Año: The Girl.
Nacionalidad: Británica.
Director: Julian Jarrold.
Reparto: Toby Jones, Sienna Miller, Imelda Staunton, Penelope Wilton, Sean Cameron Michael, Conrad Kemp, Adrian Galley, Leon Clingman, Kate Tilley.
Género: Drama.
Sinopsis: Alfred Hitchcock (Toby Jones) se encontraba en la cima de su carrera y creatividad cuando, en 1962, eligió a una desconocida modelo para protagonizar su película más ambiciosa "Los Pájaros". Pero mientras convertía a Tippi Hedren (Sienna Miller) en la perfecta rubia de su imaginación, el director se obsesionó con el imposible sueño de enamorar a la actriz.
[Información facilitada por Filmaffinity]
Hace unos días Mientras leo nos presentaba Entre montones de libros, uno titulado Las fascinantes rubias de Alfred Hitchcock del autor Serge Koster (puedes ver su reseña aquí) que analiza las relaciones que el cineasta tuvo con cuatro de sus actríces míticas: Kim Novak, Eve Marie Saint, Grace Kelly y Tippi Hedren. Su entrada me recordó que tenía una película pendiente de mostrar en el blog y que narra precisamente esa obsesión de Hitchcock por las rubias pero centrándose únicamente en la relación profesional que mantuvo con Tippi Hedren, la madre de Melanie Griffith. Me refiero a la película The Girl, un largometraje del año 2012, dirigido por Julian Jarrold e interpretado soberbiamente por Toby Jones y Sienna Miller.
«Las rubias son las mejores víctimas. Son como la nieve virginal que nos deja ver las pisadas sangrientas».
Con esta frase de Alfred Hitchcock comienza esta cinta que se centra principalmente en el rodaje de la película Los Pájaros, desde sus premiliares, como las cuestiones de guión y casting, pasando por el rodaje en sí, alargándose la acción hasta el fin del rodaje de Marnie, la ladrona. Ambas películas fueron interpretadas por Tippi Hedren. De hecho Los Pájaros supuso el salto de esta mujer, actriz de anuncios por entonces, al mundo del celuloide. Claro como el agua que la joven con nombre de origen sueco tenía mucho que agradecerle al cineasta pero ¿hasta qué punto?
Narra la película que fue precisamente Alma Hitchcock (Imelda Staunton) quien descubrió a Tippi Hedren (Sienna Miller) mientras veía un anuncio en televisión y fue ella la que animó a su marido a concertar una cita con la joven, que entonces ya era madre de Melanie, para conocer y hacerle algunas pruebas ante las cámaras. Y el papel de Melanie fue para ella. Sin duda una oportunidad única que muchas otras mujeres hubieran deseado para sí. Hedren no cabía de gozo. Pero lo que ella pensó que era un sueño hecho realidad se convirtió en una pesadilla.
El largometraje nos deja ver a un Alfred Hitchcock (Toby Jones) totalmente obsesionado hasta límites que nos parecen irreales. La actriz tuvo que soportar el acoso del director, miradas e insinuaciones a las que la joven respondía con sutiles negativas inicialmente y profundo rechazo después, algo que le acarreó más de un momento humillante pues Hitchcock no supo encajar bien la poca disposición de Hedren a sus proposiciones.
No es la primera vez que os hablo de la persona de Alfred Hitchcock en el blog. Ya os mostré otra película que narraba el rodaje de Psicosis y los problemas financieros que tuvo que padecer (reseña de Hitchcockaquí). Por entonces os decía que siempre me había imaginado a un ancianito benévolo que trataba a su equipo con dulzura y amor. Eso es lo que me transmitía su imagen cuando lo veía en pantalla en aquellos episodios de Hitchcock presenta.
Pero tras ver esta película una se cuestiona si no estaba totalmente equivocada.
En Hitchcock veíamos a un hombre con éxito dentro del mundo del cine pero con una imagen mucho más dulce que la que podemos contemplar en el largometraje de hoy. The Girl deja ver a un hombre puntilloso, crítico, soez, cínico, desconcertante y muy impertinente. Resulta muy desagradable ante nuestros ojos y especialmente cansino recitando incidiosos poemillas de alto contenido sexual. Su mirada libidinosa nos producirá mucho rechazo y su obsesión es casi enfermiza hasta el punto de plantearse renunciar a todo con tal de conseguir su objetivo.
