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ALEX de Pierre Lemaitre.

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Editorial: Alfaguara.
Fecha publicación: octubre, 2015.
Nº Páginas: 392
Precio: 18,90 €
Género: Novela.
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 9788420410869
 [Disponible en ebook;
puedes empezar a leer aquí]

Autor

Pierre Lemaitre nació en París en 1951. Antes de ganar el Premio Goncourt 2013 con su novela Nos vemos allá arriba, ya era escritor de renombre en el género de la novela policiaca. Con Iréne (2006), su primer thriller, recibió el Premio a la Primera Novela Policiaca del Festival de Cine Policiaco de Cognac, e inició la serie protagonizada por el inspector Camille Verhoeven, que incluye Alex (2011, ganadora del Crime Writers Association International Dagger Award 2013 junto a Fred Vargas y del Premio de Lectores de Novela Negra de Livre de Poche 2012, seleccionada para el RUSA Reading List Horror Award y uno de los libros del año según el Financial Times, que se halla en curso de adaptación al cine por James B. Harris, con guion del propio Lemaitre), Rosy & John (2012) y Camille (2012) - todas ellas de próxima publicación por Alfaguara-. 

Fuera de la serie llegaron, con una extraordinaria recepción por parte del público y de la crítica, Vestido de novia (Alfaguara, 2014) - Premio del Salon du Polar 2009, que está siendo adaptada al cine - y Ejecutivos negros (2010). Pierre Lemaitre es también guionista de ficción y de series de televisión y ha sido profesor de literatura francesa y norteamericana. Además del Goncourt y del Dagger Award, ha obtenido el Premio de Novela Negra Europea, el Premio a la Mejor Novela Francesa 2013 de la revista Lire, el Premio Roman France Télévisions y el Premio de los Libreros de Nancy-Le Point, y su obra, con más de medio millón de lectores, está siendo traducida a dieciocho idiomas.

Sinopsis

Han pasado varios años desde el caso del asesinato en serie que trastocó para siempre su vida y el comandante Camille Verhoeven aún no se ha repuesto del todo cuando un nuevo desafío vuelve a implicarlo personal y profesionalmente: Alex, una mujer de treinta años, ha desaparecido. No es una mujer cualquiera, y Verhoeven, sin sospechosos ni pistas, debe adentrarse en la investigación de su personalidad para poder encontrarla, mientras ella agoniza en un almacén abandonado. Cada minuto que pasa puede ser el último. Y él no se lo perdonaría nunca.

El autor de Vestido de novia e Irène vuelve a sacudirnos con este thriller escalofriante, una trama diabólica e imprevisible que lo confirma como el rey de la novela negra. Alex catapultó a Lemaitre a la fama internacional, al ser aclamado como el sucesor de Stieg Larson; hoy su estilo es reconocido como único e inconfundible, con una legión de seguidores.

[Biografía y sinopsis tomadas del ejemplar]


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Hace unas semanas, dentro de la lectura conjunta organizada por Tatty de El universo de los libros y Laura de El templo de la lectura os traía la reseña de Irène (puedes leerla aquí), una de las novelas de Pierre Lemaitre que se ha convertido en autor de referencia en cuanto al género negro, con la que se inicia una saga policíaca que tiene como protagonista al comandante Camille Verhoeven de la Brigada Criminal parisina. Pues bien, siguiendo con la saga, hoy regreso con mis impresiones de la que resulta ser la segunda entrega, Alex, y de nuevo dentro de la lectura conjunta organizada por las blogueras mencionadas anteriormente.

Siendo una saga, es inevitable hacer referencias a la novela anterior. De hecho, el autor tiene que mencionar en esta nueva entrega, algunos sucesos ocurridos en Irène para que podamos entender el desarrollo de los acontecimientos. Sabemos que esto es algo habitual pero ocurre que, no en todas las sagas policíacas se hace necesario leer las distintas entregas por orden pues se trata de casos independientes y totalmente autoconclusivos. En el caso que nos ocupa no estoy tan segura. A mi juicio creo que la saga de Pierre Lemaitre tiene que leerse siguiendo el orden con el que ha sido escrita pues de otro modo, no solamente perderemos información importante en cuanto a las tramas, sino que también, será mucho más sencillo comprender la psicología de los personajes principales, de Camille, exactamente. En cualquier caso, por mi parte, intentaré no desvelar nada fundamental por si tenéis intención de leerla y aún no la habéis empezado.

