Quantcast
Channel: Lecturápolis
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2535

EL ÚLTIMO ADIÓS de Kate Morton.

$
0
0

Editorial: Suma de Letras.
Fecha publicación: Noviembre, 2015.
Nº Páginas: 576
Precio: 22,90 €
Género: Narrativa.
Edición: Tapa dura con sobrecubierta.
ISBN: 9788483655467
[Disponible en eBook,
puedes leer las primeras páginas aquí]


Autora

Kate Morton creció en las montañas del noroeste de Australia, en Queensland, y en la actualidad vive con su marido y sus tres hijos pequeños en Brisbane. Es licenciada en arte dramático y literatura inglesa, y es especialista en literatura eduardiana del siglo XIX: Kate Morton ha vendido más de 10.000.000 de ejemplares y ha sido traducida a 33 idiomas y publicada en 38 países. La casa de Riverton, El jardín olvidado, Las horas distantes y El cumpleaños secreto se han convertido en número uno de ventas en todo el mundo. 

Sinopsis

Un niño desaparecido...

Junio, 1933. En Loeanneth, la residencia de verano de la familia Edevane, todo está listo para la fiesta de solsticio. Alice Edevane, de dieciséis años y escritora en ciernes, está especialmente ilusionada. No solo ha encontrado el giro argumental perfecto para su novela, también se ha enamorado perdidamente de quien no debe. Pero para cuando llegue la medianoche y los fuegos artificiales iluminen el cielo estival, la familia Edevane habrá sufrido una pérdida tan grande que tendrá que abandonar la mansión y Cornualles para siempre...

Una casa abandonada...


Setenta años más tarde y después de un caso especialmente complicado. Sadie Sparrow está de permiso forzoso en su trabajo; es investigadora en Scotland Yard. Refugiada en la casa de su abuelo en Cornualles, pronto comprueba que estar ociosa le resulta complicado. Hasta que un día llega por casualidad a una vieja casa abandonada rodeada de jardínes salvajes y espesos bosques y descubre la historia de un niño desaparecido sin dejar rastro...

Un misterio sin resolver...


Mientras tanto, en el ático de una elegante casa de Hampstead, la formidable Alice Edevane, ya anciana, lleva una vida tan cuidadosamente planeada como las exitosas novelas policiacas que escribe. Hasta que una joven detective empieza a hacer preguntas sobre su pasado familiar en un intento por desenterrar la intrincada maraña de secretos de los que Alice lleva intentando escapar toda su vida...

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


************************************

En 2011 llega a España la primera novela de Kate Morton, La casa de Riverton, y desde entonces su libros han ido entrando en casa uno tras otro sin que hasta la fecha le haya quitado el precinto a ninguno. No ha sido hasta ahora, con la lectura conjunta organizada por Laky de Libros que hay que leer, cuando me he estrenado con la autora, gracias  a su novela El último adiós. Antes de profundizar en mis impresiones podría resumirlas diciendo que ha sido una lectura estupenda, muy digestiva y amena con la que he disfrutado una barbaridad. Creo que fue en Twitter donde comenté que no pensaba que el estilo de la escritora de origen australiano me fuera a agradar tanto pero la verdad es que así ha sido.

De entrada me gusta el inicio de El último adiós. Una escena que se desarrolla en Cornualles, en el verano de 1933, ya nos adelanta que algo turbio está ocurriendo. Una huida en la noche, unas pruebas que enterrar, la presencia de la policía,... Todo ello induce a pensar que estamos ante un misterio por resolver y en eso básicamente se centra toda la novela, en una serie de incógnitas por despejar que consiguen que nuestra lectura resulte sumamente entretenida y adictiva. 


