Año: 2014
Nacionalidad: EE.UU.
Director: Richard Linklater.
Reparto: Ellar Coltrane, Patricia Arquette, Ethan Hawke, Lorelei Linklater, Jordan Howard, Tamara Jolaine, Zoe Graham, Tyler Strother, Evie Thompson, Tess Allen, Megan Devine, Fernando Lara, Elijah Smith, Steven Chester Prince, Bonnie Cross, Libby Villari, Marco Perella, Jaime Howard, Andrew Villareal, Shane Graham, Ryan Power.
Género: Drama. Familia. Cine independiente.
Sinopsis: Drama filmado a los largo de 12 años (2002-2013) pero únicamente en 39 días de rodaje. Es la historia de Mason (Ellar Coltrane) desde los seis años y durante una década poblada de cambios: mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, también desilusiones, momentos maravillosos, de miedo y de una constante mezcla de desgarro y sorpresa. Un viaje íntimo y épico por la euforia de la niñez, los sísmicos cambios de una familia moderna y el paso del tiempo.
[Información facilitada por Filmaffinity]
Boyhood no son más que retales de una vida, la de un joven americano que, a grosso modo, se podría equiparar con la de cualquier otro en cualquier otro punto del mundo. Tener padres separados, aguantar a sus nuevas parejas, hacer amigos, amar, reír, soñar,... La película retrata simplemente el paso del tiempo, la propia vida y es ahí donde muchos ven la maestría de su director Richard Linklater, aunque otros lo que vean es una absoluta simpleza.
En lo que a mí respecta, Boyhood me ha aburrido sobremanera hasta tal punto que tuve que ir dando al avance rápido para saltarme las partes más aburridas y llegar al final sin morir en el intento. El problema no es que el argumento me haya parecido demasiado insulso, sino que además, son casi tres horas de metraje, sin emoción alguna. Entonces, ¿por qué otros ven una película brillante? Bueno, la idea es original sin duda.¿Cuándo hemos oído que el rodaje de una película dure tantísimo porque su director quiere retratar a unos personajes que van envejeciendo sin ayuda del maquillaje? Para mí todo es muy novedoso y tiene su mérito. Pero si me ciño al argumento, ¿qué me encuentro? Pues una película que me ha dicho bien poco. Para ver únicamente el transcurrir de unos días que se convierten en semanas y de unas semanas en años ya tengo mi propia vida o simplemente bastaría con asomarnos a la existencia de nuestros hijos o de nuestros sobrinos. No sé. Cuando veo cine me gusta ver algo diferente o al menos algo igual a lo que conozco pero que me emocione. Que me haga llorar. Que me haga reír. Que me haga morir de miedo. Que me ha reflexionar.... ¡¡Que zarandee todas mis terminaciones nerviosas!! Pero es que no he sentido nada de nada. No me ha transmitido las dudas por las que pasa un adolescente. Las confrontaciones tan típicas a las 13 o 14 años con los padres son casi inexistentes. No lo he visto sufrir con el primer desengaño. Ni temblar como un flan al ver llegar a la chica de la que está enamorado. A mí no me ha convencido nada. No he encontrado escenas memorables de esas que se quedan grabada en la retina. Los dramas, como el que se recoge cuando conviven con un hombre medio alcoholizado y violento, se corta de raíz sin apenas explotar la situación. Nada.
Si para colmo me topo con escenas recargadas de patriotismo, con directrices políticas, comentarios sobre el 11-S y la guerra de Irak o con diálogos en los que un padre guay intenta conectar con sus hijos adolescentes, dándole charlas sobre sexualidad o cómo Mason debe conquistar a una chica, el sopor se convierte en inevitable.
Y en cuanto al desenlace, la moraleja final recae en el famoso Carpe Diem, del que todos sabemos la teoría pero pocos la práctica, y que resulta tan soso como el resto de la película.
En fin, yo no soy ninguna experta. Me gusta y veo mucho cine. Eso es más que evidente por las reseñas que figuran en este espacio pero no entiendo más allá de la mera visión de un simple espectador y como espectador medio no puedo dármelas de entendida diciendo que considero esta película una obra maestra. Si lo dicen los críticos, lo será, pero mi sinceridad me prohíbe ensalzar lo que no me ha entusiasmado. A mí Boyhood no me ha gustado ni lo más mínimo. No le he encontrado chicha al argumento, ni me han gustado las interpretaciones, y eso que Patricia Arquette se ha llevado el Oscar, ni he visto una bonita fotografía. Nada. Tan solo me quedo con ese proceso de rodaje y punto. En este vídeo se explica:
Y como no tengo nada positivo que añadir, aquí lo voy a dejar. Creo que, como curiosidad, para ir viendo el envejecimiento real de los actores y actrices está bien pero nada más. Antes de sentaros a verla, sed conscientes de lo que os vais a encontrar e incluso os aconsejaría que fuerais paciente. A mí se me ha hecho eterna.