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ENTREVISTA a MACU TEJERA (Me llevo la canción).

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Autora

Macu Tejera Osuna es licenciada en historia del arte y diplomada en la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunicad de Madrid (ECAM) en la especialidad de guión. En el año 2003 ganó el IV Premio Pilar Miró de películas para la televisión con Llamad a cualquier parte y un años después quedó finalista del III Premio Julio Alejandro con Un mal acuerdo. Es guionista de las serie Amar en Tiempos Revueltos, y Amapola es su primera novela. 

Sinopsis

Junio 1939. Una multitud se reúne en el puerto de Veracruz para recibir a los españoles que descienden del barco Sinaia, primer buque fletado por Negrín para salvar a los republicanos de la represión desatada en España. Entre ellos se encuentran los pintores Somoza y Marcial, leales defensores de la República, el arquitecto Eduardo Toledo, capitán durante la guerra de un batallón de fortificaciones, con su familia, y los hermanos fotógrafos Gabino, Mauricio y Daniel Estrella.

A la vez que intenta abrirse camino como arquitecto en la patria de acogida, y mientras la guerra que ha estallado en Europa se extiende por Asia, África y América, Eduardo Toledo buscará la manera de liberarse del recuerdo de un episodio de la batalla del Ebro que le impide reconstruir su vida y su matrimonio con Blanca. Otros compañeros de viaje, como el pintor Pepe Somoza, optará por volver a Francia y arriesgar de nuevo su vida luchando con el maquis por la libertad. Por su parte, Gabino Estrella trabajará fotografiando el país desde el aire para el presidente Cárdenas y se enamorará en secreto de Blanca, la única persona capaz de librarle del vacío que le ha dejado la pérdida de su mujer.

Macu Tejera nos guía por la vida de estos personajes, trazando un bello y conmovedor relato de unos años clave en la historia de España, México y Europa. 



[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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Aquel episodio de nuestra historia que dividió España en dos no solo trajo enemistades entre hombres, rupturas familiares, miseria, hambre, vencidos y vencedores. Muchos fueron los españoles que tuvieron que sufrir un exilio, que tuvieron que abandonar su país, dejando atrás una vida y, en el peor de los casos, una familia. Me llevo la canción es la nueva novela de Macu Tejera, una novela que narra las vivencias de esos españoles que marcharon exiliados a México, acogidos por el gobierno de Lázaro Cárdenas, un país que les brindó la oportunidad de seguir viviendo y alejarse del horror. Pero en esta novela, además de unos personajes que huyen también habrá amor, esperanza, ilusión y anhelo por el regreso. 

La semana pasada Macu Tejera estuvo en Sevilla y con ella me senté a hablar de aquellos hombres y mujeres, de sus sueños, de sus vivencias, de sus deseos,... Todo ello recogido en su última novela. Esto es lo que nos contó. 



Marisa G.- Macu, tú vienes principalmente de escribir guiones de series como Al salir de clase y Amar en tiempos revueltos¿verdad?

Macu T.- Sí, pero no los escribo yo sola sino que somos un equipo de guionistas. Empece en televisión en el año 96 y he participado en los guiones de varias series. Luego pasé por la ECAM, que es la escuela de cine donde estuve tres años y hace también tres años publiqué la otra novela, Amapola. Como fue bien, la editorial me ofreció la posibilidad de publicar otra novela más.

M.G.- Amapola es el resultado de la serie Amar...

M.T.- Sí, trata de los personajes de la serie Amar en Tiempos Revueltos, una trama que está basada en las revueltas de los estudiantes del año 56 en Madrid. 

M.G.- ¿Y de qué trata Me llevo la canción?

M.T.- Esta novela transcurre en México entre el año 39 y 46 y lo que cuenta es el gran recibimiento que hizo México a los exiliados republicanos.

M.G.- Este es un tema del que no se habla mucho, ¿no?

M.T.- No. Es verdad que aquello fue de una generosidad increíble y creo que es una época muy interesante para redescubrir porque no se sabe mucho sobre cómo fue el exilio republicano en México. La novela es un canto al amor al país, a México, por lo que hizo por los españoles.
 
