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HUYENDO DE MÍ de Salvador Navarro.

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Editorial: Algaida.
Fecha publicación: Octubre, 2015.
Nº Páginas: 415
Precio: 18,00 €
Género: Narrativa.
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 978-84-9067-222-8
[Disponible en ePub,
puedes leer las primeras páginas aquí]

Autor

Salvador Navarro (Sevilla, 1967) es ingeniero industrial de Renault. En 2002 publicó su primera novela, Eres lo único que tengo, niña, a la que han seguido Rosa. 0, Andrea no está loca y No te supe perder (2011). Muy influenciado por la narrativa americana del siglo XX, desarrolla una literatura urbana y con fuertes componentes psicológicos.

Sinopsis

Leo, acosado por los problemas económicos de su estudio de Arquitectura y convencido de que su vida conyugal se ha convertido en un juego de disimulos y silencios, se topa una noche con Virginia, su gran amor juvenil. Creyendo que el azar los ha reunido tras veinte años sin verse, se sumergirán en una espiral de falsas confesiones e intentarán utilizarse mutuamente pretendiendo que hay un amor por despertar. Será Pablo quien intente desanudar esta maraña de equívocos, traiciones y medias verdades.

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]



************************************

La semana pasada os traía la entrevista con Salvador Navarro, autor de la novela Huyendo de mí (puedes leerla aquí). En aquel encuentro se desvelaron muchos detalles sobre el argumento y los personajes que forman parte de la trama, una historia que se inicia en Sevilla pero tendrá otros escenarios como París, situada años atrás y con un elenco amplio de protagonistas. Es hora de que os cuente mis impresiones.

Leo es un arquitecto sevillano casado con Carmela y padre de Lola, una niña de diez años. Regenta un estudio de arquitectura junto a su socio Enrique, un negocio que le ha permitido, tanto a uno como a otro, llevar una vida holgada hasta ahora. La acción se desarrolla en plena crisis inmobiliaria, los bancos han restringido la concesión de préstamos, las obras se paralizan y nadie quiere colocar un ladrillo más. A eso hay que añadir que Leo está en plena crisis de los 40, replanteándose su vida, sus logros y su estado emocional. Su matrimonio tampoco pasa por su mejor momento y para colmo, está a punto de reencontrarse con Virginia, el que fue su gran amor del pasado. Hasta aquí, más o menos lo que nos cuenta la sinopsis. Ahora bien, la novela explota otras muchas cuestiones. El reencuentro entre Leo y Virginia dará pie a una aventura que lo conducirá a vivir nuevas experiencias, algunas un tanto peculiar, cambiará de escenarios y conocerá a gente nueva como por ejemplo a Pablo, un librero con el que entablará una estrecha amistad. Todo lo que le ocurre a Leo girará en torno a Virginia que necesita su ayuda para esclarecer un entramado turbio de oscuros hechos y de paso descubrirá cómo es realmente Carmela, cuáles son sus sentimientos, y quién es verdaderamente su socio Enrique.

En Huyendo de mí hay una mezcla de elementos dispares que consiguen que la novela se mueva rápido de una cuestión a otra. Leo tendrá que enfrentarse a diversos dilemas: los problemas con su negocio, sus sentimientos hacia Virginia, la situación de su matrimonio, el lado más desconocido de Enrique. Se trata de un cóctel explosivo que termina por estallar, momento en el que Leo opta por la salida más fácil, quitarse de en medio. De ahí que lo veamos dar tumbos de un lado a otro, muy descentrado en ocasiones, reflexivo, meditabundo e introspectivo pero a la vez entregado a un devenir de acontecimientos.

Como bien nos dijo Salvador Navarro en la entrevista, Huyendo de mí es una historia de crisis, en un amplio sentido. No obstante el amor es un puntal importante en la trama, el amor de pareja, el amor a los hijos, a los amigos, a la familia. Leo y Carmela se aman pero es un amor estanco. Virginia también ha amado mucho pero de distinta manera, mientras que el amor de Pablo es el más puro, a mi juicio. Interesado o no, Huyendo de mí contiene páginas repletas de amor, aderezadas con un puntito de suspense e intriga porque el amor a veces es exigente y mete a los protagonistas en más de un embrollo.

Es posible que te pase como a mi, que te topes con escenas que no llegas a entender, que no sabes a qué vienen y si tendrán alguna repercusión posterior. En este punto, el autor se confiesa admirador de las técnicas de autores como Paul Auster que introducen situaciones, en apariencia, insustanciales pero que tienen como objetivo zarandear al lector y apartarlo del ritmo rutinario de la narración.

En cuanto a los personajes que componen Huyendo de mí, Leo será para mí el principal aunque tendrá adláteres que, en un momento dado, tendrán tanto protagonismo como Leo. Así Leo le pasará el testigo a su mujer Carmela, nos acercaremos a la peculiar Virginia y tendremos ocasión de ver de cerca a Pablo, el joven librero que dirige una librería supuestamente ubicada en el centro de Sevilla y que organiza tertulias literarias. Será el encargado de introducir pinceladas de metaliteratura en la novela que tanto nos gusta a los lectores. 