Han pasado cuatro años desde los hechos narrados en la novela anterior. Camille sigue siendo inspector de policía pero ha pasado por una etapa complicada en la que ha tenido que ser tratado en centros de reposo debido a las secuelas que la investigación del caso anterior le ha provocado. A raíz de aquel terrible desenlace, el inspector ha decidido no hacerse cargo de los casos de secuestros, no quiere revivir momentos del pasado que lo atormentan y prefiere encargarse de otras investigaciones pero, debido a ciertos desajustes en la plantilla, no tiene más remedio que involucrarse en una nueva investigación originada por el rapto de una joven de identidad desconocida.

En Alex, un testigo alerta a la policía al ver cómo un hombre ataca a una joven -Alex- que paseaba por la calle y la introduce con violencia en una furgoneta. A partir de ese momento, Camille y su equipo - Louis y Armand- se ponen a investigar y a intentar esclarecer los hechos pero sus avances son lentos y un tanto torpes.Nadie ha denunciado la desaparición de la chica, nadie sabe quién es ni por qué la han secuestrado y tantas incógnitas suponen importantes obstáculos en la investigación.

Pero la investigación de Camille y su equipo no será el único hilo argumental. En capítulos alternos seremos testigos en primera fila del secuestroy veremos cómo se va desarrollando, desde el momento en el que la joven es raptada, pasando por todo lo que sucede mientras está confinada, cómo la trata su secuestrador o cómo intenta mil y una vez liberarse. De esta trama, la pregunta más inmediata sería ¿por qué la han secuestrado? Ahí está la madre del cordero. Averiguar el motivo por el que a la joven le han arrebatado su libertad será una de las cuestiones que nos mantendrán más en vilo y una vez que lo sepamos - muy avanzada la lectura-, nuestra curiosidad e interés se trasladará a otros asuntos igualmente inquietantes para conducirnos a un desenlace que a mí me ha resultado totalmente inesperado. En cierto sentido se podría decir que cuando el autor nos desvela los motivos por los que Alex ha sido raptada, se abre una nueva trama que va dejando un reguero de cadáveres aquí y allá. 

En cuanto al final, tal y como he dicho antes no me ha resultado nada previsible, es más, bajo mi punto de vista queda un tanto en suspense porque no he podido vislumbrar con claridad si los acontecimientos que desembocan en la resolución se producen en un sentido u otro. Digamos que el autor nos muestra unos hechos inicialmente que nos desconciertan pero luego nos hace pensar que las cosas no han resultado del todo así. No obstante, deja una duda en el aire, lo cual no me ha parecido en ningún momento un contratiempo sino más bien lo contrario. A mí esa ambigüedad en el final me han encantado.

De esta parte del argumento tengo que volver a destacar el nivel de descripción de Pierre Lemaitre. Decía en Irène que el autor es muy minucioso a la hora de describir las escenas más crueles pero nunca a niveles que me supusieran un problema. No obstante reconozco que en Alex lo he pasado algo peor. La manera en la que se producen los asesinatos -porque hay más de uno-, así como los padecimientos de la propia Alex terminan por remover un poco las entrañas, por lo que si tienes el estómago delicado, te aconsejo que no leas esta novela mientras almuerzas o cenas, como he hecho yo. Está claro cuál es la intencionalidad del autor, la de meternos de lleno en el meollo del asunto y hacernos vivir todo casi en primera persona, pero confieso que a mí me ha parecido demasiado repulsivo en algunos momentos y para mi gusto hay un exceso de crueldad. 

Pero otro aspecto a destacar en esta novela es el tratamiento que el autor hace del personaje Alex. Me ha resultado muy interesante el juego que nos plantea Lemaitre, a raíz del cual la percepción que tiene el lector de esta joven irá cambiando paulatinamente, a medida que vayamos conociendo más detalles del argumento. Si inicialmente la vamos a ver como una jovencita desvalida y sometida a una brutalidad sin parangón, iremos descubriendo que no es ningún angelito de la guarda y que, cuando la ocasión lo requiere, hace gala de una sangre fría alucinante. ¿Tiene motivos para ello? Si los tiene o no, es algo que mejor lo descubrís vosotros mismos.




