Año: 2015.
Nacionalidad: Española.
Director: Gerardo Herrero.
Reparto: Carmelo Gómez, Antonio Garrido, Tamar Novas, Celso Bugallo, Celia Freijeiro, Marta Larralde, Luis Zahera, Carlos Blanco, Pedro Alonso, Fernando Morán, Ernesto Chao.
Género: Intriga.
Sinopsis: Una mañana, el cadáver de un marinero es arrastrado por la marea hasta la orilla. Si no tuviese las manos atadas, Justo Castelo sería otro de los hijos del mar que encontró su tumba entre las aguas mientras faenaba. Pero el océano nunca ha necesitado amarras para matar. Sin testigos ni rastro de la embarcación del fallecido, el inspector Leo Caldas se sumergirá en el ambiente marinero del pueblo, tratando de esclarecer el crimen entre hombres y mujeres que se resisten a desvelar sus sospechas y que, cuando se decidan a hablar, apuntarán en una direcció inesperada.
[Información facilitada por Filmaffinity]
************************************
Este fin de semana fui a ver Spotlight y pensaba hablar de ella hoy pero todavía tengo que recomponerla en mi cabeza. Así que, en su lugar, os traigo más cine español, La playa de los ahogados de Gerardo Herrero.
Había leído el libro homónimo de Domingo Villar mucho tiempo atrás.Recuerdo que, a pesar de gustarme la trama, no acabé con una sensación excesivamente grata. Algo me incomodaba en el estilo del autor. En cualquier caso, Galicia es uno de los puntos geográficos que me más me gustan como ubicación en los argumentos de un libro o de una película y si encima el actor principal es Carmelo Gómez (lo siento, tengo adoración por este hombre), estaba claro que no me iba a resistir.
La playa de los ahogados se paseó por las carteleras de cine con muchísima discreción. De hecho se me escapó entonces y no ha sido hasta ahora, tras su lanzamiento en en DVD para alquiler, cuando me he acordado de ella y he decidido verla. El resultado es muy equiparable a mis sensaciones sobre la novela.
Leo Caldas (Carmelo Gómez) es inspector de policía en Vigocon un vida dedicada únicamente al trabajo, así que, cuando le avisan de la aparición de un cádaver en las playas de Panxón, se volcará en el caso, ayudado por su compañero Rafa (Antonio Garrido).
Justo Castelo, alias el Rubio, es un marinero al que vieron salir en su barca una mañana de domingo para aparecer días después ahogado. Aparentemente todo hace pensar que se trata de un suicidio pero algunos cabos sueltos en la investigación desvelan que posiblemente ha sido víctima de un asesinato.¿Quién tendría motivos para matarlo? El inspector Caldas indagará en su entorno y descubrirá queel marinero fue víctima de un naufragio diez o doce años atrás cuando era parte de la tripulación del Xurelo, un pesquero propiedad del capitán Sousa, en el que compartía faena con otros dos marineros, José Arias y Marcos Valverde. En el accidente, la embarcación llegó a hundirse y el capitán Sousa perdió la vida mientras que los marineros consiguieron salvarla.
Aquella trágica experiencia se convertirá en un punto de inflexión en la vida de los tres hombres que terminarán por romper su amistad sin que muchos vecinos hayan podido entender sus reacciones. Además, junto con el tópico con el que se etiqueta a los gallegos, aquello de que son grandes habladores pero que no terminan de concretar nunca nada(algo cuestionable), también flota en el ambiente esa naturaleza tan vinculada a la superstición y al mundo de los espíritus. Es por ello que muchos temen hablar y más aún aquellos que aseguran haber visto al Xurelo navegando por las aguas de Panxónen las noches envueltas de niebla. Los que se atreven a hablar, cruzarán los dedos o tocarán madera pero ¿qué hay de verdad en todo ello? ¿Realmente el capitán Sousa murió en el naufragio? La investigación sacará a la luz muchos otros detalles,un secreto que ocultar, bocas que callar y hombres que buscan justicia.
Sobre el argumento que, a priori, viene cargado de intriga y suspense, he decir que me ha resultado bastante plano. La emoción se diluye como la arena entre nuestros dedos y no existe tensión narrativa ni siquiera en esos picos dela trama en que debería haberla. Por otra parte, algún que otro detalle está finamente hilado por lo que hay que estar muy atentos para no perder comba. No es algo que ocurra con frecuencia pero a mí se me escapó y tuve que dar marcha atrás.