M.G.- Esos exiliados españoles toman el barco de nombre Sinaia que sale del sur de Francia camino al puerto de Veracruz, pero, ¿tenían que cumplir algunos requisitos para optar a embarcar en ese barco?

M.T.- No, lo que pasa es que había doscientos mil españoles que querían irse de Francia. Ellos habían salido de España con la derrota de la guerra, fueron llegando en oleadas masivas a Francia y entonces, en un momento dado, el gobierno de México hizo esta invitación para recogerlos. 

M.G- Porque México estaba en contra...

M.T.- Del Franquismo, claro. Ellos dijeron que todos los españoles republicanos que quisieran viajar a México podían hacerlo pero claro, no se pudo dar ayuda a todo el mundo. Lo que había que hacer era solicitar el exilio a México y se iban dando los permisos poco a poco. En el Sinaia se fueron los mil seiscientos primeros pero después hubo otros barcos que hicieron también esa travesía. Lo que pasa es que con la II Guerra Mundial, todo se complica más y surgen un montón de problemas para salir de Francia. La II Guerra Mundial también ocupa una parte importante de la novela porque ellos viven con la mirada puesta en Europa y en lo que está ocurriendo.

M.G.- ¿Y la travesía en barco cómo fue? Por lo que he leído parece que en el barco había pasajeros de distinta categoría. 

M.T.- Eso es lo que contaban los pasajeros del barco, que había camarotes de primera y de segunda. El Sinaia era un barco mercante, acondicionado para llevar a los españoles a México, y la bodega del barco se preparó como dormitorio. Allí fueron a parar todos los hombres que iban solteros mientras que las familias iban en camarotes.

Me imagino que sabes que en el Sinaia se editó un periódico del que además puedes encontrar todas las hojas en la página de Juan Rejano [Se refiere a la web Fundacion Juan Rejano]. Es una maravilla y ahí se cuenta mucho de cómo era el día y día, las charlas que tenían los pasajeros.


M.G.- Pero había incluso hasta bailes, ¿no?

M.T.- También. Bailes y una agrupación musical. Es muy simpático porque en las hojas del periódico se puede leer referencias a las interpretaciones que hacía la agrupación musical cada noche.

M.G.- Entonces, fue una travesía agradable.

M.T.- En cierto sentido sí. Sobre todo porque ellos habían salido del infierno. Ten en cuenta que no solamente salían de la guerra en España si no que también salían de los campos de internamiento en Francia. Los relatos que hay de San Ciprian y de Argeles son terroríficos. Así que, el hecho de estar en un barco que les estaba llevando a una nueva tierra que los quería y los acogía, que les iba a ofrecer un trabajo y una vida, eso les producía mucha alegría, pese a la pérdida de la guerra y a las incertidumbres que podrían sentir por el futuro. Me llevo la canción es una novela sobre la esperanza de los exiliados.

M.G.- Se inicia la novela con unos personajes que están reunidos en el café La Capilla y ahí empiezan a escuchar noticias de radio...

M.T.- Sí, y justo ahí nos vamos hacia atrás en el tiempo, al momento en el que han llegado a México. La novela es un flashback porque se inicia en el año 45 cuando muchos de los personajes de la novela están escuchando las noticias del fin de la guerra, sin saber qué va a pasar, si a Franco lo van a ventilar o no, si ellos van a poder volver o no,... Ellos comparten una memoria común que hará que arranque el libro y se retrotrae la narración al momento en el que llegan a México hasta el momento en que enganchamos otra vez con esa reunión en La Capilla.

M.G.- Por lo que yo he podido percibir en las páginas iniciales de la novela, creo que estas personas tenían una mezcla de sentimientos. Sentían esperanza, deseaban volver a España, también sentirían miedo por la familia que habían dejado atrás, pero imagino que vivirían esas noticias con cierto alivio porque ellos estaban en un país en el que no les iba a ocurrir nada.

