Año: 2015.
Nacionalidad: Británica.
Director: Sarah Gavron.
Reparto: Carey Mulligan, Helena Bonham Carter, Meryl Streep, Anne-Marie Duff, Brendan Gleeson, Ben Whishaw, Romola Garai, Samuel West, Geoff Bell, Natalie Press, Lee Nicholas Harris, Richard Banks, Adrian Schiller, Judit Novotnik, Morgan Watkins.
Género: Drama. Histórico.
Sinopsis: El movimiento sufragisa nació en Inglaterra en vísperas de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). La mayoría de las sufragistas no procedían de las clases altas, sino que eran obreras que veían impotentes cómo sus pacíficas protestas no servían de nada. Entonces se radicalizaron y, en su incansable lucha por conseguir la igualdad, se arriesgaron a perderlo todo: su trabajo, su casa, sus hijos y su vida. La protagonista es Maud (Carey Mulligan), una mujer que reivindicó denodadamente la dignidad de las mujeres.
[Información facilitada por Filmaffinity]
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«Durante décadas las mujeres han luchado pacíficamente por la igualdad y el derecho al voto. Sus argumentos fueron ignorados. En respuesta, Emmeline Pankhurst, lideresa del movimiento sufragista llamó a una campaña de desobediencia civil. Esta es la historia del grupo de mujeres trabajadoras que se unieron a esa lucha».
Con este mensaje se inicia la película Sufragistas que tendrá como personaje protagonista a Maud Watts, una joven británica de 24 años, casada con Sonny y madre de un niño pequeño de nombre George. Maud trabaja en una lavandería junto a su marido aunque las condiciones laborales no son las mismas para uno que para otro. Las mujeres realizan un trabajo más duro, durante más horas y cobran mucho menos. Pero es a lo que Maud ha estado siempre acostumbrada. Hasta el momento tan solo se ha preocupado por realizar su trabajo y de cuidar de su familia, sin más visión de futuro que la tina en la que tiene que lavar la ropa diariamente y una plancha de hierro con la que quitar las arrugas a las prendas. Nacida en la propia lavandería en la que trabajó su madre hasta que falleció a los dieciochos años, Maud no conoce otro mundo ni nunca se ha planteado que otra vida es posible. Pero todo cambia cuando en la lavandería entra a trabajar Violet Miller, una mujer con carácter y las ideas mucho más claras. A través de ella conocerá a otras mujeres, como la farmaceútica Edith Elly, que luchan por el voto femenino, por tener una oportunidad de participar en el proceso legislativo, por mejorar su vida aunque el gobierno se empeña en afirmar que las mujeres están correctamente representadas por sus padres, hermanos y maridos. Ellas no se quedarán de brazos cruzados y animadas por Emmeline Pankhurst, exigirán tener los mismos derechos que los hombres. A partir de ese momento, Maud verá las cosas de otro modo, dejará de mirar hacia otro lado cuando vea cosas que no le gustan, empezará a creer que la vida puede ser de otra manera y se unirá fervientemente a la lucha. El camino estará lleno de esfuerzo, dolor y pérdida.
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Sufragistas me ha parecido una película magnífica. En su momento, cuando estaba en la cartelera del cine, no le presté atención. Bueno, más correcto sería decir que ni me fijé en ella pero por suerte se ha cruzado en mi camino y me ha encantado. El largometraje refleja la lucha de un grupo de mujeres por conseguir el voto femenino, una unión fuerte y poderosa que tuvo que sufrir muchas calamidades pero que sirvieron de ejemplo al resto del mundo. Además cuenta con un desenlace con imágenes reales que os parecerán de lo más interesante.
Cuando pienso en los derechos que tenemos las mujeres hoy jamás me paro un segundo en pensar en todas esas mujeres, anónimas para mí, que lo han hecho posible. Y lo que más me ha sorprendido al ver la película es comprobar que, si bien es cierto, el movimiento sufragista femenino estaba compuesto principalmente por mujeres de la clase obrera que se dejaba literalmente la piel en las fábricas, las señoras de clase alta se involucraban también. De hecho, el movimiento estuvo liderado por Emmeline Pankhurst, educada por padres políticamente activos y casada con un hombre mayor que ella pero que apoyaba la causa, Emmeline no se limitó con ser esposa y madre, con una vida tranquila bajo la protección de su marido sino que intentó entrar en política, cambiar las leyes y luchar por la mujer. En 1903 fundó la WSPU (Women's Social and Political Union). La lucha comenzó por exponer testimonios ante el ministro Lloyd George en el Parlamentoy, ante la negativa a ser oídas, terminó con actos de índole casi terrorista aunque evitando que alguna persona resultara herida. Discurso de Emmeline Pankhurst, aquí.