En cuanto a los personajes lamentablemente también me han parecido planos, a pesar del profundo contraste entre la personalidad de los dos policías protagonistas. Por un lado, Carmelo Gómez interpreta a un inspector de la tierra, que entiende las costumbres y la forma de pensar de los gallegos. Es sosegado, tranquilo y no pierde jamás los nervios. Resulta peculiar que se maree en los medios de transporte, en los vehículos particulares, en las embarcaciones. Es por ello que jamás se moverá por sus propios medios sino que requiere de la ayuda de su padre o de su compañero Rafa para trasladarse de un punto a otro. En cualquier caso, en su profesión es un hombre curtido, que mira a la cara de la muerte sin titubeos, al contrario que le ocurre a Rafa, muy aprensivo y sensible con los muertos. Carmelo Gómez encaja muy bien en la figura del inspector Caldas pero aún así me ha faltado sustancia en el personaje. Su rostro refleja esa tranquilidad y parsimonia característica de este inspector pero el resultado es demasiado calmoso, sin brío y sin apenas suspense para un thriller.
Por su parte, Antonio Garrido en el papel de Rafa, da mucho más juego pues su personaje es más visceral, se mueve a golpe de impulsos, es zafio y brutote. Aportará un toque cómico cuando lo vemos emplear la fuerza o con su desasosiego en el interior de la morgue. No recuerdo que este personaje fuera andaluz pero esa es la impresión que me ha dado al ver la película. Antonio Garrido nació en un pueblo próximo a Sevilla capital y su acento del sur se le nota a leguas. Si el personaje es andaluz o no, tendría que mirarlo en el libro. En cualquier caso, no me ha molestado, más bien lo contrario, pero sí me ha incomodado algo que carga demasiado las tintas en sus expresiones, en sus exabruptos, en sus reacciones.Conste que en esta ocasión estoy hablando de los personajes y no de las interpretaciones porque creo que el problema no está en el trabajo interpretativo sino en la cancha que el guion les ofrece.
En cambio la ambientación me ha parecido muy acertada. La película está íntegramente rodada en Galicia y desde los primeros planos se quiere destacar la dureza de la vida en la mar, un mar ligeramente picado y coronado por un cielo cubierto de nubarrones en la mayoría de las secuencias.
No soy capaz de recordar con detalles el argumento de la novela pero en la película solo aparece un único cadáver, ¿por qué entonces llamarla La playa de los ahogados, en plural? No os despistéis. Solo hay un cadáver en las playas de Panxóny una investigación que sacará a la luz ciertos hechos del pasado, eso sí.
Pero lo mejor de indagar sobre libros o películas es lo que se descubre. Por ejemplo, desconocía por completo que La playa de los ahogados es la segunda aventura del inspector Caldas escrita por Domingo Villar tras Ojos de agua. Para mí era una novela independiente y resulta que no. Es bueno saberlo.
En definitiva, que la película es meramente entretenida. El argumento tiene tintes de suspense pero discurre con poca fuerza, no deja huella ni el guion ni el reparto, así que para una tarde de frío y lluvia, resulta ideal pero poco más.
Leí hace tiempo que Carmelo Gómez tenía pensado retirarse del cine, imagino que con la intención de dedicarse únicamente al teatro. Este fin de semana lo he visto interpretando a Pedro Crespo en El alcalde de Zalameacon la Compañía Nacional de Teatro Clásico y me encantó pero no me gustaría que dejara de lado el séptimo arte. Al teatro no siempre puedo asistir pero el cine, aunque sea con precios abusivos, queda más a mi alcance. Espero que le llegue algún guion que le permita exprimir su capacidad interpretativa.
La playa de los ahogados se paseó por las carteleras de cine con muchísima discreción. De hecho se me escapó entonces y no ha sido hasta ahora, tras su lanzamiento en en DVD para alquiler, cuando me he acordado de ella y he decidido verla. El resultado es muy equiparable a mis sensaciones sobre la novela.
Leo Caldas (Carmelo Gómez) es inspector de policía en Vigocon un vida dedicada únicamente al trabajo, así que, cuando le avisan de la aparición de un cádaver en las playas de Panxón, se volcará en el caso, ayudado por su compañero Rafa (Antonio Garrido).
Justo Castelo, alias el Rubio, es un marinero al que vieron salir en su barca una mañana de domingo para aparecer días después ahogado. Aparentemente todo hace pensar que se trata de un suicidio pero algunos cabos sueltos en la investigación desvelan que posiblemente ha sido víctima de un asesinato.¿Quién tendría motivos para matarlo? El inspector Caldas indagará en su entorno y descubrirá queel marinero fue víctima de un naufragio diez o doce años atrás cuando era parte de la tripulación del Xurelo, un pesquero propiedad del capitán Sousa, en el que compartía faena con otros dos marineros, José Arias y Marcos Valverde. En el accidente, la embarcación llegó a hundirse y el capitán Sousa perdió la vida mientras que los marineros consiguieron salvarla.
