Editorial: Salamandra.
Fecha publicación: 2010.
Fecha publicación: 2010.
Nº Páginas: 96
Precio: 9,00 €
Género: Novela.
Edición: Rústica.
ISBN: 978-84-9338-275-4
[Disponible en ebook]
[Disponible en ebook]
Autor
John Boyne nació en Dublín, Irlanda, en 1971. Se formó en el Trinity College y en la Universidad de East Anglia, en Norwich. De sus seis novelas publicadas anteriormente destaca El niño con el pijama de rayas, que se ha traducido a cuarenta idiomas y de la que se han vendido más de cinco millones de ejemplares. Ganadora de dos Irish Book Awards, fue también finalist del British Book Award y llevada al cine po Miramax/Disney. En España fue galardonada con el Premio de los Lectores 2007 de la revista Qué Leer y ha ocupado más de un año todas las listas de libros más vendidos. Boyne es asimismo el aclamado autor de Motín en la Bounty y La casa del propósito especial, también publicadas por Salamandra. En la actualidad vive en su ciudad natal.
Sinopsis
Danny Delaney acaba de empezar las vacaciones escolares y ya está saboreando las semanas de libertad que tiene ante sí. Pero al anochecer, cuando su madre regresa a casa acompañada por dos policías, Danny comprende de inmediato que algo muy malo ha sucedido. Abrumada por la culpa, la señora Delaney se encierra en sí misma, y a Danny y su padre le tocará recomponer la unidad de la familia.
Escrito para formar parte de la serie Quick Reads (Lecturas rápidas) -una iniciativa lanzada con el fin de fomentar el hábito de lectura entre los adultos-, este libro se transformó en un inesperado y másivo éxito de ventas en Inglaterra.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente de la web de la editorial]
De John Boyne solo he leído El niño del pijama de rayas, una novela que me gustó mucho, tan cargada de emoción y con un final tan impactante. No volví a repetir con el autor aunque por casa anda La casa del propósito especial. O eso creo. No obstante, hoy he recalado de nuevo en el autor con una novela muy breve que no llega ni a cien páginas tras encontrar La apuesta en un vagabundeo por la biblioteca. Lo que me llamó la atención no fue solo la sinopsis sino también el hecho de que esta novela formara parte de un proyecto del que no había oído hablar nunca.Quick Reads es una iniciativa que se puso en marcha en Reino Unido hace unos años con el propósito de fomentar la lectura entre los adultos. Cada año lanza al mercado un total de entre diez y seis novelas cortas y sencillas, a un precio muy asequible, para incitar a las personas a leer, para generarles un hábito. Este es el vídeo promocional del proyecto en el que presentadores de la televisión británica, actrices, escritores, editores,... explican lo que sienten cuando leen un libro o cómo sería un mundo sin libros.
Sin duda, una iniciativa maravillosa que bien podrían poner en práctica aquí. Cada vez que pienso en el fomento de la lectura siempre me imagino que son actividades dirigidas a los más pequeños porque a mí, sinceramente, me cuesta mucho creer que un adulto no haya leído un libro en su vida, y no ya por una cuestión generacional, de recursos económicos o geográficos, sino simplememente porque no les gusta leer y punto. Bien está. Hay que respetar todas los gustos y opiniones pero es algo que no deja de sorprenderme mucho.
Sin duda, una iniciativa maravillosa que bien podrían poner en práctica aquí. Cada vez que pienso en el fomento de la lectura siempre me imagino que son actividades dirigidas a los más pequeños porque a mí, sinceramente, me cuesta mucho creer que un adulto no haya leído un libro en su vida, y no ya por una cuestión generacional, de recursos económicos o geográficos, sino simplememente porque no les gusta leer y punto. Bien está. Hay que respetar todas los gustos y opiniones pero es algo que no deja de sorprenderme mucho.
En fin que, por todo esto me animé a leer esta novela de John Boyne.