El argumento de El último adiós discurre a lo largo de dos líneas temporales, aunque una de ellas tendrá su propia ramificación. Por un lado, en la década de los 30 conoceremos a la familia Edevane, residentes de la Casa del Lago o Loeanneth. En ella habitan Anthony y Eleanor, padres de Deborah, Alice, Clementine y Theo. Una familia bien situada económicamente aunque sin excesos, que acostumbran a alternar socialmente y a celebrar alguna que otra fiesta como parte de la tradición familiar. Para festejar el solsticio de verano, los Edevane preparan su fiesta habitual pero la velada se enturbiará con la desaparición del pequeño Theo, un niño pequeño de apenas un año. Nadie ha visto nada, nadie puede aportar ninguna pista de lo que ha ocurrido e inmediatamente se organiza una partida de búsqueda con escasos frutos. La tragedia hunde a la familia en la más profunda de las tristezas y toda la alegría se evapora para siempre. 


Ahora bien, para comprender el por qué de los hechos que se desarrollan en 1933, la narración se retrotraerá ocasionalmente a los primeros años del siglo para conocer a Anthony y a Eleanor desde jóvenes, cómo fue el primer encuentro entre ellos, cómo avanzó su relación, llegaron a comprometerse y bajo qué circunstancias nacieron sus hijos.  Resulta necesario hacer este flashback para entender todo lo que ocurre sobre 1933 y esa fatídica noche en la que el pequeño Theo desaparece. Es por ello que decía antes que esta línea argumental se ramifica y serán diversos los capítulos que transcurran entre 1911 y 1914.

Por otro lado, en 2003 vamos a conocer a Sadie Sparrow, investigadora de Scotland Yard que no pasa por un buen momento en el terreno laboral. Durante la investigación de un reciente caso, Sparrow ha cometido el peor error en el que puede incurrir un detective así que ha sido apartada del cuerpo temporalmente. Su metedura de pata la conducen a tomarse un respiro para visitar a su abuelo Bertie en Cornualles. Allí descubrirá por azar una vieja mansión que esconde un secreto. Intrigada por la información que gira alrededor de la casa, Sadie ocupará su tiempo libre en una investigación personal sobre los sucesos acaecidos en el inmueble setenta años atrás. Lo que en un principio será una distracción para la joven se convertirá en el sustento principal de la novela. 


No obstante, esta línea argumental es muy rica en matices. No solo por esa investigación que se centra en la vieja mansión de Cornualles sino porque, a su vez, asistiremos como testigos a los avances que se producen en el caso que la joven investigaba mientras estaba en servicio activo y que, tras el error cometido, han dado como resultado que las altas instancias de Scotland Yard no quieran ver a Sadie por un tiempo. Además, hay otra cuestión más digna de mención. La joven se verá acosada por su pasado. Durante sus años de juventud ocurrió algo en su vida que, si bien a estas alturas no tenía olvidado pero sí asumido, vuelve ahora a resurgir, provocándole dudas, miedos e incertidumbres.


Pero, ¿existe alguna conexión entre el pasado y el presente? Por supuesto que sí. Ya la sinopsis la adelanta. El nexo de unión entre pasado y presente será uno de los personajes protagonistas, Alice Edevane, a la que podremos ver tanto en su versión infantil como en su versión adulta. Y es que, de todos los personajes, la más importante para mí será Alice Edevane, una joven de quince años, enamoradiza, imaginativa, soñadora, muy aficionada a poner su imaginación al servicio de la literatura para escribir grandes historias. Con los años se convertirá en una importante escritora de novelas policíacas cuyo principal protagonista será el detective Diggory Brent. A mí es un personaje que me ha recordado mucho a Agatha Christie, pues ambas son mujeres que escriben novela negra y ambas han creado a un detective como personaje protagonista. Sin embargo, no me la recuerda solo por estas dos cuestiones sino también por la manera en la que los asesinatos se ejecutan en sus novelas, así como, la forma en la que los casos y las investigaciones se desarrollan. En este sentido, y es mi percepción personal, he llegado a apreciar un pequeño guiño a la dama del suspense.


A su vez también es un personaje que sirve para introducir elementos de metaliteratura en la novela, siendo este un recurso que creo que nos gusta a la mayoría de los lectores. A través de los ojos de Alice Edevane vamos a vislumbrar cómo se construye una novela negra. Es cierto que no hay gran profundidad de detalles en esta cuestión pero sí podremos entrever algunas pinceladas y reflexiones interesantes. 


