Editorial: Algaida.
Fecha publicación: Marzo, 2015.
Nº Páginas: 416.
Precio: 18,00 €
Género: Histórica.
Género: Histórica.
Edición: Tapa blandas con solapas.
Autor
Fernando de Artacho nació en Sevilla. Es licenciado en Derecho por la Universidad Hispalense, abogado de su Ilustre Colegio, y cursó estudios de doctorado en Historia en la citada institución. También ha realizado estudios de Ciencias Políticas en España y de doctorado en Ciencias Sociales y Políticas en la prestigiosa Universidad Técnica de Lisboa. Es Diplomado en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Asiduo colaborador en revistas especializadas y medios de comunicación escritos, ha publicado una veintena de libros, entre los que destacan Manuscrito sevillano, Los Caballeros Veinticuatro del Puerto de Santa María, Padrón de Nobles e Hijosdalgos de la ciudad de Sevilla en el siglo XVIII, Estudio de las Reglas de la Primitiva Archicofradía de la Coronación de Espinas de 1567 o La Nobleza sevillana a través del Privilegio de Oratorios; posteriormente ha publicado un ensayo titulado Los otros Alba. Es miembro de la Academia Andaluza de la Historia, de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, de la Real Academia Belgo-Española de la Historia y de la Real Academia de la Mar, entre otras varias academias instituciones españolas y extranjeras.
Desde hace algunos años alterna la labor investigadora con la divulgación histórica, en novelas como Hija de la Iglesia (2004), Las dos verdades (2005), El enigma de la Santa Espina (Finalista del Premio Novela Ateneo de Sevilla), La gubia del alumbrado (I Premio Ateneo de Sevilla de Novela Histórica), El trono y el altar y Narraciones y Leyendas.
Asiduo colaborador en revistas especializadas y medios de comunicación escritos, ha publicado una veintena de libros, entre los que destacan Manuscrito sevillano, Los Caballeros Veinticuatro del Puerto de Santa María, Padrón de Nobles e Hijosdalgos de la ciudad de Sevilla en el siglo XVIII, Estudio de las Reglas de la Primitiva Archicofradía de la Coronación de Espinas de 1567 o La Nobleza sevillana a través del Privilegio de Oratorios; posteriormente ha publicado un ensayo titulado Los otros Alba. Es miembro de la Academia Andaluza de la Historia, de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, de la Real Academia Belgo-Española de la Historia y de la Real Academia de la Mar, entre otras varias academias instituciones españolas y extranjeras.
Desde hace algunos años alterna la labor investigadora con la divulgación histórica, en novelas como Hija de la Iglesia (2004), Las dos verdades (2005), El enigma de la Santa Espina (Finalista del Premio Novela Ateneo de Sevilla), La gubia del alumbrado (I Premio Ateneo de Sevilla de Novela Histórica), El trono y el altar y Narraciones y Leyendas.
Sinopsis
Don Blas de Lezo y Olavarrieta, también llamado Patapalo o Mediohombre por las mutilaciones sufridas en combate, y márqués de Ovieco a título póstumo, no sólo fue uno de los estrategas más prestigiosos de la historia militar, sino el salvador del imperio español en el siglo XVI y el artífice del mayor desastre naval de la historia de Inglaterra, hasta el punto de que el gobierno británico de Jorge II prohibió bajo pena de prisión que se divulgara la batalla de Cartagena de Indias.
Fernando de Artacho ha querido conjurar esa maldición de Jorge II que, más de dos siglos y medio después, parece perseguir en su propio país a Blas de Lezo, cuya figura resulta casi desconocida para la mayor parte de los españoles.
El almirante Mediohombre es un fragmento de la Historia que se disfruta como un relato de aventuras, y también una apasionante aventura que forma parte imprescindible de nuestra propia Historia.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
La semana pasada publicaba la entrevista a Fernando de Artacho, el autor de El almirante Mediohombre(Algaida Editorial), encuadrada dentro del género histórico, que homenajea a un personaje de nuestra Historia -Blas de Lezo-, narrando unos hechos históricos de los que, personalmente, no tenía constancia. Probablemente mi ignorancia, y seguramente la de muchos, se deba a unos planes de estudio olvidadizos con los grandes héroes de este país. De ahí que haya tantísimos personajes anónimos que tuvieron un papel importantísimo en muchos de los episodios históricos en los que España estuvo involucrada pero, como somos tan cainitas, tendemos a la amnesia mientras que otros países hacen gala de sus logros.
