Es hora de hacer repaso al mes de Enero, el primer mes del año que pasó, como es habitual, en un suspiro. Tras el ajetreo navideño, tocó poner fin a las vacaciones y volver a la rutina del trabajo, plantearse nuevas metas, muy en el aire todavía como para ni siquiera comentarlas, y estrenar nuevas ilusiones y sueños.
El blog inicia el 2016 al mismo ritmo que antes, al menos, mientras esas nuevas metas que me he planteado me lo permitan, sin apenas cambios, ni nuevos proyectos. Aunque con sumo gusto, le dedico muchas horas a la semana y mi tiempo no da más de sí. Pero no me enrollo más y paso a haceros el resumen del mes.
Los regalados
¿Con qué sorpresa me sorprendieron sus majestades los Reyes Magos? Este año se han portado genial. Por un lado me han traído una magnífica edición de los Cuentos Completos de Edgar Allan Poe (Ed. Páginas de Espuma), un ejemplar traducido por Julio Cortázar. Me encantan estos volúmenes tan cuidados. Será de esas lecturas tranquilas y pausadas.
Y ahí no quedó la cosa. Tenía incompleta la Trilogía del Kauri de Sarah Lark. He leído el primer volumen, Hacia los mares de la libertad, que me encantó, y en casa espera el segundo, A la sombra del árbol Kauri, pero me faltaba el tercero, Las lágrimas de la diosa maorí, (Ediciones B) Dicho y hecho.
Y por si fuera poco, llegó a casa una pequeña novelita a la que tenía muchas ganas, Y tú no regresaste de Marceline Loridan-Ivens (Ed. Salamandra), un regalo estupendo de gente estupenda. La he leído recientemente y ya la tenéis reseñada.
Y ahí no quedó la cosa. Tenía incompleta la Trilogía del Kauri de Sarah Lark. He leído el primer volumen, Hacia los mares de la libertad, que me encantó, y en casa espera el segundo, A la sombra del árbol Kauri, pero me faltaba el tercero, Las lágrimas de la diosa maorí, (Ediciones B) Dicho y hecho.
Y por si fuera poco, llegó a casa una pequeña novelita a la que tenía muchas ganas, Y tú no regresaste de Marceline Loridan-Ivens (Ed. Salamandra), un regalo estupendo de gente estupenda. La he leído recientemente y ya la tenéis reseñada.
Los comprados
Que los grandes almacenes pongan libros interesantes a precios rebajados es una tentación difícil de superar. En una primera batida, y aprovechando las promociones, se han venido a casa unos cuantos. Y más que me hubiera traído si no fuera porque me refrené. Por un lado, La muerte llega a Pemberley de P.D. James (Ediciones B). Le tengo muchas ganas.
Por otro lado, de John Kazentbach había leído algo, alguna de sus novelas que ahora mismo no recuerdo y que pillé de la biblioteca. Cuando vi Un final perfecto (Ediciones B), no pude resistir la tentación.
Sobre Las sombras de Longbourn de Jo Baker (Ed. Lumen), había leído muy buenas opiniones. Además reconozco que me he dejado llevar por la cubierta pero me parece tan bonita... ¡A la saca!
Y por último, En media hora... la muerte de Francisco Martín Moreno (Planeta). Además de ese título tan intrigante, me pareció que su sinopsis prometía mucho.
Por otro lado, de John Kazentbach había leído algo, alguna de sus novelas que ahora mismo no recuerdo y que pillé de la biblioteca. Cuando vi Un final perfecto (Ediciones B), no pude resistir la tentación.
Sobre Las sombras de Longbourn de Jo Baker (Ed. Lumen), había leído muy buenas opiniones. Además reconozco que me he dejado llevar por la cubierta pero me parece tan bonita... ¡A la saca!
Y por último, En media hora... la muerte de Francisco Martín Moreno (Planeta). Además de ese título tan intrigante, me pareció que su sinopsis prometía mucho.
Los recibidos
Un par de ellos han llegado de manos de las editoriales. Para una entrevista que al final no se materializó, recibí El guardián de la verdad y la tercera puerta del tiempo de Mario Alonso Puig (Ed. Espasa). Lo estuve ojeando un rato y tiene muy buena pinta.
