Autor
Nicolas Barreau (París, 1980), de madre alemana y padre francés, estudió lenguas románicas y literatura en la Sorbona. Durante un tiempo trabajó en un librería de la Rive Gauche hasta que finalmente se dedicó a escribir.
Igual que al protagonista de Me encontrarás en el fin del mundo, le encantan los restaurantes y cree en el destino; y como le ocurría al principal personaje masculino de La sonrisa de las mujeres, es muy tímido y reservado y no le gusta aparecer en público.
Sus novelas, publicadas originalmente por una pequeña editorial alemana, han conseguido un gran éxito. Tanto La sonrisa de las mujeres como Me encontraras en el fin del mundo han sido verdaderos fenómenos editoriales en Alemania e Italia.
Sinopsis
El atractivo Jean - Luc Champollion es el propietario de una galería de arte en París. Acostumbrado a tener éxito con las mujeres, su única ambición es disfrutar de la vida en compañía de hermosas damas y de Cézanne, su adorado perro dálmata.
Un día, Jean-Luc recibe una misteriosa carta de amor... sin remitente. Intrigado, acepta el juego que le propone la desconocida y, sin pensárselo dos veces, inicia con ella una deliciosa correspondencia por e-mail.
Por supuesto, lo único que quiere es descubrir la identidad de esa mujer que tantos detalles conoce de su vida y a la que nunca ha visto en persona... ¿o tal vez sí? Evidentemente, el destino tiene otros planes.
En esta nueva novela de Nicolas Barreau volvemos a encontrar una pegatina sobre la cubierta que dice: «Este libro te hará MUCHO más feliz». Si ya mostré mis reticencias con respecto a este tipo de leyendas cuando publiqué la reseña sobre La sonrisa de las mujeres, vuelvo a tenerlas ahora pero sigo comprendiendo la intención que subyace en estos mensajes.
Nada más abrir el libro nos encontramos con una frase atribuida a Christian Morgenstern, poeta alemán, que dice así:
«A veces se ve algo cien, mil veces, antes de verlo de verdad por primera vez.»
Más razón que un santo y sobre esta cuestión versará la novela. El hecho de tener las cosas delante de las narices y no ser capaz de verlas.
El amor vuelve a ser el epicentro de esta novela. En las primeras líneas el protagonista, Jean-Luc, un galerista exitoso de París, nos desvela el trágico final que tuvo su primer amor de adolescencia. Resulta inevitable sentir cierta compasión por él al comprobar que la chica de sus desvelos, Lucille, se burla de los sentimientos de este joven francés. Yo siempre he sido de las que hace frente común con aquellas personas que han sido vapuleados por el amor y han sentido en su propia piel el rechazo del amante, así que, desde este momento, Jean-Luc me cae en gracia.