Danny Delaney es un niño de trece años que vive en Norfolk junto a sus padres, Russell y Rachel y su hermano mayor Pete, aunque este último se encuentra de viaje por Europa. Es verano y Danny ya disfruta de sus vacaciones estivales por lo que lo único que tiene que hacer todo el día es jugar y disfrutar. Una tarde llega a casa y advierte que su madre no está. Es algo extraño porque su madre no suele salir a esas horas y en caso de hacerlo siempre deja una nota pero tampoco le presta demasiada importancia. Sin embargo, las horas pasan, su padre llega del trabajo y la madre sigue sin aparecer. La situación comienza a ser preocupante hasta que su madre por fin aparece y no vendrá sola. La acompañarán una pareja de agentes de policía. Ha ocurrido un terrible accidente que marcará un antes y un después en la familia. La trama de La apuesta narra las consecuencias de ese accidente y cómo afectará a todos los miembros de la familia.
El argumento de esta novela es bastante simple, algo que encaja perfectamente en el proposito que se pretende conseguir con esta novela. No estamos ante una novela que nos presente una trama llena de giros imprevistos o de sorpresas inesperadas. Simplemente se narra las vivencias y las experiencias de la familia durante los meses de verano a raíz del accidente.
Así que, más allá del argumento, lo que más me ha gustado de esta novela corta ha sido el personaje principal. En Danny he visto a un auténtico niño de trece años, con las preocupaciones típicas de su edad. Algo muy común en esos años es el temor a que tus padres se puedan separar algún día cuando contemplas cómo los padres de tu mejor amigo ya no viven juntos. Y típico también es la curiosidad que mueve al personaje. Danny es travieso y muy observador, que indaga donde no debe, que todo lo toca, que husmea, que fisgonea,... siempre movido por ese afán de descubrir y experimentar. ¿Quién no ha sido así a esa edad? Porque me he visto reflejada en Danny cuando tenía su edad o porque me ha resultado fácil descubrir a cualquier adolescente en el personaje, es por lo que me ha gustado tanto.
Así que, más allá del argumento, lo que más me ha gustado de esta novela corta ha sido el personaje principal. En Danny he visto a un auténtico niño de trece años, con las preocupaciones típicas de su edad. Algo muy común en esos años es el temor a que tus padres se puedan separar algún día cuando contemplas cómo los padres de tu mejor amigo ya no viven juntos. Y típico también es la curiosidad que mueve al personaje. Danny es travieso y muy observador, que indaga donde no debe, que todo lo toca, que husmea, que fisgonea,... siempre movido por ese afán de descubrir y experimentar. ¿Quién no ha sido así a esa edad? Porque me he visto reflejada en Danny cuando tenía su edad o porque me ha resultado fácil descubrir a cualquier adolescente en el personaje, es por lo que me ha gustado tanto.
Por otra parte, y dado que la novela está narrada en primera persona en la voz de Danny, la visión que se ofrce siempre será la suya propia, tan subjetiva, pero esa percepción que Danny tiene del mundo que le rodea me ha resultado de lo más real. Hay escenas familiares que el narrador describe como si él simplemente fuera un espectador externo, que ni pincha ni corta, que no tiene voz ni voto, cuando resulta que todo lo que ocurre en su entorno familiar le afectará sí o sí. Creo que en este aspecto, el autor ha estado más que certero pues, cuando hay algún problema familiar, se tiende a dejar a los niños al margen de todo, como si la cosa no fuera con ellos, como si los hechos no pudieran afectarle y esa sensación se transmite perfectamente en el libro. Y esto no solo ocurrirá con Danny sino también con otro personaje menor, Luke, un amigo del protagonista que tiene que soportar la separación de sus padres y ver cómo su madre convive con su nuevo novio.
En La apuesta Boyne se decanta por acercarnos al punto de vista de un joven que tiene que enfrentarse a una situación complicada motivada por una actuación ¿perniciosa? por parte de uno de sus progenitores. El accidente provocará las típicas habladurías que llegan a oído de Danny y el joven se sentirá engullido por una espiral de emociones dolorosas que le impulsarán a tomar cartas en el asunto en un intento de recuperar la paz y la armonía familiar.