Pero como ya le dije al autor, y aún mantengo, Leo es un personaje que no me cayó bien desde el primer momento. Para empezar, nada más reencontrarse con Virginia en un ambiente festivo se le ve el plumero. Sentí que al volver a verla tras veinte años de desconexión, se le erizaban los vellos del cuerpo y se le removían las entrañas. Es normal, pues Virginia parece que siempre ha sido una herida sin cicatrizar para Leo, que ahora vuelve a abrirse tras muchos años. Aún así, me resultó demasiado truhán. 

Por otra parte, no he llegado a entender algunas de sus actitudes y reacciones. Leo es un inmaduro, un hombre que se quedó anclado en su niñez y que necesita de protección. De ahí que los problemas a los que se enfrentan terminan por saturarlo, le sobrepasan y no sabe por dónde salir. Leo se pierde tanto que, en ocasiones, se mete en la boca del lobo.

Además se da la circunstancia que es un personaje muy confiado. Cree en la buena voluntad de los demás porque él realmente no es mala persona y no le importa confesar sus temores y dudas al primero que encuentra a mano. En ese sentido, Leo y yo somos muy distintos, de ahí que no haya podido entenderlo pero, tal y como nos contó Salvador Navarro en la entrevista, hay gente así por la vida y no le falta razón. Todos nos podemos topar con alguien que en un momento dado, y sin que apenas medie mucha amistad entre ambos, nos haga partícipe de una revelación importante, de un desahogo que nos pilla por sorpresa. 

No obstante, y quizás como fruto de su inmadurez, también he de decir que Leo es un hombre débil, que se derrumba y llora cuando no puede más, que no le importa expresar ni manifestar sus emociones. En ese momento dejo de lado mis reticencias y me dispongo a consolarlo. Me gustan los personajes humanos, que lloran cuando tienen que llorar y Leo es muy de carne y hueso.

En cualquier caso, si me tengo que decantar por un personaje será por Carmela, la mujer de Leo y eso que ella maneja hilos que pueden pasar desapercibidos. Carmela es una mujer trabajadora, ama de casa y madre de una niña en vías de cruzar el umbral de la adolescencia. Ama a su marido pero creo que siente que su matrimonio está estancado. No es que ella se sienta desdichada, al menos no la veo así, pero después de años de matrimonio, siente que su relación se basa en la rutina y  se han olvidado las sorpresas. Es así como la veo yo, de ahí que, cuando la tentación se cruza en su camino, se plantee si caer en ella o no. Además, Leo no sabe qué quiere hacer con su vida, ha desaparecido y mientras tanto Carmela, paciente, espera. No creo que todas las mujeres optaran por mantenerse al margen, por dejar respirar y por eso Carmela me ha parecido una mujer cabal y generosa.

Habrá muchos más personajes -Pilar, Enrique, Alicia, Vlado, Pablo y por supuesto Virginia-, pero más que hablar de ellos te invito a que los conozcas. Todos tienen algo que decir, todos influenciarán en la vida de Leo de un modo u otro hasta llegar a un desenlace, precedido de un giro argumental brutal, que tiene tanto defensores como detractores.  Será el momento de conocer verdaderamente a los personajes, de descubrir los rostros que se esconden en este baile de máscaras.

Y comentaba al principio que la trama discurre por diferentes escenarios. Los principales serán Sevilla y París, aunque también se hará escala en Gante (Bruselas). Salvador Navarro hará transitar a los personajes por calles y plazas, de su mano visitaremos restaurantes, bares de copa y hoteles. Esquinas, rincones y recovecos de estas ciudades que el autor conoce tan bien saldrán a la palestra pero, resulta obvio, y dado que no conozco ni París ni Gante, que, en cuestión de ubicación, de la parte que más he disfrutado es de la que se desarrolla en Sevilla por donde prácticamente se puede hacer una ruta gastronómica. 

Pero para llegar al cierre de la novela, Salvador Navarro hará mucho más que desarrollar una historia. El autor desperdiga información sobre los personajes aquí y allá, datos sobre el pasado de los mismos que se irán aclarando poco a poco aunque en un principio me temí que fueran piezas que quedarían en aire sin ser resueltas. Por suerte, el autor satisface nuestra curiosidad aunque se tomará su tiempo. No desesperéis. 

En otro orden de cosas, Huyendo de mí está escrita en tercera persona por un narrador omnisciente que salta de un personaje a otro con objeto de que el lector tenga una visión global de los hechos y circunstancias. 


Con una estructura compuesta por veintitrés capítulos, la narración es totalmente lineal, sin saltos ni visitas al pasado en forma de flashbacks. Los hechos se desarrollan a lo largo de veintitrés días, de ahí que cada capítulo lleve por título el día de la semana que nos ocupa.

Con un estilo sencillo, actual y ligero, me sorprendió una narración que iba cogiendo consistencia con el avance de la lectura, salpicada por imágenes tan bonitas como esta:


«Cuatro años de carteo y unas lejanas Navidades de por medio hicieron del abrazo una postal».[pág. 218]

En conclusión, Huyendo de mí tiene mucho de los tiempos que corren, de crisis existencial que a veces nos muerde, de miedos y dudas que nos asaltan y de situaciones que te obligan a coger el toro por los cuernos o a rendirte definitivamente. Con mis más y mis menos respecto a Leo, con mis suspicacias sobre su actitud y su comportamiento, es una lectura que gustará a aquellos que disfruten de historias humanas, de secretos, mentiras y dobles verdades.


[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]


Retos:

- Autores de la A a la Z.
- 25 españoles.
- Ciudades con libro.
- 100 libros.


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