En cuanto a los personajes, los que hayáis leído Irène sabréis que el protagonista principal es el inspector, Camille que se caracteriza físicamente por su baja estatura. No mide más de 1,45 centímetros debido a una hipertrofia fetal que sufrió antes de nacer y esto siempre lo ha condicionado. Tal y como dije en la reseña de Irène, me parece muy bien que el autor haya querido presentarnos a un policía tan distinto a lo que solemos ver. El hecho de que todo el mundo lo mire desde lo alto y él tenga que hacer uso de sillas altas o de otros recursos para imponerse a los detenidos y ejercer su trabajo me ha parecido una manera muy original de presentar al personaje. En cualquier caso, su condición física no es motivo para que no realice una labor brillante.

Por otra parte, la presencia de sus padres, especialmente la de su madre, que parece haberlo marcado mucho, sigue estando muy latente en la novela. No obstante, en esta ocasión he notado que el autor carga menos las tintas en relación a la parte más personal y no solo en cuanto a Camille, sino también en cuanto a los secundarios. Como dije en la reseña de Irène, creo que el autor se excedió en presentarnos a los personajes con mucha profundidad en cuanto a su parcela más íntima, algo que, en el caso de los secundarios, no me aportó mucho.

Sobre Alex ya he comentado que nuestra percepción irá cambiando. Se trata de una joven enfermera interina de 30 años de edad, muy guapa y sexy que suele llamar la atención de los hombres. Resulta ser ese tipo de joven que sufre la transformación del cisne, siendo durante su adolescencia una joven feucha y llena de complejos. De su pasado no sabremos mucho inicialmente. Hasta que la investigación no avance y estemos cerca del final, no sabremos mucho de su infancia o de su adolescencia, etapas que juegan un papel fundamental en el argumento. Y aquí aprovecho para comentar que la base de la trama se sustenta en la venganza, una de las emociones más explotadas en literatura, de ahí que me haya faltado un ápice de originalidad. A decir verdad, dentro de los actos vengativos que se plantean en la novela hay matices a tener en cuenta pero aún así, la motivación me parece demasiado trivial y manida.

Y como secundarios de nuevo Louis y Armand tan distintos uno de otro. En Alex se enfatiza muchísimo esa faceta roñosa y tacaña que tiene Armand al que vamos a ver arramplando con todo lo que puede mientras que Louis seguirá siendo el poli-dandy que viste y calza bien. No obstante, Armand puede llegar a darnos alguna sorpresa.

En cuanto al estilo, por regla general el autor hace uso de un fraseo corto lo que implica que la lectura sea ágil y dinámica. Se centra en emplear este estilo en aquellas secuencias que son meramente indicativas del desarrollo de la trama y son escenas que me han parecido narradas con alguna frialdad y asepsia. Ahora bien, la cosa cambia mucho en las situaciones más álgidas como el rapto de Alex. Como dije antes en las secuencias más brutales, el autor incrementa los niveles de descripción y se demora mucho, alargando las escenas, en algunos casos más de lo necesario. Y aunque en Alex abunda más la narración que el diálogo, debido a ese fraseo corto, la novela se lee con mucha agilidad.

Sesenta y dos capítulos en total componen la novela, estructurada en tres partes, claramente diferenciadas y que dividen la trama de manera muy precisa, la novela está narrada por un narrador omnisciente que nos permite adentrarnos en las reflexiones de Camille, barajando las distintas hipótesis de resolución del caso. Lo curioso de la forma de narrar de este autor es que emplea el tiempo presente, otorgándole mucha actualidad a los sucesos como si estuvieran ocurriendo justo en el mismo momento en el que vamos leyendo, algo que no ocurría en la novela anterior.

Y tal y como os comenté en la reseña anterior, Alex supone la segunda entrega de la saga policiaca ideada por Pierre Lemaitre con Camille Verhoeven como protagonista, siendo la primera Irène. Sin embargo, fue Alex la primera publicada en España. Por suerte, la editorial ha sabido rectificar a tiempo y poner a disposición de los lectores la saga completa. A Alex le sigue Rossy & John y Camille, que cierra la tetralogía, de momento. Espero poder leer las dos restantes porque ya que he llegado a este punto me gustaría saber qué más nos tiene preparado el autor.

Por lo demás, no tengo más que comentaros.Iréne me gustó en su día cuando la leí, aunque experimenté algunos altibajos y Alex, a pesar de algún aspecto menos positivo, como por ejemplo la brutalidad que se despliega en algunas de sus páginas, creo que, en líneas generales me ha gustado más. Camille es un inspector original en este género y la forma de narrar de Lemaitre también me resulta interesante. Concretamente destaco el perfil de Alex en esta novela. Muy bueno el giro que nos plantea.




[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]


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