Y desde que vi en el catálogo de novedades Sumidero de Alberto de la Rocha (Algaida Editores) mi pequeño demonio lector se posó en mi hombro derecho y no dejó de tentarme. Está en casa y solo sé que me apetece un montón leerlo.
Por último, del extensísimo catálogo de Círculo Rojo elegí un libro que me llamó mucho la atención, La Asturias extraña de Bruno Rodríguez. Yo, que soy tan amante del norte de España y envidio tanto a los que vivís por Galicia, Asturias y Cantabria (con mal tiempo incluido), me he sentido siempre muy atraída por la cultura mágica de esas tierras y por eso me decanté por este libro. No será una lectura al uso.
Los ganados
Y desde que vi en el catálogo de novedades Sumidero de Alberto de la Rocha (Algaida Editores) mi pequeño demonio lector se posó en mi hombro derecho y no dejó de tentarme. Está en casa y solo sé que me apetece un montón leerlo.
Por último, del extensísimo catálogo de Círculo Rojo elegí un libro que me llamó mucho la atención, La Asturias extraña de Bruno Rodríguez. Yo, que soy tan amante del norte de España y envidio tanto a los que vivís por Galicia, Asturias y Cantabria (con mal tiempo incluido), me he sentido siempre muy atraída por la cultura mágica de esas tierras y por eso me decanté por este libro. No será una lectura al uso.
Los ganados
La suerte quiso sonreírme en Enero. Gracias a Marina Córdoba de Mis lecturas, llegó a casa La biblioteca Fajardo de Concepción Valverde (Ed. Almuzara). Ya sabéis que las palabras librerías, libros o bibliotecas en los títulos de las novelas actúan como un imán sobre nosotros. Tiene una pinta estupenda y espero leerla pronto.
Las lecturas
Las lecturas
Enero no ha empezado al mismo ritmo que suelo llevar en cuanto a lecturas. Hubo por ahí algunos días de fiestas y compras que no toqué un libro pero también hay que emplearse en otros menesteres. No obstante, prácticamente todos los libros que he leído durante el mes pasado me gustaron muchísimo. Para empezar, terminé incluso con pena El último adiós de Kate Morton (Ed. Suma de Letras). Fue mi estreno con la autora.
Y seguí con otra novela genial que me sorprendió para bien y me dejó un buen sabor de boca.El hombre que amó a Eve Paradise de Edmundo Díaz Conde (Algaida Editores) me condujo a un desenlace totalmente inesperado.
En el club de lectura me pusieron como tarea enfrentarme a Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar (Ed. Edhasa). A pesar de ser una lectura ardua y compleja, la disfruté muchísimo.
Volví a encontrarme con Manel Loureiro y Fulgor, una novela que no llegó a cubrir todas mis expectativas porque se adentra mucho en el mundo de la fantasía o lo sobrenatural en un tono que a mí no me llegó a convencer del todo. En cualquier caso, tiene puntos muy positivos.
Quise acercarme a la novela gráfica y para eso elegí un librito dulce y tierno.María y yo de Miguel Gallardo y María Gallardo nos descubre el mundo del autismo de un modo entrañable.
Y por último, paseé por los campos de exterminio de la mano de Marceline Loridan-Ives y su Y tú no regresaste. Una novela corta pero tremendamente recomendable.
En cuanto a las pelis, y de cara a los Goya, que por cierto se celebraron anoche, os hablé de la fascinanteEl desconocido con Luis Tosar y A cambio de nada, opera prima de Daniel Guzmán como director.
Para terminar el mes, volví a ver El niño 44 que sigue sin parecerme ninguna maravilla.
En cuanto a las entrevistas, publiqué la que le realizamos a Salvador Navarro, autor de Huyendo de mí, a finales de año. Y también charlamos vía mail con otro Salvador, con Salvador Gutiérrezsobre su novela llena de referencias musicales, Biografía Autorizada (Ed. La isla de Siltolá). La reseña en breve.
Y en otro orden de cosas, me apunté a diversos retos anuales, a alguna lectura conjunta y organizamos y resolvimos el sorteo para aquellos que hubiera superado el Reto Autores de la A a la Z del año pasado.
¿Y cómo se presenta Febrero?
Todo se andará. De momento andamos con cierta tranquilidad, lo cual está muy bien porque me sirve para coger fuerzas.
¡¡Confío en que febrero venga cargado de buenas lecturas, buen cine, muchos sorteos y muchos libros!!