Pero la línea temporal del pasado hay que rescatar también a otros personajes. Entre ellos a Constance y Eleanor, abuela y madre de Alice respectivamente, a las que conoceremos con un cierto grado de profundidad, especialmente a la segunda. Es muy curioso ver cómo el narrador desvía nuestra atención de un personaje a otro y digo que es curioso porque no me daba cuenta de que el foco de atención se había movido de un punto a otro. Se intuye mucha habilidad a la hora de pasar de la narración de la vida de un personaje a la de otro casi sin darnos cuenta. 


Ahora bien, sí he percibido que a veces se demora demasiado en estos dos personajes. No dudo que son clave para el desarrollo de la trama. Eleanor es fundamental en el argumento desde el principio al fin y Constance lo será llegando al final, pero aún así, hay capítulos que se centran únicamente en ellos y eso solo conseguía que me apartara de otras cuestiones que reclamaban más mi atención. 


En cualquier caso, todos los personajes del pasado están perfectamente delimitados y definidos. Es muy fácil construir en nuestra mente una imagen psíquica, e incluso física, de todos ellos, de los principales y de los secundarios, siendo estos últimos igualmente importantes. 


Lo mismo ocurrirá con los personajes del presente de la novela. De todos los que figuran en esta línea temporal, será Sadie Sparrow la que más peso narrativo tenga. Sadie es una mujer joven e independiente con una infancia y adolescencia algo complicada. No es la típica joven que ha tenido una vida, digamos, normal, con un hogar familiar que compartir con sus padres. No es así. Ese episodio de su pasado que antes os comenté supondrá un punto y aparte y provocará una serie de consecuencias que, sin duda, la afectarán en su edad adulta. 


Ya veis que en cuestión de personajes parece que predominan los femeninos. Por lo que parece, esta es una peculiaridad de las novelas de Kate Morton, mujeres protagonistas, fuertes, con muchos matices, reflexivas y con una vida llena de recovecos. De entre todas ellas, las fundamentales para mí han sido Alice y Sadie. La Alice pequeña me ha parecido un personaje dulce y tierno, una niña con inquietudes, con un corazón palpitante que me ha conquistado, especialmente cuando sufre su primera decepción amorosa. Y aprovecho ahora para  hacer un aparte y mencionar que el amor también tiene su papel protagonista en la novela, amores juveniles y otros adultos, fieles, poderosos y eternos. Pero con respecto a la Alice adulta, la novelista, he percibido como esa niña se ha convertido en una mujer, ya en la vejez, con pies de plomo y que acostumbra a colocarse una coraza, probablemente como consecuencia de sus experiencias pasadas. 


En cuanto a Sadie he de decir que me ha parecido un personaje sumamente interesante y no solo por el papel que interpreta en la investigación de la vieja mansión sino por esa infancia y adolescencia que la han convertido en un joven más bien solitaria, con poca vida social y muy centrada en su trabajo.


Pero dejando de lado a los personajes, una de las cosas que más me ha gustado de esta novela es ese entramado de pistas falsas o no, ya lo comprobareis si lo leéis, que nos va dejando la autora. Morton nos conduce por diversos caminos, por senderos de un laberinto que, en ocasiones, conducen a un callejón sin salida sin que por ello me haya sentido frustrada. En mi caso concreto me ha encantado cómo la autora ha jugado conmigo al gato y al ratón, al despiste, haciéndome creer en hipótesis, formulando mis propias teorías y haciendo apuestas que en la mayoría de los casos perdía. Creo que no es algo que guste a todos los lectores aunque también hay que tener en cuenta que hay que saber hacerlo y en ese sentido creo que Morton da en la diana. A mí me ha gustado mucho que me hiciera ver espejismos.