La apuesta habla de enfrentarse a situaciones complicadas, de la culpabilidad, de la amistad por encima de prejuicios, de no sentirse querido en algún momento, de verse excluido de los hechos importantes de la familia, de la soledad.La apuesta habla de un joven y de sus emociones.
Ahora bien, ¿es una novela para adultos? No estaría del todo segura. A mí me parece más dirigida a un público juvenil, a niñ@s de diez a doce años, y no tengo esa sensación por el hecho de que los protagonistas sean jóvenes y la novela se enfoque desde su punto de vista, sino por el tratamiento de los hechos y por la profundidad de los mismos. En cualquier caso, si lo lee un adulto también lo podrá disfrutar pero eso sí, lo harán aquellos adultos para los que el proyecto Quick Reads está dirigido. En el caso de adultos con ciertas tablas lectoras, La apuesta se le va a quedar bastante corta pues no se trata de una narración que, aunque breve, tiene mucha enjundia y requiere una lectura reposada. No. Esta novela te la puedes zampar en hora y media y además, como cuenta con cierta dosis de intriga y suspense, especialmente en el primer capítulo, la cosa volará.
A esto se le suma que La apuesta tiene una extensión que no llega ni a cien páginas, con once capítulos de muy breve longitud y un estilo muy sencillo y actual, sin florituras, pues no debemos olvidar que, como dije antes, está narrada en primera persona en la voz de Danny.
La apuesta habla de enfrentarse a situaciones complicadas, de la culpabilidad, de la amistad por encima de prejuicios, de no sentirse querido en algún momento, de verse excluido de los hechos importantes de la familia, de la soledad.La apuesta habla de un joven y de sus emociones.
Ahora bien, ¿es una novela para adultos? No estaría del todo segura. A mí me parece más dirigida a un público juvenil, a niñ@s de diez a doce años, y no tengo esa sensación por el hecho de que los protagonistas sean jóvenes y la novela se enfoque desde su punto de vista, sino por el tratamiento de los hechos y por la profundidad de los mismos. En cualquier caso, si lo lee un adulto también lo podrá disfrutar pero eso sí, lo harán aquellos adultos para los que el proyecto Quick Reads está dirigido. En el caso de adultos con ciertas tablas lectoras, La apuesta se le va a quedar bastante corta pues no se trata de una narración que, aunque breve, tiene mucha enjundia y requiere una lectura reposada. No. Esta novela te la puedes zampar en hora y media y además, como cuenta con cierta dosis de intriga y suspense, especialmente en el primer capítulo, la cosa volará.
A esto se le suma que La apuesta tiene una extensión que no llega ni a cien páginas, con once capítulos de muy breve longitud y un estilo muy sencillo y actual, sin florituras, pues no debemos olvidar que, como dije antes, está narrada en primera persona en la voz de Danny.
A priori el título nos dirá poco pero tiene su sentido. Lo descubrirás con la lectura.
En definitiva, La apuesta me ha supuesto una lectura más, o quizás una lectura menos. Elogio el propósito para el que fue escrita y si eres uno de esos lectores que no encuentra tiempo, que lee esporádicamente y prefiere novelas sencillas y sin muchas revueltas, entonces La apuesta sí es una propuesta interesante a tener en cuenta. De lo contrario, lector avezado, esta novela te va a saber a poco más allá del perfil del personaje.
- Sumando 2015.- 100 libros.
Puedes adquirirlo aquí:
En definitiva, La apuesta me ha supuesto una lectura más, o quizás una lectura menos. Elogio el propósito para el que fue escrita y si eres uno de esos lectores que no encuentra tiempo, que lee esporádicamente y prefiere novelas sencillas y sin muchas revueltas, entonces La apuesta sí es una propuesta interesante a tener en cuenta. De lo contrario, lector avezado, esta novela te va a saber a poco más allá del perfil del personaje.
[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
Retos:
- Sumando 2015.
Puedes adquirirlo aquí: