Editorial: Debolsillo
Fecha publicación: julio, 2012.
Nº Páginas: 272
Precio: 9,95 €
Género: Narrativa.
Edición: Tapa blanda. Bolsillo
Autor
Andrés Pérez Domínguez. Nací en Sevilla, el mismo día que Neil Armstrong ponía el pie en la Luna. Hace bastantes años lo dejé todo para dedicarme a inventar historias. Muchos pensaron que estaba loco, otros que era un valiente, pero tal vez es que no tenía otro sitio a donde ir. Todavía no me he arrepentido. Desde entonces he ganado algunos premios y he publicado varios libros: las novelas La clave Pinner (2004, finalista del Memorial Silverio Cañada en la Semana Negra de Gijón), El sídrome Mowgli (2008, Premio Luis Berenguer), El factor Einstein (2008) y El violinista de Mauthausen (2009, Premio Ateneo de Sevilla y finalista del Premio Espartaco de Novela Histórica en la Semana Negra de Gijón); las novelas cortas Los mejores años (2002, Premio José Luis Castillo-Puche), Duarte (2002, Premio Tierras de León) y Los perros siempre ladran al anochecer (2010, Premio Iberoamericano La Espiga Dorada); las colecciones de cuentos Estado provisional (2001, Premio Ciudad de Coria) y El centro de la Tierra (2009, finalista del Premio Setenil); y el relato Ojos Tristes (Premio Internacional de Cuentos Max Aub)
Sinopsis
En la primavera de 1943 el servicio secreto británico urde una trama para engañar a los alemanes sobre el inminente desembarco de las tropas aliadas en el Mediterráneo, pero todo apunta a que Miguel Carmona, excombatiente republicano, ha podido conocer la estratagema y tiene en sus manos, tal vez sin saberlo, la clave que decidirá el futuro de la Segunda Guerra Mundial. Es entonces cuando reclutan en Londres a Gordon Pinner, viejo camarada de Carmona, para que viaje a Sevilla y lo localice. Pero Pinner tiene unas intenciones muy diferentes: en la capital andaluza habrá de enfrentarse a los fantasmas de su pasado, el verdadero motivo por el que ha aceptado la misión.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
La semana pasada, en la biblioteca Infanta Elena de Sevilla, se celebró una mesa redonda titulada La Guerra que nunca existió y que congregó a autores de la talla de Eva Díaz Pérez, Alfonso Domingo, Ángel del Río y Andrés Pérez Domíguez. Moderada por Juan José Telléz, durante hora y media se debatió sobre la II Guerra Mundial y el papel que Andalucía y los andaluces habían jugado en el conflicto bélico.
Fueron muchas las referencias literarias que se hicieron durante la charla, tanto de los propios autores presentes como de otros totalmente desconocidos para mí pero, entre ellas, se mencionó la novela La clave Pinner de Andrés Pérez Domínguez, un libro que tenía en casa desde hacía un par de años y que todavía no había leído. La tertulia me resultó tan interesante, desvelando información, episodios históricos y anécdotas tan ajenos a mí, que decidí ponerme con la novela de Pérez Domínguez en cuanto tuviera la menor ocasión, momento que llegó estos días atrás.
Tras algunos relatos, cuentos y un par de novelas cortas, trabajos por los que cosechó algunos premios, La clave Pinner es la primera novela «larga» del autor sevillano, cuyo argumento gira en torno al mundo del espionaje y que la editorial ha encuadrado como novela de misterio. Y efectivamente hay mucho de una cosa y de otra pero no será lo único. Paso a revelaros parte de la sinopsis.
Mayo, 1943.Miguel Carmona, un empleado de un cortijo andaluz se ha fugado tras ser delatado por rojo ante la Guardia Civil. La noticia sienta como un jarro de agua fría al dueño de la finca, un viticultor de Huelva, que se encuentra en esos momentos acompañado de un caballero inglés, un amigo y cliente.
Pero otra noticia deambula por las tierras onubenses. En las playas de Punta Umbría ha aparecido muerto un piloto de la RAF.
