Año: 2016
Nacionalidad: EE.UU
Director: David F. Sandberg.
Reparto: Teresa Palmer, Maria Bello, Gabriel Bateman, Alexander DiPersia, Billy Burke, Alicia Vela-Bailey, Amiah Miller, Andi Osho, Maria Rusell, Elizabeth Pan, Ava Cantrell, Rolando Boyce, Emily Alyn Lind, Lotta Losten.
Género: Terror.
Sinopsis: Rebecca es una joven que es perseguida desde niña por Diana, un ser extraño que sólo puede atacar en la oscuridad. El espíritu de Diana está relacionado con la madre de Rebecca. Ahora que se está convirtiendo en adulta, Diana va a por su hermano pequeño, Martin. Adaptación del corto 2013, "Lights Out", del mismo David F. Sandberg.
[Información facilitada por Filmaffinity]
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Si algo sale bien, déjalo estar. No fuerces la máquina, no explotes la historia porque corres el riesgo de resbalar y las probabilidades de que vuelvas a obtener éxito se reducen. Obviamente no siempre ocurre así pero en estos casos, ¿realmente merece la pena arriesgar?
Nunca apagues la luz en su versión menor ya pasó por este blog hace tiempo. Fue una de aquellas entradas que dedico con cierta regularidad a los cortometrajes. Lights out me dejó totalmente petrificada y tan solo fueron necesarios tres minutos para experimentar verdadero pánico. He leído por ahí que recibió un montón de visitas tanto en Youtube como en Vimeo y que incluso hay una lista de vídeos que reproducen las reacciones de los espectadores que lo ven por primera vez (puedes verla aquí). Pero, ¿por qué funcionó tan bien aquel corto?En primer lugar por la brevedad. No hay necesidad de explicar el por qué de la historia, no nos interesa. El guion se centra únicamente en el meollo de la cuestión y eso es lo único que nos importa. Luego, y aquí creo que es donde radica verdaderamente el éxito,el corto muestra una situación muy común y cotidiana. Algo tan sencillo como salir del cuarto de baño, preparado para irse a dormir y caminar por el pasillo en dirección al dormitorio. Hay que ir apagando las luces de la casa y es precisamente en ese momento cuando todo empieza. Una situación tan repetitiva en nuestro día a día hace que nos involucremos mucho más en la historia y que nuestro subconsciente nos obligue a imaginarnos en tal situación por lo tanto quedamos a merced de la sugestión.
Pues bien, a partir del éxito de este cortometraje, rodado en la casa del director, David F. Sandberg, sin una sola línea de diálogo y actuando como protagonista la propia esposa de Sandberg, Lotta Losten, surge la idea de ampliar la historia y hacer un largometraje. ¿Cuál ha sido el resultado? Pues, a mí sinceramente no me ha gustado y por las opiniones que he ido leyendo, la tónica es más o menos la misma. Para empezar había que construir una historia completa. Si bien no hay una introducción propiamente pues todo empieza de sopetón, sí contamos con un nudo y un desenlace. El origen de la historia se irá desvelando progresivamente pero es un relato tontorrón del que apenas dan un par de pinceladas. Nada de esto era necesario con el corto.
Unos breves minutos introductorios nos muestran como fallece el esposo de Sophie que será la coprotagonista de la cinta. Es una mujer desesquilibrada, madre del pequeño Martin y de Rebecca, una joven independizada del nido familiar. Martin vive atemorizado por Diana, una supuesta amiga de su madre con un pasado terrible y pedirá ayuda a su hermanastra Rebecca sin saber que ella también pasó por el mismo trance cuando era pequeña y su padre los abandonó. A partir de ahí se destaparán antiguos episodios en psiquiátricos, extrañas enfermedades... y mucha oscuridad.
Bajo mi punto de vista, Nunca apagues la luz ha perdido toda la chispa que tenía Lights out. El director, el mismo del cortometraje, ha metido en una coctelera todos los clichés propios del cine de terror americano: ruidos, puertas que alguien intenta abrir, luces que se apagan solas, sombras, reflejos... Vale, me podréis decir que todo esto lo tenía el cortometraje pero en la película la historia ha perdido cotidianidad. Lo que hace la protagonista del corto lo hacemos el resto de los mortales. Lo que ocurre en la película no. Y luego está el sonido, esos momentos en los que el volumen sube varios decibelios acompañando alguna escena de tensión para generar miedo, escenas que probablemente, sin la música nos dejarían indiferentes. Y por supuesto el abuso de la oscuridad. Es verdad que en esta película es esencial para el desarrollo de la trama pero es que no se ve nada, cuando el cortometraje terminaba claramente con una escena pavorosa a plena luz. Pero, ¿quién se puede imaginar que la gente trabaje en una fábrica casi a oscuras? Hay cosas que no tienen sentido.
No voy a entrar en el reparto ni en las interpretaciones. No me parecen nada significativas. Solo diré que me ha gustado el guiño que el guion de la película hace al corto, con una escena ciertamente similar al formato breve y con la misma protagonista.
Por lo demás poco más. Lo único que me faltaba es que el desenlace dejara una puerta abierta hacia una segunda parte. No lo parece y confío en que el director deje su corto descansar en paz.
En definitiva, que me quedo con el cortometraje sin duda.La película me ha parecido un sucedáneo mediocre de la historia original. Eso sí, si no eres muy fan del género pero tampoco te disgusta ver una peli de miedo de vez en cuando, esta te puede venir bien especialmente en los días que han pasado. Para los demás, a los que nos encanta el terror y tenemos a cuesta muchas horas de visionados rodeados de fantasmas, Nunca apagues la luz parecerá insustancial.
A todo esto, aquel primer corto tiene una segunda parte que se llama Cam Closer, os los dejo aquí por si os interesa verlo.
A todo esto, aquel primer corto tiene una segunda parte que se llama Cam Closer, os los dejo aquí por si os interesa verlo.
Trailer:
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