M.T.- Era muy complejo todo. Mira en el año 45, cuando acaba la guerra, muchos han echado un poco de raíces en México pero, como tú has dicho, muchos han dejado al grueso de su familia en España y por eso muchos quieren volver. Ese anhelo existe pero también como México los acogió tan bien y algunos incluso han formado familia allí, tienen una mezcla de agradecimiento y gratitud infinita por el país, de deseo de volver, de incertidumbre porque no saben si a Franco lo van a quitar... Es una mezcla.

M.G.- ¿Y cómo convivían allí los españoles? Creo que también había roces entre ellos mismos.

M.T.- Es verdad que la novela recoge un poco las desavenencias que existía entre los republicanos porque todavía coleaban bastante lo que había pasado durante la guerra en el bando republicano. Hubo muchas peleas y eso se llegó a México, por lo menos al principio.

Y por otro lado ya había residentes españoles en México que no habían participado en la guerra y que vieron a los republicanos venir con un poquito de recelo porque no sabían si iban a traer también la revolución y luego porque muchos de los residentes españoles en México vieron con buenos ojos el alzamiento militar y también vieron con buenos ojos que Franco ganara la guerra. Es verdad que no todo fueron rosas en México pero salían de un infierno y se les daba la oportunidad de reconstruir sus vidas.

M.G.- Pero también muchos mexicanos vieron que a los españoles se les ofrecieron cosas de las que ellos carecían.

M.T.- Esos fueron reproches que se le hicieron al presidente Cárdenas porque a los españoles se les estaba ofrenciendo un trato de favor pero en general, el balance de la labor que hizo Cárdenas con sus compatriotas y los españoles fue maravillosa. De hecho te diré que, al margen de esas desavenencias en la colonia de exiliados de las que hemos hablado, todos ellos estaban de acuerdo en el reconocimiento de la figura de Lázaro Cárdenas.

M.G.- Es que le debían la vida.

M.T.- La vida y todo. Además Cárdenas, que fue presidente durante el primer año y medio del exilio de los republicanos, dijo en su momento que los españoles iban a aportar un riqueza cultural a la cultura mexicana tremenda. Y luego, en el año 56 dio otro discurso, no recuerdo con qué motivo,  volvió a decir que el esplendor que los españoles habían traído a México era increíble. Fue un hombre que reconoció en todo momento que la llegada de los españoles a México había sido lo mejor. 

M.G.- Cuando estos españoles pudieron regresar, imagino que alguno decidiría no volver porque habrían formado una familia en México, ¿no?

M.T.- Claro. Mira, algunos empezaron a volver en los años 50, como por ejemplo José Bergamín. Otros volvieron en el 75, cuando muere Franco, y cuando llegan a España no la reconocen porque llevan viviendo desde el año 39 en México y la España que ellos dejaron atrás no es la que se encuentran ahora. No la reconocían. Esa es una historia muy bonita que habría que contar.

M.G.- Y les constaría trabajo rehacer su vida en España.

M.T.- Bueno, pero no todos volvieron para quedarse. Algunos solo vinieron de visita y otros ni siquieran pudieon volver porque fallecieron antes.

M.G.- En cuanto a los personajes de tu novela, que son muchos,...




M.T.- Es que es una novela coral. Hay muchos protagonistas con muchas líneas y subtramas que confluyen y forman parte de la misma historia. Los personajes se conocen en el barco y entablan amistades muy fuertes.

M.G.- Y entre esos personajes, hay algunos también reales.

M.T.- Sí, como el que te he mencionado antes. Picasso sale de refilón porque el Guernica juega de una manera determinada en la novela, el doctor Puche, Juan Rejano, Lázaro Cárdenas,... Pero sí me gustaría aclarar que es una historia de ficción y que no se asuste la gente cuando escuchen que son muchos personajes. A mí me parece que, en esta historia particular, el hecho de que sean muchos personajes la enriquece mucho. A todos los personajes les aùna el hecho de que han tenido que huir de su país pero cada uno tiene su propia historia.