Este sería el planteamiento introductorio, una escena inicial que dará paso en los posteriores capítulos al segundo gran protagonista de la novela, Gordon Pinner, un inglés pelirrojo, corpulento y de aspecto imponente, de cuarenta y un años de edad, de madre española, nacido en Sevilla en 1902. Su hilo argumental arranca con Pinner a bordo de un hidroavión, dirigiéndose a Gibraltaracompañado de Goodman y Taylor, dos agentes del MI6 británicos, quienes lo habían abordado la noche anterior en un pub inglés de Londres, cuando se volvía a sumergir una noche más en los brazos del alcohol.
Pinner es un borracho, trasnochador, de aspecto desaliñado y sin un duro en el bolsillo. Malvive en la capital británica desde hace siete años, al abandonar Sevilla tres semanas después de comenzar la II Guerra Mundial. Afiliado al Partido Comunista, agente secreto del Komintern (organización comunista internacional fundada en 1919 por iniciativa de Lenin y el Partido Comunista de Rusia) y con importantes contactos en la NKVD soviética, se ve ahora chantajeado por los ingleses quienes pretenden su ayuda para localizar a Miguel Carmona, amigo de Pinner de su pasado revolucionario en España,y que, al parecer, tiene información muy valiosa para el desarrollo de la guerra que se está desarrollando en Europa, documentos que, de caer en manos de los alemanes, supondría un duro golpe a favor del avance nazi y en contra de los aliados.
Tras la fuga, todo parece indicar que Carmona se dirige a Sevilla y hasta allí tendrá que desplazarse Pinner para interceptarlo, antes de que los alemanes o el gobierno de Franco caigan sobre él.
La clave Pinner no es solo una historia de espías sino que se trata de una novela que también tiene un componente más íntimo, más personal. Tanto Miguel Carmona como Gordon Pinner tienen un pasado en común y el regreso de ambos a Sevilla arrastrará muchos recuerdos, y no solo de índole político, sino también de carácter más sentimental, dejándonos entrever a unos personajes con fuertes convicciones ideológicas pero con un lado humano tremendo. Y precisamente en esa faceta más intimista entran en juego dos mujeres, Lucía y Rosa, que supondrán el dolor y el escozor que quizás las heridas de la batalla no han podido provocar en estos dos hombres. Porque Carmona y su pasado miliciano trajo consecuencias negativas más allá de la derrota y en el caso de Pinner, también este porta un lastre, un episodio vergonzoso que le produce un profundo rechazo de sí mismo. En cierto sentido, si Pinner se presta a colaborar con los ingleses será para intentar resarcir un poco la conducta más ignominiosa de su vida y que una perenne cojera le recuerda cada día.
Pero Pinner y Carmona no serán los únicos personajes. Entre otros, estará también Artemio, un individuo de familia pudiente venido a menos tras dilapidar todo el patrimonio familiar. Su aparición en la novela permite al lector conocer con todo detalle la retaguardia republicana en la época de la Guerra Civil, cuando se las veían y se las deseaban para conseguir armamento durante la guerra. Artemio es un personaje interesado, prestatario de servicios al mejor postor, sean de la nacionalidad que sean, y con un carácter y un modo de vida que no es precisamente muy ortodoxo. Aún así, será un personaje del que el autor también desmigue un lado humano, una debilidad y unos deseos.
Y otro personajes más será Pedro Lacruz, el jefe de Falange que, teniendo en cuenta la estrecha vinculación de Franco con Hitler, muestra un gran interés en localizar a Carmona.
Ya veis que Miguel Carmona se verá perseguido en su huida por varios bandos. ¿Cuál será la información que obra en su poder?
La clave Pinner es una novela con una fuerte base histórica. El autor se vale de una estrategia pergeñada por los aliados durante la II Guerra Mundial para construir esta novela. Aquella operación se denominó Mincemeat, o su equivalente al castellano, Carne picada. Hay mucha información al respecto en la red pero, a grandes rasgos os diré que se trató de una maniobra de distracción por parte de los aliados. Con la aparición de un supuesto piloto inglés en las costas de Huelva que supuestamente portaba información sobre los movimientos estratégicos de las tropas aliadas, se hizo creer a los alemanes que se estaba organizando un desembarco en Grecia y en Cerdeña en vez de en Sicilia. Lo más curioso de todo aquello es que aquel piloto no era tal, sino que se valieron del cadáver de un mendigo para orquestar el engaño.
Como os digo, hay un montón de información que resulta muy interesante leer y que Andrés no se dedica a soltar sin ton ni son. Sí hay una estupenda documentación histórica tras la novela pero sin necesidad de que estas páginas supongan un desfile de cifras y datos.