Entre Hedren y Hitchcock se plantea una lucha de titanes. Él está acostumbrado a conseguirlo todo. Ella todavía no ha dicho la última palabra. ¿Es verdad todo lo que refleja la película o hay algo más oscuro? Antes de que se me olvide os diré que The Girl se basa en un libro que escribió Donald Spoto, un biógrafo americano que ha escrito sobre la vida de personalidades tan importantes como Joan Crawford, Grace Kelly, Elizabeth Taylor, James Dean, Audrey Hepburn,... Y en uno de sus libros, Alfred Hitchcock: La cara oculta del genio, recogió de boca de la propia Hedren las terribles experiencias que la actriz vivió durante el rodaje de las dos películas que interpretó bajo la orden del director británico. Afirma Hedren que el cineasta acabó con su carrera cuando no cedió ante sus deseos pero algunas voces confiesan que la historia no fue realmente así y se basan en que es la única musa de Hitchcock que ha lanzado graves acusaciones contra él mientras que las restantes solo han tenido palabras de agradecimiento. Hay un artículo muy bueno publicado por El País a raíz del estreno de esta película que arroja cierta luz sobre los hechos. Puedes leerlo aquí. Y aquí una entrevista que ella concedió hablando sobre el tema (en inglés).
Sea como fuera, la cuestión es que esta película deja a Hitchcock en muy mal lugar y desde luego, espectadores como yo, pueden verse influenciados por la imagen del director que se despliega ante nuestros ojos. ¿Quién tiene razón? No creo que lo sepamos nunca pues Hitchcock no tuvo la oportunidad de rebatir a Hedren. Y entre medio de ambos la película nos acerca a otros tantos personajes. Su mujer Alma a la que no se le escapa nada. Su secretaria Peggy que también tendrá que soportar los comentarios hirientes de su jefe. Y Jim, el ayudante de director que servirá de hombro en el que llorar.
Hablemos ahora del reparto. Toby Jones y Sienna Miller están sublimes. El primero, salvo la papada característica y la prominente barriga no tiene mucha semejanza facial con el director aunque eso sí, acierta en los gestos y la manera de andar, con los brazos caídos a lo largo del cuerpo y sin un solo balanceo. He leído por ahí que está sobreactuado aunque a mí no me lo parece en absoluto. Si la imagen que se quiere dar es la de un depravado sexual, Jones lo clava.
Miller, además de estar sumamente bella, derrocha una elegancia que no siempre aporta el vestuario. Ella va a ser capaz de transmitirnos esa angustia que padece, sometida constantemente a una tortura psicológica por parte del director, incluso padecerá algún incidente que, más allá de hundirla le permitirá resurgir de sus cenizas. Me ha encantado verla en esas escenas domésticas, en ropa cómoda y con el pelo suelto. Son instantes en los que la naturalidad le favorece muchísimo. Es verdad que no se parece en nada a Tippi Hedren pero sinceramente, no me ha importado en absoluto. Al fin y al cabo, si Hitchcock era el maniaco sexual que pretenden hacernos ver, Miller bien puede representar a todas las rubias que pasaron por sus manos. Pero como he dicho antes, es solo cuestión de versiones.
Y cambiando de tercio, tampoco he dicho que esta producción se hizo para la televisión. Adoro las producciones de la HBO. Todos sus largometrajes o sus series tienen algo especial, un mimo, un cuidado en los detalles que yo como espectadora agradezco muchísimo. No se puede pasar por el alto la fantástica ambientación con esos coches americanos, enormes y alargados de la época. Hay escenas con una luz preciosa, algunas escenas tensas y ciertas tomas y primeros planos que nos recuerdan al estilo del mago del suspense.
En definitiva, he disfrutado mucho viendo The Girl. No es una película de culto, ni tampoco hay que tomarla como un documental verídico y contra el que no se puede tener ni un solo argumento en contra. Más bien hay que verla como una película que te ofrece una versión más, otro punto de vista que amplía nuestro horizonte. Y más allá de la veracidad de los hechos, la interpretación de Toby Jones y Sienna Miller merecen mucho la pena.
Trailer(en inglés):
