Editorial: Alfaguara.
Fecha publicación: marzo, 2016.
Precio: 18,90 €Género: Narrativa.
Nª Páginas: 352
Edición: Tapa blanda con solapas.
Nª Páginas: 352
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 9788420419183
[Disponible en eBook;
Puedes leer el primer capítulo aquí]
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Autora
Laura Restrepo (Bogotá, 1950) publicó en 1986 su primer libro, Historia de un entusiasmo (Aguilar, 2005), al que siguieron La Isla de la Pasión (1989; Alfaguara, 2005 y 2014), Leopardo al sol (1993; Alfaguara, 2005 y 2014), Dulce compañía (1995; Alfaguara, 2005 y 2015), La novia oscura (1999; Alfaguara; 2005 y 2015), La multitud errante (2001 y 2016), Olor a rosas invisibles (2002; Alfaguara, 2008), Delirio (Premio Alfaguara 2004), Demasiados héroes (Alfaguara, 2009 y 2015), Hot sur (2013) y Pecado (2016). Sus novelas han sido traducidas a más de veinte idiomas y han merecido varias distinciones, entre las que se cuentan el Premio Sor Juana Inés de la Cruz de novela escrita por mujeres; el Premio Alfaguara de novela 2004; el Prix France Culture, premio de la crítica francesa a la mejor novela extranjera publicada en Francia en 1998; el Premio Arzobispo Juan de San Clemente 2003, y el premio Grinzane Cavour 2006 a la mejor novela extranjera publicada en Italia. Fue becaria de la Fundación Guggenheim en 2006 y es profesora emérita de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.
Sinopsis
Virtudes y crímenes son intercambiables entre sí y reversibles: la naturaleza desdoblada del pecado, sus varias caras de poliedro.
Como sacados de un cuadro de El Bosco, los protagonistas de este libro son Arcángel, el adolescente asesino; Luis B. Campocé, el ejecutivo adúltero; Emma, la descuartizadora; una pareja incestuosa; un verdugo apodado La Viuda; las Susanas, tres hermanas indiferentes o vanidosas, y el Siríaco, profeta soberbio.
La perturbadora y ambigua idea de pecado se encarna en todos ellos. El jardín de las delicias ha dejado de esta colgado en el museo y se muestra más real que nunca, vivido por estos personajes de carne y hueso que nos confiesan al oído su particular relación con el mal. ¿Hasta qué punto son culpables? Sobre el lector recaerá el reto moral de condenarlos o, tal vez, de indultarlos.
Con la fuerza y la sensibilidad que caracterizan su literatura, Laura Restrepo indaga en la complejidad ética de la transgresión a través de una narración inquietante, original, por momentos aterradora y al mismo tiempo dulcemente humana. Cada pecado trae consigo su correspondiente culpa, pero también su gota de alivio.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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En ocasiones me suele ocurrir que los relatos me piden una relectura, especialmente si están magistralmente escritos.Sé que hay lectores que suelen decir que los relatos los dejan a medias pero pensando mucho quizá el enfoque es erróneo. Lo mismo somos nosotros, los lectores, los que dejamos a media los relatos. Me explico. La habilidad de un escritor en este género debe ser sobresaliente. Escribir una novela con todos sus peregiles, sin límite en la extensión, facilita las cosas a la hora de contar una historia. No ocurre así con la brevedad de un relato, en el que el autor ha de condensar en unas cuantas páginas todo un argumento, sin dejarse nada atrás y consiguiendo encandilar al lector. En esa extraordinaria capacidad reside la magia del relato y para ello, quizá el lector tenga que hacer un esfuerzo extra. Por eso digo que, ocasionalmente este género me pide una relectura pues de otro modo sí puede suceder que me quedeincompleta.
