en literatura es casual. Después de pensarlo mucho, he tejido en mi mente una respuesta llena de magia y fantasía, pero me gustaría saber vuestras opiniones en caso de haber leído Agua cerrada.
Agradezco a Sandra Bruna y a Alejandro Palomas el envío del ejemplar.
Alejandro Palomas se caracteriza por la huella que deja en nuestro ser. Ya lo hizo conmigo cuando leí El alma del mundo y sé que lo ha hecho con muchos de vosotros. En Agua cerrada, el autor nos golpea con fuerza, adelanta su puño que cierra sobre nuestras entrañas, tirando de nosotros hacia abajo, hacia el fondo del abismo, del pozo oscuro en el que los personajes se hunden. Y como no podía ser de otro modo, su prosa está cargada de lirismo, porque siempre, siempre, tras Palomas se esconde la pluma de un poeta.
No quiero contaros más de esta breve pero intensa novela. Agua cerrada no es un libro sobre el que hablar, es un libro para descubrir. Así que, desde aquí, te invito a conocer a Elsa, Isaac y Serena. Deja que ellos te cuenten qué atormenta su alma y permite que el secreto que anida tras estas páginas salga a la luz con todas sus consecuencias.
Pero antes de marcharme dejo en el aire una pregunta para los que habéis leído ya la novela y también para mí misma. ¿Qué relación existe entre la leyenda inicial y el argumento de la novela? Porque nada en literatura es casual. Después de pensarlo mucho, he tejido en mi mente una respuesta llena de magia y fantasía, pero me gustaría saber vuestras opiniones en caso de haber leído Agua cerrada.
Agradezco a Sandra Bruna y a Alejandro Palomas el envío del ejemplar.