M.G.- Uno de los personajes, Eduardo Toledo, arquitecto de profesión, arrastra un episodio misterioso que le ocurrió en España y que aporta suspense a la novela.

M.T.- Sí, él tiene un recuerdo de la batalla del Ebro que de alguna manera le marca mucho y le condiciona hasta el punto de que él no termina de deshacer la maleta de verdad y eso le obliga a seguir pendiente de la guerra en el pasado o del futuro. Es el aquí y el ahora lo único importante y hasta que no nos demos cuenta de eso el presente no va a ser nuestro nunca. Y Eduardo es lo que le pasa que tiene un conflicto sin resolver con la guerra y eso es lo que le está impidiendo deshacer mentalmente la maleta.

M.G.- Y para hablar de las vivencias de estos españoles en México, ¿cómo te has documentado?

M.T.- Al final del libro he relacionado una extensa bibliografía. Aunque no he hablado con ningún descendiente de exiliado en México, sí he leído mucho y luego también fui al Archivo Sonoro de Radio Nacional de España donde hay archivada una entrevista con José Bergamín en la que se cuenta lo que se menciona al principio en la novela, que el Guernica estuvo a punto de tener color. Es una anécdota muy divertida que se recoge en la novela. Es un archivo delicioso que lo recomiendo vivamente.  Luego la Biblioteca del Exilio me ha ayudado mucho.

M.G.- Pero en Me llevo la canción no solo hay exilio y penas. También hay amor. Sé que hay unas cuantas historias amorosas.

M.T.- Por supuesto, hay más de una historia de amor porque como dice la contrasolapa el amor es «la única patria de los hombres de aquí, de allí, de cualquier parte». Todos estos personajes viven sus historias de amor en México y las recojo en el libro. Hay un triángulo, hay un desencuentro, luego un nuevo encuentro. Hay muchos elementos interesantes.
M.G.- Amor, esperanza e ilusión. La novela se titula Me llevo la canción, ¿por qué motivo?

M.T.- Es el último verso de un poema de León Felipe que está dando voz a los exiliados. El poema lo dirige a Franco y de ahí saco el título.

Franco... tuya es la hacienda...
Franco... tuya es la hacienda...
la casa, el caballo y la pistola...
Mía es la voz antigua de la tierra.
Tú te quedas con todo
y me dejas desnudo y errante por el mundo...
mas yo te dejo mudo... ¡mudo!...
Y cómo vas a recoger el trigo
y a alimentar el fuego
si yo me llevo la canción?


Y luego la música también juega mucho en la novela porque son personajes amantes de la música y también la música de la época está recogida en una lista de Spotify al final, porque en muchos capítulos se recoge la música de la época. En el exilio la música es casi el arte que provoca una emocionalidad más directa, más que la pintura o la arquitectura, que también es muy importante en el libro, pero la música es pura emoción y está muy presente.

M.G.- De hecho hay un pasaje en el que se narra cómo el Sinaia está llegando al puerto de Veracruz y se oye la canción Suspiros de España. Hay un personaje que dice que esa canción debería ser el himno de España.

M.T.- Sí, es verdad. Y luego hay un capítulo muy importante en el que se cantan muchas canciones de España como El segador, una nana vasca,... Y es un momento de mucha emoción.

M.G.- ¿Y a los personajes los veremos regresando a España?

M.T.- En este libro no pero en alguno posterior que estoy pensando, en el que le quiero seguir la pista a algunos personajes, igual sí.

M.G.- Pero no estás trabajando en él todavía, ¿no?

M.T.- No, todavía no. Hay que respirar y de momento solo estoy con la promoción.

M.G.- Pues yo seguiré leyendo el libro a ver qué depara la vida a estos personajes en México.

M.T.- Pues espero que te guste. 

M.G.- Seguro que sí. Ya te contaré. Muchas gracias Macu por este encuentro y te deseo mucha suerte.

M.T.- Gracias a vosotros.




Y hasta aquí la entrevista. El libro rescata un episodio a tener muy en cuenta de nuestra Historia pero de eso ya os hablaré más adelante.

 

[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]

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