Es lo que me ha pasado con Pecado, el nuevo libro de Laura Restrepoque leí a principios de abril y en el que me he embarcado por segunda vez la semana pasada. Aunque Pecado no es un libro de relatos propiamente, al menos su autora lo concibió como una novela, el hecho de que esté compuesto por nueve historias relativamente breves induce a considerarlo como tal. Mi sensaciones con la segunda lectura han venido a corroborar lo que os explicaba antes. Ahora, he llegado a percibir matices que se me escaparon con la primera lectura y el resultado final ha sido mucho más satisfactorio.
Con una estructura cíclica que se abre con Peccata mundi (1) y se cierra con Peccata mundi (2), la autora colombiana nos propone un paseo por un compendio de historias en las que el mal está muy presente, con unos personajes que, a su modo, construyen su propio código moral, una ética peculiar con más de un doblez y que en ocasiones conduce al sacrificio, siendo elhilo conductor, de un modo un otro, el cuadro El Jardín de las Delicias de El Bosco, que en su día perteneció a Felipe II, donde él «veía los secretos de su alma». Tal es así que, la faja que acompaña al libro viene a decir«Un viaje al corazón del mal inspirado en El Jardín de las Delicias».
Analizar el cuadro de cerca supone sumergirte en un mundo extraño pues no deja de ser una obra ambigua y oscura, un tríptico con tres fases, quizá los tres estados del hombre: la pureza, lo mundano, yla depravación. Fue una obra por la que el monarca, del que se dice que«Su cabeza es la de un moralista y su cuerpo el de un libertino»[pág. 19] y al que sus pecados en vida no le debajan ascender a los cielos, sintió fascinación. Y así como para el que fue llamado el Señor de Negro se convirtió en una obsesión, también será una obra por la que los personajes de este libro se sientan atraídos.
Resulta interesante tener la pintura a la vista o bien representada en nuestra mentemientras se lee este libro pues son múltiples las referencias a los detalles pictóricos que la componen, en una descripción casi meticulosa que invita a indagar sobre el pintor y su intención a la hora de plasmar en estas tablas una alegoría del mundo.
Y claro está quellamándose Pecado el volumen, ¿qué otra cosa podemos encontrar? Adulterio, incesto, asesinatos, crímenes,... Pero lo más impactante de todo fue la revelación que Laura me hizo el día de la entrevista(puedes leer aquí), esas confesiones en las que me desvela que algunas de estas historias tienen un trasfondo real, que algunos de los personajes tienen un reflejo en la vida real con el que comparten experiencias y matices. Así, la historia del adulterio procede de un conversación con una mujer que vivió una historia dura durantesu adolescencia.O Lindo y malo, es muñeco que nos hablará de Arcángel, aquel muchacho de las favelas, asesino de profesión sin haber cumplido aún la mayoria de edad, que se hace respetar y encandila a las mujeres. En este relato, Restrepo se sumerge en la decadencia de esos barrios colombianos en los que nadie se atreve a andar. Fue sumamente interesante saber cómo ella llegó a entablar conversación con alguno de los que se consideraban la escuela de Pablo Escobar para escribir un artículo sobre el crimen en la zona. O también está la historia de Emma, la descuartizadora, la que más me ha gustado de todas por su naturalidad, por ese desparpajo de la protagonista a la hora de hablar, por sus motivaciones y sus respuestas.Se trata de un relato que esconde una historia muy dura pero con un desenlace tintado de humor. Así es Emma.
Y al margen de esos pecados, la autora también retrata la psique del ser humano. Hay dos temas que me han parecido fantásticos. Por un lado, la idealización, esa tendencia del ser humano a magnificar aquello que no tenemos al alcance, lo que está lejos, lo que es de otro. Por otro, la lucha del ser humano por recuperar la juventud y ganarle la batalla al reloj. En ambo ambos casos el batacazo es descomunal y mientras vemos a los personajes patinar, nos damos cuenta que nosotros somos igual que ellos, que también engrandecemos lo que anhelamos y que nos miramos al espejo para comprender horrorizados que por nosotros también pasa el tiempo.Y entre esos temas tratados, veremos igualmente a la vanidad, a la soberbia,...
De entre todos los personajes Irina es la que más presencia tiene en el volumen. No solo será la encargada de abrir y cerrar el libro, a través de esos dos capítulos en que realidad no son más que uno solo, o bien uno continuación de otro. También hace acto de presencia en Las Susanas en su paraíso, convertida no ya en protagonista pero sí en secundario.
En cuanto a la voz narrativa variará de una historia a otra. De la tercera, ya sea omnisciente o no, pasará a la primera pues hay relatos que, por su intimidad, su proximidad, su dureza requerirán un testimonio en primera persona.Pero en cuestión de voces, lo más llamativo de este libro es el desarrollo de algunos relatos en forma prácticamente dialogada, participando interlocutores cuya identidad desconocemos. La autora los denominacomo «las vocecitas»capaces de interrumpir en cualquier momento para dar su opinión, que consiguen romper el curso de la narración. En Las Susanas en su paraíso, me han recordado al coro del teatro griego, esas voces que van haciendo anotaciones a lo narrado, que cuestionan lo que ocurre en escena y emiten juicios.
Decía al principio que hay libros que te conducen a la relectura, y especificaba, los que están magistralmente escritos. Es lo que le ocurre a este Pecado de Laura Restrepo. Me ha gustado mucho leerlo. Me ha encantado releerlo, especialmente porque con su anterior novela, Hot Sur, no tuve mucho feeling. Fue una lectura con la sufrí algún que otro altibajo pero . Sin embargo Pecado es una delicia como la de los jardínes de El Bosco que, por cierto, celebramos el quinto aniversario de su muerte y para ello el Museo del Prado ha organizado una estupenda exposición. Tú que puedes, no te la pierdas. Para saber más, pincha aquí.
Es lo que me ha pasado con Pecado, el nuevo libro de Laura Restrepoque leí a principios de abril y en el que me he embarcado por segunda vez la semana pasada. Aunque Pecado no es un libro de relatos propiamente, al menos su autora lo concibió como una novela, el hecho de que esté compuesto por nueve historias relativamente breves induce a considerarlo como tal. Mi sensaciones con la segunda lectura han venido a corroborar lo que os explicaba antes. Ahora, he llegado a percibir matices que se me escaparon con la primera lectura y el resultado final ha sido mucho más satisfactorio.
Con una estructura cíclica que se abre con Peccata mundi (1) y se cierra con Peccata mundi (2), la autora colombiana nos propone un paseo por un compendio de historias en las que el mal está muy presente, con unos personajes que, a su modo, construyen su propio código moral, una ética peculiar con más de un doblez y que en ocasiones conduce al sacrificio, siendo elhilo conductor, de un modo un otro, el cuadro El Jardín de las Delicias de El Bosco, que en su día perteneció a Felipe II, donde él «veía los secretos de su alma». Tal es así que, la faja que acompaña al libro viene a decir«Un viaje al corazón del mal inspirado en El Jardín de las Delicias».
Analizar el cuadro de cerca supone sumergirte en un mundo extraño pues no deja de ser una obra ambigua y oscura, un tríptico con tres fases, quizá los tres estados del hombre: la pureza, lo mundano, yla depravación. Fue una obra por la que el monarca, del que se dice que«Su cabeza es la de un moralista y su cuerpo el de un libertino»[pág. 19] y al que sus pecados en vida no le debajan ascender a los cielos, sintió fascinación. Y así como para el que fue llamado el Señor de Negro se convirtió en una obsesión, también será una obra por la que los personajes de este libro se sientan atraídos.
Resulta interesante tener la pintura a la vista o bien representada en nuestra mentemientras se lee este libro pues son múltiples las referencias a los detalles pictóricos que la componen, en una descripción casi meticulosa que invita a indagar sobre el pintor y su intención a la hora de plasmar en estas tablas una alegoría del mundo.
Y claro está quellamándose Pecado el volumen, ¿qué otra cosa podemos encontrar? Adulterio, incesto, asesinatos, crímenes,... Pero lo más impactante de todo fue la revelación que Laura me hizo el día de la entrevista(puedes leer aquí), esas confesiones en las que me desvela que algunas de estas historias tienen un trasfondo real, que algunos de los personajes tienen un reflejo en la vida real con el que comparten experiencias y matices. Así, la historia del adulterio procede de un conversación con una mujer que vivió una historia dura durantesu adolescencia.O Lindo y malo, es muñeco que nos hablará de Arcángel, aquel muchacho de las favelas, asesino de profesión sin haber cumplido aún la mayoria de edad, que se hace respetar y encandila a las mujeres. En este relato, Restrepo se sumerge en la decadencia de esos barrios colombianos en los que nadie se atreve a andar. Fue sumamente interesante saber cómo ella llegó a entablar conversación con alguno de los que se consideraban la escuela de Pablo Escobar para escribir un artículo sobre el crimen en la zona. O también está la historia de Emma, la descuartizadora, la que más me ha gustado de todas por su naturalidad, por ese desparpajo de la protagonista a la hora de hablar, por sus motivaciones y sus respuestas.Se trata de un relato que esconde una historia muy dura pero con un desenlace tintado de humor. Así es Emma.
Y al margen de esos pecados, la autora también retrata la psique del ser humano. Hay dos temas que me han parecido fantásticos. Por un lado, la idealización, esa tendencia del ser humano a magnificar aquello que no tenemos al alcance, lo que está lejos, lo que es de otro. Por otro, la lucha del ser humano por recuperar la juventud y ganarle la batalla al reloj. En ambo ambos casos el batacazo es descomunal y mientras vemos a los personajes patinar, nos damos cuenta que nosotros somos igual que ellos, que también engrandecemos lo que anhelamos y que nos miramos al espejo para comprender horrorizados que por nosotros también pasa el tiempo.Y entre esos temas tratados, veremos igualmente a la vanidad, a la soberbia,...
De entre todos los personajes Irina es la que más presencia tiene en el volumen. No solo será la encargada de abrir y cerrar el libro, a través de esos dos capítulos en que realidad no son más que uno solo, o bien uno continuación de otro. También hace acto de presencia en Las Susanas en su paraíso, convertida no ya en protagonista pero sí en secundario.
En cuanto a la voz narrativa variará de una historia a otra. De la tercera, ya sea omnisciente o no, pasará a la primera pues hay relatos que, por su intimidad, su proximidad, su dureza requerirán un testimonio en primera persona.Pero en cuestión de voces, lo más llamativo de este libro es el desarrollo de algunos relatos en forma prácticamente dialogada, participando interlocutores cuya identidad desconocemos. La autora los denominacomo «las vocecitas»capaces de interrumpir en cualquier momento para dar su opinión, que consiguen romper el curso de la narración. En Las Susanas en su paraíso, me han recordado al coro del teatro griego, esas voces que van haciendo anotaciones a lo narrado, que cuestionan lo que ocurre en escena y emiten juicios.
Decía al principio que hay libros que te conducen a la relectura, y especificaba, los que están magistralmente escritos. Es lo que le ocurre a este Pecado de Laura Restrepo. Me ha gustado mucho leerlo. Me ha encantado releerlo, especialmente porque con su anterior novela, Hot Sur, no tuve mucho feeling. Fue una lectura con la sufrí algún que otro altibajo pero . Sin embargo Pecado es una delicia como la de los jardínes de El Bosco que, por cierto, celebramos el quinto aniversario de su muerte y para ello el Museo del Prado ha organizado una estupenda exposición. Tú que puedes, no te la pierdas. Para saber más, pincha aquí.
[Imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
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