El almirante Mediohombre comienza con el viaje en barco de nuestro protagonista camino de las Antillas para tomar el gobierno dela Comandancia General de Cartagena de Indias. A partir de ahí, el libro va adquiriendo un dinamismo contagioso, pues nos sitúa en distintos planos espaciales y temporales, con flashbacks de los principales personajes, que nos conducen al lugar y al tiempo definitivo en el que se desarrollará el nudo principal de la trama.
La mezcla de personajes históricos reales, como el propio protagonista don Blas de Lezo y Olavarrieta, con otros de ficción y fruto de la imaginación del escritor, como sus compañeros de armas don Martín de Sepúlveda y don Diego de Zúñiga, permite tejer un argumento que desemboca en el suceso que podía haber cambiado nuestro pasado: la toma de Cartagena de Indias, o mejor dicho el intento de toma, por parte de las fuerzas británicas y la supremacía del Imperio español en el siglo XVIII.
Lo primero que llama la atención de esta novela es el título, ¿verdad? Y es que no fue para menos, ya que Blas de Lezo fue un militar que sufrió una multitud de mutilaciones en el campo de batalla, y de ahí que le apodaran como tal. De hecho, al poco del inicio nos encontramos con escenas fuertes, de acción, donde el almirante empieza a sufrir estas heridas y vamos viendo el carácter valiente, indomable, con tesón y esfuerzo, que le valieron para ser reconocido en vida por el propio rey español Felipe V. Además de estas características de su personalidad, también era un gran estratega en las artes militares, lo que le llevó a confrontarse con quienes no comulgaban con él, como el virrey Eslava.
El almirante Mediohombre comienza con el viaje en barco de nuestro protagonista camino de las Antillas para tomar el gobierno de
La mezcla de personajes históricos reales, como el propio protagonista don Blas de Lezo y Olavarrieta, con otros de ficción y fruto de la imaginación del escritor, como sus compañeros de armas don Martín de Sepúlveda y don Diego de Zúñiga, permite tejer un argumento que desemboca en el suceso que podía haber cambiado nuestro pasado: la toma de Cartagena de Indias, o mejor dicho el intento de toma, por parte de las fuerzas británicas y la supremacía del Imperio español en el siglo XVIII.
Lo primero que llama la atención de esta novela es el título, ¿verdad? Y es que no fue para menos, ya que Blas de Lezo fue un militar que sufrió una multitud de mutilaciones en el campo de batalla, y de ahí que le apodaran como tal. De hecho, al poco del inicio nos encontramos con escenas fuertes, de acción, donde el almirante empieza a sufrir estas heridas y vamos viendo el carácter valiente, indomable, con tesón y esfuerzo, que le valieron para ser reconocido en vida por el propio rey español Felipe V. Además de estas características de su personalidad, también era un gran estratega en las artes militares, lo que le llevó a confrontarse con quienes no comulgaban con él, como el virrey Eslava.
Uno de los méritos de la novela de Fernando de Artacho es, precisamente, acercarnos a este trocito de la Historia de manera amena, interesante y divulgativa, pues como Doctor en la materia que es, ejerce la divulgación como uno de los pilares en su narrativa, cosa que es de agradecer: lees y aprendes, te vas divirtiendo mientras vas adquiriendo nuevos conocimientos con el paso de las páginas pero sin la sensación de estar leyendo un doctorando en Historia.
Y no menos meritoria es su labor de recuperación de uno de nuestros héroes, al que la memoria colectiva le tenía en el más oscuro de los rincones. ¿Por qué esta manía nuestra de no valorar públicamente estos personajes históricos, o acontecimientos transcendentales de los que salimos victoriosos, y abandonarlos en el desagradecido olvido? Parece como si tuviéramos que avergonzarnos de ello y mirar para otro lado. Es por ello que antes comentaba que España es un país cainita. Lo ha sido siempre y no creo que eso cambie. Siempre nos olvidamos de los nuestros mientras gastamos esfuerzos en ensalzar lo de al lado. Y lo peor no queda ahí. Para más inri, pasan a la Historia los episodios más tristes y denigrantes, como la Inquisición, la Leyenda Negra, el desastre de la Armada Invencible... ¿Es una censura auto-impuesta, o nos hemos dejado invadir por la propaganda justiciera de otras naciones, las que por cierto tendrían que ocultar más que nosotros?