Pero volviendo a la novela, desde los primeros compases, el autor va sembrando de suspense toda la historia y será inevitable el despliegue de preguntas por parte del lector. ¿Por qué el caballero inglés, invitado del hacendado, muestra tanto interés por el trabajador fugado, aunque aparente total indiferencia? ¿Qué documentos portaba el piloto inglés hallado muerto en las costas onubenses? ¿Cuál es ese episodio del pasado que tanto avergüenza a Pinner? Y sobre todo, ¿de qué manera Miguel Carmona ha tenido acceso a esa información? Pero el suspense no se mantendrá estable sino que irá en aumento hasta llegar a su punto más álgido en los dos últimos capítulos, cuando todas nuestras dudas queden resueltas.
Dado que la historia arranca en el momento de la fuga y la interceptación de Gordon Pinner por los agentes británicos, el autor se esfuerza en ponernos en antecedentes, de ahí que, a media que desgrana el presente de los hechos, se retrotrae al pasado con frecuencia para contarnos la vida de los personajes e intercala diversas explicaciones entre guiones, especialmente en los primeros capítulos, donde se hace más necesario. Todo ello para que el lector consiga entender con exactitud el por qué del comportamiento de los personajes, el motivo de sus reacciones, de la pesadumbre que les causa los fantasmas de su pasado.
Y no desvelo nada nuevo si digo que Andrés Pérez Domínguez es un mago de las palabras. En esta novela en concreto tendría que señalar su capacidad a la hora de describir escenas, tan claras, tan nítidas que prácticamente podemos palparlas. Cada situación se presenta ante nuestros ojos tan limpia que nos sentimos parte del entorno.
Por otra parte, posee una prosa precisa y elegante, con una brillante elección de las palabras, muy especialmente en esos pasajes en los que los personajes se hunden en sus recuerdos, en los viejos encuentros, en los antiguos amores y en los actos de camaradería. Narrados en presente, porque presente tienen estos personajes esos recuerdos, hay un cambio significativo de tono, mucho más íntimo, más cercano, más emotivo.
A su vez, los hechos están muy bien urdidos, todo queda entrelazado y las piezas van encajando en un perfecta simbiosis.
Estructuralmente, La clave Pinner consta de quince capítulos numerados que van alternando la línea argumental relativa a Miguel Carmona, su huida y posterior llegada a Sevilla por un lado, y por otro, todo lo relativo a Gordon Pinner y su búsqueda. Será así hasta llegar a los capítulos finales en los que las dos líneas confluyen en una sola.
La inmensa parte de la acción transcurre en Sevilla con lo que mi disfrute en la lectura de esta novela se ha visto incrementado. No obstante, no penséis que la ciudad es un personaje más, como ocurre en otras historias. En este caso, las descripciones no son profundas y no resulta necesario tener conocimiento de la disposición de las calles y plazas de Sevilla. Las referencias son sutiles con lo que la acción, salvo por el emplazamiento y el papel de la ciudad durante el alzamiento, bien podría haber transcurrido en otro lugar. Además, la ciudad ha cambiado desde el punto temporal en el que arranca la novela y ya no existen ciertos lugares o establecimientos que se mencionan pero siempre queda la memoria y las viejas fotografías.
Y sobre Sevilla se hace una reflexión muy interesante que me ha resultado más que curiosa:
«... quién lo iba a decir, que en Sevilla triunfarían los militares nada más levantarse en armas, en Sevilla, en Sevilla la Roja, la ciudad , una ciudad que sus camaradas de Moscú habían pronosticado que sería la punta de lanza de la revolución bolchevique en España».[pág. 119]
Y esto es todo lo que os voy a contar de La clave Pinner. Según he oído al autor en alguna ocasión, parece ser que Gordon Pinner es uno de sus personajes más queridos y tiene intención de rescatarlo en una novela futura. Espero que así sea pues me gustaría saber qué le ha deparado el futuro a ese pelirrojo.
La clave Pinner ha sido una lectura estupenda que me ha permitido disfrutar del buen hacer de Andrés Pérez. Es una novela de espías, pero de aquellos que tienen con corazón, sueños y anhelos. Sin duda, bajo mi punto de vista, es una novela más que recomendable.
Retos:
- Septiembre, mes guerrero.
- Sumando 2015.
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