Muchas de aquellas mujeres fueron detenidas en reiteradas ocasiones, se sometieron a huelgas de hambre y fueron repudiadas por familiares y vecinos. Aún así, nunca dejaron de luchar. Y todo esto es lo que refleja la película Sufragistas, un largometraje muy recomendable y muy bien interpretado. Me ha parecido estupendo el trabajo de Carey Mulligan, dando vida a Maud Watts, un personaje que transitará por distintas facetas. De la ignorancia inicial pasará a la decepción y a la tristeza, de ahí al abatimiento y al miedo para finalmente renacer convertida en una mujer llena de ira y rabia. Cada una de esas emociones son transmitidas por la actriz y el espectador puede fácilmente empatizar con ella y hacer suya la lucha. Hay mucho de silencio en el personaje de Watts y eso incrementa la tensión narrativa.
Helena Bonham Carter será la señora Ellyn, la farmaceútica con títulos que reúne a las mujeres en la trastienda de su establecimiento para organizar las actividades de protesta. Otorga a su personaje la sereniedad y el sosiego que necesita transmitir al resto de las mujeres, especialmente con aquellas que son novatas en la lucha como Maud Watts.
Muchas de aquellas mujeres fueron detenidas en reiteradas ocasiones, se sometieron a huelgas de hambre y fueron repudiadas por familiares y vecinos. Aún así, nunca dejaron de luchar. Y todo esto es lo que refleja la película Sufragistas, un largometraje muy recomendable y muy bien interpretado. Me ha parecido estupendo el trabajo de Carey Mulligan, dando vida a Maud Watts, un personaje que transitará por distintas facetas. De la ignorancia inicial pasará a la decepción y a la tristeza, de ahí al abatimiento y al miedo para finalmente renacer convertida en una mujer llena de ira y rabia. Cada una de esas emociones son transmitidas por la actriz y el espectador puede fácilmente empatizar con ella y hacer suya la lucha. Hay mucho de silencio en el personaje de Watts y eso incrementa la tensión narrativa.
Helena Bonham Carter será la señora Ellyn, la farmaceútica con títulos que reúne a las mujeres en la trastienda de su establecimiento para organizar las actividades de protesta. Otorga a su personaje la sereniedad y el sosiego que necesita transmitir al resto de las mujeres, especialmente con aquellas que son novatas en la lucha como Maud Watts.
Y Meryl Streep hace un pequeño papel pero no por ello carecerá de valor. Ella será la encargada de dar vida a Emmeline Pankhurst. Tan solo aparecerá un par de veces, en momentos muy álgidos de la trama y sin duda su personaje cobrará mucha fuerza.
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El resto de mujeres están igualmente correctas, todas ellas decepcionadas por la desigualdad. Y los hombres, encabezados por el marido de Maud, Sonny (Ben Whishaw), avergonzado por la actitud de su mujer, y el patrón de la lavandería, el señor Taylor que maneja a las mujeres a su antojo, también lo hacen bastante bien.
Pero no quiero dejar de hablar del reparto sin mencionar al pequeño George. El hijo de Maud está interpretado por Adam Michael Dodd que, con apenas cinco o seis años, tiene medio minuto glorioso que te provocará un nudo en la garganta. ¿Cómo es posible que unas lágrimas artificiales sean tan creíbles?
Pero no quiero dejar de hablar del reparto sin mencionar al pequeño George. El hijo de Maud está interpretado por Adam Michael Dodd que, con apenas cinco o seis años, tiene medio minuto glorioso que te provocará un nudo en la garganta. ¿Cómo es posible que unas lágrimas artificiales sean tan creíbles?
Ambientada en Londres a principios de siglo XX se hace necesario cuidar hasta el mínimo detalle. Vestuario, peluquería, maquillaje,... y todo el atrezzo. Las calles de Londres se envuelven de una luz grisácea que crea una atmósfera agobiante y un ambiente desangelado y hostil. Ropa tendida de acera a acera, niños que juegan al aro o la pelota, frío en el cuerpo y desasosiego en el corazón. Muy dickensiano todo.
La música también tiene un papel importante.
En definitiva, que me alegro mucho de haber visto esta película. Me parece que ha pasado demasiado desapercibida por la cartelera pero, gracias a las plataformas televisivas o los pocos videoclubs que quedan, podemos recuperar estos largometrajes que no hay que dejar atrás. Desde aquí te recomiendo que programes una sesión de cine en casa y disfrutes de esta historia, la historia de un grupo de mujeres que iniciaron una cadena que llega hasta hoy día. Estamos en 2016 y según se dice antes de los créditos finales, aún quedan países que no han concedido el voto a sus mujeres. ¿A qué esperan?
En definitiva, que me alegro mucho de haber visto esta película. Me parece que ha pasado demasiado desapercibida por la cartelera pero, gracias a las plataformas televisivas o los pocos videoclubs que quedan, podemos recuperar estos largometrajes que no hay que dejar atrás. Desde aquí te recomiendo que programes una sesión de cine en casa y disfrutes de esta historia, la historia de un grupo de mujeres que iniciaron una cadena que llega hasta hoy día. Estamos en 2016 y según se dice antes de los créditos finales, aún quedan países que no han concedido el voto a sus mujeres. ¿A qué esperan?
Trailer:
[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]