Como sabéis, viene siendo habitual que las novelas que discurren en dos líneas temporales distintas confluyan en un solo punto y como decía antes, ese punto de unión será Alice Edevane. Pues bien, en El último adiós, en el momento en el que las dos líneas se unen comienzan a resolverse paulatinamente todos los enigmas planteados. Por suerte, no quedará ningún cabo suelto, concluyendo con un desenlace satisfactorio a mi gusto. No obstante, en este punto tengo que hacer dos precisiones. Es verdad que el final conlleva una serie de casualidades que pueden parecer forzadas o precipitadas. Abusar de la máxima «Las casualidades existen» no es buena cosa especialmente porque no nos podemos amparar bajo esa reflexión para construir cualquier tipo de desenlace. Ahora bien, para mí El último adiós es una novela en la que flota un cierto halo de magia, concretamente en la línea temporal del pasado y me atrevería a decir que esa misma magia es la que contagia el presente dando lugar a un final en el que todo es posible. Sea como fuere, a mí ese desenlace no me han decepcionado. Es más, por un momento sentí un fogonazo y me lo imaginé aunque tenía muchas dudas. Al final resultó ser como pensaba pero en ningún momento es un desenlace previsible. A algunos le sorprenderá e incluso les parecerá demasiado casual.


Pero me queda otra puntualización por hacer y tiene que ver con ese episodio de la vida de Sadie que vuelve del pasado para atormentarla en el presente. A este respecto sí me hubiera gustado algo más de profundidad. Me ha faltado saber más detalles de este tema e incluso algún diálogo entre los protagonistas de esta subtrama. 



De todos modos, con El último adiós estamos ante una novela que conjuga de manera acertada una serie de elementos que funcionan muy bien. En lo que a mí respecta, considero que las casas abandonadas con un pasado misterioso y oscuro dan mucho juego y siempre me gusta encontrarme con un inmueble de tales características.  Si a ello se le une unos cuantos misterios más, y encima se hace como lo hace Kate Morton, el disfrute está servido. 


Además otro punto a favor de la novela es la ambientación. El escenario por excelencia será la Casa del Lago en Loeanneth, un lugar lleno de vida, color y felicidad como si fuera inmune a la tristeza o la desgracia. El lugar queda pulcra y bellamente descrito con multitud de referencias no solo a su entorno sino también a las sensaciones que un lugar lleno de magia y encanto produce en los personajes. Hay descripciones tan bonitas y realistas que han conseguido trasladarme a los veranos de mi infancia cuando disfrutaba de mis vacaciones en un entorno campestre. Esto me lleva a hablaros del estilo de la autora que me ha resultado muy, muy visual pues todo está descrito con mucha precisión haciendo uso de una prosa fina y elegante, salpicada de metáforas hermosas sin que la narración resulte pesada y recargada. 


Por otro lado, a pesar de ser una novela cargada de misterio y suspense, el ritmo es tranquilo y sosegado pero no por ello resulta menos interesante. Yo he tardado muchísimo tiempo en leer esta novela pero porque me apetecía hacerlo despacio, saboreando la historia y leyendo sin prisa pero sin pausa. Creo que es una historia que se disfruta mucho si le damos el tiempo necesario porque, a pesar de que su argumento nos engancha desde el primer momento y nos apetece avanzar en la lectura con ahínco, considero que se disfruta mucho más si la leemos despacio y en calma.


Escrita en tercera persona, El último adiós se compone de treinta y cinco capítulos de longitud variable,  que alternan pasado y presente, debidamente numerados aunque no cuentan con título que nos anticipe lo que se nos va a narrar. Aún así, prácticamente todos se inician con indicaciones de lugar y tiempo que nos permiten ubicarnos perfectamente pues existen importantes y numerosos saltos temporales.


En definitiva, si has leído hasta aquí, seguro que te habrá quedado claro que esta saga familiar me ha gustado mucho. Mi estreno con Kate Morton no ha podido ser mejor y ahora me entran muchas ganas de arrancar el precinto a sus anteriores novelas que aún descansan en mi estantería sin que todavía las haya siquiera tocado. Creo que con este estreno, me uno a esa ingente cantidad de fervientes lectores que ya tiene la autora. Sinceramente te recomiendo mucho la lectura de El último adiós, una novela llena de suspense e intriga con algunas dosis amorosas y unos personajes bien dibujados, una combinación de elementos que la convierten en una novela muy recomendable.


[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]


Retos:

- Autores de la A a la Z.
- 100 libros.
- Sagas familiares.

Puedes adquirirlo aquí:


Viewing all articles
Browse latest Browse all 2535

Trending Articles