Lo que se cuenta en la novela es, nada más y nada menos, que el mayor desastre naval de la historia de Inglaterra, y ellos sí corrieron un tupido velo sobre él, hasta el punto de prohibir por el gobierno británico de Jorge II cualquier divulgación sobre la batalla bajo pena de prisión. No es de extrañar tal vergüenza, pues nos cuatriplicaban en fuerzas, en cañones, y eran diez veces más numerosos en tropas. Incluso tuvieron la osadía de acuñar monedas que celebraban la victoria antes de que terminara la guerra, así que había que borrar todas las huellas posibles.
No deja de ser curioso que, con todo lo que había en juego en la zona (intereses comerciales, supremacía política y militar en los mares del Caribe), en un terreno lleno de piratas ingleses que sabotean los barcos españoles, seala oreja de uno de estos piratas, Robert Jenkins, lo que desencadene finalmente la batalla: una oreja cortada que es paseada durante siete años en un bote y termina ante un comité de la Casa de los Comunes.
Robert Jenkins enseñando su oreja cortada al Primer Ministro Inglés Robert Walpole 1783 |
Hay quien pueda ver en el libro un ejercicio de patriotismo, pero de lo que no cabe duda es de que se hace una labor de justicia con una de nuestras figuras olvidadas, pues como se indica en la cita de Gabriel García Márquez, «La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido». ¿Cuántos Blas de Lezo quedan por salir a la superficie de nuestro conocimiento, cuántos acontecimientos quedan por recuperar para ser reconocidos y valorados?
El almirante Mediohombre está escrito en tercera persona, de manera ágil y entretenida. El autor sabe transmitirnos de manera clara y sencilla conocimientos náuticos que demuestran su formación académica, y hay pasajes como la batalla por Cartagena de Indias que se describe de manera que nos engancha y nos tiene intrigados hasta el final.
De igual manera, también nos hace una semblanza de la sociedad sevillana de la época, pues varios personajes proceden de mi ciudad. Sin embargo, no parece que salga muy bien parada en varios aspectos, pues ya entonces eran moneda corriente los sobornos, los chantajes y la maledicencia en algunos ámbitos de la sociedad sevillana, donde se hacía un uso inadecuado de las cuestiones de honor.
Y antes de terminar, en la entrevista que publiqué en su día os hablaba de una exposición que el Museo Naval había organizado a finales de 2013, en homenaje a Blas de Lezo (para más información visitad este enlace). De dicha exposición se hicieron eco los medios de comunicación y prueba de ello es el siguiente vídeo, donde podréis comprobar la importancia de este militar y gran estratega:
Sé que a muchos lectores la novela histórica os intimida pero con el tiempo, he descubierto que no hay mejor modo que la literatura para conocer nuestro pasado y descubrir a todos esos personajes que, si no fuera por escritores como Fernando de Artacho u otros tantos, seguirían condenados en el olvido.
Así pues no me queda más que recomendaros esta lectura. Con El almirante Mediohombre, los lectores se acercarán a ese momento de la Historia en el que España conquistó el Caribe frente a la armada británica. Escuché decir a la Comisaria de la exposición mencionada, que no podemos olvidar que gracias a hombres como Blas de Lezo en Latinoamerica se sigue hablando español.
Para aquellos que quieran conocer más a este personaje y sientan interés por la historia que narra la novela, os anuncio que la próxima semana habrá sorteo a la vista.
Agradezco al autor y a la editorial el envío del ejemplar.
Y antes de terminar, en la entrevista que publiqué en su día os hablaba de una exposición que el Museo Naval había organizado a finales de 2013, en homenaje a Blas de Lezo (para más información visitad este enlace). De dicha exposición se hicieron eco los medios de comunicación y prueba de ello es el siguiente vídeo, donde podréis comprobar la importancia de este militar y gran estratega:
Sé que a muchos lectores la novela histórica os intimida pero con el tiempo, he descubierto que no hay mejor modo que la literatura para conocer nuestro pasado y descubrir a todos esos personajes que, si no fuera por escritores como Fernando de Artacho u otros tantos, seguirían condenados en el olvido.
Así pues no me queda más que recomendaros esta lectura. Con El almirante Mediohombre, los lectores se acercarán a ese momento de la Historia en el que España conquistó el Caribe frente a la armada británica. Escuché decir a la Comisaria de la exposición mencionada, que no podemos olvidar que gracias a hombres como Blas de Lezo en Latinoamerica se sigue hablando español.
Para aquellos que quieran conocer más a este personaje y sientan interés por la historia que narra la novela, os anuncio que la próxima semana habrá sorteo a la vista.
Agradezco al autor y a la editorial el envío del ejemplar.