Aquella trágica experiencia se convertirá en un punto de inflexión en la vida de los tres hombres que terminarán por romper su amistad sin que muchos vecinos hayan podido entender sus reacciones. Además, junto con el tópico con el que se etiqueta a los gallegos, aquello de que son grandes habladores pero que no terminan de concretar nunca nada(algo cuestionable), también flota en el ambiente esa naturaleza tan vinculada a la superstición y al mundo de los espíritus. Es por ello que muchos temen hablar y más aún aquellos que aseguran haber visto al Xurelo navegando por las aguas de Panxónen las noches envueltas de niebla. Los que se atreven a hablar, cruzarán los dedos o tocarán madera pero ¿qué hay de verdad en todo ello? ¿Realmente el capitán Sousa murió en el naufragio? La investigación sacará a la luz muchos otros detalles,un secreto que ocultar, bocas que callar y hombres que buscan justicia.
Sobre el argumento que, a priori, viene cargado de intriga y suspense, he decir que me ha resultado bastante plano. La emoción se diluye como la arena entre nuestros dedos y no existe tensión narrativa ni siquiera en esos picos dela trama en que debería haberla. Por otra parte, algún que otro detalle está finamente hilado por lo que hay que estar muy atentos para no perder comba. No es algo que ocurra con frecuencia pero a mí se me escapó y tuve que dar marcha atrás.
En cuanto a los personajes lamentablemente también me han parecido planos, a pesar del profundo contraste entre la personalidad de los dos policías protagonistas. Por un lado, Carmelo Gómez interpreta a un inspector de la tierra, que entiende las costumbres y la forma de pensar de los gallegos. Es sosegado, tranquilo y no pierde jamás los nervios. Resulta peculiar que se maree en los medios de transporte, en los vehículos particulares, en las embarcaciones. Es por ello que jamás se moverá por sus propios medios sino que requiere de la ayuda de su padre o de su compañero Rafa para trasladarse de un punto a otro. En cualquier caso, en su profesión es un hombre curtido, que mira a la cara de la muerte sin titubeos, al contrario que le ocurre a Rafa, muy aprensivo y sensible con los muertos. Carmelo Gómez encaja muy bien en la figura del inspector Caldas pero aún así me ha faltado sustancia en el personaje. Su rostro refleja esa tranquilidad y parsimonia característica de este inspector pero el resultado es demasiado calmoso, sin brío y sin apenas suspense para un thriller.
Por su parte, Antonio Garrido en el papel de Rafa, da mucho más juego pues su personaje es más visceral, se mueve a golpe de impulsos, es zafio y brutote. Aportará un toque cómico cuando lo vemos emplear la fuerza o con su desasosiego en el interior de la morgue. No recuerdo que este personaje fuera andaluz pero esa es la impresión que me ha dado al ver la película. Antonio Garrido nació en un pueblo próximo a Sevilla capital y su acento del sur se le nota a leguas. Si el personaje es andaluz o no, tendría que mirarlo en el libro. En cualquier caso, no me ha molestado, más bien lo contrario, pero sí me ha incomodado algo que carga demasiado las tintas en sus expresiones, en sus exabruptos, en sus reacciones.Conste que en esta ocasión estoy hablando de los personajes y no de las interpretaciones porque creo que el problema no está en el trabajo interpretativo sino en la cancha que el guion les ofrece.
En cambio la ambientación me ha parecido muy acertada. La película está íntegramente rodada en Galicia y desde los primeros planos se quiere destacar la dureza de la vida en la mar, un mar ligeramente picado y coronado por un cielo cubierto de nubarrones en la mayoría de las secuencias.
No soy capaz de recordar con detalles el argumento de la novela pero en la película solo aparece un único cadáver, ¿por qué entonces llamarla La playa de los ahogados, en plural? No os despistéis. Solo hay un cadáver en las playas de Panxóny una investigación que sacará a la luz ciertos hechos del pasado, eso sí.
Pero lo mejor de indagar sobre libros o películas es lo que se descubre. Por ejemplo, desconocía por completo que La playa de los ahogados es la segunda aventura del inspector Caldas escrita por Domingo Villar tras Ojos de agua. Para mí era una novela independiente y resulta que no. Es bueno saberlo.
En definitiva, que la película es meramente entretenida. El argumento tiene tintes de suspense pero discurre con poca fuerza, no deja huella ni el guion ni el reparto, así que para una tarde de frío y lluvia, resulta ideal pero poco más.
Leí hace tiempo que Carmelo Gómez tenía pensado retirarse del cine, imagino que con la intención de dedicarse únicamente al teatro. Este fin de semana lo he visto interpretando a Pedro Crespo en El alcalde de Zalameacon la Compañía Nacional de Teatro Clásico y me encantó pero no me gustaría que dejara de lado el séptimo arte. Al teatro no siempre puedo asistir pero el cine, aunque sea con precios abusivos, queda más a mi alcance. Espero que le llegue algún guion que le permita exprimir su capacidad interpretativa.
Trailer: